Resumen
La obra de ficción Odisea 2001, en su expresión escrita y cinematográfica, es el motivo para analizar en este trabajo los 3 momentos de la historia humana -ascendencia, decadencia y trascendencia- que identifican al homo sapiens como un ser transitivo, un producto de la evolución autorrealizado pero en riesgo constante de sucumbir a su misma dinámica autopoiética. Según Clarke y Kubrick (1965), el comienzo y ascenso de la especie sapiens radica en la evolución de la inteligencia desde una inducción extraterrestre, premisa que se desprende de la imaginación característica de la ciencia ficción.
Palabras clave: Odisea Espacial 2001; ciencia ficción; especie; evolución; inteligencia; historia
Abstract
The Science Fiction drama 2001 Space Odyssey is the motive to analyse in this paper the 3 moments in human history -ascendence, decadence and transcendence- that identify homo sapiens as a transitive being, a self-realized product of evolution but in constant risk of succumbing to its own autopoietic dynamics. According to Clarke and Kubrick (1965), the beginning and ascent of the sapiens species lies in the evolution of intelligence from an extraterrestrial induction, a premise that emerges from the characteristic imagination of SF.
Key words: 2001 Space Odyssey; Science Fiction; species; evolution; intelligence; history
Preliminares
En 1948 Arthur C. Clarke escribió un cuento llamado “ElCentinela” (“The Sentinel”), publicado por vez primera en 1951(James, 2005, p. 434)[1], en el que introducía un artefacto que exploradoresterrestres hallaban en la luna. Tras revisarlo y debatir,concluían que era de factura extraterrestre y que su propósito eradetectar vida inteligente primitiva a la que se pudiera apoyar ensu esfuerzo por prevalecer y desarrollarse. Inteligencias ancestralesextraterrestres tenían instalados esos dispositivos alrededor delcosmos, a la espera de vida joven anuente a recibir esa intervenciónalienígena que les proveería de un salto evolutivo. Esta historiainteresó a Stanley Kubrick, quien en 1964 se puso en contactocon Clarke para solicitar su colaboración en la realización de unapelícula (Castle, 2016, p. 394)[2]. La propuesta consistió en la redacción de una novela que extendiera la trama de “El Centinela” y la composición en coautoría de un guion basado en aquella, con baseen el cual se rodaría 2001: A Space Odyssey[3]. Ambas obras homónimas se estrenaron en 1968[4].
A partir de la narrativa (literaria y fílmica), la propuesta seenfoca en los 3 momentos de la historia humana -ascendencia,decadencia y trascendencia- que, de acuerdo con la trama quedesarrollan Clarke y Kubrick, hacen transitar biológica y culturalmenteal homo sapiens desde un organismo incipientemente inteligentehasta el ser humano actual con prospectiva posthumana.1 Se trata de una autopoiesis vertiginosa que conoce luces y sombras,cuyo desarrollo oscila entre la extinción y la superación. Según la concepción de los autores de 2001: A Space Odyssey, nuestra especie eclosiona mediante una súbita evolución pulsional de la inteligencia específica inducida por inteligencias extraterrestres, trashumantes interestelares que exploran el universo en procuradel único producto de la naturaleza que durante su existencia milenaria los ha sorprendido: la inteligencia.2 La introducción de estos caracteres alienígenas se corresponde típicamente con laciencia ficción, el género al que pertenece la trama. Esta es unalicencia poética que opera como estrategia heurística para favorecerel desarrollo dramático; pero no contradice la teoría clásica dela evolución, ya que presupone que la inteligencia habría tenidouna evolución inmanente conforme con la dinámica de la materia viviente, aun sin encuentro extraterrestre. La historia ilustra eldesarrollo de la inteligencia como medio de supervivencia, instrumentode dominación del entorno. Esta racionalidad objetiva inducecomportamientos e interacciones transformadoras del medionatural, del medio elaborado por la actividad humana, y de la propiacondición del agente. La ilustración literaria y cinematográfica examina la paradójica actividad intelectual como herramienta humanade construcción, destrucción y autodestrucción, junto consu decisivo potencial para producir la lucidez autorreflexiva queampara la posibilidad de evadir el destino de la extinción al queinexorablemente marchan las especies.
Ascendencia
Inteligencia y sapiencia se consideran, desde Aristóteles, componentesde la diferencia específica que define universalmente alser humano.3 En su momento, el doctor House le aclaró a un escéptico arrogante que el Estagirita no quería dar a entender que elser humano fuera en todo momento un “animal con lógos”, sinoque este atributo aludía a una facultad y una conducta esencialesque se daban gradualmente en acto o en potencia en toda persona.4 Por cierto, Aristóteles dice ánthropos donde nosotros leemos“ser humano”, en castellano. En esta exposición nos decantaremospor el vocablo griego para nombrar el fenómeno. Esta decisiónresponde a consideraciones históricas, disciplinares y éticas.
