Resumen
Objetivo. Analizar las cosmovisiones de la Pachamama, minga colectiva, religiosidad popular, cuento pastuso y Carnaval de Negros y Blancos en el contexto de los Pastos para consolidar la cultura de paz en el marco del acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.
Metodología. Se realizó una investigación con enfoque cualitativo y etnográfico con miras a la descripción del estilo de vida, comprensión e interpretación de la realidad humana y social, y sus implicaciones educativas en diversos escenarios. Se eligió a un selecto grupo de docentes para las entrevistas en profundidad, a personas campesinas e indígenas para las entrevistas informales, y la observación participante en municipios de ascendencia pastusa. La información se estructuró en cuatro categorías inductivas en el programa de análisis de datos cualitativos Atlas. Ti.
Resultados. Los principales resultados indican que las cosmovisiones podrían ser referentes teórico-prácticos necesarios y pertinentes para la resolución y transformación de los conflictos y para la educación y consolidación de la cultura de paz.
Conclusión. Los referentes conceptuales son importantes para valorar el colectivismo económico, social y cultural; conservar el equilibrio, la armonía, la reciprocidad y la complementariedad; promover el tejido social, la pervivencia y el buen vivir; y gestionar la fiesta, el buen humor y la felicidad. Se recomienda conocer los contextos étnico-culturales para ofrecer una educación integral, libertaria, emancipadora y contextualizada.
Palabras claves: Cosmovisiones; cultura de paz; educación; posconflicto
Abstract
Objective. To analyze the worldviews of the Pachamama, collective minga, popular religiosity, Pastuso’s tales, and Carnival of Blacks and Whites in the context of Los Pastos to consolidate the culture of peace within the framework of the final agreement for the termination of the conflict and the construction of a stable and lasting peace.
Method. An investigation with a qualitative and ethnographic approach was conducted to describe the lifestyle, understanding, and interpretation of human and social reality and its educational implications in various settings. A select group of teachers was chosen for in-depth interviews, as well as peasants and indigenous people for informal interviews; besides, participant observation was implemented in municipalities of Pastuso descent. The information was structured in four inductive categories in the qualitative data analysis program Atlas.Ti.
Results. The main results indicate that worldviews could be necessary and pertinent theoretical-practical references for the resolution and transformation of conflicts and the education and consolidation of the culture of peace.
Conclusions. Conceptual references are important to value economic, social, and cultural collectivism; preserve balance, harmony, reciprocity, and complementarity; promote the social fabric, survival, and good living; and manage partying, good humor, and happiness. It is recommended to know the ethnic-cultural contexts to offer a comprehensive, libertarian, emancipatory, and contextualized education.
Keywords: Worldviews; peace culture; education; post-conflict
Resumo
Objetivo. Analisar as cosmovisões da Pachamama, minga coletiva, religiosidade popular, conto Pastuso e Carnaval de Negros e Brancos no contexto de Los Pastos para consolidar a cultura de paz no marco do acordo final para o término do conflito e a construção do uma paz estável e durável.
Metodologia. Realizou-se uma pesquisa qualitativa e etnográfica, com o objetivo de descrever o estilo de vida, a compreensão e a interpretação da realidade humana e social e suas implicações educacionais em diversos contextos. Um grupo seleto de professores foi escolhido para entrevistas em profundidade, camponeses e indígenas para entrevistas informais e observação participante em municípios de ascendência Pastusa. As informações foram estruturadas em quatro categorias indutivas no programa qualitativo de análise de dados Atlas. Ti.
Resultados. Os principais resultados mostram que cosmovisões de mundo podem ser referências teórico-práticas necessárias e pertinentes para a resolução e transformação de conflitos e para a educação e consolidação da cultura de paz.
Conclusão. Os referentes conceituais são importantes para valorizar o coletivismo econômico, social e cultural; preservar equilíbrio, harmonia, reciprocidade e complementaridade; promover o tecido social, a sobrevivência e o bem viver; e promover a festa, bom humor e felicidade. Recomenda-se conhecer os contextos étnico-culturais para oferecer uma educação integral, libertária, emancipatória e contextualizada.
Palavras-chave: Cosmovisões; cultura de paz; educação; pós-conflito
Introducción
El análisis de las cosmovisiones de la Pachamama, minga colectiva, religiosidad popular, cuento pastuso y Carnaval de Negros y Blancos en el contexto de los Pastos, redimensionan la cultura del sur occidente de Colombia, porque aportan referentes conceptuales para la educación y consolidación de la cultura de paz en el marco del acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. Los problemas generados por el conflicto armado interno no se terminaron con la firma del acuerdo en el año 2016, persisten y hay nuevas formas de violencia. Human Rights Watch (2020) plantea:
En 2019, la población civil sufrió abusos a manos de miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidentes de las FARC y grupos sucesores del paramilitarismo. Defensores de derechos humanos, periodistas, líderes indígenas y afrocolombianos y otros activistas comunitarios han sufrido amenazas de muerte y actos de violencia. El gobierno ha adoptado medidas insuficientes para proteger a estas personas. (párr. 2)
La finalidad del acuerdo de paz es la construcción de la paz en todo el territorio nacional y el objetivo central de ese proceso es el restablecimiento de la dignidad humana a corto, mediano y largo plazo con la participación de todos los actores que quieren y desean rehacer el tejido social. Por esto, es necesario y urgente que se continúe con la implementación de los acuerdos, que se garanticen las condiciones socioeconómicas necesarias para llevar a cabo las acciones conjuntas de paz en los territorios y que se respeten las libertades de todos los actores participantes. En este rincón del país, la violencia ha resurgido con crudeza afectando a la población más indefensa y vulnerable: afrodescendientes, indígenas, campesinos, mujeres, niñas y niños. El narcotráfico, las disidencias de las FARC, el ELN, los paramilitares y la delincuencia organizada siguen agudizando el conflicto en la zona.
