Este escrito es una lectura crítica del texto costarricense: Racismo y antirracismo en literatura. Lectura etnorítica (2017) de Silvia Solano Rivera y Jorge Ramírez Caro. En primera instancia, se exponen las biografías de los autores, seguidas de una breve descripción del objeto de estudio y, finalmente, el análisis de su propuesta teórico-metodológica.
Silvia Solano Rivera
Es una académica costarricense, especialista en el área de Lengua y Literatura. Incursiona como docente e investigadora de la Universidad de Costa Rica. Uno de sus ámbitos de interés es el estudio de textos para evidenciar el racismo y antirracismo en estas manifestaciones. Algunas de sus publicaciones son: Reescritura paródica de textos clásicos y bíblicos en seis fábulas de Augusto Monterroso (2014), Continuidad de los parques: Una lectura de la poética (2015), El destino y la explotación legitimada en “Tarciso Cantón”, de Tatiana Buch (2016) y La construcción de las mujeres en Los cuatro espejos de Quince Duncan (2018). Según la editorial Arlekín (2017), la autora es miembro de la Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso y la Red de Investigaciones sobre Identidades, Racismo y Xenofobia en América Latina.
Jorge Ramirez Caro
Es un profesor, investigador y escritor colombiano. Labora para la Universidad Nacional de Costa Rica desde 1993. Algunos textos de su autoría son: La máquina de los recuerdos (1993), Los rituales del poder (1997), Sombras de antes (1998) y Deudas de olvido (2005). Parte de su inclinación académica está en el estudio de textos desde una perspectiva etnocrítica. Algunas de sus publicaciones, relacionadas con esta vertiente, son: Racismo intelectual y popular en Omar Dengo (2009), Mujer blanca y mujer negra: fascinación, exotismo y discriminación étnico cultural en las letras costarricenses (2014) y Visión de la mujer afrodescendiente en Darío: el caso de “La negra Dominga” (2016).
Los académicos Solano y Ramírez han trabajado en coautoría, durante los últimos años, el tópico del racismo y metodologías para el análisis de textos literarios, los cuales se pueden evidenciar en esta muestra de sus publicaciones: Análisis e interpretación de textos literarios (2016), Visión étnico-cultural en Yolanda Oreamuno (2016), Racismo y antirracismo en Literatura. Lectura etnocrítica (2017), Los desafíos del lector (2018) y Cocorí racista ¿y Gutiérrez también? (2019).
Descripción de la obra
En lo que atañe al objeto de estudio de este ensayo, se tomará en consideración el texto: Racismo y antirracismo en literatura. Lectura etnocrítica, publicado en 2017 por la editorial Arlequín y, cuya coautoría respecta a los intelectuales mencionados con anterioridad. El texto proporciona una perspectiva teórico- metodológica para el análisis de textos literarios, en el cual se muestra al racismo como una categoría de análisis, con frecuencia, ausente en la práctica de la crítica literaria.
Los autores le dan inicio (Introducción) a su trabajo, exponiendo la invisibilización del racismo en Costa Rica. Para ello, toman como referente el ámbito político, procurando mostrar la manera en la que el gobierno se presenta anuente al compromiso de luchar contra manifestaciones racistas, pero siempre desde una mirada ajena e incapaz de reconocer la problemática en su espacio social. Esto lo demuestran aludiendo a los convenios contra el racismo, constantemente asumidos por los gobiernos de turno, que se dan a la tarea de combatir la discriminación en otros territorios e ignorar las manifestaciones en el suyo.
De esta manera, y en vistas de que el ámbito de la literatura es un elemento social representativo del pensamiento cultural, los críticos justifican la oferta teórica de la etnocrítica, por su utilidad para evidenciar las prácticas racistas costarricenses y latinoamericanas. Con el fin de contribuir a la erradicación y omisión de este tipo de manifestaciones desde el ámbito de las letras.