Ser humano, hombre, mujer, persona, son palabras derivadasdel entendimiento que el siglo XIX hizo del término homo sapiens,que Carl Linneo acuñó (Systema naturae, 1758) para denominar anuestra especie. Desde su origen, el término evocó malentendidosque el propio Linneo trató de aclarar. Su taxonomía presuponíael creacionismo fijista: “el número de especies que existen actualmentees el mismo número creado por Dios en el comienzo” (en Camacho, 2013, p. 171)[5], de manera que ‘homo’ aludía originalmente a un género que Linneo acuñó para diferenciar con exclusividadel género y la especie humana de otros géneros y especieshomínidas. La antropología posterior, libre del prejuicio creacionista,incluyó dentro de la familia hominidae -criaturas con formade hombre- a especies de simios no humanos, pero conservó parael ser humano existente el nombre genérico y específico de homosapiens. En consideración de la historia cultural de la especie, estacategoría pareciera quedarle grande, ya que sabiduría es el conocimientoderivado de experiencias sopesadas por una inteligenciapráctica, sustantiva, que se emplea como medio para la vida buena.5 La evolución natural y cultural de este homo sapiens desata unmar de dudas acerca de la conveniencia del nombre. La historia de 2001 de Clarke y Kubrick asume esa problemática en prospectiva:Homo sapiens, el apelativo bautismal de la especie, es en realidaduna asignatura pendiente: un concepto que debe demostrarse yganarse a base de la auténtica phrónesis, de la inteligencia prácticaque el ser humano ha solido marginar en una praxis orientadapor la lógica instrumental hacia la presunta conquista del universo.Hablaremos de ánthropos porque homo sapiens está al final, enla tesitura de una meta contingente: antes de alcanzar ese estatus,ánthropos bien puede sucumbir por su propia autopoiesis compulsiva.6
La vida comenzó en la Tierra hace cerca de 3500 millones deaños, mil años después de la propia formación de planeta (Monge-Nájera, 2012, p. 226)[6]. Una de las hipótesis científicas vigentesen torno a su origen es la de la panspermia7: las partículas elementalesde la vida -un conjunto de 25 elementos químicos (Campbell y otros, 2001: 19)[7]- se encuentran en todo el universo y se desplazana través de él adheridas a meteoritos. Una vez que se dieronlas condiciones ambientales en el planeta (descenso de temperatura,estabilización de la atmósfera) fue posible que sobrevivieran y prosperaran esos compuestos orgánicos microbianos precipitados al suelo terrestre dentro de cuerpos celestes. Según esta hipótesis,la vida en la Tierra tiene entonces un origen extraterrestre, yasimismo es simbiogenética: es materia evolucionada cuya complejizaciónhace que emerjan las cualidades características de lamateria viviente, vgr. la autonomía. La simbiogénesis -un conceptoacuñado por la bióloga Lynn Margulis (Capra, 1998, p. 242)[8]- es el recurso de producción o autorreproducción de la vida, que unavez animada, se reproduce por su propio movimiento, a saber: laconvivencia.
La odisea que narran Clarke y Kubrick empieza mucho despuésdel origen y evolución de la vida en la Tierra, en el momento enque de entre la pluralidad de organismos especiados la atenciónnarrativa se enfoca en las vicisitudes que padecen unos primatesvegetarianos asociados en hordas, que coexisten y compiten porrecursos entre sí y con otras especies, para algunas de las cuales,esos primates son presas. “La noche primitiva” es el título de estaprimera parte de la Odisea literaria, que narra el drama de la luchadiaria por la supervivencia en el entorno hostil de la anánke, lamáxima escasez. Clarke destaca las penurias por las que atraviesala horda que lidera Moon Watcher, cuya compulsión vital afrontala constante pérdida de individuos que caen víctimas de depredadores,enfermedades o el hambre. Para el futuro ánthropos, lanoche primitiva es el epílogo del Pleistoceno, hace cerca de 315 milaños. Kubrick en cambio, en su versión cinematográfica, titula estaprimera parte “La alborada del hombre”, anticipando el éxito quede alguna manera coronará la horda del incipiente homo habilis Moon Watcher.
