Resumen
En la actualidad, el ejercicio profesional docente demanda la inserción de prácticas de enseñanza novedosa, conducente a generar en el discente, pensamiento reflexivo que lo induzca a un mayor compromiso con su propio aprendizaje. De ésta forma, el o la docente de enseñanza superior, está llamado a romper con los esquemas de la educación tradicional, para asumir un rol de facilitador de la capacidad potencial de autorrealización de sus estudiantes, en proceso de formación.
Hoy día, es tarea ineludible, la revisión de las prácticas pedagógicas en el ámbito universitario, en el entendido que el aprendizaje está ligado a la significación de los contenidos, con los conocimientos previos que tienen los aprendientes, a quienes se les debe brindar el espacio en el aula, para compartirlos, mediante la inserción de una técnica de enseñanza. Precisamente, esta experiencia se sustenta en la aplicación de la metáfora educativa, para conocer las experiencias previas de los alumnos en torno a los contenidos del curso, sustentado en el pensamiento de Lev Vygotsky.
En consideración al anterior planteamiento, el artículo presenta una experiencia de aprendizaje, generada en la primera lección del curso Fundamentos de Didáctica, que se imparte a los estudiantes de las carreras de Educación Primaria y Preescolar, ofrecidas en la Sede de Guanacaste, Universidad de Costa Rica.
Palabras Claves: Educación; metáfora; aprendizaje; didáctica; herramienta educativa
Abstract
The teaching practice at present demands for the inclusion of innovative practices, leading the learner to generate a reflective thinking to be highly committed to their own learning process. Thus, the higher education teacher is called to break with the traditional teaching schemes and be a facilitator of the potential ability of self-realization of his or her students in the training process.
Today, the review of the university teaching practices should be an unavoidable task with the understanding that the learning process is linked to the significance of the contents along with the learners’ prior knowledge. These students should be provided with some space in the classroom to share their prior knowledge by inserting a teaching technique. Indeed, this experience is based on the implementation of the educational metaphor to know the students’ previous experiences in relation to the course content supported by the thought of Lev Vygotsky.
Regarding the former approach, this article presents a learning experience generated during the first lessons of the course Teaching Fundamentals, which is taught to students enrolled in the majors Primary Education and Preschool majors, offered by the University of Costa Rica at the Guanacaste Campus.
Key words: education; metaphor; learning; didactic; teaching; educational tool
Introducción
Hoy en día, es común el abordaje de temáticas que orientan en la necesidad de revisar las prácticas pedagógicas, en función de la enseñanza, concebida como arte combinado con el conjunto de habilidades técnicas y científicas que debe poseer el educador, en aras de coadyuvar a un ejercicio profesional asertivo y verás. Brubacher y otros (2000) expresan que, además, es importante la toma de decisiones del docente en el ambiente del aula, acción que precisamente, va a propiciar una proyección espontánea que se sale de los esquemas establecidos, permitiéndole innovar, crear y buscar múltiples alternativas de solución ante los acontecimientos que se suscitan en el desarrollo de las clases en determinado nivel de formación.
Estos autores, además, destacan que el pensamiento reflexivo sobre la práctica pedagógica, había sido abordado en sus estudios por el filósofo John Dewey, a partir del año 1903.
Maturana (2004), un siglo después, refiere: “El que quiera enseñar autonomía y reflexión, no puede basarse en la coerción como método, sino que debe crear un espacio abierto para el pensar y el actuar común”. Desde esta perspectiva, se está contribuyendo a la democratización de la enseñanza, en la cual el estudiante actúa con plena libertad, brindando opiniones, ya sea a favor o en contra según la percepción que tiene de determinado tópico de estudio.
En este sentido, el reto que el docente debe enfrentar hoy en día, es del de ser mediador en el aula, en aras de que el alumnado construya conocimientos a partir de los recursos y oportunidades que le proporciona el contexto donde se desenvuelve.
Al respecto, Picardo (2008: 117), refiere:
Sin lugar a dudas, la construcción de conocimiento posee múltiples vertientes y variables que intervienen; el arquitecto que diseña esta construcción es él y la docente, y el ingeniero que ejecuta y calcula las estructuras es el alumno y la alumna; juntos con una participación equilibrada, deberían de impulsar el devenir de enseñanzas y aprendizajes.
