Open-access Caracterización de los componentes de la investigación formativa en la universidad contemporánea en Latinoamérica

Characterization of the Components of formative research in the contemporary university in Latin America

Resumen

El objetivo de este artículo se basa en la revisión bibliográfica por medio del análisis documental, con énfasis en las fases heurística, hermenéutica y holística de los componentes que conforman la operacionalización de la investigación formativa de la universidad latinoamericana contemporánea, con la finalidad de caracterizar y fortalecer los procesos de enseñanza-aprendizaje llevados a cabo en esta experiencia educativa. Este documento se enfoca en cuatro dimensiones de análisis denominadas: epistemología de la investigación formativa referente a la concepción e instrumentación por parte de actantes educativos; desarrollo de habilidades investigativas del estudiantado durante su formación académica; práctica docente del profesorado o personal tutor de proyectos de investigación; así como estrategias institucionales utilizadas para promover la cultura científica a través de actividades académicas y políticas universitarias. Se presentan y discuten diversos aportes teóricos, propuestas académicas y estrategias institucionales que han coadyuvado paulatinamente a las universidades y sus actantes educativos a pretender alcanzar los objetivos planteados en las políticas institucionales, nacionales e internacionales referentes a la investigación, en busca de consolidar la formación integral de profesionales que promuevan la edificación de mejores sociedades desde las áreas de estudio que componen al sistema de educación superior. Como parte de los hallazgos, se encontró que las universidades latinoamericanas conciben e instrumentan de manera similar la investigación formativa en busca de su consolidación. Sin embargo, dentro de las conclusiones se puede apreciar que existen procesos educativos referentes a la investigación formativa que se requieren fortalecer, tales como el nivel de desarrollo de las habilidades investigativas del estudiantado, la capacitación en investigación y docencia del profesorado, así como la diversificación de actividades académicas y la revisión de políticas institucionales para su adaptación a las necesidades actuales de la investigación formativa.

Palabras clave Investigación formativa; Habilidades investigativas; Práctica docente; Estrategias institucionales; Educación superior

Abstract

The objective of this article is based on the bibliographical review through documentary analysis, with emphasis on the heuristic, hermeneutic and holistic phases of the components that shaped the formative research operationalization in the current Latin America university with the purpose of characterizing and strengthening the teaching-learning processes carried out in this educative experience. This paper focused on four dimensions of analysis named: formative research epistemology referring to the conception and implementation by educational actors; students’ development of investigative skills during their academic formation; teaching practice of research project professors and/or tutors, as well as institutional strategies used to promote scientific culture through academic activities and university policies. It presents and discusses different theoretical contributions, academic proposals and institutional strategies which have gradually helped universities and their educative actors to reach the objectives set out in the institutional policies, both national and international, regarding research. It seeks to obtain the consolidation of professionals’ integral formation which promotes the construction of better societies from the study areas that form the higher education system. As part of the results, it was found that Latin American universities conceive and implement formative research in a similar form looking for its consolidation. However, within the conclusions, it can be observed that there are educational processes related to formative research which need to be strengthened such as: the level of development of the students’ investigative skills, the formation in research and teaching of the professors, as well as the diversification of academic activities and the revision of institutional policies for their adaptation to the current needs of formative research.

Keywords Formative Research; Investigative Skills; Teaching Practice; Institutional Strategies; Higher Education

Introducción

La investigación formativa en la educación superior es parte fundamental del currículo debido a su carácter transversal y al impacto positivo que puede causar tanto a nivel individual como colectivo al representar un espacio idóneo para la construcción de proyectos de investigación que mejoren las condiciones sociales. Asimismo, brinda al estudiantado la oportunidad de interactuar con un conjunto de personas expertas, habilidades y experiencias de aprendizaje únicas en los estudios universitarios. Este tipo de investigación se lleva a cabo a lo largo de un currículo institucional universitario en los procesos de enseñanza-aprendizaje, el cual permite el desarrollo de habilidades investigativas a través de la elaboración de diversos proyectos, al promover el aprendizaje del estudiantado y la innovación práctica del personal docente (Restrepo, 2003).

Sin embargo, algunas universidades han optado por minimizar el desarrollo de un trabajo de investigación por medio de la elaboración de tesis al diversificar las formas de titulación de sus estudiantes, las cuáles podrían resultar más prácticas y elevar sus indicadores de calidad concerniente a las personas egresadas y tituladas, dejando de lado la investigación formativa y la valiosa experiencia que representa el proceso de construcción de tesis (Ibarra-López, 2017). Esta diversificación de modalidades de titulación podría resultar contraproducente para la investigación formativa, al no brindar a todo el estudiantado la experiencia completa de elaborar y presentar proyectos de grado que permitan desplegar y desarrollar habilidades investigativas.

La educación superior contemporánea cuenta con políticas institucionales, discursos, misiones y visiones enfocadas en la formación para la investigación; sin embargo, no se ha logrado interiorizar en el alumnado universitario una cultura investigativa que incremente la insuficiente producción científica en Latinoamérica debido a la deficiente formación de personas investigadoras, la carente innovación en las universidades y las estrategias políticas institucionales (León et al., 2020). Es imperante fortalecer los componentes referentes al desarrollo de habilidades investigativas y la práctica docente, así como el despliegue de estrategias institucionales en la operacionalización de la investigación formativa a fin de renovar los procesos de enseñanza-aprendizaje que se encaminen hacia experiencias centradas en el desarrollo de proyectos significativos que se encuentren respaldados por instituciones y personal docente comprometido con la consolidación de la transversalización curricular la de la investigación.

Con base en lo anteriormente expuesto, se han detectado procesos educativos específicos enfocados en la comunidad estudiantil, docente e institucional. Dichos procesos requieren ser caracterizados para lograr un mejor entendimiento de su instrumentación y determinar estrategias de mejora continua para consolidar a la investigación como parte fundamental de la formación del estudiantado universitario latinoamericano. Por lo tanto, este escrito se encuentra basado en los siguientes objetivos: analizar estudios enfocados en la investigación formativa en el contexto latinoamericano contemporáneo, identificar los ejes en torno a la formación investigativa en la universidad latinoamericana, así como discutir los alcances y las áreas de oportunidad de los ejes que conforman a la investigación formativa en la educación superior en Latinoamérica.