Ante esta situación es inaplazable en Colombia la promoción de la cultura de paz como proyecto educativo, para cambiar las actitudes y los comportamientos violentos en la resolución de los conflictos. La cultura de paz requiere acciones positivas que contribuyan a generar pequeños cambios en las costumbres y estilos de vida. Tal como lo expresa la Resolución A/RES/52/13 de la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (UNESCO, 1998): ''Promover la cultura de paz por medio de la educación … para promover valores, actitudes y comportamientos que propicien la cultura de paz, como la solución pacífica de los conflictos, el diálogo, la búsqueda de consensos y la no violencia'' (p. 1).
Para la realización de este propósito, en el departamento de Nariño, es fundamental retomar las cosmovisiones de los Pastos porque son referentes teórico-prácticos para la construcción de la paz regional. Estas cosmovisiones contienen valores, principios, saberes y prácticas agroganaderas y socioculturales con las cuales se ha cimentado la estructura económica, política y educativa en el transcurso de su historia. La construcción de la paz territorial necesariamente debe partir de los contextos locales, del conocimiento de los grupos que habitan la región, del potencial de la organización y participación de los movimientos y grupos sociales y en este caso particular de los Pastos: su historia, sus cosmovisiones, sus aspiraciones, sus necesidades y sus fortalezas.
El orden que se seguirá en este artículo es el siguiente: aproximación al concepto de cultura, estudios e investigaciones sobre la paz, contexto y acuerdo final de paz, cosmovisiones, buen vivir y bien común, educación y cultura de paz, metodología, caracterización de las personas participantes, resultados, análisis, discusión y conclusiones.
Aproximación al concepto de cultura
El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana (Título I, Art. 7), es obligación del Estado y de las personas proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación (Título I, Art. 8) (Asamblea Constituyente de Colombia, 1991). Los estudios étnico-culturales adquieren relevancia y pertinencia en el ámbito académico e investigativo por el incesante deseo de conocer las particularidades de los pueblos y de las culturas: sus costumbres, celebraciones, idioma, mestizaje, organización, religión, política, economía, educación, axiología, etc. En la actualidad estos temas se debaten en todas las ciencias porque contribuyen al conocimiento interdisciplinario y transdisciplinario, ya que la pluralidad de enfoques y perspectivas enriquecen las epistemologías y metodologías de todas las ciencias, especialmente de las sociales y humanas.
La cultura siempre será el tema de mayor interés debido a la diversidad, pluralidad, complejidad y subjetividad que entraña su estudio en contextos multiculturales, interculturales y pluriétnicos. Geertz (2003) da a entender que las cosmovisiones favorecen la comunicación entre las personas de un pueblo porque son concepciones que se expresan a través de símbolos conocidos por todos los cuales posibilitaban el conocimiento, la vivencia de experiencias socio-culturales y las relaciones interpersonales. Estas concepciones remiten a las maneras en que la gente trabaja y se relaciona con la madre tierra, se comunica y crea parentescos, celebra sus creencias, disfruta de las etapas de la vida y hace fiestas para recordar su historia. En este particular, ''la cultura es entendida como una dimensión transversal vinculada a los tres pilares de la sostenibilidad: economía, entorno social y ecología; los cuales han de articularse a través de políticas y prácticas situadas que atiendan a la especificidad del contexto'' (García Vallinas y Almanza Iglesias, 2018, p. 90). ''Existe con frecuencia una evidente diversidad cultural distribuida con distintas proporciones que, junto a las diferentes minorías étnicas, nos llevan a ser conscientes de la diversidad cultural como fenómeno social y antropológico de nuestra época'' (Sánchez Fernández, 2018, p. 2).
Una particularidad especial en este estudio es que el concepto de cultura está enriquecido por el pensar, sentir y actuar del pueblo de los Pastos. El pensar está directamente relacionado con las ideas y los conceptos que ancestralmente se han elaborado en torno a los principios duales: espacio/tiempo, armonía/equilibrio, complejidad/conflictividad, unidad/totalidad, rotación/descanso, arriba/abajo, churo cósmico/ciclos vitales, entre otros. El sentir con el arte, la estética, la literatura, la ética, la moral, la educación, la democracia y la política, expresado especialmente en las fiestas culturales, cívicas, religiosas, patronales, a santos y mamitas, Inti Raymi, las mojigangas, el festival del humor, y el Carnaval de Negros y Blancos. El actuar manifiesto en todas las interrelaciones posibles, en las actitudes, comportamientos y conductas de las personas y de las comunidades, articulado a una escala de valores organizativos y orientadores de la vida familiar y social.
Estudios e investigación sobre la paz
Los estudios de la paz, según del Arenal (1987), surgen conjuntamente con la investigación para la paz:
la investigación sobre la paz, con la perspectiva crítica y radical que la caracteriza, constituye, de esta forma, un campo de estudio de dimensiones difícilmente determinables, pero con un propósito claro, como es la realización de la paz en la sociedad humana, y un objeto de estudio en continuo enriquecimiento. (p. 565)
Los estudios de la paz se consolidan a finales de la década de los cincuentas en Estados Unidos con los primeros reportes de resolución de conflictos y paz, luego se robustecen en Europa con la creación del primer Instituto de la Paz, cuyo principal exponente fue Johan Galtung. Galtung (1998) creó los conceptos de paz negativa definiéndola como ausencia de violencia y guerra, y de paz positiva como la integración de la sociedad humana o ausencia de violencia directa, estructural o indirecta. Mediante el triángulo de la violencia analiza la relación y dependencia entre violencia directa, física y verbal a su vez visible para todas las personas; la violencia estructural y la violencia cultural o cualquier aspecto de una cultura que pueda ser utilizada para legitimar la violencia en su forma directa o estructural, fuerzas y poderes invisibles e indirectos, pero no menos violentas que las visibles.