La implementación de prácticas educativas novedosas, puede orientarse con base en los aportes de especialistas que interpretan el proceso de enseñanza y aprendizaje de los alumnos. Para efectos de este documento se tomarán los conocimientos previos de los estudiantes con respecto al curso de Fundamentos de Didáctica, reflejado en la elaboración de metáforas educativas, con base en el pensamiento de Lev Vygotsky, el cual está considerado como el padre de la teoría psicosocial, por “centrarse en la investigación de los orígenes y las formas culturales de conducta humana y, en el descubrimiento de las funciones psicológicas específicamente humanas”, tal y como lo plantea Lipman (2004:164).
El aprendizaje desde la perspectiva de Vygotsky
Existe diversidad de opiniones en torno a cómo opera el aprendizaje en el individuo, Solano (2009) expresa que es a partir del siglo XVII, donde se inicia el desarrollo de teorías que intentan interpretar este fenómeno, en el ser humano.
En este sentido, es válido resaltar el aporte que brinda Lev Vygotsky, seguidor de Piaget, quien plantea la teoría socio-cultural, también llamada socio-genética. En esta teoría “la cultura proporciona al individuo las herramientas necesarias para modificar su entorno” (2009: 66). Es decir, las experiencias acumuladas en el ambiente que rodea al individuo, le permiten interferir en otros contextos, haciendo uso del habla; es decir, del acervo lingüístico acumulado. Para Vygotsky, en el caso de los niños y las niñas, estos desarrollan el aspecto cognoscitivo, a través de los diálogos que sostienen con los miembros del grupo familiar o en la interacción con los iguales.
Cabe destacar que fundamentalmente, los estudios de Vygotsky, según Woolfolk, (1996), giraron en torno al lenguaje, la cultura y el desarrollo cognoscitivo de los niños. De ésta forma para el autor, el desarrollo cognoscitivo del individuo depende del mundo exterior, es decir, de los insumos que le proporcionan las personas y los diversos ambientes donde interactúa, lo cual incide directamente en el desarrollo de ideas, actitudes y valores. Precisamente, el vehículo para expresar estas ideas y conceptos, lo constituye el lenguaje, como medio de comunicación. Además, la autora indica, que para este pensador todas las funciones mentales de índole superior, se sustentan en las interacciones sociales experimentadas por el sujeto cognoscente.
Rojas (2008) refiere que este autor concibe el desarrollo del individuo basado en la interacción constante en diversos contextos socio - culturales que le permiten a su vez, apropiarse de diversos elementos lingüísticos y de saberes culturales, logrando al mismo tiempo una mayor independencia en pro del fortalecimiento de su personalidad.
Vygotsky, refiere zonas de desarrollo por las que pasa el individuo, entre ellas: la primera, denominada zona de desarrollo real, que identifica a cada individuo en particular, es decir, en el nivel en que se encuentra el estudiante, cuando interactúa con otros. En este sentido, se pueden considerar sus conocimientos adquiridos, sus pensamientos, sus ideas. Solano (2008: 70) indica que esta zona “es el contexto en el cual el estudiante o la estudiante resuelve problemas de manera independiente, sin la necesidad del apoyo o la ayuda de alguna persona.” Asimismo, refiere, “es el momento actual, lo que el estudiante conoce en ese momento” (2008:70).
Velásquez, E; León, A. y Díaz, R. (2009, 93) en torno a los conocimientos previos de los alumnos(as), aportan los siguiente:
Pues, como se sabe, cuando un estudiante explora, descubre, aprende, a partir de sus pre-saberes conectados con las ayudas pedagógicas mediatas o inmediatas facilitadas por los docentes; está ejecutando actividades cognitivas propias de dicha teoría que en mayor o menor grado son inherentes a la persona que aprende.
La segunda, denominada zona de desarrollo próximo o proximal, conlleva la interacción con otros y la influencia que estos ejercen sobre el pensamiento del niño o del individuo. En esta etapa, según Moll (2002:
189), “la colaboración con otra persona o de un par más capacitado, conduce así a un desarrollo en forma culturalmente apropiado”. Es decir, en esta etapa el individuo llega a construir con aquellos con quienes comparte, los saberes culturales, siempre y cuando estos le generen un significado dentro su cotidianidad.