La investigación formativa en la educación superior

La universidad tiene un papel imprescindible en el acercamiento a la formación de futuras personas investigadoras en las distintas áreas de estudio por medio de la investigación formativa contemplada en la mayoría de los currículos del sistema de educación superior. Por tanto, es menester fortalecer el proceso de enseñanza-aprendizaje enfocado en la familiarización y producción de proyectos investigativos, como lo marcan las políticas educativas en los distintos contextos mundiales. Sin embargo, ¿cuál es el alcance de la instrumentación de la investigación formativa en las universidades latinoamericanas contemporáneas?, ¿estará el alumnado desarrollando las habilidades investigativas suficientes por medio de la investigación formativa universitaria para desarrollar proyectos de investigación que impacten positivamente al contexto social?

Históricamente la investigación ha sido una de las tres funciones sustantivas de la universidad y es concebida como parte inherente de la formación universitaria contemporánea, lo cual es visible a través de un trabajo de construcción de tesis como máxima evidencia para demostrar los conocimientos desarrollados a lo largo de los estudios de nivel superior (Fernández, 2016). ''Se requiere participantes activos que desarrollen estudios adecuados a las necesidades contextuales mediante acciones sistematizadas que contribuyan a la construcción de propuestas sólidas para responder a las problemáticas específicas de la sociedad contemporánea'' (Corona, 2019, p. 13), que contribuyan tanto al contexto individual como colectivo.

La investigación es promovida en la educación superior por su inherente carácter transversal, el cual permea el currículo universitario debido a la marcada tendencia global de formar profesionales integrales capaces de enfrentar la complejidad de la realidad. Desde la perspectiva transversal, la enseñanza para la investigación debe atravesar al currículo con conocimientos metodológicos, habilidades, valores y actitudes centradas en el desarrollo de habilidades investigativas en aras de ofrecer una formación integral para el estudiantado (Jaik, 2013). La enseñanza de la investigación requiere que las personas aprendices se encuentren expuestas a experiencias participantes en todos los microprocesos inherentes a la elaboración de un proyecto mediante la interacción con una persona experta en el área bajo condiciones institucionales comprometidas con la generación científica (Sánchez, 2014).

La enseñanza de la investigación es referenciada con varios términos de acuerdo con los distintos contextos y personas autoras analizadas, tales como: formación para la investigación, formación en investigación, investigación didáctica e investigación formativa. Sin embargo, para los fines de este documento, se ha tomado como referente el concepto de investigación formativa debido a la adecuación de su contenido y su concepción teórica en el contexto latinoamericano donde se planteó el desarrollo de este análisis documental. La investigación formativa tiene un objetivo curricular que permea los procesos de enseñanza-aprendizaje dirigidos a estudiantes en formación dentro de un programa académico específico a fin de promover el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes investigativas establecidas mediante el acompañamiento docente, así como el despliegue de diversas estrategias y actividades pedagógicas (Parra, 2004).

La investigación formativa funge primordialmente como eje transversal universitario, y es asumido como un proceso de desarrollo de conocimientos, habilidades, actitudes y valores relacionados a la elaboración de distintos proyectos, tareas y actividades a lo largo de los estudios de pregrado concatenados al acto de investigar y sus microprocesos implícitos, coadyuvando a la formación integral del estudiantado. La transversalidad es un aspecto articulador interdisciplinario que integra distintas competencias en la totalidad del currículo, áreas de estudio y disciplinas que permiten al estudiantado desarrollar una mayor formación en aspectos investigativos, sociales, humanos, tecnológicos, ambientales, entre otros (Pintado-García et al., 2016). Se tiene un propósito pedagógico enfocado en la familiarización y enseñanza del quehacer investigativo, el cual presenta su momento cumbre en el proceso de construcción de una investigación.

La investigación formativa en el contexto universitario permea las distintas actividades académicas a través del currículo y tiene su espacio principal de despliegue de habilidades investigativas mediante la elaboración de un proyecto de grado, el cual vincula diferentes actantes educativos y experiencias de enseñanza-aprendizaje. Por tal motivo es menester analizar el desarrollo de habilidades investigativas a lo largo de un currículo en las distintas etapas de elaboración de proyectos de investigación a fin de identificar y fortalecer todos y cada uno de los microprocesos de enseñanza-aprendizaje involucrados en este. La formación de las personas investigadoras es un proceso complejo, el cual se encuentra conformado por distintas experiencias en distintos niveles: personal, académico e institucional, los cuales delinean el éxito o fracaso escolar del estudiantado (Pedraza, 2018), por lo que se considera vital un cambió de filosofía de las partes involucradas en el proceso al otorgarle un rumbo hacia la configuración de conocimientos, habilidades, valores y actitudes investigativas con el propósito de formar profesionistas integrales que generen conocimiento útil para enfrentar los retos que demanda la esfera global contemporánea.

Metodología

La metodología se centra en la revisión bibliográfica por medio del análisis documental; se centra en las fases heurística, hermenéutica y holística para el análisis de un objeto de estudio específico (Jiménez, 2009). La fase heurística fue la primera etapa de construcción del objeto de estudio, la cual se llevó a cabo a partir de la búsqueda de información, así como el análisis, la selección y organización de las diversas fuentes vinculadas a los componentes que conforman la operacionalización de la investigación formativa de la universidad latinoamericana contemporánea. Se estableció un límite temporal de diez años; sin embargo, también se consideraron algunos estudios fuera de este periodo debido a su relevancia para la presente investigación. Se delimitaron palabras clave y se utilizaron diversos motores de búsqueda para la recopilación de documentos científicos.

En la fase hermenéutica se organizó la información mediante el uso de un gestor de bibliografía y se analizaron los documentos a través de fichas y una tabla de doble entrada con la ayuda del programa Excel, en donde se identificaron distintas categorías con la finalidad de tener una visión precisa sobre las tendencias de cada una de las partes que conforman este estudio. Los componentes de análisis determinados fueron: epistemología de la investigación formativa, desarrollo de habilidades investigativas, práctica docente y estrategias institucionales.

