Biografía
Dr. Carlos de Céspedes Vargas
Probablemente nunca imaginó el prócer de la independencia cubana y autor, en 1868, del manifiesto de independencia conocido como "El grito de Yara", don Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo, que en la dispersión por el mundo de sus descendientes lejanos, uno de ellos, el Dr. Benjamín de Céspedes y Santa Cruz, médico cubano graduado en la Universidad de Madrid, llegaría exiliado a Costa Rica, donde formalizó su hogar con la maestra herediana doña Rosario Vargas Quesada. Fueron a residir a Limón, donde nació Carlos, el menor de seis hermanos, el 30 de noviembre de 1906, uno de los radiólogos más eminentes del país durante el siglo XX.
La muerte prematura de don Benjamín hizo casi imposible cumplir el sueño de Carlos de estudiar medicina como su padre, al no existir en esa época Escuela de Medicina en Costa Rica. Después de graduarse de bachiller en el Liceo de Costa Rica estudió Derecho durante año y medio. Providencialmente un amigo le informó que había becas que otorgaba el Gobierno de Costa Rica, una por cada provincia, para estudiar medicina en Bélgica. Para felicidad del futuro Dr. Carlos de Céspedes Vargas, al optar por la beca correspondiente a la Provincia de Limón había un sólo candidato, él.
Se graduó de médico en la Universidad Libre de Bruselas, alrededor de 1930. Regresó a Costa Rica después de realizar un curso corto de salud pública y fue durante varios años "médico del pueblo". Abrió consultorio como médico general. Eran los tiempos duros de escasez de médicos generales, y con mayor razón de especialistas, para la atención de la creciente población de enfermos en el país.
Esta situación llevó a que muchos médicos en el Hospital San Juan de Dios, por inopia, incursionaran en la anestesiología; en esas circunstancias le correspondió al Dr. de Céspedes, en 1936, asistir al Dr. Moreno Cañas en la célebre y exitosa intervención quirúrgica al joven Gonzalo Madriz, a quien una bala había perforado su corazón.
La radiología diagnóstica no escapaba a esa falta de especialistas, primordialmente por ser una rama reciente de la medicina. Como tal, se había iniciado en 1895, cuando el profesor de Física Wilhem Conrad Röentgen descubrió, en Alemania, lo que él llamó Radiación X, aunque ignoraba por el momento en que consistía dicha radiación. Sus trabajos posteriores consolidaron el descubrimiento portentoso de los Rayos X, que dieron nacimiento a la especialidad de la radiología.
En nuestro país, la historia de la radiología ha sido relatada en publicaciones tanto del Dr. Francisco Arturo Arguedas Haug, como con el aporte del propio Dr. Carlos de Céspedes Vargas en su publicación "Evolución de la radiología como especialidad médica en Costa Rica durante el siglo XX: 1904 1980"1. Para todo radiólogo de nuestro país es casi de lectura obligatoria, ya que informa, entre muchas cosas importantes, que: "El nacimiento de la radiología en Costa Rica sucedió en 1904. En esa época, apenas nueve años después del descubrimiento de los Rayos X, se efectuó la primera radiografía en nuestro país (...) El inicio de esa nueva disciplina en nuestro medio se debió al entusiasmo e interés del Profesor José Brunetti Felix, de origen italiano, residente en Costa Rica desde 1895, quien logró traer un tubo de Rayos X hasta San José". El Dr. de Céspedes continúa señalando que el Hospital San Juan de Dios adquirió el primer equipo de Rayos X, marca Víctor GE, a cargo del Profesor Brunetti en los primeros años. Posteriormente, se crea el servicio de Rayos X bajo la jefatura hasta 1935 del Dr. Benjamín Hernández, médico graduado en París en 1905. El Dr. Hernández tenía especialidades en cirugía y gastroenterología y estudios complementarios sobre Rayos X.
En 1931 el Dr. Carlos de Céspedes Vargas se incorpora en el Colegio de Médicos y Cirujanos. Trabajó en el Hospital San Juan de Dios como residente y luego como asistente en medicina general. Al mismo tiempo, se entrenaba en el servicio de Rayos X, donde fue nombrado asistente en 1938. Durante la década 1930 1940 trabajó como radiólogo en la Clínica Central del Instituto de Seguros.
Al Dr. de Céspedes le correspondió iniciarse en la especialidad cuando ésta era incipiente en nuestro país, sin equipos óptimos de Rayos X, aún para la época, sin cursos de radiodiagnóstico al no existir profesorado, ni normas adecuadas de protección radiológica para el paciente, para el personal auxiliar y para el médico radiólogo y la carencia más sentida: sin personal de apoyo técnico adecuado para el manejo del paciente y toma de radiografías de buena calidad para un mejor diagnóstico.
Esas difíciles condiciones más destacan la personalidad estudiosa y tesonera del Dr. de Céspedes, quien, a lo largo de los años acumuló una gran experiencia y se formó en la especialidad como un radiólogo eminente y autodidacta. Alguna vez nos contó, nostálgico, que en determinados momentos, al inicio de su vida profesional, se vió ante una insólita situación: aunque lo deseaba, no podía salir a realizar cursos de perfeccionamiento al exterior, por inopia de radiólogos en Costa Rica.
Contrajo matrimonio en 1936 con doña Ada Montealegre Morales. De ese matrimonio nacieron: un hijo, actualmente el colega Dr. Carlos de Céspedes Montealegre y una hija, Milena.