Woolfolk (1996: 50) expresa al respecto: “…es el área donde el niño no puede solucionar un problema por sí mismo, pero puede tener éxito con la guía de un adulto o en colaboración con compañeros más avanzados”.
Nótese, que esta segunda zona, conlleva un esfuerzo del individuo, sin embargo, requiere de la intervención de otros para la atención de una situación en particular, el otro puede estar representado en la persona de un miembro del grupo familiar, un amigo, un compañero o el docente como facilitador o guía en el proceso de aprendizaje.
Finalmente, la zona de desarrollo potencial conlleva las metas a lograr, los propósitos que el individuo perfila llegar a obtener, sobre la base de las dos etapas anteriores. Implica, una zona de realización por el logro de metas previamente establecidas.
Con base en lo anterior, el presente estudio retoma la implementación de una técnica, en este caso la metáfora educativa, con miras a detectar los conocimientos previos de los estudiantes, es decir, la zona de desarrollo real que cada uno posee y que aporta al curso en mención, en su parte inicial, expresando la forma en que lo concibe desde sus experiencias aquilatadas en la vida. Precisamente, es tarea del docente, la búsqueda de técnicas educativas, que vengan a constituirse en una herramienta de aprendizaje que conduzcan a la reflexión y a la construcción de conocimientos, a través de la comparación del objeto de estudio con otros elementos que intentan interpretarlo. Esta acción conlleva, un análisis exhaustivo de los elementos que conforman el elemento de atención para encontrarle relación y coherencia con otras acciones, fenómenos, objetos o situaciones que aportan significados en común.
La práctica docente desde las ideas de Vygostsky
Concebido Vygostsky como un autor que aporta a la perspectiva constructivista del aprendizaje, es válido como docente en cualquier nivel de formación, el planteamiento de las siguientes interrogantes: ¿Es importante identificar los conocimientos previos de los alumnos en torno a un tema en particular? ¿Qué técnica se puede aplicar para el logro de este fin? ¿Cuál es el momento apropiado para su aplicación?
Partiendo de la Zona de Desarrollo Real, planteada por el autor, lo indicado sería intentar descubrir los conocimientos previos de los alumnos, al inicio del proceso formativo, con el fin de conocer las conceptualizaciones que se manejan a nivel personal en torno a una temática de estudio.
Por otra parte, la Zona de Desarrollo Próximo, citada por el autor en mención, insta a los docentes en cierta forma, a implementar en el aula estrategias educativas que ejerciten periódicamente en los alumnos, una práctica facilitadora y a su vez orientadora con miras a potenciar en ellos construcciones lingüísticas que, desde las ópticas social y cultural, conducen a un significado, propiciándoles una comprensión más clara de la realidad que los circunda en cualquiera de sus áreas: política, económica, social, cultural, educativa, religiosa, otras, con las cuales están familiarizados desde la cotidianidad. Acción que se vuelva una ayuda inmediata en pro de fortalecerles sus aprendizajes.
Además, no está de más señalar, que los entornos educativos actuales, orientan al abordaje de nuevas iniciativas para la enseñanza, que van desde las experiencias virtuales de aprendizaje en la formación de los nuevos profesionales, hasta la implementación de comunidades de aprendizaje en el ambiente del aula, con miras a la construcción de nuevas habilidades, destrezas y conocimientos por parte del alumnado. De la Torre y otros (1998:23), al respecto, refieren “el centro educativo se constituye en el entorno más apropiado para desarrollar prácticas innovadoras”.
Desde esta perspectiva, hoy día, desde la docencia universitaria, se hace necesario implementar experiencias educativas atractivas, que permitan que el estudiante se involucre en un descubrimiento activo de su aprendizaje y no en una asimilación pasiva del mismo, tal y como lo plantea; Brunner (2008), en sus estudios realizados en torno a cómo aprende el individuo. Solano, ratifica lo anterior, al expresar que la institución educativa debe “reconocerle a las alumnas y los alumnos, el derecho que tienen a expresar sus opiniones y a que éstas sean tomadas en cuenta…”(2009:132).