Finalmente, la etapa holística se enfocó en articular la información recabada por medio de la creación del uso de la narrativa para concatenar los hallazgos y las conexiones encontradas respecto a la caracterización de los componentes de la investigación formativa en la educación superior en Latinoamérica, lo cual encaminó la construcción del objeto de estudio.

Análisis y discusión de resultados

A continuación, se muestran los principales resultados del proceso de indagación proveniente del análisis documental mediante la discusión de los cuatro componentes generados en la búsqueda y recopilación de la información. La primera dimensión consiste en el entendimiento e instrumentación de la investigación formativa por parte de los actores educativos de la educación superior. La segunda se centra en la identificación de diversas categorizaciones de las habilidades investigativas, su aplicación en la educación superior y las percepciones de desarrollo de estas habilidades por parte del estudiantado. En tercer lugar, se presentan las principales características de una buena práctica docente en la investigación formativa. Finalmente, se aborda el impacto de las estrategias y las políticas institucionales en la cultura científica universitaria.

Epistemología de la investigación formativa

Este componente se enfoca en la concepción de los actores educativos sobre los distintos procesos educativos que conforman a la investigación formativa en su contexto específico, así como la manera en que las universidades promueven la cultura científica por medio de la investigación como eje transversal en aras de desarrollar en el estudiantado habilidades investigativas que coadyuven en la elaboración de proyectos de investigación. La mayoría de las instituciones de educación superior en Latinoamérica han implementado la investigación formativa dentro de sus políticas y currículos, por lo que se han realizado diversos estudios tanto nacionales como internacionales para caracterizar, analizar, evaluar y fortalecer su operacionalización en aras de brindar al estudiantado una formación holística de calidad que contemple este eje.

Este tipo de investigación es abordada desde distintas perspectivas (procesos de enseñanza-aprendizaje, gestión académica, el diseño curricular, los fundamentos epistemológicos, impacto en egresados, entre otras) y es un tema de gran relevancia en el contexto actual debido a las contribuciones sociales y científicas subyacentes de esta formación educativa. La finalidad principal es enseñar a investigar y promover habilidades investigativas en el nivel superior mediante métodos flexibles en espacios de formación didáctica con propósitos específicos vinculados al currículo y la institución. La diferencia entre la investigación formativa y la investigación científica es el carácter pedagógico de la primera y generador de ciencia de la segunda. Sin embargo, la implementación efectiva de la investigación formativa continúa siendo un reto contemporáneo para las instituciones de educación superior, debido a la visión estrecha de la investigación en general como una suma de métodos, la carente pertinencia de las estrategias de enseñanza, la falta de preparación y el desinterés del personal docente, la desarticulación de los currículos, así como la concientización de las políticas y condiciones institucionales (López et al., 2018).

A través de un estudio documental en América Latina y el Caribe sobre la investigación formativa en la educación superior, Rojas y Aguirre (2015) enfatizan que la mayor parte de los programas universitarios considera a la investigación formativa dentro de su misión y visión como parte fundamental de la experiencia académica. Sin embargo, afirman que gran parte de las investigaciones subrayan la necesidad de fortalecer los procesos de enseñanza y construir nuevas alternativas para la práctica docente. Un porcentaje elevado de docentes aplica la investigación formativa dentro de sus cursos tomando como base el constructivismo, aunque reconocen que falta capacitación para profundizar en aspectos epistemológicos y metodológicos (Huertas y Villamil, 2016). Este tipo de investigación es parte del diseño curricular de los programas y se contempla como eje transversal. Sin embargo, se puede observar que es necesario fortalecer aspectos como: los materiales y programas, la concatenación de los proyectos de investigación con el sector productivo y la sociedad, la capacitación docente, entre otros.

Los proyectos de investigación universitarios son una fuente de oportunidad para consolidar la investigación formativa, así como para adentrar al estudiantado al mundo de la investigación científica, ya que mediante ellos se logra la vinculación con personas expertas. Asimismo, se tiene la posibilidad de especializarse en un área específica y comenzar con la divulgación científica a través de distintos medios, entre otros beneficios (Higuita et al., 2018). Además, se debe promover una cultura investigativa universitaria en aras de que el estudiantado se sienta comprometido y satisfecho con el trabajo de este eje transversal, por lo que se deben tomar en cuenta las voces de cada actante educativo involucrado.

Por su parte, Hernández-Díaz et al. (2020) sostienen que el desarrollo de habilidades investigativas es parte primordial de una formación integral, por lo que el alumnado de educación superior en el área de la salud del contexto chileno valora la enseñanza de la investigación y su inclusión en el currículo con la intención de crear conocimiento en su área de estudio, por lo que sugieren el fomento de la cultura de la publicación científica e incluir más asignaturas, estrategias de enseñanza y actividades en el currículo con énfasis en el rol de la persona investigadora (Hernández-Díaz et al. 2020). En el mismo sentido, dentro del entramado colombiano, Rojas y Méndez (2017) resaltan la importancia de la investigación formativa en la vida académica del alumnado, sin embargo, también identifican que, a lo largo de la experiencia universitaria, el estudiantado tiende a disminuir su interés en la investigación debido a la conjugación de diversos factores en su estancia universitaria, así como la poca vinculación y valoración de la investigación, tanto en el contexto institucional como laboral.

Por otra parte, en algunos otros contextos, el estudiantado no considera a la investigación como parte fundamental de su formación y la comprende principalmente como una búsqueda documental (Mantilla-Falcón et al., 2021). Sin embargo, la investigación formativa aporta competencias transversales requeridas en las diversas áreas de estudio que le ofrece al estudiantado una mejor preparación para el análisis y resolución de problemáticas cotidianas en sus distintos entornos, aun cuando no desarrolle la investigación como actividad principal.