En Colombia, la violencia directa se evidencia en los enfrentamientos armados, las peleas, las riñas, los asesinatos selectivos, los secuestros, el maltrato intrafamiliar, el ajuste de cuentas, los falsos positivos, etc. La violencia cultural se manifiesta en las creencias, las costumbres, los imaginarios y los hábitos que legitiman el patriarcado, el machismo, el sexismo, el racismo, la exclusión, la xenofobia, la homofobia, etc. Y la violencia estructural se agazapa en estructuras y sistemas que impiden la promoción y garantía de los derechos humanos, andamiajes político administrativos que generan desigualdades laborales, salariales, de acceso a la educación, a la salud, a la justicia, etc.
Paz imperfecta
Entre la paz negativa y la paz positiva hay un rescoldo de esperanza para la construcción de una paz estable y duradera. Muñoz (2001), junto con otros investigadores del Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada, España, propuso la concepción de paz imperfecta: ''(son] experiencias y estancias en las que los conflictos se han regulado pacíficamente'' (p. 14), también afirma que se llama imperfecta porque, a pesar de gestionarse pacíficamente las controversias, convive con los conflictos y algunas formas de violencia (Muñoz, 2001). En este sentido, entendemos la paz imperfecta como ''una categoría de análisis que reconoce los conflictos en los que las personas y/o grupos humanos han optado por potenciar el desarrollo de las capacidades de los otros, sin que ninguna causa ajena a sus voluntades lo haya impedido'' (Muñoz y Molina, 2010, p. 47), ''la paz imperfecta, la paz inacabada, en permanente construcción, responsabilidad de todos y todas, procesual; paradójica porque vive con la violencia'' (Jiménez Arenas, 2018, p. 12), es decir, una paz imperfecta, inconclusa e incompleta porque siempre se debate entre la complejidad y la conflictividad del ser humano. Entonces, ''la construcción de la paz es un proceso continuo y permanente como permanente es la presencia del conflicto en la vida humana'' (Harto de Vera, 2016, p. 143).
La conflictividad está presente en la dinámica de la existencia humana, es el movimiento, el fluir y el cambio. El conflicto es una realidad inherente a la condición humana. Sin el conflicto sería casi imposible el desarrollo de sus capacidades, potencialidades y de todas sus dimensiones. ''El conflicto forma parte del universo, de todas las realidades que lo componen y de las relaciones que se establecen entre ellas'' (Muñoz, 2001, p. 11). Calderón Concha (2009) retoma a Galtung y afirma que ''los conflictos … son … inherentes a todos los sistemas vivos, en cuanto portadores de objetivos'' (p. 61). Entonces, es necesaria una educación que ayude a transformar los conflictos personales y sociales, a buscar condiciones para una vida mejor
En Estados Unidos, el profesor e investigador John Lederach ha trabajado su propuesta sobre la estructura y dinámica del conflicto, bases para la comprensión y para la regulación de este mismo. Considera que en todo conflicto están implicadas las personas, el proceso y el problema y que la causa puede ser alguna de ellas porque siempre están en permanente relación. Por ello al analizar un conflicto hay que tener en cuenta el universo que comporta cada uno.
Lederach (1989) afirma:
La transformación del conflicto es una forma de visualizar y responder al ir y venir de los conflictos sociales como oportunidades que nos da la vida para crear procesos de cambio constructivo que reduzcan la violencia e incrementen la justicia en la interacción directa y en las estructuras sociales, y respondan a los problemas de la vida real en las relaciones humanas. (p. 143)
Los conflictos son oportunidades que nos da la vida para reducir las violencias y generar justicia y bienestar social. El politólogo y pensador Gene Sharp (1928-2018) estudió y promovió el uso de la acción no violenta para democratizar el mundo. En el ambiente académico es conocido por su defensa de la noviolencia como lucha contra el poder. Para Sharp (1988), el concepto básico y de fundamentación para la lucha política por medio de acciones noviolentas plantea: ''el ejercicio del poder del gobernante requiere el consentimiento del gobernado, quien, al retirar el consentimiento, puede controlar, y hasta destruir el poder del contrincante'' (p. 21). El poder, aparentemente, está en dirigentes y líderes de turno, pero, en realidad está en la ciudadanía, en el pueblo que elige, es una lucha permanente entre el poder y la autoridad, un grupo manda y otros obedecen, pero cuando sus líderes mandan mal, reprimen y violan sistemáticamente los derechos de la ciudadanía, el pueblo se levanta y asume su condición de elector primario y no obedece, entonces, sin la obediencia del pueblo, sus dirigentes quedan sin el poder y no pueden gobernar.
Contexto y acuerdo final de paz
En la región sur occidente de Colombia se ubica el departamento de Nariño, con capital San Juan de Pasto, caracterizado por su diversidad étnica, cultural, biológica e histórica. Grupos prehispánicos habitaron sus territorios y en el transcurso de la conquista y colonización española se mezclaron dando origen a un mestizaje único y particular. Sin embargo, el conflicto armado interno ha generado infinidad de problemas: desplazamiento forzado, usurpación de tierras, asesinatos, secuestro, extorsión, minería ilegal, contaminación y deforestación, entre otros, los cuales se agudizan con el narcotráfico, la guerrilla, los paramilitares y la delincuencia común organizada, etc.