Díaz y Hernández (1999:131) aportan su apreciación en torno a la enseñanza desde la concepción tradicional, al respecto, refieren:
Sus logros se restringen a aumentar la práctica en la memorización de unidades de información y en la resolución de preguntas sobre contenido específico, y mantienen estos avances muy poco tiempo después de terminada la fase de enseñanza, y no permiten una transferencia sustancial a otras situaciones.
Por ello, el rol que debe asumir el estudiante en la época actual, es el de ser corresponsables de su propio aprendizaje, tal y como lo plantean los teóricos que abogan por la teoría constructivista del aprendizaje, entre ellos: Jean Piaget, David Ausubel, Lev Vygotsky, entre otros, en sus estudios realizados en torno a esta temática.
Hoy en día, frente a los desafíos que enfrenta el docente universitario, por mejorar los aprendizajes de sus estudiantes, la acción de aplicar ideas de pensadores en el acto educativo, se constituye en una excelente alternativa, que permitirá abrir nuevos espacios al estudiantado para afinar capacidades, competencias y habilidades pedagógicas que le garanticen el éxito en un mundo eminentemente competitivo.
Redefinición de la práctica docente
En la actualidad, la práctica docente debe tener connotaciones eminentemente reflexivas, tomando consciencia del ambiente particular donde se labora, acción que puede lograrse mediante la revisión, el debate y la interpretación del rol docente en la actualidad. Implica, entonces, una relectura de la posición como actor social, del contexto donde se labora, de los retos que ofrece el mundo cambiante y de las necesidades, intereses y expectativas de los estudiantes a cargo, sea cual sea su nivel de formación.
Desde esta perspectiva, el docente en el ejercicio de su labor, debe plantearse la meta educativa, de que el estudiantado progrese paulatinamente en su aprendizaje, de acuerdo a sus condiciones y necesidades particulares, para ello, debe propiciar un ambiente apto que reúna las condiciones para el logro del fin propuesto.
El ambiente del aula debe ser flexible, que le permita al estudiante, desplegar su interioridad. Es decir, propiciar que afloren las cualidades y las habilidades naturales. Esto implica, repensar el acto educativo, el cual queda plasmado en la estructura y programación que el docente realice, como una responsabilidad impostergable dentro del ejercicio docente.
No se trata de planificar la labor, insertando múltiples experiencias de aprendizaje como una práctica de rutina, implica, repensar el acto docente, desde esta perspectiva de carácter holista, Chaves (2012:153), en el artículo denominado: “Experiencias de aprendizaje para una conciencia social”, publicado en el documento conclusivo del Seminario, Caminos diversos para la educación del mundo, de la Universidad Nacional, Sede Regional Chorotega, plantea lo siguiente:
Los educadores que van más allá de la práctica cotidiana como facilitadores de actividades, se convierten en mediadores pedagogos con la misión de comprometerse a formar aprendientes integrales con visión de mundo. Para alcanzar tal meta, se promueve una nueva pedagogía con apertura a inspirar al aprendiente a ser partícipe del proceso de aprendizaje desde su propio interés y creencias, por medio de experiencias de aprendizaje que lo motivan de una manera provechosa, armoniosa y viva.
Desde esta visión como actor pedagógico, el docente facilitará escenarios de aprendizaje que capten el interés de los discentes, coadyuvando, de ésta manera, a una mejor predisposición para el aprendizaje conducente a la obtención del disfrute o deleite mediante el acto educativo, mediante la interacción e intercambio de experiencias y opiniones con los demás miembros del grupo; generando las comunidades educativas, al cual hacen referencia diversos autores, en la actualidad.
En torno a la previsión en la planificación docente, de espacios que propicien la participación de los estudiantes, Pérez (2009:
57) refiere: “esta estrategia contribuye al aumento del compromiso de la persona que aprende, con las actividades que tiene que realizar para apropiarse o apoderarse del conocimiento”.
También, Díaz y Hernández (1999:51) reafirman que el estudiante genera mayor aprendizaje en colectividad, al destacar lo siguiente:
El alumno no aprende en solitario, sino que, por el contrario, la actividad autoestructurante del sujeto estará mediada por la influencia de los otros, y por ello el aprendizaje es en realidad una actividad de reconstrucción de los saberes de una cultura. En el ámbito escolar, la posibilidad de enriquecer nuestro conocimiento, ampliar nuestras perspectivas y desarrollarnos como personas, estará determinada por la comunicación y el contacto interpersonal con los docentes y los compañeros de grupo.