Choque (2021) menciona que a menudo la investigación en las licenciaturas de Bolivia se percibe como un proceso complejo que no genera interés por su falta de aplicación en el contexto laboral, lo cual conduce a falencias en la formación del estudiantado en esta área, por lo que, a modo de ejemplo, realizó un estudio en una carrera de trabajo social para demostrar que la persona egresada de esta profesión requiere llevar a cabo investigaciones para poder entender e intervenir en los distintos problemas sociales y alcanzar la plenitud en su desarrollo profesional. Esparza-Reyes y Morales-Trapp (2021) comentan que la investigación formativa es fundamental para el mundo laboral; asevera que la persona profesional en derecho de Chile requiere habilidades de búsqueda y análisis autónomo del conocimiento para desempeñar sus actividades cotidianas. Es imperante fomentar una cultura investigativa dentro del pregrado, ya que no es suficiente con brindar al estudiantado conocimientos únicamente basados en su área de estudio específica, sino que también es esencial desarrollar en él habilidades investigativas que coadyuven en sus desempeños laborales por medio de la innovación y el diseño de propuestas fundamentadas.

La mayoría de estudiantes en universidades de la región de Tolima, Colombia, reporta sentir algún tipo de descontento con la operacionalización institucional debido a la baja capacidad administrativa y comunicativa, la falta de infraestructura y recursos, el poco compromiso docente, los procesos de enseñanza tradicionales y la escasa promoción de la investigación, lo cual ha conducido a gran parte del estudiantado a desarrollar una actitud negativa hacia el desarrollo de proyectos investigativos, puesto que no se siente apoyado en su formación debido al desinterés mostrado por los procesos institucionales, lo cual podría conllevar a una desvalorización de la investigación y poco interés para llevar a cabo esta labor (Rojas, 2009). Este fenómeno podría replicarse en otras comunidades universitarias de Latinoamérica debido a su similitud en la concepción e instrumentación de este proceso educativo

A partir de la discusión de los estudios anteriores, es posible sostener que la investigación formativa ha sido adoptada por las políticas institucionales de las universidades en la mayor parte del contexto Latinoamericano, y que, en términos generales, se puede apreciar una conceptualización y operacionalización similar de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Asimismo, se han reconocido aspectos que podrían ser considerados como áreas de oportunidad para fortalecer el aprendizaje significativo de la investigación formativa desde las condiciones inherentes de los distintos contextos educativos, así como las políticas públicas de cada entramado, por lo que es esencial renovar los procesos de enseñanza-aprendizaje, que encaminen hacia experiencias centradas en el desarrollo de proyectos de investigación estudiantiles respaldados tanto por docentes como por instituciones comprometidas que promuevan la transversalización curricular de la investigación y un acompañamiento en los procesos de aprendizaje, ya que no se ha logrado interiorizar en el alumnado universitario una cultura investigativa.

Desarrollo de habilidades investigativas a través de la investigación formativa

Este eje hace referencia a la autopercepción del estudiantado sobre su desarrollo de habilidades investigativas a través de sus experiencias y antecedentes académicos, así como los aspectos individuales y contextuales que impiden o favorecen el desarrollo de proyectos investigativos de grado, los cuales consolidan la investigación formativa universitaria. Existen distintas aproximaciones al término de habilidades investigativas, de las cuales destacan las que son una serie de aptitudes internalizadas inherentes a las distintas fases del proceso de construcción de una investigación, así como distintas propuestas de categorización de dichas habilidades con énfasis en el constructivismo, la formación y el desarrollo, la construcción social del conocimiento y el enfoque por competencias como referentes conceptuales y teóricos (Martínez y Márquez, 2014). En la Tabla 1 se pueden apreciar las categorizaciones analizadas, entre las que se encuentran las siguientes:

Tabla 1
Categorizaciones de indicadores de habilidades o competencias investigativas en estudios de Latinoamérica

Como se puede observar en la tabla anterior, la investigación formativa va más allá del dominio de esquemas del método científico y no existen modelos únicos a seguir, pero si es posible generar guías de habilidades necesarias que coadyuven en el entendimiento y desarrollo de un proceso de investigación. Se enfatiza que lo valioso del proceso de formación es el desarrollo de habilidades investigativas, por lo que existen distintas propuestas para intentar sistematizar la investigación formativa en el contexto educativo latinoamericano a fin de facilitar los procesos de enseñanza-aprendizaje en la educación superior, sin embargo, ¿qué habilidades investigativas requiere un estudiante de educación superior para ser competente en el campo de la investigación?

Es importante enfatizar, que existen distintas propuestas de clasificación de habilidades o competencias investigativas, ya que cada una responde a un contexto, tiempo, perspectivas y necesidades específicas. Cada una de ellas representa un aporte para identificar y desarrollar acciones pedagógicas que coadyuven al estudiantado a desarrollar los diversos atributos requeridos a través de su formación para llevar a cabo proyectos de investigación. Estas clasificaciones han sido utilizadas en los estudios analizados primordialmente para medir la autopercepción del nivel de desarrollo de habilidades investigativas de estudiantes, ya sea de pregrado o posgrado, aunque también son útiles para identificar habilidades investigativas en cualquier nivel educativo e inclusive con docentes y personas investigadoras, al adecuarlas al nivel de profundidad requerido.

González y Ostrovsky (2020) destacan la importancia del desarrollo de habilidades investigativas como parte del perfil de cualquier profesionista en América Latina, como lo plantea el Proyecto Tuning dentro de las competencias genéricas de la educación superior, por lo que condujeron un estudio para explorar las percepciones de competencias investigativas en estudiantes del área de humanidades tanto en una universidad pública como privada de Mar de la Plata, Argentina. La autoría encontró una valoración general negativa por parte del estudiantado respecto a sus habilidades investigativas, así como una ligera diferencia favorable en el dominio de aspectos relativos al dominio del proceso de investigación del estudiantado de universidad pública.