En Colombia la paz es concebida como derecho de solidaridad, derecho colectivo, derecho a disfrutar de todos los bienes, riquezas y patrimonios que brinda la naturaleza y la cultura, es decir, digno de ser, de la dignidad humana. Tiene relación con la autonomía, participación y el acceso a los asuntos públicos porque de acuerdo con la Asamblea Constituyente de Colombia (1991), artículo 22 dice que ''la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento''.
En el marco del acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera (2016) se vislumbran cambios y transformaciones sociales necesarias para el país en materia agraria, drogas ilícitas, víctimas, participación política y justicia. Pero, para que la paz sea una realidad, es urgente llegar a consensos sobre la paz que queremos y necesitamos, sobre la participación ciudadana en su construcción, sobre las condiciones y garantías en las regiones y en los territorios. No será una tarea fácil, el concepto de paz es polisémico, inter y transdisciplinario y, por esto, el primer consenso es sobre lo que entendemos por paz y cómo construirla.
Cosmovisiones, buen vivir y bien común
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, 2013) en Mindala y Shagra recoge los aportes de los resguardos indígenas de Cumbal, Ipiales y Carlosama quienes conciben a la Pachamama como la ''eterna paridora, todo en ella vive, respira, habla; con la mujer y el hombre hay una relación de MADRE: HIJO, que incluye un sofisticado ritual de producción y una ética de responsabilidad por la continuidad y el equilibrio'' (FAO, 2013, p. 33).
La cosmovisión de la pachamama es un concepto integrador y holístico: Todo lo que contiene y hay en ella es para toda la humanidad sin distinción alguna. Esto significa que todas las personas de la comunidad pueden beneficiarse de ella. ''Todas las personas de todas las sociedades dependen de la economía de la naturaleza para sobrevivir. Cuando el principio organizador de la relación entre la sociedad y la naturaleza es el sustento, la naturaleza existe como bien común'' (Mies y Shiva, 1998, p. 163). De la pachamama surge la idea del bien común como una condición sine qua non para el buen vivir en directa relación con la minga colectiva, la cual se sostiene en las manos prestadas, símbolo de ayuda y servicio y clave para entender la construcción del tejido social y comunitario. Enriquecido por las prácticas religiosas y celebraciones de amor, perdón y caridad en las fiestas patronales y conmemorativas, y del humor pastuso, provocador de alegría, risa y esparcimiento, expresado de mil maneras en el carnaval de Negros y Blancos, el mayor escenario intercultural y triétnico posibilitador del juego, la fiesta, el ocio y el derroche de arte, poesía, música y danza.
El buen vivir es una filosofía andina directamente relacionada con el bien común y con las cosmovisiones, se refiere al bienestar personal y social, a una vida digna en plenitud y a la realización ideal y hermosa del planeta. La tradición indígena ha legado a la sociedad una relación de equilibrio, armonía, reciprocidad y complementariedad con la pachamama en perspectiva social y comunitaria, tomar solo lo necesario, retribuir y complementar para el cuidado, la preservación, la sostenibilidad y la sustentabilidad. Este ideal se encuentra sintetizado en el Sol de los Pastos que es la iconografía más representativa de su estructura social, económica y cultural. Cuando el sol brilla proyecta ocho puntas que representan los estadios del espíritu humano, los ocho principios vitales: el saber, la riqueza, la familia, la salud, el placer, los amigos, las amigas, la comunidad y los hijos e hijas. Al norte se ubican las comunicaciones y las relaciones interpersonales, al sur los triunfos y los éxitos alcanzados, al este los conocimientos y la sabiduría y al oeste la recreación, el placer y el disfrute de la vida. El sol de los Pastos materializa el quehacer cotidiano de la existencia y proyecta los ideales del ser humano de la franja andina del actual departamento de Nariño.
Educación y cultura de paz
Las cosmovisiones contienen conceptos valiosos e importantes para la consolidación de la cultura de paz, porque aborda los valores, los principios, los comportamientos, los ideales y la educación.
La finalidad de toda educación es la formación integral del sujeto, fundamentada en la axiología porque es la responsable del estudio de los valores y los principios que orientan la vida humana. Los valores representan ideales, sueños y aspiraciones. Estos valen por sí mismos, son todo aquello que se considera valioso y estimable, y provienen del interior de las personas, de su mente y corazón, son importantes por lo que son, por lo que significan y por lo que representan. Se expresan de múltiples maneras, especialmente a través de actitudes, comportamientos y conductas. Gómez Collado y García Hernández (2018) afirman que ''educar supone ejercitar los valores que posibilitan la vida social, el respeto a los derechos y libertades fundamentales y el desarrollo de hábitos de convivencia democrática'' (p. 64). Entonces, ''la educación está llamada a ser 'primer actor’ en la construcción de la cultura de paz desde la formación en valores en un escenario de desarrollo sostenible'' (Hernández Arteaga et al., 2017, p. 166), ''una educación para la paz, articula, en su desarrollo, la educación ético-moral y la educación política como campos de conocimiento esenciales para la paz'' (Arias Campos et al., 2019, p. 50).
Las buenas costumbres hacen relación a un estilo de vida basado en valores, principios y actitudes perdurables, y transmitidos a las nuevas generaciones a través de la educación, entendida como el medio fundamental para consolidar la cultura de paz. En este sentido, Mayor Zaragoza (2003) decía que ''la situación actual, los conflictos interétnicos e interculturales, la exclusión y la marginalidad, las sociedades pobres y las ricas son cuestiones que reclaman una educación para la paz'' (p. 23). Toda educación ha de ser para la paz, para una cultura de paz, porque debe estar fundamentada en los derechos humanos, ''la paz es fundamental como vivencia y finalidad de una educación fundamentada en los derechos humanos y la ciudadanía democrática'' (Arias Campos et al., 2019, p. 26). Es decir, una educación innovadora, liberadora y transformadora, como la concibe Freire (1967): ''la educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo'' (p. 27).