Además, de potenciar el trabajo en grupo, que ya algunos autores nos recuerdan las ventajas que generan para el aprendizaje del estudiantado, es importante considerar, el rescate de las experiencias previas de los mismos, acción que conlleva la implementación de la evaluación diagnóstica, que pretende captar los conocimientos previos que posee el estudiante en torno al tema que se aborda en clase, aunado a sus expresiones lingüísticas, estilos y formas de interacción con los compañeros.
El uso de la metáfora en el aprendizaje del alumno
La metáfora se constituye en una técnica educativa, que propicia el análisis y la reflexión del estudiante, competencias necesarias de fortalecer por las demandas del nuevo milenio.
Molina (2012), refiere que desde la década de los 60, ya el tema de la metáfora, había sido revisado por autores filósofos, entre los que destacan Scheffer y Petrie, quienes la asociaron con el acto educativo y las ventajas que se podían obtener con la implementación de la misma.
Asimismo, este autor, refiere que la metáfora, vista como recurso educativo para la enseñanza, ha sido empleada por diferentes investigadores, desde la década de los años 80, en este sentido, hace referencia a los estudios realizados por Green, Tobin, Berliner y Cohen y Lotan. Sin embargo, según Palacios (2009), es en la década de los años 90, cuando la metáfora como herramienta para generar pensamiento reflexivo, cobra mayor valor en el área educativa. Precisamente, en los estudios implementados a nivel del constructivismo como corriente educativa desde la perspectiva pedagógica. En este sentido, sigue expresando, Palacios (2009), destacan los estudios de Bullough y Stokes (1994), de Parker (1995), de Freeman, Austin, Stofflett (1996) y de Abarca (1997), entre otros, quienes han incursionado en el análisis de las opiniones que hacen los docentes en torno a la educación y a los educandos, a través del planteamiento de metáforas originales producto de sus experiencias en el campo.
Pérez (2009:49) la concibe como “…una técnica de típico corte constructivista, que permite a los participantes expresar las percepciones que tienen en relación con un concepto, proceso o fenómeno”. Es decir, conllevan una manera de pensar el mundo y la vida; sujeto a la construcción intelectual de la persona que la elabora. Obviamente, implica, interacción con el objeto de estudio e interpretación a partir de su relectura.
Lo anterior, lleva a inferir que, en relación con el objeto de estudio, pueden surgir diversas metáforas, según el número de participantes y la metodología implementada, ya que se pueden elaborar en forma individual o en grupo, acorde al objetivo que se pretende lograr por parte del mediador pedagógico.
Gimeno (2013), refiere que la metáfora conlleva expresarse de algo, ya sea describiéndolo o caracterizándolo, mediante el empleo de un estilo de lenguaje propio de una realidad diferente, cuyo objetivo es facilitar una mejor comprensión de lo que se ha construido. Esta apreciación permite evidenciar que la persona la cual los construye, tiene conocimientos previos, los cuales traslada a una situación particular, lográndose a la vez, el desarrollo de competencias mentales que hacen del individuo una persona crítica y reflexiva.
Palacios (2009: 314), refiere con relación al tema de estudio, que “las metáforas son imágenes lingüísticas que permiten abordar realidades diferentes de más difícil comprensión”. De ésta forma, en educación, las metáforas que surjan en torno a un tópico en particular, expresan cosas diferentes, porque cada uno de los participantes que las construyen, quieren expresar formas diferentes de pensar.
Este autor expresa que las metáforas educativas presentan la siguiente connotación: “las visuales, las instrumentales y las del poder” (2009:315). De esta forma, las visuales, se plantean partiendo del conocimiento intelectual, en términos de una percepción sensorial. En las instrumentales, lo que prevalece es la imagen a partir de la cual el conocimiento es construido y finalmente, las del poder, que conllevan imponer la voluntad sobre una realidad inexistente o irrelevante. Precisamente, esta tipología es la que le otorga a la metáfora como herramienta educativa, su valor cognitivo.