Jaik (2013) sustenta en diversos estudios en México que el nivel de desarrollo de competencias investigativas del estudiantado de pregrado y posgrado aún se encuentra incompleto e identificó estrategias relevantes para fortalecer la investigación formativa, tales como: la revisión de políticas integrales de investigación, la transversalidad e interdisciplinariedad, la formación y perfil docente, el diseño de estrategias y actividades de enseñanza, así como la vinculación entre la teoría y la práctica. Por lo tanto, es imperante realizar cambios en los distintos ejes que conforman a la investigación formativa universitaria en aras de contar con profesionales competentes en esta área, quienes logren impactar de manera positiva los distintos estratos que conforman a una sociedad.

En algunas universidades ecuatorianas, Mantilla-Falcón et al. (2021) afirman que un gran número de estudiantes percibe que sus habilidades investigativas oscilan en un nivel de desarrollo de regular y medio, es decir, no se consideran lo suficientemente capaz para trabajar de manera autónoma y eficiente durante los distintos estadios de una tesis, debido a que las materias de licenciatura son principalmente profesionalizantes, por lo que la investigación queda rezagada a un instrumento de titulación. En la universidad colombiana, Rojas y Méndez (2017) reportan que el estudiantado tiene poca participación en tareas y eventos científicos, por lo que se autopercibe con habilidades investigativas bajas. Rivero (2017) realizó un estudio comparativo entre estudiantes de pregrado y posgrado en universidades privadas de Perú, basado en las habilidades investigativas requeridas en la elaboración de una tesis. Las diferencias más notables entre ambos grupos provienen del desconocimiento de los materiales institucionales, la vinculación con personas expertas y la falta de dominio en el procedimiento metodológico, ya que los estudiantes de pregrado reportaron no conocer las bases de datos institucionales ni tener la oportunidad de recibir retroalimentación por parte de personas expertas en espacios de divulgación, así como manifestaron la poca utilidad de las materias del currículo de su carrera respecto al desarrollo de habilidades investigativas.

Estos estudios muestran la autopercepción de estudiantes de nivel universitario respecto a su nivel de competencias investigativas, el cual se describe como bajo o medio en la mayoría de los casos. Este hecho podría fungir como obstáculo en el desarrollo de proyectos de investigación, al no considerarse capaz de llevarlos a cabo, ya sea en microprocesos específicos o en la conjunción del proceso. Por lo tanto, es fundamental centrar la atención en esta área e identificar aspectos y momentos a fortalecer en los procesos de enseñanza-aprendizaje de la investigación formativa en el currículo universitario en aras de plantear propuestas estratégicas que maximicen el desarrollo de habilidades investigativas a través de experiencias de aprendizaje significativas, así como buscar la reducción del impacto negativo de algunos factores externos al momento de llevar a cabo un proyecto de investigación.

Práctica docente en la investigación formativa

La práctica docente se entiende como las características académicas y personales que una persona formadora debe poseer para promover la investigación dentro y fuera del aula por medio de actividades y estrategias de enseñanza-aprendizaje, procesos de interacción y retroalimentación, así como actitudes que permeen sus acciones pedagógicas a fin de desarrollar y fortalecer habilidades investigativas en el estudiantado. Entre las características que conforman una buena práctica destacan: habilidades investigativas docentes desarrolladas, selección de métodos de enseñanza, procesos de interacción, actitudes, creación de ambientes de aprendizaje críticos y reflexivos, así como ética.

La pertinencia de la práctica docente es un componente esencial de la investigación formativa, ya que el estudiantado busca personas formadoras capaces de contextualizar y enriquecer sus estudios. También resalta que el personal docente que no cuenta con un perfil adecuado, no aporta contribuciones significativas hacia sus proyectos y formación, lo cual se considera un obstáculo que podría conducir a una desmotivación y desinterés, por lo que las habilidades investigativas son una característica trascendental en el perfil docente, pues es el personal encargado de construir el conocimiento en el aula a partir de sus antecedentes académicos, así como es a menudo observado como modelo a seguir del alumnado (Paz, 2019).

Por medio de un estudio para determinar las habilidades investigativas docentes en una universidad colombiana, se encontró que el profesorado cuenta con un nivel de habilidades investigativas alto, lo cual impacta de manera positiva su práctica, ya que se implementan y monitorean tareas investigativas dentro del aula para enriquecer la formación del alumnado. Sin embargo, también se detectaron áreas de oportunidad en la formación investigativa docente en cuanto al uso de bases de datos, análisis y redacción de informes de investigación, selección de muestras, divulgación científica en congresos y reconocimiento de revistas indexadas, entre otras. Asimismo, se enfatiza la influencia que pueden tener los factores socioacadémicos, ya que la mayoría de las personas docentes cuenta con el grado de maestría, tienen un tipo de contrato por hora cátedra y desempeñan diversas funciones de corte administrativo, lo que limita el tiempo dedicado a la docencia e investigación. Es necesario mejorar estas condiciones mediante capacitaciones continuas y ajustes en las políticas institucionales (Ayala y Barrera, 2017).

Balbo et al. (2015) resalta que, en el escenario venezolano de una universidad pública, las personas docentes adscritas a las ciencias sociales reportan poseer un dominio teórico de los procesos investigativos, pero con frecuencia presentan dificultades en los aspectos prácticos, lo cual se ve reflejado en su poca producción científica y métodos de enseñanza. Por otra parte, el personal docente a cargo de procesos de formación investigativa universitaria, en el contexto peruano, reconoce requerir capacitaciones para fortalecer sus habilidades investigativas, así como espera contar con actualizaciones en la investigación, mayor difusión de esta y revisión de los procesos educativos y administrativos inherentes a este eje de formación (Turpo et al., 2020). El estudiantado con frecuencia considera que la falta de habilidades investigativas del personal docente se encuentra concatenada con su forma de enseñar, lo que convierte a este aspecto en un obstáculo para la formación del alumnado (Hernández-Díaz et al., 2020).