La paz abarca todas aquellas realidades en las que se regulan pacíficamente los conflictos, es decir, todas las dimensiones y aspectos del ser humano en contexto. Lo que lleva a pensar que la paz es cultura, porque es poner a su favor el pensar, sentir y actuar de un pueblo, como lo da a entender Guadarrama González (2019): ''las condiciones de paz normalmente propician el desarrollo de la cultura. Recíprocamente la promoción de la cultura, especialmente la cultura de paz, propicia que los conflictos no se resuelvan de forma violenta'' (p. 43). En esta perspectiva son fundamentales los conceptos de territorio, pervivencia, tejido social, buen vivir, festividad, humor, educación, entre otros, porque son la base de categorías estructurales sobre economía, justicia, libertad, bien común, política, sostenibilidad y sustentabilidad medioambiental.
Lo que se quiere expresar con la afirmación de que la paz es cultura, es que para su concepción, consolidación o construcción es un imperativo partir de la cultura de los pueblos y retomar sus saberes, conocimientos y maneras ancestrales en la resolución de los conflictos y mantenimiento de sus costumbres, tradiciones, valores y principios. En este sentido, la cultura de paz ''consiste en una serie de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos al tratar de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante el diálogo y la negociación entre las personas, los grupos y las naciones'' (UNESCO, 1998, p. 1).
Esta importancia radica en concebir la cultura de paz como un proyecto educativo, sustentado en valores, principios, actitudes y comportamientos, que en términos pedagógicos significa que son enseñados y aprendidos tras el diseño de un plan curricular integral, abierto, crítico e intercultural. La cultura de paz hace un llamado al mundo entero a cambiar las actitudes y comportamientos violentos, a optar por el diálogo sincero y abierto, a educar a las nuevas generaciones sobre las múltiples maneras de transformar los conflictos para mejorar la convivencia, el bienestar social, la justicia, la libertad, la dignidad, por esto, la cultura de paz ''significa transformar los conflictos, prevenir los conflictos que puedan engendrar violencia y restaurar la paz y la confianza en poblaciones que emergen de la guerra'' (UNESCO, 1998, p. 3).
Educar para una cultura de paz significa educar para la crítica y la responsabilidad, para la comprensión y el manejo positivo de los conflictos, así como potenciar los valores del diálogo y el intercambio y revalorizar la práctica del cuidado y de la ternura, todo ello como una educación pro-social que ayude a superar las dinámicas destructivas y a enfrentarse a las injusticias. (Fisas, 2011, p. 4)
Por ello, educar para la cultura de paz requiere tener en cuenta los aportes étnico-culturales, las dinámicas socioeconómicas y las condiciones demográficas de las comunidades. En este sentido ''cabe destacar que respecto a los temas que se deben abarcar en la Educación para la Paz para promover una cultura de paz … (está] la convivencia, la cooperación, la igualdad de género, los Derechos Humanos, la no violencia, la comprensión internacional, el desarrollo sostenible y la resolución de conflictos'' (Santamaría-Cárdaba, 2019, p. 73). Es decir, debe haber una mirada integral e integradora de todas las dimensiones del ser humano en contexto para articularlas a los programas curriculares, y relacionarlos con la Agenda 2030 del Desarrollo Sostenible, ''la educación para la paz debe resaltar la cotidianidad y la sencillez en la creatividad atenta para el desarrollo sostenible, así como la intersubjetividad y la performatividad como dos de sus atributos esenciales'' (París Albert, 2019, p. 39).
Metodología
La investigación se suscribió en el enfoque de investigación cualitativa etnográfica para comprender e interpretar la realidad humana y social de Los Pastos. A través de la entrevista en profundidad, la observación participante y la revisión documental se recogió información importante del personal docente, personas campesinas e indígenas de los municipios, veredas y lugares visitados. Se elaboraron cartas al personal docente seleccionado para participar en la investigación, firmar el consentimiento informado y acordar fechas y lugares para las entrevistas. ''La observación participante es el proceso que faculta a los investigadores a aprender acerca de las actividades de las personas en estudio en el escenario natural a través de la observación y participando en sus actividades'' (Kawulich, 2005, p. 2). Se recogió información en época de siembra y cosecha, fiestas patronales, fiestas a santos y mamitas, Inti Raymi, bautismos, matrimonios, funerales, Carnaval de Negros y Blancos, mojigangas, entre otros, por ello la permanencia del investigador en estos lugares estuvo motivada por las celebraciones y rituales coyunturales, las fiestas agrarias y patronales.
Se elaboraron preguntas abiertas para la observación participante y notas de campo in situ de acuerdo con las visitas programadas a los municipios y veredas. Se realizaron 20 preguntas abiertas para las entrevistas con el personal docente universitario y conversaciones informales con campesinado e indígenas. ''Cuando un investigador decide emplear la entrevista durante el trabajo en terreno, pretende poder dar cuenta exhaustiva y rigurosamente del pensar del otro'' (de Tezanos, 1998, p. 99).