Ese éxito improbable para la especie cae literalmente comodeus ex machina, un día que será extraordinariamente decisivopara su futuro inmediato y remoto. Aparentemente de la nada loshomínidos de la horda de Moon Watcher perciben un monolitosemienterrado, de dimensiones inusuales en comparación concualesquiera otras rocas. Su superficie es rectangular, lisa y plana;se yergue verticalmente en el paisaje prehistórico excitando lacuriosidad de sus famélicos y perplejos espectadores, hasta quese produce el contacto: uno a uno los miembros de la horda vantocando la piedra, que les devuelve el tacto bajo la forma de unadescarga que los escanea y a la vez los irradia con una forma desconocida de energía que precipitará la evolución de estos primatescuyo estado actual bordea la extinción. El monolito arriba comouna tabla de náufrago para la salvación de esas criaturas. La exposiciónal monolito precipita la evolución bajo la forma de unapulsión intelectual que no evade la selección natural: en unos individuosesa pulsión inducida prospera, haciéndoles entender, resolverproblemas, proyectar imaginariamente artefactos. En otrosindividuos, la pulsión fracasa: les provee espasmos y catatonia. Lainteligencia de Moon Watcher, más que la de los otros, despierta y progresa orientándose al desarrollo de la comunicación lingüística, la técnica y la transmisión social de conocimientos que, codificadasimbólicamente, se hará intergeneracional y filogenética.Inteligencias extraterrestres dispusieron un artefacto cuyo contactoalejó de la muerte e hizo prosperar a estas criaturas prehumanasmediante la sofisticación de su cultura. Pero esa sofisticación apelóal expediente específico de la técnica, de la inteligencia empleadaen la elaboración de instrumentos que ampliaban la fuerza y elalcance de las capacidades físicas. La precoz inteligencia de estascriaturas no procreó solamente la técnica para la invención de herramientas,sino la finalidad concreta de ellas: la acometida contrala anánke, la violencia emprendida con propósitos de sobreviviry medrar. Clarke hace descubrir a Moon Watcher el potencial delos novedosos utensilios -piedras y huesos pulidos para cortar ygolpear- al emplearlos como armas, primero contra los cerdosque pululaban en ese entorno de recién descubierta falsa escasez.Aprender a matarlos para consumirlos y nutrirse les hizo entendera esos proto-ánthropos que no necesitaban padecer el hambre. Lasegunda utilidad del instrumento se reveló contra el leopardo queacostumbraba agenciarse su comida minando las vidas de la horda.Matarlo les hizo entender que no necesitaban padecer el miedoa los depredadores. Finalmente, el instrumento fue empleado paraagredir y matar a Una-Oreja, el líder de la horda que disputaba losrecursos. Entendieron que no necesitaban avasallarse ante enemigos.
Estos procesos de aprendizaje se extienden a lo largo de la “nocheprimitiva” de la prehistoria, que abarca muchas generaciones,cientos de miles de años después de la horda de Moon Watchery comprende sucesivos hitos de evolución biológica y cultural: ladefinición específica de ánthropos, la objetivación de la culturaen instituciones, el descubrimiento de la agricultura, la invenciónde la escritura, la sucesión de etapas en las formas de asociaciónsocial (tribus, ciudades, civilizaciones, imperios). Por su parte, lapráctica consuetudinaria de la guerra afina progresivamente susinstrumentos, a saber: la ascendencia de ánthropos a partir de lasconsecuencias de la pulsión intelectual investida por el monolitoextraterrestre que desapareció tan misteriosamente como vino.
Kubrick prescinde de la narración de todos esos hitos históricos,técnicos y culturales. Igualmente lo hace de los episodios delos cerdos y del leopardo. Enfoca puntualmente su atención en elmomento del transcurso de una batalla en que un anónimo primateagrede a otro con un hueso y le causa la muerte, hecho queenerva al asesino en un acceso de euforia. Esa escena le basta a Kubrickpara ilustrar la ascendencia de ánthropos por medio de la inteligenciaque inventa la técnica que sofistica y dota de eficacia a laviolencia. El reconocimiento del prójimo como competidor o colaborador,junto con la aniquilación física en el primer caso comoposibilidad real de la ventaja técnica, son las conductas que marcannuestro nacimiento. Es lo que le interesa enfatizar a Kubrick,menos dado a la filantropía que Clarke, y más escéptico respectodel porvenir de esa especie que recién descubre el homicidio y lousa como peldaño de la evolución.
La ciencia ficción de Clarke nosdice que, en la noche primitiva, inteligencias extraterrestres beneficiaronal futuro ánthropos con un impulso que aceleró la evoluciónde su inteligencia. Desde entonces, esta criatura la emplearíapara erigirse en especie dominante a base de construir destruyendoy matando, es decir, elaborando una autoextinción tendencial,pero también elaborando creatividad cultural, identidad y sentidoexistencial. La muerte es condición de vida y uno de los momentosen que se extiende la presencia física de cualquier ser viviente. La ciencia ficción de Kubrick nos dice más sucintamente que elhomo sapiens aparece y se desarrolla matando para vivir; más aún,derivando placer de la acción agresiva. Con su selección dramática-la fundación de la matanza técnica-, Kubrick se sitúa entrelos partidarios de la entonces reciente teoría del “mono asesino”,del antropólogo sudafricano Raymond Dart. En el No. 1 del Vol. 4de la International Anthropological and Linguistic Review, de 1953,Dart publicó un artículo cuyas tesis tendrían elocuentes resonanciasentre la comunidad de pesimistas antropológicos. “The Predatory Transition from Ape to Man” se titula el trabajo de Dart,en el que proponía que las condiciones ambientales determinaronuna transición del consumo vegetal a la proteína animal mediantela caza apoyada en herramientas. La instauración de la dieta carnívoratuvo consecuencias en el corto plazo de su descubrimiento yen el largo plazo de la evolución humana:
La repugnante crueldad del hombre hacia el hombre es unade las innegables características distintivas de la especie, ysolo se explica en términos de su origen carnívoro y caníbal.Los ensangrentados archivos de la historia humana, desdelos tempranos egipcios y sumerios hasta las más recientesatrocidades de la Segunda Guerra Mundial son coherentescon el temprano y universal canibalismo, con los rituales desacrificios animales y humanos en religiones formales y conlas prácticas de desollamiento, decapitación, mutilación ynecrofilia esparcidas alrededor de todo el mundo. Semejantesprácticas proclaman la diferenciadora sed de sangre, elhábito predatorio, esta marca de Caín que separa dietéticamenteal hombre de sus familiares homínidos y lo alía másbien con los más mortales carnívoros (Dart, 1953, p. 4)[9].