Velasco y Fuertes (2003: 865) expresan que la metáfora, además, se constituye en una herramienta válida de insertar en el mundo publicitario, ya que es un recurso de tipo convencional, donde:
Las figuras retóricas forman parte del lenguaje verbal e icónico que integran la comunicación publicitaria. Constituyen asimismo procesos básicos de esta comunicación de tipo argumentativo que están al servicio del objetivo persuasivo del texto, para producir una serie de efectos en el receptor.
Cabe destacar, que el planteamiento de metáforas en el campo educativo y publicitario, permiten al que la construye, seleccionar su estilo de expresión, de acuerdo a la habilidad que se posee; de esta forma, pueden resultar dibujos, creaciones artesanales, utilizando diversos materiales y frases u otras expresiones escritas, que permitan resaltar el pensamiento creador del sujeto aprendiente.
Implementación de la metáfora en el curso Fundamentos de Didáctica
La Escuela de Formación Docente de la Universidad de Costa Rica ofrece el curso denominado FD 0152 Fundamentos de
Didáctica, perteneciente al Departamento de Secundaria. Este curso es designado del tronco común, porque es requisito para todas las carreras de educación que se ofrecen, ya sea en el primero o segundo ciclo de formación.
En el caso particular de la Sede de Guanacaste, ubicada en la ciudad de Liberia, se imparten las carreras denominadas: Bachillerato y Licenciatura en Educación Preescolar y Bachillerato y Licenciatura en Educación Primaria, las cuales son desconcentradas de la Sede Rodrigo Facio.
Dichas carreras, se ofrecen en esta unidad académica, desde más de tres décadas, contribuyendo con la formación de profesionales encargados de atender la formación integral de niños y niñas de Educación Inicial y de Educación General Básica, con proyección laboral a nivel local, regional e inclusive nacional, tanto en el sector público como privado. Por lo anterior, el curso se imparte con regularidad, ya que debe ofrecerse a los estudiantes que optan por las carreras mencionadas.
Retomando la necesidad de generar competencias cognitivas en el estudiantado, dentro de la metodología para impartir el curso antes mencionado, ha sido una práctica regular el implementar técnicas y estrategias de carácter dinámico y lúdico con miras a generar reflexión de acuerdo a los tópicos que se abordan según la naturaleza del curso.
Metodología de trabajo
Después de brindar una bienvenida a ambos grupos de estudiantes, quienes se atienden en ciclos lectivos diferentes, se les explica, que es sumamente importante conocer las experiencias previas que poseen en torno al concepto de didáctica, eje principal del curso mencionado en el apartado anterior. De ahí, que se sigue la siguiente metodología para el logro del objetivo planteado:
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Brindar información básica de la metáfora como herramienta educativa, en la cual se indicó que se pueden emplear una palabra o una frase y describir su significado.
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Expresión de ejemplos de metáforas, relacionándolas con situaciones de la vida cotidiana.
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Solicitar que con base a los conocimientos previos que poseen en torno al curso Fundamentos de
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Didáctica, cada uno debe plantear una metáfora que les permita comparar o identificar como conciben el mismo. Para el desarrollo de éste aspecto, se les repartió una hoja bond.
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Una vez confirmada la finalización por parte de todos, se les solicitó socializar con los compañeros (as) el trabajo realizado.
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Al cierre, se hicieron comentarios generales del aprendizaje adquirido y se confrontaron aquellas metáforas que presentaban similitud en el contenido planteado.
Cabe destacar que los estudiantes son de segundo año, en su mayoría. Es decir, ya tienen aprobados cursos del área de educación desde el año anterior, a su vez, ambos cursos integran población de las carreras de Bachillerato en Educación Preescolar y Bachillerato en Educación Primaria.
Los resultados obtenidos se evidencian en los cuadros adjuntos construidos con el fin de registrar los aportes de los estudiantes:
Resultados obtenidos
Discusión
Nótese, que los aportes que brindan los dos grupos de estudiantes del área de educación, en torno a la temática para el curso Fundamentos de Didáctica, reflejan en su mayoría, planteamientos metafóricos de índole visual, según planteamiento de (Palacios, 2009) debido a que partiendo de sus experiencias previas con objetos, situaciones, campos de estudio y elementos naturales, establecen asociaciones o comparaciones con el acto educativo, el actuar docente y la acción que se pretende lograr con los estudiantes en proceso de formación. De ésta forma, las percepciones sensoriales experimentadas con otros elementos de diversa naturaleza les permiten transferir el conocimiento al campo de la educación.