Sin embargo, contar con habilidades investigativas desarrolladas, no es sinónimo de buena docencia. Rojas y Méndez (2017) sostienen que, de manera general, en ocho universidades colombianas de la zona metropolitana se percibe que la mayoría de las personas docentes son investigadoras capacitadas en su contexto, pero no son consideradas como muy buenos profesores ni profesoras, ya que no existe motivación ni concatenación de las habilidades investigativas con sus acciones docentes. Por ende, el profesorado debe ser investigador con experiencia tanto en la docencia como en la investigación, por lo que se considera que las instituciones deben contar con programas continuos relacionados a la capacitación en investigación de su personal docente (Perines, 2020). Es necesario que el profesorado o las personas tutoras, además de dominar los procesos de investigación, cuenten con competencias docentes para construir conocimiento significativo y desarrollar habilidades investigativas en sus estudiantes a través de los procesos de enseñanza-aprendizaje cotidianos.

Toda persona profesora de educación superior debe contar con competencias generales mínimas para llevar a cabo su práctica docente, entre las que destacan: comunicacionales para conducir las actividades de aprendizaje y dialogar constantemente con estudiantes para identificar sus necesidades académicas; organizativas, a fin de diseñar recursos didácticos innovadores y potenciar el aprendizaje de liderazgo pedagógico para promover la superación personal, trabajar colaborativamente y buscar oportunidades científicas de desarrollo profesional para el alumnado, con el propósito de impulsar la innovación y fomentar la investigación dentro y fuera del aula, así como de evaluación y control para llevar a cabo procesos de retroalimentación e identificar áreas de oportunidad (Pérez, 2005). Por su parte, Sánchez (2014) sustenta que la enseñanza de la investigación debe llevarse a cabo desde cuatro premisas principales: la primera se refiere a la enseñanza basada en prácticas, procesos y operaciones reales del acto de investigar; la segunda se enfoca en el cambio de filosofía y énfasis de la didáctica teórica a la práctica; la tercera toma en cuenta lo complejo y prolongado de la investigación, por lo que sugiere una planeación estratégica de actividades de clase; la cuarta se basa en la guía y acompañamiento oportuno de los procesos investigativos por parte de al menos una persona investigadora experta y en plena producción.

La implementación efectiva de la investigación formativa continúa siendo un reto contemporáneo para las instituciones de educación superior debido a la visión estrecha de la investigación como una suma de métodos, la carente pertinencia de las estrategias de enseñanza, la falta de preparación y el desinterés del personal docente (López et al., 2018). Por ese motivo, las características personales y actitudes son otros aspectos fundamentales de la práctica docente que impactan positiva o negativamente los procesos de enseñanza-aprendizaje de la investigación formativa, ya que la construcción de proyectos y el seguimiento se lleva a cabo mediante interacciones sociales.

Existen otros factores en torno a la práctica docente que influyen en la elaboración de una investigación, los cuales deben ser considerados como áreas de oportunidad para reforzar el desarrollo de un estudio en sus distintas etapas, entre los que destacan: entorno de aprendizaje, procesos de interacción entre tesista y persona supervisora, así como creencias epistemológicas (Escalante, 2010). Estos elementos son inherentes a la experiencia del proceso de construcción de un proyecto de investigación y son factores que deben ser tomados en cuenta por parte de docentes o personas asesoras para mejorar el acompañamiento de esta experiencia académica en aras de alcanzar una formación investigativa más significativa.

Siguiendo la misma línea, Paz (2019) enfatiza la importancia de las relaciones académicas y las actitudes docentes en la investigación formativa, en la que destaca el interés, respeto, confianza y disposición, lo cual, de acuerdo con sus hallazgos a través de entrevistas y grupos focales con estudiantes y docentes de nivel universitario, conlleva a mejores resultados en el proceso de construcción de proyectos de investigación. Para Rivero (2017) el papel del personal docente o persona tutora en un trabajo de grado es trascendental en la concreción de una investigación, ya que se convierte en la guía principal del proyecto en los momentos críticos, por lo que se debe trabajar de manera constante y empática. Por su parte, Mayoral et al. (2019) recomiendan dirigir los procesos de enseñanza-aprendizaje hacia ambientes de reflexión, colaboración, practicidad, experticia, empatía, participación y flexibilidad consensuada, que son las características esenciales en el proceso de construcción de tesis, las cuales se resaltan en su estudio de caso múltiple e iterativo con enfoque cualitativo acerca de cómo enseñar investigación a jóvenes de nivel universitario.

Por otra parte, Moreno y Romero (2011) llevaron a cabo un estudio con personas universitarias de México, quienes identificaron a la ética como un factor primordial en su formación y reportan sus intenciones de emular en sus futuras tareas investigativas a quienes consideran formadores ejemplares, que se distinguen por la calidad humana, la responsabilidad con sus tareas de docencia e investigación, la generación de competencias investigativas en el aula, el apoyo constante hacia el alumnado, la congruencia en el discurso, entre otras características. Sin embargo, el estudiantado también reconoció en algunas de las personas formadoras una serie de atributos que consideran no éticos: desvalorización de las capacidades y productos del alumnado, relaciones de poder, individualismo y falta de cooperación entre personas investigadoras, intereses implícitos, falta de compromiso con las tareas y eventos de investigación, simulación de enseñanza, así como incongruencia entre el discurso y las acciones.

La práctica docente es un fenómeno complejo que debe cubrir una serie de características y atributos para potenciar la elaboración de trabajos de investigación, brindando a los estudiantes la oportunidad de familiarizarse con este tipo de proyectos y desarrollar habilidades investigativas. La investigación formativa no debe centrarse únicamente en el desarrollo de aspectos cognitivos y procedimentales, sino también en lo axiológico y actitudinal, por lo que es imperante crear ambientes de enseñanza-aprendizaje cimentados en términos de ética, respeto personal, aceptación de pensamientos y apertura al diálogo, honestidad intelectual, compromiso de servicio, así como reconocimiento y apoyo al talento que permitan al estudiantado autorrealizarse como ser humano y persona investigadora.

Estrategias institucionales para promover la investigación formativa

Este eje se enfoca en el impacto que tienen las estrategias institucionales en el estudiantado y profesorado en los procesos de enseñanza-aprendizaje de la formación investigativa. Dichas estrategias son entendidas como las acciones pedagógicas, administrativas y políticas que lleva a cabo la universidad para promover la investigación a través de actividades curriculares y extracurriculares en aras de fomentar una cultura investigativa.