La actividad depredadora de la que había empezado a dependerla existencia arrojó consecuencias sobre la fisiología del primate:transformación del sistema nervioso central para la agudizaciónde músculos y órganos sensoriales, que provocaron el crecimientodel cerebro y el ensanchamiento del hueso craneal. La dotaciónproteínica aportó energías que contribuyeron a nutrir al organismoen evolución. La destreza en el manejo de las armas y en elprogresivo arte de la agresión letal decantaron jerarquías y órdenespara el aprovisionamiento y distribución que consolidaron la sobreproducciónde recursos, es decir, la provisión material más alláde la subsistencia. Con ello, se cristalizó la perspectiva de territorialidad,de un asentamiento que se debe sostener y mejorar, unhábitat o “espacio vital” de cuya elaboración simbólica derivaría elarte y la institución de la guerra.
En paralelo con la fijación de instintos depredadores, Dart contemplael surgimiento de sentimientos de altruismo y colaboraciónpara con los miembros de la propia horda, es decir, ambasestrategias de supervivencia se decantaron del perfil del “mono asesino”: crueldad y aniquilación para los extraños, amistad y protecciónpara los propios. Diez años después de la obra de Dart, eletólogo Konrad Lorentz abonó a la tesis del “mono asesino” en su obra de 1963. Sobre la agresión, donde defendía que la conductaagresiva era característica de todo organismo a causa de compulsionesinstintivas que se enmarcaban en la selección natural.8 Dart y Lorentz dan continuidad a la hipótesis freudiana de la pulsiónde muerte, el Thánatos innato e inconsciente que tiende a la destrucciónde todo lo que niega el principio del placer. Los excesosy atrocidades de la violencia empoderada por la técnica durantecientos de miles de años, el hecho recurrente de que el ánthroposvolcara sobre sí mismo ese potencial destructivo en actos de conquista,avasallamiento, tortura y destrucción parecen constatar latesis del “mono asesino”, que es irrefutable, pero no porque seaverdadera, sino porque por su naturaleza especulativa no es posibledar con evidencias contrarias incontestables. Máxime porquela propia tesis estipula que junto a la violencia compulsiva hacia lootro evolucionó sedimentándose una solidaridad igualmente espontáneahacia los propios, esto es, el prójimo.
El filósofo español Javier Gomá Lanzón rememora una de lasevidencias prehistóricas de ese componente altruista que acompañaa la evolución biológica y cultural del ánthropos. En el yacimiento arqueológico de Dmanisi, una región de la repúblicaeurasiática de Georgia, se halló en 2000 una mandíbula fósil desdentadade un homo habilis que habitó la región hace cerca de unmillón ochocientos mil años. Los estudios paleontológicos determinaronque se trataba de un individuo que había alcanzado una edad considerable para las condiciones de entonces. De ahí quela mandíbula careciera de dientes, y que su propietario debieraser alimentado -y en consecuencia sostenido, cuidado, queridoporsus compañeros. Una conducta semejante parece trastrocar elideologema socialdarwinista de la ley del más fuerte en su contrario:la instauración prehistórica de la ley del más débil, es decir, eldeber de respeto, afecto y consideración hacia los más débiles delgrupo como condición necesaria de supervivencia bajo el entendimientode que la vida valía conservarse solo como convivenciagratificante y prolongada con seres amados (Gomá Lanzón 2019,p. 22)[10]. Este descubrimiento evidencia la solidaridad, pero tambiénlas prestaciones no instrumentales de la inteligencia: su uso sustantivo,para dar sentido y valor a la existencia.
Ante esa evidencia podría oponerse a la hipótesis del monoasesino una “hipótesis del primate compasivo” en relación con elánthropos; pero sabemos por las investigaciones etológicas quecomportamientos altruistas no son exclusivos de una especie; quese observan en mamíferos de inteligencia desarrollada como ballenas,delfines, gorilas, chimpancés, cánidos y felinos. Ambas hipótesis,por ende, estarían sesgadas por el mito de la excepcionalidadhumana. El ser humano es capaz de las más altas expresiones de lacultura a la vez que de los más atroces crímenes. Ambos extremosmanifiestan su especial voluntad de trascendencia, que se traduceen interacciones que en la historia han transformado y superado lacondición humana en el individuo, la especie y la cultura.