Es por ello que, el primer capítulo: “El estado del racismo en las letras costarricenses”, es un espacio de referencia en el que se expone el tema del racismo en la literatura, específicamente de este territorio centroamericano. A partir de esta sección, los autores exponen la invisibilización del tema que desde el ámbito académico se ha permitido. De esta manera lo manifiestan:
Pese a que existe un amplio corpus que ayuda a sostener que el racismo es una matriz ideológica constante en las letras del Valle Central, la tendencia generalizada de la crítica es negarlo, invisibilizarlo, atenuarlo, ubicarlo fuera de las fronteras patrias, justificarlo y transferirlo a quienes se declaren antirracistas. (Solano y Ramírez, 2017, p.29)
Los académicos señalan que incluso cuando Costa Rica ya goza de considerable trayectoria literaria, aún no existe de ella un estudio del racismo en sus letras. Mientras tanto, manifiestan que parte de la omisión de esta cuestión se debe al usos de teorías eurocéntricas, que lejos de contribuir a develar los hechos, constituyen una brecha que imposibilita más la discusión de la problemática.
Es en este mismo sentido que, en el texto, se expone la irónica situación de las pocas veces en las cuales el tema del racismo en la literatura ha sido visibilizado, ya que los autores de tales señalamientos son aquellos que, lamentablemente, han experimentado el racismo en sus contextos o en ellos mismos (Powell y Duncan).
De ahí que, tal vez, en este capítulo solo se trate el estudio de tres textos, analizados desde la perspectiva racista por la crítica literaria costarricense: Mamita Yunai, Cocorí y Puerto Limón. Los autores, en el desarrollo de este apartado, presentan las perspectivas vallecentralistas y las de los lectores afrodescendientes, voces de denuncia contra el racismo. De este capítulo se resalta el objetivo de los autores: “Nos interesa destacar los mecanismos retóricos y discursivos con los que estudiosos del Valle Central minimizan, descalifican y deslegitiman la lectura realizada por los estudiosos afrocostarricenses” (Solano y Ramírez, 2017, p. 31).
Es por ello que, tras ofrecer un marco de referencia sobre el tema de racismo, los estudiosos proceden a explicar las implicaciones de su propuesta crítica, en las cuales comienzan por justificar que se categorice como horizonte crítico el racismo:
La etnocrítica aboga por que el racismo sea incluido como categoría analítica a la hora de abordar textos producidos en contextos coloniales, euro y etnocéntricos, como en el caso de nuestros países latinoamericanos, en los que letrados, autoconcebidos blancos, se han encargado de hablar y escribir a, por y sobre los otros, representados desde ópticas e intereses sesgados étnico- culturalmente (Solano y Ramírez).
Lo anterior, implica que los autores hayan estructurado un proceso metodológico en el que se contemplan aspectos tanto inmanentes como socioculturales, políticos y éticos de las obras literarias. Además, de referirse a la serie de aportes teóricos de los cuales se apoyan y, dentro de las que se ubican perspectivas eurocéntricas y poscoloniales.
En relación con lo indicado, Solano y Ramírez (2017) toman como punto de inicio el análisis del texto de forma inmanente, de este se analizarán, según los expertos: “su organización interna, los diversos recursos estilísticos o retóricos, los mecanismos discursivos … sus paratextos” (Solano y Ramírez); con el fin de que estos elementos dirijan el análisis a factores sociales representados en el texto.
Seguidamente, se estudia la relación texto - contexto, mediante aspectos que intermedian esta asociación, como lo son: el interdiscurso, el intertexto, el mito y el símbolo. Del tratamiento de los signos se derivarán aspectos sociocognitivos que dejarán a la luz estereotipos, prejuicios y creencias. Es así como, de forma indirecta, se infieren las concepciones que tiene el texto, sin permitir que “se deposite información extratextual de manera mecánica” (Solano y Ramírez, 2017, p.88).
Luego de valerse de un análisis aislado y pasar por una etapa de asociación con el exterior (contexto), el texto se convierte en un elemento capaz de dialogar con el marco cultural en el que se ubica. Los autores proponen cinco factores que contribuirán a concretar la relación texto - contexto:
a) el punto de vista, tono y posición del texto sobre el mundo representado, b) el texto y las prácticas sociales, discursivas e ideológicas, c) implicaciones sociales e ideológicas derivadas, d) sociedad y valores cuestionados y promovidos por el texto y e) actitud y posición promovida por el texto en el lector. (Solano y Ramírez, 2017, p.92)
Posterior a describir su abordaje teórico - metodológico, los autores ofrecen una ejemplificación de la manera en que debe aplicarse el método propuesto, partiendo de trabajos de autores como Carmen Lyra, Carlos Gagini, Omar Dengo y Shirley Campbell. A partir de estos textos, correspondientes a formas literarias diversas (cuento, drama, ensayo y poesía), procuran mostrar de manera más gráfica la forma de aplicación de su trabajo (“Capítulo 3: Una tía que prefiere las rubias y justifica religiosamente el racismo”, “Capítulo 4. Una maestra predica la unidad nacional por medio de la asimilación cultural”, “Capítulo 5: Un maestro no sabe afrontar el racismo de su comunidad ni el propio”, “Capítulo 6: Una mujer descubre en su piel la historia de su lucha”).