Caracterización de participantes
Se escogió a un grupo selecto de docentes para las entrevistas en profundidad teniendo en cuenta su formación académica e investigativa, su liderazgo regional, su conocimiento de la cultura regional y de los grupos étnico-culturales, especialmente de Los Pastos: dos reconocidos historiadores miembros de la Academia Nariñense de Historia, el director del Instituto Andino de Artes Populares, la antropóloga e investigadora del Carnaval y del Qhapaq-ñan y el exrector y exgobernador del departamento de Nariño. El análisis de la información fue un proceso dinámico, permanente y creativo. Por eso, al momento de la construcción teórica fue necesario volver una y otra vez sobre la información sistematizada para ajustarla y optimizarla. En este particular, el principal instrumento del enfoque cualitativo es el propio investigador, puesto que su formación, su experiencia y su habilidad frente a los contextos ''lo preparan para interpretar las complejidades de la realidad estudiada, y le confieren autoridad para atribuirles significado y sentido a la información en el contexto social y teórico conocido'' (Bonilla-Castro y Rodríguez Sehk, 2000, p. 72), porque en el proceso de interacción con el otro se generan sentimientos recíprocos que posibilitan el compartir las experiencias, los saberes, los conocimientos y las emociones, es lo que comúnmente llamamos intersubjetividad, entendida como el reconocimiento y la valoración del otro. En este sentido, ''la validez es la fuerza mayor de las investigaciones cualitativas y etnográficas, porque es el grado de coherencia lógica interna de los resultados'' (Bonilla-Castro y Rodríguez Sehk, 2000, p. 150).
En este estudio, las categorías y subcategorías inductivas se formularon de acuerdo con los objetivos de la investigación. A posteriori la información se clasificó y se codificó acorde al sistema categorial para luego ingresarlas en el programa de análisis de datos cualitativos Atlas. Ti, bajo la estructura superfamilias y familias. Este sistema de análisis de contenidos sistematizó y jerarquizó la información en matrices para su posterior interpretación y triangulación teórica con los aportes de las observaciones y la revisión documental. Las citas corresponden a las entrevistas en profundidad realizadas al personal docente: entrevista (e), docente (d), pregunta (p), cada uno con su seudónimo: Machín, Rumi, Warmi, Inti y Runa.
Resultados, análisis y discusión
El análisis de las cosmovisiones étnico-culturales: Pachamama, minga colectiva, religiosidad popular, cuento pastuso y Carnaval de Negros y Blancos aportan referentes teórico-prácticos para la educación y consolidación de la cultura de paz y se condensan en cinco categorías en la Tabla 1.
La Pachamama: Fuente de la cosmovisión agrícola, laboral y económica
Los sujetos entrevistados coinciden en afirmar que la Pachamama o madre tierra es un concepto holístico y abarcante porque integra todas las realidades de la naturaleza, se aprecian en la Tabla 1 las tres dimensiones más importantes: agrícola, laboral y económica. Machín sostiene que siempre ha existido una concepción sobre la naturaleza, sobre la Pachamama, entonces no hay tiempo, no hay espacio, porque ese es un continuo cultural y filosófico (e1d1p2:42,7). Warmi opina que el concepto de 'Pacha’ es el concepto del tiempo/espacio, y 'mama’ hace alusión a la tierra, entonces, es la concepción del tiempo/espacio asociada a la madre naturaleza específicamente (e1d3p2:17,20). Runa sostiene que es como una divinidad para los pueblos, como una protectora de algo o suministradora de bienes o prestadora de servicios (e1d4p6:6,14). Por su parte Inti afirma que es la madre, la que todo provee, la que no se puede herir, contaminar, la que hay que preservar (e1d5p7:7,5).
Esta cosmovisión ancestral es fundamental para entender los conceptos de unidad, armonía, equilibrio, reciprocidad, complementariedad, bien común, territorio, pervivencia, chagra, productividad, semillas, identidad, pertenencia y trabajo. En este particular, Shiva (1995), afirma que ''solo existe un camino para la supervivencia y la liberación de la naturaleza, la mujer y el hombre: el ecológico basado en el equilibrio y la diversidad planteado como oposición al dominio, la explotación y el llamado desarrollo'' (p. 43).
El concepto de pachamama aborda infinidad de interrelaciones básicas y fundamentales para entender su dimensión espacio-temporal, Inti afirma que, en las percepciones indígenas, en todas, hay una comunión entre la naturaleza y el hombre, entre naturaleza y sociedad, desde épocas precolombinas (e1d5p7: 7,10). Para Machín, Pachamama significa fertilidad de la tierra, armonía y relación dialéctica entre el ser humano y la naturaleza (e1d1p2:10,35). Y para Warmi la tierra es un anclaje y es lo que identifica y lo que permite ser persona (e1d3p2:38,55). De esta forma, se da una relación material porque funge una dependencia de subsistencia, reciprocidad, complementariedad y productividad. De la armonía y el equilibrio nace el concepto de reciprocidad entendida como la relación de las partes con el todo y la complementariedad como la capacidad para conservar todo lo que existe para garantizar la sostenibilidad medio ambiental y la sustentabilidad alimentaria de las futuras generaciones.
Las voces de Inti y Machín lo atestiguan: la Pachamama es la madre tierra que lo provee todo, y no se la puede ni se la debe contaminar, deforestar, herir, dañar o destruir (e1d5p7:5,10). Es una concepción que muestra que el ser humano depende absolutamente de la madre tierra y por esta razón no se la puede maltratar de ninguna manera. El respeto a la naturaleza filosóficamente hablando es el respeto al otro (e1d1p1:13,41). La pachamama es la madre tierra y por ser la madre le pertenece a toda la humanidad.