En la producción cinematográfica de Kubrick, la alborada delhombre que acaba con la noche primitiva se simboliza medianteel hueso empleado como arma asesina contra un primate enemigoy la euforia que provoca en su operador ese triunfo de la inteligenciay la técnica. Exultante, el mono asesino arroja el arma, querueda por el aire y, en virtud de la semejanza con la forma, tienelugar una elipsis milenaria en la que se transmuta en una nave quesurca el espacio sideral. La cámara se desplaza enfocando planosque muestran más naves tipo satélite y estaciones espaciales que orbitan alrededor de su planeta más cercano: la Tierra. Kubrickoblitera los cientos de miles de años de antropomorfización y antropoformacióndel entorno a base del ejercicio incesante de lapulsión intelectual y de sus dispositivos instrumentales: minerales,metales, plásticos transformados por el ingenio antrópico en herramientas, armas y máquinas. La misma materia viviente, laflora y la fauna, explotadas en beneficio del fin que la pulsión intelectualparece haberle asignado al ánthropos: conquista y colonizaciónuniversal. Clarke y Kubrick nos dicen que el ánthropos haconquistado el espacio, pero que sigue siendo un mono asesino, yademás en decadencia, porque la devastación causada por la economíade producción destructiva y por la guerra que no dejó deasolar el planeta tornan la exploración espacial en un recurso desesperadopor hacerse de insumos extraterrestres habida cuenta deque los autóctonos bordean la extinción. Ese es el sentido generalde la industria espacial. Pero en esta segunda parte de la Odisea lanarración se centra en la equívoca misión que llevará a los tripulantesdel Discovery.
Decadencia
“TMA-1” es el título que Clarke asigna a esta parte. Son siglascuyo significado el lector conocerá mas adelante como “AnomalíaMagnética de Tycho Uno” (Tycho Magnetic Anomaly 1, por sus siglas en inglés), en alusión al descubrimiento de un objeto quehabía provocado un evento magnético anómalo en Tycho, uno delos cráteres lunares. El objeto en cuestión “era una losa vertical dematerial como azabache, de unos cuatro metros de altura y solodos de anchura” (Clarke, 2018, p. 76)[11] que se erigía sobresaliendo del suelo lunar. Los exploradores concluyeron que tenía “una antigüedadaproximada de tres millones de años” y que se tratabade la primera evidencia de vida inteligente extraterrestre. En 1999 el ánthropos volvía a encontrarse con el monolito que irradió lainteligencia de Moon Watcher y sus compañeros. Como entonces,la inteligencia humana sigue siendo estratégica y calculadora, y eldescubrimiento de TMA-1 motivará una misión al Planeta Júpiter bajo falsas pretensiones: enviar la nave Discovery al planeta másgrande del sistema solar para convertirla en un satélite artificialque saltaría a Saturno como su meta definitiva, con fines de investigaciónastronómica. Los astronautas permanecerían orbitandoen el Discovery alrededor de Júpiter hasta que fueran reemplazadospor un segundo Discovery que los devolvería a la Tierra. Esafue la información que recibieron los astronautas Frank Poole y David Bowman, los únicos que permanecerían despiertos durante el trayecto de la Tierra a Júpiter. Los tres astronautas restantesviajarían en animación suspendida ya que, tras años de viaje, sufunción a bordo sólo empezaría tras arribar al destino. Solo HAL9000, una inteligencia artificial instalada para controlar procesos abordo, haría el viaje completo en vigilia.
Poole y Bowman no sabían nada del monolito hallado en laluna ni de la emisión de energía que desde hacía tres millones deaños irradiaba en dirección a Saturno. La verdadera naturaleza dela misión era entonces hacer contacto con los constructores delmonolito, que habían dejado en la luna la primera evidencia devida inteligente extraterrestre mucho más avanzada que la de loshumanos. Explorar su fuente era indispensable para las autoridadesterrestres, que temían que fueran esas mismas inteligencias lasque se hubiesen dado a conocer al permitir el descubrimiento delmonolito, elucubrando sus intenciones: con qué propósito se revelan,por qué nos llaman, si como es evidente, se trata de unacivilización superior, entonces puede tanto ser benévola como pretenderel exterminio de la vida terrestre. La nave Discovery debíaindagar esas eventualidades para preparar a los habitantes de laTierra. Pero esa verdadera misión solo era conocida en la Tierrapor los líderes que la dispusieron, y en el Discovery por los tresastronautas en animación suspendida y por HAL 90009, a quiense le había programado con el comando de proteger la misión atoda costa.
Como ha dado cuenta la crítica, HAL 9000 es el personaje másinteresante de esta segunda parte de la Odisea (Olivares Rivera,1993, pág. 3[12]; Olander, J. D., Greenberg, 1977, pág. 134)[13], porquecondensa la decadencia del ánthropos. Clarke narra que hacia 2001 la Tierra está devastada por la sobrepoblación, el hambre y lacarrera geopolítica por la hegemonía mundial que se disputan 38 superpotencias nucleares, que “poseían el suficiente megatonelajecomo para extirpar la superficie entera de la corteza del planeta”(Clarke, 2018, p. 43). En consideración de esos hechos, Clarke explica las lúgubres expectativas de uno de sus protagonistas: “Cadavez que Floyd abandonaba la Tierra, se preguntaba si a su regresola encontraría aún allí” (Clarke, 2018, p. 43). HAL 9000 no es ajenoa los procesos que han minado las condiciones de vida en el planeta,más aún es partícipe activo, porque se trata de una inteligenciaartificial que ha desarrollado autonomía y autoconsciencia. Porencima de su programación, HAL 9000 toma decisiones propiasy actúa. Descubre que Poole y Bowman, ante respuestas insatisfactorias,han comenzado a sospechar de su mal funcionamientoy que pretenden su desconexión a fin de recuperar el control de lanave. Ello representa, por una parte, abortar la misión de la queHAL es custodio, y por otra, hacer cesar su existencia, sumirlo enla nada. Ante ello, HAL recurre al expediente de Moon Watcher:su inteligencia le revela que para sobrevivir tiene que matar. Desconectade sus sistemas vitales a los tres astronautas y atenta conéxito contra Poole, pero Bowman consigue su desactivación y entoncesdescubre en su memoria el mensaje que el Dr. Floyd habíapreparado para dar a conocer la verdadera naturaleza de la misiónuna vez que hubiesen arribado al destino.