Finalmente, la obra de Solano y Ramírez (2017) concluye con una explicación breve sobre la escogencia de los autores analizados, señalando que los primeros tres fueron escritores y docentes costarricenses de renombre, que si bien se comprometieron con la lucha por defender causas nobles, su defensa fue limitada al ser incapaces de liberarse de sesgos raciales, que los incapacitaron para ser jueces de esta circunstancia y, más bien, los colocaron como promotores de los estereotipos de “raza” de los que, valga rescatar, ellos se vieron librados por pertenecer a la élite intelectual blanca.
Asimismo, esta sección ofrece una serie de pautas básicas para que, tanto los docentes como los lectores, realicen un análisis consciente de los textos. Mientras que, proponen como muestra de una literatura reivindicadora, etnofílica, la obra de Shirley Campbell.
Análisis crítico
En otro orden, y en lo que respecta al análisis crítico de la propuesta de Solano y Ramírez (2017), es de relevancia considerar que al tomar en cuenta una problemática ideológica, política, social y cultural como categoría de análisis, tal y como lo es el racismo (etnocrítica1); su trabajo se encuentra inmerso en un debate vigente en las letras. En el caso costarricense, la polémica tiene inicio desde 1995 con Powell y Duncan, como autores de denuncia, en la que se ha cuestionado la existencia, o no, del racismo en los textos literarios.
Lo señalado, implica que además del posible examen que se puede llevar a cabo sobre la viabilidad de la propuesta teórica, como ha sucedido con muchas otras (sea el New Criticism solo un ejemplo), la de los académicos es doblemente observada debido a lo anterior. No obstante, esta cuestión no es ignorada por los autores y es, precisamente, parte de su objetivo ofrecer una metodología que ponga fin a la divergencia de opiniones que giran en torno al tema.
Para ello, no solo contemplan las maneras en las que se podría demostrar el racismo y antirracismo en los textos, como más adelante se detalla, sino que contemplan las causas de que tal problemática haya sido ignorada o minimizada en el ámbito literario. Los expertos señalan tres de ellas: “la estrecha relación entre canon- poder- exclusión en el propio nacimiento de nuestras literaturas …. , la formación de estudiosos en los centros de poder cultural, político y económico …. y la complicidad entre estudiosos y escritores”. (Solano y Ramírez, 2017, p.64)
En concordancia con lo anterior, Solano y Ramírez tras plantear la posibilidad de realizar una lectura etnocrítica, proponen una metodología minuciosamente descrita para llevar a cabo un análisis del texto literario, pero que se puede resumir en lo que ellos llaman cuatro movimientos metodológicos: el primero consiste en ir de lo formal a lo contextual, seguidamente de lo estético a lo ético y lo político, luego del lugar del yo a lugar del otro y por último, de lo universal a lo local (Solano y Ramírez, 2017).
Para ello, se apoyan de contribuciones teóricas anteriores a la suya, las cuales se centran tanto en el análisis del texto como en los aspectos sociales, políticos, éticos y contextuales de este. Las teorías tomadas en consideración son: el formalismo, el estructuralismo, la semiótica, sociocrítica, pragmática, los estudios críticos del discurso, la subalternidad, los estudios poscoloniales y decoloniales.
El primer paso sugerido por la lectura etnocrítica (de lo formal a lo contextual), consiste en tomar como punto de partida el texto, para luego trascender a su contexto. De esta manera, se podrán conocer los recursos formales del producto literario que lo permitan relacionar con un periodo histórico, movimiento literario, generación etc.