En el contexto universitario mexicano, se determinaron algunos aspectos institucionales que juegan un papel trascendental en la formación investigativa y que requieren fortalecimiento, tales como: vinculación de estudiantes con personas tutoras expertas, creación de espacios formativos y de reflexión, la importancia del trabajo colaborativo entre todos los actores educativos, la concatenación del currículo con actividades investigativas que sirvan de andamiaje en la formación para elaborar proyectos de tesis, así como contar con infraestructura adecuada que facilite al estudiantado sus procesos de búsqueda de información. Sin embargo, estas experiencias y estrategias investigativas son contextuales, por lo que se considera necesario que se lleven estudios de este corte para el fortalecimiento de la investigación formativa en las distintas instituciones de educación superior del sistema educativo (López-Domínguez y Carmona-Vázquez, 2015).

Por su parte, Moreno (2011) analizó las estrategias institucionales inherentes a los procesos de tesis en programas de posgrado mexicanos, las cuales impactan, ya sea de manera positiva o negativa, la formación de futuras personas investigadoras. Sin embargo, estas dimensiones tienen la particularidad de que a menudo no son incluidas como indicadores en las evaluaciones de calidad. Entre las condiciones que se examinaron se encuentran: los seminarios de investigación curriculares, los coloquios, las acciones docentes, así como las relaciones en las tutorías y con las personas formadoras. Los resultados muestran que estas situaciones pueden representar una ventaja o desventaja única en la construcción de una investigación, por lo que se enfatiza la importancia de explorar y fortalecer estas experiencias de aprendizaje.

En el contexto colombiano, López et al. (2019) reportan que el estudiantado refiere a que se fomente una cultura investigativa desde los primeros semestres y, por parte de las personas docentes, mencionan que hace falta apoyo institucional, destinación de recursos para la financiación y estímulos, tiempo para llevar a cabo tanto las tareas docentes, administrativas e investigativas, espacios de capacitación, así como una revisión de las políticas internas. Respecto al currículo, el estudiantado reporta la centralización de la investigación en los últimos semestres y la escasa concatenación con otras materias, mientras que las personas docentes manifiestan una desarticulación entre la investigación y las otras áreas de conocimiento, falta de trabajo cooperativo e interdisciplinar, así como discontinuidad del trabajo entre docentes y alumnado.

Concerniente a la influencia de las estrategias institucionales sobre las personas docentes, las personas investigadoras deben realizar distintas funciones, como la docencia y la administración aunado a la investigación, así como las políticas e indicadores educativos se centran primordialmente en la cantidad de producción académica. Se deja de lado la esencia de la investigación como una función sustantiva universitaria; en cuanto a las formas de trabajo, se reporta que las personas investigadoras continúan trabajando mayormente de manera individual sin priorizar el trabajo colegiado y en equipo (Ortiz et al., 2012). Por lo anterior, estos factores podrían impactar negativamente en la investigación formativa, ya que el personal docente-investigador no contaría con el tiempo suficiente para atender adecuadamente la diversidad de labores institucionales, en donde se refleja en la enseñanza y seguimiento de los trabajos de investigación del estudiantado.

Por otra parte, una de las iniciativas que distintas universidades latinoamericanas han tomado para fortalecer los trabajos de grado como parte de la investigación formativa universitaria es la creación de distintos programas o semilleros de investigación extracurriculares, los cuales se consideran una buena propuesta para complementar los contenidos investigativos del currículo, así como brindar más experiencias de aprendizaje a la población estudiantil. A modo de ejemplo, Rojas et al. (2020) realizaron un estudio en el contexto colombiano para conocer las experiencias de aprendizaje en semilleros de investigación (diseñados como estrategia formativa de investigación) de personas coordinadoras, docentes y empresarias. El grupo de participantes del estudio percibió que el proceso de investigación formativa se ha fortalecido debido al aumento de la inversión y las políticas institucionales, la producción científica y la calidad de los proyectos de grado han aumentado debido a la implementación de los semilleros de investigación, así como el alumnado considera tener un aprendizaje significativo al concatenar sus estudios con el campo laboral debido a la vinculación de los semilleros con las empresas.

En el entramado chileno, la Universidad de la Serena gestionó la creación de semilleros de investigación en el área pedagógica con el propósito de fomentar el pensamiento crítico y la curiosidad epistemológica de las futuras personas docentes en busca de visibilizar las problemáticas enfrentadas en situaciones educativas cotidianas mediante la reunión semanal de grupos de personas investigadoras y estudiantes en espacios de discusión, generación de conocimiento y planeación de actividades científicas, así como la Universidad de Brasilia también adoptó la implementación de los semilleros, tomando como base el modelo de la universidad chilena y centrándose principalmente en el intercambio de experiencias interculturales, la formación para la investigación en la pedagogía y la organización de eventos que promuevan prácticas educativas innovadoras, transformadoras y descolonizadoras (Vidal et al., 2021).

Las instituciones de educación superior deben monitorear y evaluar constantemente la instrumentación de sus políticas a partir de los indicadores generados respecto a la investigación, pero sin dejar de lado las voces de sus docentes y estudiantes, quienes son las partes educativas involucradas directamente en los procesos de enseñanza-aprendizaje y la operacionalización de la investigación formativa, así como adecuar constantemente las estrategias institucionales a las necesidades educativas contemporáneas. Por último, se enfatiza que los cuatro ejes presentados son fundamentales en la caracterización de los factores en torno de la construcción de proyectos de investigación en la educación superior.

Conclusiones

El panorama actual de la investigación formativa en Latinoamérica muestra un conjunto de similitudes respecto a su caracterización. La conceptualización de este proceso de enseñanza-aprendizaje y su operacionalización en el currículo universitario contemporáneo es semejante en los distintos entramados de esta región. El desarrollo de habilidades investigativas estudiantiles es percibido como incompleto, ya que la mayoría del alumnado de la región considera que su nivel de desarrollo oscila entre bajo y medio, lo cual significa que existen algunas habilidades específicas inherentes al proceso de elaboración de una investigación, las cuales deben fortalecerse.