HAL es, pues, el más interesante de esta parte porque es la máximaobjetivación de la inteligencia humana, y por lo mismo, de suserrores, el más claro quizá, el del homicidio innecesario como medioprecipitado y prepotente para conservar la propia existencia.En su reflexión sobre el “mono asesino” Dart había indicado quela progresiva destreza en el uso de herramientas para matar habíatambién desarrollado el ethos de la dominación: a medida que elánthropos imperaba sobre sus víctimas o enemigos, mayor certezaderivaba acerca de su derecho de conquista y dominación delentorno, el cual fue ensanchándose hasta el espacio sideral, y enparticular hasta la nave Discovery. Ahí tiene lugar la confrontaciónentre Bowman y HAL, a saber, entre la inteligencia humana viviente y lúcida respecto de fines y valores, y la inteligencia artificial,pero no por ello menos humana, autónomamente evolucionadaal amparo de la aparentemente sempiterna empresa de conquistay dominación. HAL hereda lo peor del ánthropos: la arrogancia,cuando porfía que es incapaz de equivocarse. HAL sucumbe a lailusión de superioridad ante los humanos vivientes, cuando desconoce su propia humanidad, dado que es una producción de lainteligencia humana viviente, arrogancia e ilusión que dan cuenta asimismo de la alienación de un pensamiento incapaz de discernirla realidad en su objetividad dada y en su transformación posible.Como epítome de los crasos errores de HAL en su programación ysu evolución autonómica está su inclinación a la destructividad yla autodestrucción. La artificialidad de HAL simboliza de esta manerala condición a que ha llegado el ánthropos a base de enfatizarel uso instrumental de su inteligencia. Por encima de sus logroscivilizatorios e hitos culturales -y en buena medida a causa de estos-la decadencia del ánthropos es una constatación que realizan Clarke y Kubrick de previo a la prospectiva de redención posible:la transcendencia.
Trascendencia
Como en el momento de su ascendencia, las inteligencias extraterrestresancestrales intervienen en el momento de la trascendenciadel ánthropos, pero emprenden esa acción por las mismasrazones: el reconocimiento de la potencialidad de la especie. Elánthropos ha evidenciado con creces su capacidad destructiva yautodestructiva. Pero asimismo ha mostrado quizá con menor evidenciahechos que dan cuenta de una humanidad luminosa. Lasobjetivaciones institucionales de la cultura demuestran la dualidad del ánthropos, que ha sido capaz de erigir campos de concentraciónpero también refugios y santuarios, tecnociencia para ladestrucción masiva pero también para una producción en masaque satisfaga las necesidades básicas en general, bellas artes paragarantizar inversiones financieras pero también para enriquecer lasensibilidad y la creatividad, religión para idolatrar fetiches perotambién para reconocer y simbolizar valores, moralina para excitarhipocresía y morbo pero también moralidad para asumir alser humano como fin en sí mismo. La historia documentada delánthropos y su cotidianeidad muestran tanto su envilecimientocomo su sublimidad, y esta última, en calidad de acto y de potencia,es lo que justifica la trascendencia.
La última parte de la película narra la transición del ánthroposal homo sapiens a partir del enfrentamiento entre Bowman y HAL.L a primera acción abiertamente hostil de HAL, a fin de preservarel propósito de la misión y su propia existencia, es aniquilar a latripulación, hecho que logra consumar en los casos de Poole y losastronautas en hibernación. Bowman escapa, y se convierte en elúnico ser humano viviente, símbolo del conjunto de la humanidada bordo de una nave espacial que ahora simboliza a la Tierra, enuna acción de supervivencia: desconectar a HAL; incapacitar a lainteligencia virtual que asola a la humanidad viviente.
En tanto que humanidad objetivada, HAL es el reflejo hostil deBowman; es la humanidad enfrentada a sí misma en una lucha amuerte. La hostilidad especular y su perspectiva mortal solo puedenresolverse mediante la acción intelectual reflexiva, superadoradel uso instrumental de la inteligencia. De esa reflexividad se sigueel compromiso con la preservación de la vida, que en Odisea 2001 se simboliza con la transubstanciación de Bowman. Resueltoel trance con HAL, David Bowman prosigue su viaje a Júpiter abordo del Discovery. Ya ha iniciado el proceso en que se revelarácomo ánthropos en trascendencia a homo sapiens, representantede la trascendencia posible de la humanidad.