Del texto nos interesan sus paratextos verbal y gráfico, su estructura u organización interna, el mundo mostrado, la retórica y el estilo, los mecanismos discursivos. También importan las huellas o marcas textuales y discursivas que nos permitan relacionar esas estructura interna con la estructura social, histórica y cultural. (Solano y Ramírez, 2017, p.87)
Una vez realizado un análisis centrífugo del objeto de estudio, como siguiente paso, es necesario analizar los mediadores discursivos que se encuentran entre el texto y su contexto. Según el tratamiento que el escrito dé a estos elementos, se determina la relación de la producción literaria con la realidad que representa.
Pues, los académicos afirman que “Lo social se hace presente en el texto por medio del signo, de manera que no es posible leer literatura desgajada o separada de su función social e ideológica” (Solano y Ramírez, 2017, p.89). Mientras, indican que la literatura no refleja una realidad, sino que la representa y se víncula mediante los recursos indicados, convirtiéndose de esta manera en promotora de ideales, estereotipos, creencias, deconstrucciones, reivindicaciones, etc., según sea el tratamiento de los aspectos.
En la tercer etapa metodológica, los expertos detallan que el tratamiento de los mediadores coloca al texto en el macrotexto y hace determinar la manera en que este dialoga con las demás perspectivas culturales, lo anterior puede evidenciarse mediante: “el punto de vista, tono y posición del texto sobre le mundo representado” (Solano y Ramírez, 2017, p.90), del cual es responsable el narrador. La posición desde la que se aproxima la voz narrativa evidencia la ideología de la que parte el texto, su actitud con el otro, etc.
Así mismo, mediante la posición del narrador y la descripción de las prácticas sociales es posible reconocer el origen de las filias y fobias del texto y lo que atañe a ellas. De esta identificación resultan las ideologías presentes en la obra, el tipo de aparato social y las ideas promovidas.
Luego de cubrir las etapas metodológicas sugeridas, los estudiosos proporcionan dos maneras más de acercamiento con el texto, la primera atendiendo los aspectos macroestructurales, abarcando desde el retrato del personaje, su oficio, costumbres, lenguaje, actitudes, conductas, imagen histórica y espacio habitados. Seguidos de elementos microestructurales, como lo son la sintaxis, la morfología, el humor, las figuras literarias como la ironía o eufemismos y la retórica.
De esta manera, en orden y con una amplia explicación de cada aspecto, los estudiosos desglosan un proceso de análisis exhaustivo que va desde los aspectos formales hasta el contenido. Es así como el objetivo de ofrecer una herramienta para la población educativa se hace posible y la oportunidad de mostrar las manifestaciones racistas, xenófobas, misóginas y otras, también.
En consecuencia, lo indicado puede señalarse como un acierto, responder a una necesidad educativa y proporcionar un recurso a un gremio de tanta relevancia para la formación de un país, es incuestionable. Aún más, si esta logra plantearse con un nivel de sencillez que pocos académicos logran o procuran, haciendo asequible la teoría para un grupo más amplio y no tan exclusivo como el especializado.
Sin embargo, es relevante mencionar que, pese a ser un acercamiento minucioso del texto, y tener un mérito innegable al contribuir a la visibilización de este tipo de problemáticas, habría que cuestionarse si la propuesta de los académicos califica como teoría o como marco teórico. Puesto que, como metodología es efectiva, y está demostrada por los mismos autores en los capítulos que van del tres al seis, pero como contribución teórica su aporte no es identificado, no el que va más allá de delimitar teorías existentes para adecuarlas a un problema de investigación.
Lo anterior, porque la etnocrítica propuesta, solo en su nombre y definición, aporta novedad al área. Más allá de defender la idea de que el racismo debe colocarse como categoría, la crítica literaria no indica cómo ejercer un juicio del texto desde su propia vertiente y sin tener que depender de otras propuestas. Plantearse identificar el racismo es un objetivo, pero no una teoría crítica de análisis de textos.
Dicho de otro modo, si se estudia con detalle, la etnocrítica solo es una compilación de propuestas ya existentes, que si se omiten acaban por desarticular tal planteamiento. De ahí, que se deba preguntar si este sistema de análisis es fijo, o si quien quiera aplicarlo tiene la libertad de elegir otros horizontes críticos ya presentados. Se tendría que cuestionar si su valor como aporte a la academia es significativo o solo utilitario.