El respeto a la naturaleza y a los seres que la habitan conlleva a una concepción humanista de la alteridad que significa descubrir y reconocer al otro como un otro, diferente a mi yo, lo cual conlleva a la otredad: ''el otro ser es otro individuo que no soy yo, otro ser que se encuentra fuera de lo que soy y escapa a mis propios poderes y dominios'' (Hernández-López et al., 2020, p. 16). La alteridad valora al ser humano en su esencia para alcanzar la propia identidad y autonomía. Es la capacidad para descubrir al otro en su contexto y comprenderlo en su condición como diferente a mi yo y al nosotros. Al reconocernos en la diferencia nos aceptamos en la igualdad, lo cual es valioso para la resolución y transformación de los conflictos de toda índole y para buscar la paz. En el mismo sentido, la expresión lo otro hace referencia a todos los seres que habitan el universo. Lo otro son las diferentes formas de vida que habitan el planeta tierra, gracias a lo otro se sostiene la vida humana, y por ello la necesidad de cuidarlas y protegerlas. Mies y Shiva (1998), ''la relación humana con la naturaleza se basa en el respeto, la cooperación y la reciprocidad'' (p. 233), lo fundamental para alcanzar una conciencia ecológica universal es el equilibrio, la armonía, la reciprocidad y la complementariedad del ser humano con la naturaleza.
La cosmovisión relacional y el tejido social se fortalecen con la minga colectiva
Las personas entrevistadas coinciden en la concepción sobre la minga, ver Tabla 1: Relacional y tejido social. La minga es la colaboración que tienen las comunidades para ayudarse entre ellas en los tiempos de cosechas, cuando no hay mano de obra o cuesta demasiado pagar un jornal (e1d3p3:21,32), hacer un trabajo comunitario, arreglar una carretera, mejorar una escuela, etc. (e1d3p3:22,34). Minga significa préstamo de las manos o brazos y Machín la personaliza diciendo: voy de manera desinteresada a prestarle esa ayuda (e1d1p3:21,68). Esta visión colectivista sostiene la economía doméstica de las comunidades indígenas y campesinas porque, a cambio del trabajo, se reciben alimentos o productos de la cosecha. La minga o manos prestadas tiene un sentido de reciprocidad y es el eje de la cosmovisión andina: dar para recibir. Por su parte, Inti afirma que la minga tiene una connotación de solidaridad; es una institución de origen prehispánico que tiene muchos beneficios no solo para lograr una integración de la sociedad, sino también para lograr el desarrollo de la comunidad (e1d5p3:9,15).
De estas tramas socioculturales surge la concepción del buen vivir, entendida como bienestar social. Es una concepción ancestral de armonía y reciprocidad con la madre tierra, ella nos da todo lo necesario para vivir y a cambio la conservamos, la protegemos y la cuidamos. En este particular, el buen vivir no está relacionado directamente con el tener más, sino con la satisfacción y disfrute de lo que la madre tierra da en comunión con los demás.
En la región andina nariñense se observa que el tejido social y familiar está influenciado por maneras de crianza tradicionales y que la educación que se imparte conserva costumbres respecto al rol de la mujer y el hombre en la sociedad. En el ambiente familiar la mujer desempeña los oficios caseros: cuida los hijos y las hijas, prepara los alimentos, asea y organiza la casa, aprende a tejer, hilar, trabajar la chagra, cuidar los cuyes, gallinas, puercos y vacas. El varón trabaja la tierra -en la siembra y la cosecha participa la familia- y lleva al mercado sus productos, compra la remesa para la semana, celebra con los amigos y las amigas y mantiene el rol de jefe del hogar; pero, por lo general, la mujer tiene la autoridad y el poder en el hogar, debido a la relación madre tierra-hijos, hijas; desde siempre la relación del ser humano con la Pachamama es de hijo, hija con madre, pues la madre tierra comporta feminidad, y esto imprime un carácter matriarcal en las relaciones sociales entreverado por la dominación patriarcal. El modelo educativo de origen incaico, con marcado acento clasista y machista, ha permeado la cultura de los Pastos y ha moldeado el sistema de valores de las comunidades.
La religiosidad popular se expresa en la fe y la trascendencia
El ámbito religioso es denso y complejo, las prácticas socioculturales y ceremoniales guardan sincretismos ancestrales, paganos y doctrinales, todos juntos en una amalgama inseparable tal como se observa en la Tabla 1. Machín sostiene que para las comunidades andinas ancestrales lo religioso tenía que ver con sus dioses, el dios sol, la diosa luna, que señalan unos tiempos para la siembra y otros tiempos para la cosecha (e1d1p4:14,49). Y alrededor de la siembra y cosecha aparecen las fiestas que se convierten en ritos celebrativos, culturales y sociales.
El sincretismo religioso se expresa en la mayoría de fiestas religiosas católicas impuestas por los doctrineros españoles: Corpus Christi, San Juan Bautista, San Pedro y San Pablo, Nuestra Señora de las Mercedes, de las Lajas, del Rosario, de la Visitación, del Tránsito, del Perpetuo Socorro, San Bartolomé, el Señor del Tambo, el Señor de los Milagros, entre otros. Parte de la fiesta es el acto religioso en el templo, luego viene el baile (danzantes de Males, de Yascual y Mojigangas de Funes), la música, la chicha y la comida. Lo interesante es que todo es una sola fiesta. Rumi afirma que es una religiosidad profana que se expresa en la vida cotidiana, en comunión entre nosotros y la misma naturaleza (e1d2p4:18, 39), y Warmi dice que es un solo sistema de creencias con varias vertientes que van llegando (e1d3p4:33,47). El aspecto religioso trae consigo una profunda reflexión sobre la paz interior, el cuidado de la madre tierra, el respeto del prójimo y de la vida, entre otros, importantes para vislumbrar una sociedad pacífica y fraternal.