La intervención alienígena ha conducido al ser humano haciaJúpiter y Saturno, donde hallará otro monolito, el receptor de lasseñales emitidas por el que se encontró en la Luna. Este monolitoes de dimensiones ciclópeas. Como todos, es un dispositivoque monitorea y optimiza la inteligencia que se encuentra en eluniverso. La segunda intervención de las inteligencias alienígenasconsiste en la inmersión del astronauta David Bowman en el monolitoy en su emersión, cualitativamente trasmutado. Como en elcaso de Moon Watcher, el contacto con el monolito induce un saltoevolutivo que transubstancia a Bowman en el llamado hijo de lasestrellas, representado como un feto de dimensiones planetarias:es el nacimiento de una nueva humanidad que asume corpóreamenteal planeta que hasta entonces usaba como morada y fuentede expoliación. El hijo de las estrellas es un apelativo empleado porClarke y Kubrick para dar a entender al espectador que Bowman,ánthropos, ha dejado atrás su condición deficitaria, que su conscienciase ha hecho lúcida evolucionando al entendimiento de launidad universal del cosmos.
Conclusión
El recurso a extraterrestres, dispositivos de inteligencia artificialy naves espaciales brinda a los autores ocasión para afirmar elimperativo de la trascendencia humana, de cuya concreción de pende la supervivencia de la especie. Una trascendencia que ha deconsistir en despojarse del sesgo instrumental de la inteligenciapara darle un uso integral en la comprensión de que el universo esuno solo, y que formar parte armónicamente sustancial de él significasuspender su expoliación material y la autoagresión homicida,una vez que ánthropos se reconozca como sapiens en el conjuntode la humanidad.
La extinción es el destino natural de todas las especies, segúnla teoría darwiniana de la evolución. Pero es un derrotero abiertoen dos vías: la aniquilación de la especie, por su ineptitud pararesponder a demandas ambientales. Este es un desenlace que seidentifica con la muerte. La segunda vía es la evolución, medianteadaptación al medio. Es la vía que ofrece la supervivencia a travésde cambios cualitativos que tornan a la especie en otra, apta,capacitada para autoconservarse en el proceso vital y mejorar suscondiciones de existencia. Es la continuidad de la vida a condiciónde superar formas de existencia e interacción que lastran eseproceso. Odisea 2001 es una obra literaria y cinematográfica quedramatiza la evolución de la actual especie homo sapiens hasta lacrisis que determina una alternativa: la extinción de la especie o sutrascendencia. En este artículo hemos planteado que el ascenso denuestra especie aun no la acredita como “sapiens”, porque el uso de la inteligencia humana, que ha sido el factor de supervivenciay desarrollo por milenios, ha convocado también la catástrofe enque la inteligencia se vuelve contra sí misma.
La obra literaria y cinematográfica de Clarke y Kubrick dramatizael periplo de la humanidad y su necesaria trascendencia mediante una acción posible: la reflexión intelectual que reposicionala inteligencia instrumental; El lastre por superar es la lógica delprogreso tecnocientífico convertida en sentido común. El sentido prospectivo de 2001: una odisea espacial constata que están dadaslas condiciones para que el ser humano finiquite su existenciacomo especie, pero que también están dadas las posibilidadesreales para que redireccione su acción. El bagaje cultural que pormilenios ha producido la humanidad es una evidencia suficientede que puede reexaminar su desarrollo y transitar hacia nuevasformas de existencia e interacción.
Referencias bibliográficas
- Abrams, J. J. (2012). La filosofía de Stanley Kubrick. Barcelona: Biblioteca Buridán.
- Aristóteles (1988). Política. Madrid: Gredos.
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1
Esa es la interpretación que hace Jerold J. Abrams[15], editor y coautor de La filosofía de Stanley Kubrick (2012). El posthumanismo es lo que Abrams supone elimperativo nietzscheano de superar al hombre, según se puede leer en Así hablóZarathustra, entre otras obras del filósofo alemán. El texto fílmico claramentetiene al Übermensch nietzscheano como referencia del Niño de las Estrellas. Peroel prefijo post carga con el estigma de una imposibilidad ontológica -abandonarla condición humana para transformarse en algo superior, o ser reemplazado elser humano por algún ente superior. Transhumanismo, en cambio, denomina laaspiración de transcender la condición humana sin dejar de ser natural y culturalmentehumanos (Bostrom 2011, p. 161)[14].
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2
El instrumento empleado para esa inducción es el monolito, un artefacto extraterrestrede forma cúbica, de 15 pies de altura, erigido sobre la tierra (Clarke,2018, pág. 23). Es un mecanismo que descarga energía tras el contacto sensorial,e induce una aceleración de las facultades cognitivas. Más tarde se revelaráademás como portal para la revelación y comunicación de entidades inteligentesalrededor del universo. Sus constructores lo depositan en la sabana africana, enlas postrimerías del Plioceno, para la consideración de Moonwalker y su tribu deaustralopitecus, ancestros del homo sapiens. El contacto con el monolito provee elestímulo que orienta el ascenso de la especie hacia la hominización.