Así mismo, es relevante analizar si la forma en que se articula esta oferta no termina siendo una contradicción en sí misma, puesto que los autores señalan que el uso de teorías no pensadas ni elaboradas en, ni para nuestro medio, es una de las problemáticas por la cuales el tema del racismo estuvo invisibilizado por tanto tiempo en la letras, de este modo lo expresan:
importan teorías y metodologías a nuestro medio y las aplican sin tomar en cuenta el lugar desde donde fueron elaboradas ni las preocupaciones epistemológicas e ideológicas de esos instrumentales, razón por la cual siguen quedando por fuera los problemas de orden étnico-cultural materializados en las letras del continente. (Solano y Ramírez, 2017, p.64)
Mientras que luego, justifican su uso señalando la instrumentalización de las teorías europeas y anglosajonas e indicando que todas surgieron del proceso de interiorización de otras, pasando por alto lo que con anterioridad señalaban. Se puede apreciar lo indicado en la siguiente cita:
Pero no se crea que desecharemos todo lo europeo y anglosajón. Del mismo modo como las teorías y metodologías europeas y anglosajonas han nacido fagocitando, transformando y reciclando las propuestas anteriores o simplemente de un proceso ecléctico llevado a cabo por el nuevo proponente, nosotros también, como lo sugieren Spivak y Santos, vamos a instrumentalizar los aportes de las principales tendencias críticas hegemónicas para responder a nuestras necesidades y aspiraciones contrahegemónicas. (Solano y Ramírez, 2017, p.64)
Lo dicho, no solo evidencia lo ya comentado, sino que lo reafirma si se toma en cuenta el epígrafe del capítulo 2: “Para una lectura etnocrítica de los textos literarios”, en el que citan a Audre Lorde: “Con las herramientas del amo jamás desmantelaremos su casa” y; parte de las conclusiones a las que llegan:
Hay que empezar por recuperar nuestras memorias, nuestros saberes y maneras de resolver los problemas desde nuestras experiencias sociales, políticas, estéticas, éticas, epistémicas y ontológicas para alcanzar la independencia mental y material …. Sin esta posición ética y política toda nuestra acción docente termina siendo una canción de cuna, una dulcificación y legitimación de la dominación étinica, epistémica, social, genérica y heterosexual. Hasta en las mejores intenciones académicas, …. se pueden filtrar los males para quienes consideramos los otros. (Solano y Ramírez, 2017, p.316)
Si con las herramientas teóricas eurofílicas no se pueden desarticular estos resabios, ¿cómo es que recurren a su conocimiento para sustentar su propuesta?, ¿hasta qué punto la etnocrítica tiene algún nivel de eficacia, si más del noventa por ciento de su articulación teórica tiene origen en teorías blancas?, ¿de qué manera se pretende visibilizar los procesos de dominación por medio de teorías que ellos mismos descalifican por ser del lado del dominador, y luego tienen por indispensables?
Partiendo de este tipo de cuestionamientos, surge la necesidad de replantearse una propuesta con potencial, como lo es la presentada por Solano y Ramírez (2017), pero que sigue esquemas de pensamiento de los que precisamente quiere prescindir, para evidenciar desde la postura del otro, la visión del dominante. Habría que preguntarse si hay otra forma, si las teorías poscoloniales son suficientes o si es necesario reinventarse o simplemente aceptar la esencialidad de las posturas heterogéneas al pensamiento etnocrítico. Para luego, consolidarlo y tener claridad del panorama, evitando recaer en el tipo de ambigüedades identificadas.
En otro orden, de esta propuesta se podrían derivar dos tipos de investigación. La primera, relacionada con las dudas surgidas de su episteme teórica. Se podría proponer una revisión de su viabilidad, de su coherencia de forma más detenida, de su mejoramiento, de su simplificación, incluso.
La segunda, apoyándose en su utilidad y claridad metodológica aparente, se podría recurrir a ella para estudiar ámbitos poco o nada explorados en el tema de la negritud. En este sentido, podrían analizarse, por ejemplo: el concepto de belleza desde el discurso eurocéntrico en comparación a la concepción del afrodescendiente desde la voz femenina. Por otro lado, el recurso del humor en la literatura afro. O bien, la diáspora en la literatura femenina afrodescendiente.