Estableciendo comparaciones entre los aportes de ambos grupos, se obtiene la siguiente propuesta de clasificación de las expresiones dadas:
Grupo 1: Una persona hace la comparación con base en un elemento natural, siete alumnos asocian el concepto con un objeto y uno lo relaciona con una acción.
Grupo 2: Doce alumnos hacen la comparación con base en un elemento natural, cuatro lo comparan con un objeto, dos con una persona, uno con una ciencia y finalmente, uno con un todo.
Lo anterior evidencia por un lado, construcciones creativas producto de la imaginación y la inventiva de los estudiantes, y por otro, experiencias previas adquiridas en el primer año de formación, ya que anteriormente se había indicado que el curso pertenece al III. ciclo de formación, es decir, el segundo año de carrera universitaria. Aunado a las experiencias vividas como estudiantes que ya superaron la Educación Inicial en algunos casos, la Educación General Básica y la Educación Secundaria.
Se destacan los aportes del 100% de los alumnos matriculados en ambos cursos, evidenciado la comprensión que tienen ante el elemento de comparación aportado en forma creativa en torno al concepto propuesto en el mismo y, el significado que le otorgan, evidenciándose una comprensión personal ante la temática planteada.
Los aportes de los estudiantes permitieron abordar otros elementos contemplados en el curso, relacionados con los procesos de enseñanza y aprendizaje, tales como: objetivos, saberes, metas, planificación, metodología, recursos y otros.
En este sentido, tomando en consideración algunas de las ideas planteadas por Vigostsky, en su teoría del aprendizaje psicosocial, se obtiene que es primordial la función del docente como guía o moderador del aprendizaje de sus estudiantes, para lo cual se requiere de que brinde los espacios oportunos para que expresen sus sentimientos, ideas y emociones en los espacios de conversación en torno a una temática previamente sugerida.
La acción anterior, se reviste de valor, en el sentido que el docente no es el único en el uso de la palabra, sino, que la delega en los alumnos quienes tienen la responsabilidad directa de construir sus propios conocimientos, desde una óptica de respeto del espacio verbal de sus compañeros.
No está de más agregar, que el ejercicio constante en el uso de la palabra, redunda en fortalecer las competencias a nivel lingüístico, acción que capacita para enfrentar a futuro tareas de ésta naturaleza.
Cabe resaltar que, desde la perspectiva de Vygostky, no todas las construcciones de las participaciones de los estudiantes tienen el mismo valor semántico, pues evidentemente todas son diferentes desde la dimensión social y cultural. Todo lo que se realiza, en cierta medida se somete a la valoración de los demás, precisamente, esta acción fue realizada por sus compañeros, quienes escucharon en primera instancia, la participación de cada uno y después emitieron su criterio valorativo, entre ellas las siguientes impresiones: “¡Qué interesante!, ¡No se me hubiera ocurrido!, ¡Qué bonito!, ¡Qué increíble lo que dijiste!,” entre otras. De ésta forma, queda manifiesto la acción del educador, quien debe ser un guía de los aprendizajes de sus estudiantes y a su vez, en caso que lo amerite, actuar con profesionalismo en la clarificación de conceptos. El alumno, por ende, es un agente que busca encontrar sentido a la situación educativa en la que participa y de la que forma parte.
Con base en los resultados obtenidos, se constata la expresión de conocimientos previos por parte de los alumnos (a), evidentes en la construcción de nombres o títulos para designar su apreciación con respecto al curso de Didáctica, llamado, precisamente por Vygostsky, conocimientos previos. De ésta forma, es un espacio que se brinda al estudiantado de aportar opiniones y construir aprendizajes mediante la interacción con los otros miembros del grupo.