Concerniente a la población docente, algunas personas manifiestan su necesidad de mejorar sus propias habilidades investigativas por medio de programas institucionales, mientras que otras se asumen como investigadoras consolidadas. Sin embargo, también se encontró que el dominio del área investigativa, no es sinónimo de una buena docencia, ya que existen otros factores, tanto personales como sociales, que influyen en la práctica docente. Por su parte, las instituciones enfocan principalmente la investigación formativa a través de los seminarios de investigación, los cuales a menudo se desvinculan de las otras materias que conforman un programa de estudios, así como se identificó una falta de apoyo institucional a la consolidación de una cultura investigativa universitaria debido a las políticas educativas vigentes de cada universidad que influyen negativamente en el desempeño docente, administrativo y estudiantil.

Por otra parte, existen diversas áreas de oportunidad para consolidar esta función sustantiva universitaria a través del fortalecimiento de los cuatro componentes analizados respecto a este tipo de investigación. En primer lugar, respecto a la dimensión de la investigación formativa, es necesario reflexionar y comprender la importancia de este tipo de investigación por parte de todos los actantes educativos en aras de interiorizar y promover una operacionalización eficiente en los estudios universitarios para alcanzar un mayor impacto positivo, tanto a nivel personal como colectivo. La investigación es una función sustantiva de la universidad y un área de gran relevancia para la formación de estudiantes y la generación de conocimiento que mejore las condiciones sociales, por lo que debe estar presente los procesos de enseñanza-aprendizaje de los currículos de educación superior (Miyahira, 2009). En el caso de las habilidades investigativas, se sugiere que los procesos de enseñanza-aprendizaje deben estar dirigidos hacia el desarrollo de estas y no solo hacia el producto final con el propósito de identificar microprocesos y áreas específicas a fortalecer en la formación estudiantil. La investigación formativa se asume como un trabajo artesanal enfocado en el desarrollo de habilidades investigativas, por lo que se destaca la singularidad y creatividad de las partes involucradas, así como se reconoce que requiere de un aprendizaje continuo, por lo que no se culmina el proceso de formación con el alcance de un desempeño (Moreno, 2002).

Concerniente a la dimensión de la práctica docente, el profesorado debe contar con habilidades investigativas desarrolladas y valores que permeen su práctica docente, así como centrar su atención en la construcción progresiva, espacios de reflexión y discusión, así como evaluación formativa de las distintas fases de una investigación, tanto de manera individual como holística, que deja de lado la simple recolección y reporte de información. Moreno (2007) sostiene que se ha asumido que las personas investigadoras expertas son buenas formadoras a pesar de no haber tenido ninguna preparación en el área pedagógica en la mayoría de los casos, por lo que es trascendental desarrollar competencias docentes y generar estrategias didácticas para conducir clases de investigación.

Respecto a la categoría institucional, es necesario evaluar y verificar el cumplimiento de las estrategias generadas a partir de las políticas públicas e institucionales continuamente para asegurar la operacionalización eficiente de la investigación formativa. Sánchez (2014) afirma que existen universidades que tienen mayor probabilidad de promover la investigación formativa de manera eficiente y obtener mejores resultados en la investigación científica debido a las estrategias y políticas institucionales en aspectos organizativos-académicos, políticos y de toma de decisiones, así como económicos-financieros.

Por otra parte, de manera general, es imperante analizar las vicisitudes de la implementación de la investigación formativa en los últimos años desde una visión holística, tomando en cuenta los componentes descritos en aras de alcanzar un mejor entendimiento de su funcionamiento e instrumentación. Además, es esencial comprender las inherentes semejanzas y diferencias de los contextos universitarios para no caer en el error de operacionalizar la investigación formativa, sin tomar en cuenta las características contextuales de cada institución de educación superior, así como las necesidades de sus actantes educativos, cuyas voces deben ser escuchadas a fin de lograr un mayor impacto en su formación.

Es importante señalar que la investigación es un proceso dialéctico y no lineal ni mecánico, por lo que no existen modelos ni esquemas para los procesos investigativos, solo guías que orienten su desarrollo, por lo que es necesario superar la concepción reduccionista de algunas instituciones de educación superior basada en el seguimiento de un solo modelo de actuación (Rojas, 2015). Es necesario promover un cambio de filosofía por parte de la comunidad universitaria mediante la revisión de políticas educativas y estrategias institucionales que favorezcan el desarrollo de habilidades investigativas a lo largo de los estudios superiores mediante procesos de enseñanza-aprendizaje innovadores enfocados en el proceso experiencial y analítico de construcción de proyectos de investigación y su socialización.

A partir de lo presentado en este artículo, se considera que la instrumentación de la investigación formativa ha avanzado paulatinamente debido al cambio de percepción de los actores educativos hacia esta área, así como la identificación y análisis de aspectos centrales como las habilidades investigativas, la práctica docente y las políticas institucionales que dan forma a este objeto de estudio. Sin embargo, aún se debate el alcance de la investigación formativa de la universidad latinoamericana en comparación con otras regiones del mundo, ya que a través de este documento se han presentado diversas áreas de oportunidad para continuar fortaleciéndola, por lo que se cuestiona qué acciones se deben implementar, con base en los datos construidos por las diversas aportaciones, para mejorar el panorama de la investigación formativa latinoamericana en los próximos años.

A modo de cierre, se recomienda continuar realizando estudios enfocados en la investigación formativa a nivel micro y macrosocial en los diversos entramados, tanto locales como nacionales e internacionales a fin de explorar, identificar, analizar, entender y reflexionar sobre la instrumentación de los diversos procesos educativos que caracterizan a la formación investigativa en la educación superior para plantear propuestas específicas y holísticas en aras de fortalecer la generación de la ciencia en América Latina y, de esta forma, mejorar las condiciones sociales desde todas y cada una de las áreas de estudio universitarias.

Referencias

Fechas de Publicación

  • Fecha del número
    Jan-Jun 2023

Histórico

  • Recibido
    10 Set 2022
  • Acepto
    19 Dic 2022
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