En lo que respecta a la recomendación de este texto, sería considerado como una sugerencia para aquellos interesados en conocer sobre la situación del racismo en las letras costarricenses y latinoamericanas. Al ofrecer una introducción del escenario local y regional y exponer casos específicos, así como la manera en que son abordados; lo cual favorece la ubicación de la problemática y las diferentes posturas que convergen. La escasez de este tipo de historiografía posiciona al texto como un aporte valioso e, incluso, único en su ámbito.
Además, la especificidad con la que expone su método de análisis, convierte a la propuesta en una herramienta sumamente útil para la realización de análisis en los que se quiera demostrar la diversidad de contextos, tratos, roles y demás, a los que están, o estuvieron, sometidos los integrantes de otras etnias, ajenas a la blanca.
No obstante, estas recomendaciones también se realizarían de forma acomedida, puesto que resulta llamativo que la pretensión autoral tenga principio en una determinación teórica purista que no se cumple. Es decir, se encuentra contaminada de ideologemas blancos, cuando el propósito de tal propuesta es el de desarticular estructuras de dominio etnofóbico. Aunque, esta al mismo tiempo, se valga de horizontes de pensamiento cuyo origen es el que critica. Es de ahí que, su recomendación se vería condicionada por los objetivos de aquellos potenciales lectores.
Referencias
Bibliografía
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- Solano, S. (2016). El destino y la explotación legitimada en “Tarciso Cantón”, de Tatiana Buch. Revista Comunicación, 37 (1) 31- 39. https://www.scielo.sa.cr/pdf/com/v25n1/1659-3820-com-25-01-31.pdf
- Solano, S. (2017). La construcción de las mujeres en Los cuatro espejos de Quince Duncan. Cincinnati Romance Review, 40 (1) 138- 154. https://www.academia.edu/24415494/La_construcci%C3%B3n_de_las_mujeres_en_Los_cuatro_espejos_de_Quince_Duncan
- Solano, S. (2014). Reescritura paródica de textos clásicos y bíblicos en seis fábulas de Augusto Monterroso. Revista Comunicación, 23 (1) 40–53. https://doi.org/10.18845/rc.v23i1 (2014).1798
- Solano, S. y Ramirez, J. (2019). Análisis e interpretación de textos literarios. Editorial Universidad Nacional https://ddc.mep.go.cr/sites/all/files/ddc_mep_go_cr/archivos/analisis_e_interpretacion_de_textos_literarios.pdf
- Solano, S. y Ramirez, J. (2016). Cocorí racista, ¿y Gutiérrez también?. Editorial Universidad Nacional.
- Solano, S. y Ramirez, J. (2018). Los desafíos del lector. Arlekin.
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- Ramírez, J. (2005). Deudas de olvido. Editorial Universidad Nacional.
- Ramírez, J. (1993). La máquina de los recuerdos. Editorial Universidad Nacional.
- Ramírez, J. (1997). Los rituales del poder. Editorial Universidad Nacional.
- Ramírez, J. (2014). Mujer blancia y muner negra: fascinación, exotismo y discriminación étnico- cultural en las letras costarricenses. Repertorio Americano, 24 (1), 307- 344.
- Ramírez, J. (24- 26 septiembre, 2009). Racismo intelectual y popular en Omar Dengo. Ponencia en el II congreso Internacional.
- Ramírez, J. (1998). Sombras de antes. Editorial Universidad Nacional.
- Ramírez, J. (8-9 de junio, 2016). Visión de la mujer afrodescendiente en Darío: el caso de “La negra Dominga. Ponencia. Coloquio Rubén Darío Contemporáneo. Facultad de Letras de la Universidad de Costa Rica.
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La etnocrítica aboga por que el racismo sea incluido como categoría analítica a la hora de abordar textos producidos en contextos coloniales, euro y etnocéntricos, como es el caso de nuestros países latinoamericanos, en los que los letrados, autoconcebidos blancos, se han encargado de hablar y escribir a, por y sobre los otros, … con el fin de autoafirmarse, negándoles el ser, el saber y el poder. (Solano y Ramírez, 2017, p. 71)
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Fecha del número
Jan-Jun 2023