Para esa época, el Dr. de Céspedes Vargas y el Dr. Cabezas Duffner -médico radiólogo graduado en París y jefe del Departamento de Radiología del Hospital San Juan de Dios a partir de 1938- eran los únicos dos radiólogos que, en nuestro país, ejercieron la especialidad durante la década de 1940, tanto a nivel hospitalario como privado. En 1942 fue llamado el Dr. de Céspedes para inaugurar y organizar el servicio de Rayos X del Hospital Central (actualmente Hospital Dr. Calderón Guardia) de la naciente Caja Costarricense del Seguro Social. Inicialmente la situación era precaria, un equipo de Rayos X y un radiólogo.
Las décadas de los cuarenta y cincuenta fue un período caracterizado por la escasez de médicos radiólogos en el país. Durante el tiempo que el Dr. de Céspedes estuvo al frente del servicio de Rayos X del Hospital Central paulatinamente fueron incorporándose a éste, así como en otros hospitales del país, radiólogos graduados en América y Europa, hasta llegar a conformar, en el último cuarto del siglo XX, verdaderos grupos de especialistas en radiología en los principales hospitales del área metropolitana. Estos grupos pronto se fortalecieron con los graduados nacionales, provenientes de los Programas de posgrado de radiología e imágenes médicas de la CCSS, CENDEISSS y UCR en las postrimerías del siglo pasado.Estas décadas también coincidieron con un déficit agudo de personal especializado en tecnología radiológica. Aún cuando regresaron al país algunos técnicos en radiología con muy buena formación en el exterior, y se realizaban cursos aislados nacionales, nunca fue suficiente para cubrir las necesidades básicas. En esas circunstancias, el Dr. Carlos de Céspedes Vargas y el Dr. James Fernández Carballo, por encargo de la Asociación Costarricense de Radiología, solicitaron, y obtuvieron su aprobación de parte de la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica, para que ésta concediera su patrocinio con el objetivo de crear un Programa de formación de Técnicos en Radiología. El Dr. de Céspedes fue designado como primer director de ese programa, que fue exitoso y constituyó uno de sus logros más importantes. Posteriormente el Dr. James Fernández Carballo lo sucedió en la Dirección del programa.
El Dr. de Céspedes fue electo Presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica en 1949. En 1953 formó parte de la Comisión Pro-Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica, establecida por el Rector Rodrigo Facio.
El Dr. de Céspedes Vargas se jubiló en 1973 despues de una fructífera trayectoria en el campo de su especialidad, distinguiéndose en su dilatada labor profesional, así como en el campo de las relaciones humanas con los pacientes, con el personal técnico y administrativo de su servicio y del hospital, y con sus colegas, quienes siempre lo consideramos un gran radiólogo docente, un hombre de bien, estudioso, culto. Un verdadero caballero. A todos nos distinguió con su amistad y su apoyo.
La CCSS quiso honrar la vida profesional del Dr. de Céspedes en su sesión de Junta Directiva del 31 de Enero de 1973, y a partir de esa fecha el servicio de radiología del Hospital Dr. Calderón Guardia ostenta el nombre de "Dr. Carlos de Céspedes Vargas". Honrar, honra. El suscrito tuvo la dicha de asistir a ese acto y el honor de sucederlo en el cargo a partir de ese mismo año.
Aún después de su jubilación, el Dr. de Céspedes continuó teniendo influencia en el desarrollo de la radiología en el país. Dio valiosa asesoría y apoyo firme al coordinador de posgrado de esa época (al igual que otros colegas radiólogos) en la formulación del programa de posgrado en la especialidad de radiología e imágenes médicas, presentado al Sistema de Estudios de Posgrado de la Universidad de Costa Rica en 1984 y aprobado por el SEP de esa universidad en mayo de 1985.
El Dr. de Céspedes fue un especial testigo y protagonista de la espectacular evolución de la radiología e imágenes médicas en nuestro país y en el mundo sucedida en los últimos lustros. Este desarrollo se refleja en la existencia, hoy en día, de un grupo numeroso de jóvenes radiólogos e imagenólogos altamente entrenados en las diferentes ramas de la especialidad y en el gran avance diagnóstico propiciado por equipos cada vez más sofisticados. Ciertamente, la imagen médica analógica convencional del equipo de Rayos X sigue siendo utilizada frecuentemente. Sin embargo, hoy se cuenta con múltiples variantes de la era digital que utilizan radiación ionizante (radiología digital, tomografía computarizada, mamografía, entre otros), además de técnicas fluoro-radiográficas angiográficas invasivas, la angiografía por sustracción digital así como las técnicas no invasivas, o ligeramente invasivas cuando se inyecta medios de contraste o trazadores radioactivos. Se tiene al ultrasonido, con técnica doppler, y la resonancia magnética que no utilizan radiación ionizante. La resonancia magnética o la tomografía computarizada pueden combinarse con la medicina nuclear como en la tomografía por emisión de positrones.
Para el Dr. de Céspedes este amplio panorama actual contrasta con la penuria imperante en la especialidad al inicio de su carrera, lo que hace todavía más valiosa su labor de pionero y eleva el decisivo papel que él desempeñó en el progreso de la radiología en Costa Rica.
Dr. Jorge Vargas Segura
Radiólogo
Miembro Honorario del Colegio de Médicos y Cirujanos
Miembro Honorario de la Academia Nacional de Medicina de Costa Rica
Referencia
Referencias bibliográficas
Fechas de Publicación
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Publicación en esta colección
18 Set 2012 -
Fecha del número
Jun 2012