Las carreras de educación, deben propiciar espacios para el desarrollo dialógico y reflexivo, máxime que son carreras del área de las ciencias sociales, que se caracterizan por transformaciones permanentes, impulsadas por los acontecimientos suscitados a nivel local, regional, nacional e inclusive mundial. De ahí, que el ejercicio de la discusión y el pensamiento reflexivo, debe ser una práctica constante. Aunado al actuar del educador, que está ligado al trabajo con grupos de diversas edades y contextos.
Finalmente, según las opiniones expresadas en las metáforas anotadas en los cuadros 1 y 2, los estudiantes de ambos cursos, hacen referencia a un ideal de la educación, de la didáctica para enseñar y del desempeño de los docentes, quienes tienen la misión de guiar y conducir el proceso educativo en pro de garantizar una formación de calidad en sus estudiantes. En este sentido, todos los estudiantes, demostraron capacidad e interés para construir conocimientos potentes, útiles y significativos, base cognoscitiva que les permitirá conjugar sus ideas con las que aporta el docente a cargo del curso, durante el desarrollo del proceso de enseñanza conlleva el mismo.
Conclusiones
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El aporte brindado por Vygotsky para el proceso educativo, enfatiza al alumno como sujeto de aprendizaje, quien en todas sus fases de desarrollo (real, proximal y óptimo), se constituye en un miembro activo, responsable directo de la construcción de sus propios conocimientos, como resultado de las prácticas sociales y culturales en las que participa y se desarrolla.
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Es tarea ineludible del docente, ofrecer los espacios dentro del aula para guiar los procesos de construcción de aprendizajes, mediante la implementación de actividades de mediación que implican participación individual o grupal. Es decir, el docente se constituye en el actor principal en generar las rutas de aprendizaje donde los estudiantes puedan incursionar, para el fortalecimiento de sus múltiples capacidades en pro del desarrollo integral.
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La interacción entre las ideas aportadas por los estudiantes y los insumos que brinda el docente como formador, se sustentan en un lenguaje discursivo, cuya finalidad debe ser la generación del conocimiento y de nuevas formas de pensamiento para su confrontación con las experiencias vividas en diversos escenarios donde interactúa el alumno como sujeto en proceso de formación.
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La metáfora como herramienta educativa, propicia el cultivo de la imaginación y la creatividad, generando mentes aptas para la creación de mundos visionarios e idealistas. Para ello, se requiere de organizar el aula de manera flexible, dinámica y creativa, reflejando una educación que busca la integralidad.
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El uso de metáforas para ilustrar temas de estudio, proporciona mayor claridad en ciertas ideas, ya que al estudiante se le facilita una mayor comprensión del mismo, cuando es expresado mediante el uso de lenguaje simbólico; máxime si el grupo es numeroso como se ilustra en el Cuadro n.2 del estudio, donde se presentan diversidad de criterios para expresar la percepción que se tiene del curso en mención.
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Las nuevas tendencias en la formación de profesionales, orientan al abordaje de estrategias de carácter experimental, lúdico e innovador, acción que permite incursionar en experiencias educativas que lleven al estudiante a ser el actor principal de su propio aprendizaje. En el presente estudio queda demostrado, que sin necesidad de hacer entrega del programa del curso para conocer su naturaleza, los estudiantes estaban en condiciones de hacer planteamientos teóricos y reflexivos en torno al mismo.
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La profundización o estilo en el planteamiento de metáforas en torno a temas específicos del área educativa, puede ser modificada con el tiempo, acorde a las percepciones de los estudiantes, el contexto donde se desenvuelven y las exigencias del mundo en constante evolución. Asimismo, la implementación de las mismas puede ser a inicios, en el transcurso o al finalizar un curso u otra modalidad de formación.
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El docente debe tener sensibilidad para admitir, que cualquiera que sea la procedencia social de los alumnos (as), traen consigo ciertos conocimientos más o menos organizados, producto de sus múltiples experiencias con el entorno que los rodea, los cuales deben ser considerados en todo su proceso de profesionalización y a su vez, estimulados en su estructuración. Lo anterior, comprueba la responsabilidad compartida entre alumnos y docentes, donde estos últimos asumen el rol de ser guías, orientadores y facilitadores.
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Fechas de Publicación
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Publicación en esta colección
Jan-Jun 2017
Histórico
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Recibido
31 Mayo 2016 -
Acepto
07 Abr 2017