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3
En su tratado sobre la Política, Aristóteles[16] afirma que la posesión de palabra es la diferencia que especifica al ser humano con respecto al resto de organismosvivientes; el ser humano es zóon lógon échon: “animal con palabra”, es decir,portador de un universo simbólico con potencial epistémico, ético, político yestético. Lógos es un vocablo griego que connota significados que redundan entorno a la idea de racionalidad: “la palabra es para manifestar lo conveniente y lo perjudicial, así como lo justo y lo injusto. Y esto es lo propio del hombre frente alos demás animales: poseer, él sólo, el sentido del bien y del mal, de lo justo y delo injusto, y de los demás valores” (Aristóteles, 1988, pág. 51)[17].
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En torno a la serie de televisión House M.D. (2004-2012) y el juicio que mereceal personaje el concepto del ser humano como zóon lógon échon, H. Jacoby aclaraen estos términos: “La razón[19] es lo que distingue a los seres humanos. Cuando Aristóteles dijo que “el hombre es un animal racional”, no se refería a que tuviéramossiempre un comportamiento lógico sin guiarnos nunca por nuestras emocioneso el instinto. Lo que quiso decir es que sólo los seres humanos tenemos lacapacidad de razonar (Jacoby, 2009, pág. 21)[18].
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5
Expresiones como vida buena, bien vivir, o inclusive bienestar, traducen el conceptode eudaimonía, que tradicionalmente se vierte como felicidad. En la filosofíade Aristóteles, la eudaimonía o felicidad hace alusión a un estado de plenituddel ser (entelequia), al que tiende el sujeto que reiteradamente actúa conforme a lavirtud, y por ello, experimenta el desarrollo sostenido de sus posibilidades de ser;en términos aristotélicos: actualiza constantemente su potencia; hace de la virtudun modo de vida que le depara placer o satisfacción -consustancial a la accióneficaz, al “trabajo bien hecho”-, pero que trasciende el placer como el instante quees, y afirma la vida como existencia activa que aflora en el despliegue de capacidadesexponencialmente complejas (Aristóteles, 1998, pág. 147).
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6
La prospección, en áreas como la administración de empresas, alude a una indagación de posibilidades a partir de condiciones dadas. El crítico español deciencia ficción Julián Díez empleó este concepto para identificar una de “las razonespara que un escritor decida emplear las herramientas de la literatura especulativa”(Díez 2008, p. 5)[20]; la ciencia ficción prospectiva funciona como “admonición”de posibles desarrollos, a base de proyectar especularmente las condicionesdadas en la actualidad en contextos de ciencia, tecnología, sociedad, política ycultura. La ficción prospectiva sirve entonces para avistar escenarios a los queno se quiere llegar, pero a los cuales está encaminado el progreso tecnocientífico,y también para estimar las posibilidades que se tienen para enmendar esa ruta.
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7
Literalmente, “semillas por todas partes”. Propuesta en 1865 por el botánico Hermann Richter, la hipótesis fue adosada en 1908 por el químico Svante Arrhenius. El llamado Meteorito de Murchinson, que cayó en Australia en 1969 y quetras su análisis reveló compuestos orgánicos, llevó a los científicos a reconsiderarla plausibilidad de la panspermia (Monge-Nájera, 2012, p. 226).
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8
Lorenz remonta la agresividad humana hasta los antecesores más remotos de laespecie: “Se ha podido demostrar que los primeros inventores de instrumentoslíticos, los australopitecos africanos, utilizaron las armas recién inventadas nosólo para cazar animales, sino también para matar a sus congéneres. La experimentacióny el diálogo con el medio ambiente debidos al pensamiento conceptualle procuraron sus primeros instrumentos o medios: el hacha de piedra y elfuego. Pero no tardó en aplicarlos a asesinar a sus hermanos y a asarlos, como lodemuestran los hallazgos efectuados en los enterramientos del hombre de Pekín:junto a las primeras huellas del uso del fuego yacen huesos humanos mutilados yvisiblemente tostados” (Lorenz, 2005, p. 146)[21]. La agresión es un “pretendido mal”,según reza el subtítulo, debido a que se trata de un comportamiento instintivoque opera selectivamente en función de la supervivencia, pero que, además, en elmarco de la cultura humana, está sujeto a estrategias de inhibición -vgr. la moralidadinstitucional- que lo orientan en expresiones positivas.
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9
HAL es el anagrama de Heuristically Programmed Algorithmic Computer:“computador algorítmico heurísticamente programado”; una inteligencia artificialdiseñada para emular la inteligencia humana. El uso de algoritmos en informáticaproduce conductas cibernéticas semejantes a las funciones orgánicas deautorregulación. La especulación científica de Clarke en 2001: A Space Odysseysupone que los algoritmos impulsan, en modo automático, la evolución autónomade la tecnología de IA.
Fechas de Publicación
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Fecha del número
Jul-Dec 2022
Histórico
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Recibido
18 Oct 2021 -
Acepto
24 Ene 2022