El cuento pastuso enriquece el humor y el entretenimiento
El cuento pastuso se constituye en un elemento destacado de la cultura del suroccidente colombiano y en especial del pastuso, se observa en la Tabla 1 la dimensión humorística como eje central de la identidad del pastuso. En este recurso aparecen tres elementos distintivos: contenido, origen y objeto del cuento. ''El motor fundamental de la gran mayoría de chistes pastusos es el ataque burlón a la figura de un individuo desconcertado, que sale de una cultura atrasada y cerrada para enfrentarse a otra, moderna, ruidosa y extraña…'' (Montenegro, 2002, p. 215). La ciudad de San Juan de Pasto se ha modernizado de manera acelerada en los últimos treinta años. Nuevos edificios y conjuntos residenciales han cambiado su estructura urbana, la ampliación de la red vial ha modificado el transporte y la movilidad ciudadana, la construcción de centros comerciales ha mejorado las actividades de consumo, ocio y recreación, la organización de ofertas turísticas ha modificado los servicios de hotelería, gastronomía y esparcimiento, la oferta de educación superior ha movilizado la región y todo el suroccidente colombiano.
Un aspecto importante de la cultura pastusa es su relación prehispánica con la cultura incaica, y por ello, los quechuismos castellanizados, la iconografía, la música andina, la gastronomía, el arte y las maneras de cultivar y cuidar a la madre tierra tienen una particularidad y un acento especial. Esta impronta es precisamente lo que hace que el pastuso tenga algunos rasgos diferentes al resto del país, sin duda, en la zona de Pasto, ''a causa de sus peculiares rasgos humanos y culturales, su particular devenir histórico y su manera de apreciar los cambios sociales, se dio un hondo regionalismo, entendido como un sentimiento de nacionalismo insatisfecho… que reafirmó sus diferencias culturales y sociales'' (Montenegro, 2002, p. 226).
El chiste para Machín es parte de la idiosincrasia de la cultura nariñense e incorpora la ironía, la malicia y la finura (e1d1p5:35,93). Para Rumi no siempre su intención ha sido para exaltar, valorar, dignificar, sino para menospreciar, ridiculizar y envilecer, es necesario darle un giro para que sea más una expresión de la inteligencia humana y no una burla a la inteligencia humana (e1d2p5:31,69). Así las cosas, un buen chiste convoca a la risa, a la alegría y a la tolerancia, porque la picardía y la ironía son chispazos elocuentes e inteligentes y provocan risa a carcajadas por la inesperada audacia espontánea.
En la cotidianidad de la vida un chiste oportuno genera gracia, risa y alegría, y esto predispone a las personas a actuar con empatía y solidaridad. Los sujetos entrevistados afirman que los chistes entretienen, ayudan a pasar ratos alegres, suavizan las asperezas y fomentan tertulias amenas y tranquilas. Los chistes tienen identidad regional, por esto Inti afirma que el chiste pastuso es básicamente construido por los mismos pastusos (e1d5p5:26,18). También lo dice Machín: los cuentos de Pasto nacen aquí y en otras partes es donde los repiten y los tergiversan (e1d1p5:31,81). Y Warmi lo confirma: los mejores chistes pastusos son de los pastusos, no de los otros que hablan de los pastusos (e1d3p5:39,59). Por lo general, los cuentos pastusos son inventados por los mismos pastusos, especialmente en el festival anual del cuento pastuso.
El Carnaval de Negros y Blancos es expresión de la cosmovisión festiva y popular
Se observan en la Tabla 1 los aspectos fundantes del Carnaval: festivo, artístico y popular que cada año se integran para rememorar la historia. Runa afirma que los pueblos a lo largo de la historia han creado los mitos y leyendas para explicar muchos acontecimientos y por ello, generalmente se acepta la hipótesis de que esas narrativas o mitologías se ritualicen (e1d4p6:9,10), se celebren o se conmemoren y se conviertan en hitos que dan sentido y significado a la existencia humana. Runa opina que el carnaval es la expresión de muchos aspectos de la vida social, cultural, artística, política y ética de los pueblos (e1d4p6:7,8). Con el carnaval la estética se engalana en las expresiones más bellas, armoniosas y bondadosas para el deleite de los espectadores y la ética recobra su importancia misional al considerar la vida como el valor sagrado para la convivencia pacífica y solidaria de los pueblos.
Por su parte, Rumi dice que hace parte de un proceso de larga duración en donde paulatinamente se vienen configurando y construyendo con los aportes de las diferentes culturas que entraron en escena a raíz de la llegada de los españoles (e1d2p6:20,46). En la configuración del carnaval, Rumi manifiesta que cada cultura, de acuerdo con sus imaginarios, sus costumbres, le fue aportando hasta llegar a concretarse en Pasto como epicentro fundamental (e1d2p6:21,46). Es una expresión de nuestra cultura que tiene que ver con todos los aspectos de la vida real y cotidiana …, también de las cosmovisiones, porque muchas leyendas, mitos y creencias se materializan en una carroza, en un arte (Machín, e1d1p6:36,97).
Según Machín, en el carnaval todo mundo es de igual a igual, es decir, las clases sociales se borran así sea momentáneamente, porque, aunque la gente no se conozca, comparten la 'pintica’, el talco, el licor, el baile, el júbilo y la alegría (e1d1p6:37,97). Todo eso hace parte del juego, porque se aprende jugando. La tolerancia frente a las actitudes del otro son base para la convivencia pacífica. Machín afirma que eso puede servir mucho para la paz, para la reconciliación. Aquí en Nariño la necesitamos mucho porque hemos sido objeto de muchas violencias (e1d1p1:38,97).
El carnaval según Warmi, es un territorio de paz porque aquí llega Raimundo y todo el mundo (e1d3p5:49,75), es un escenario para el juego, la tolerancia y el encuentro festivo, importantes para la concepción de una educación contextualizada, social, equitativa y diversa que acoge las cosmovisiones de Pachamama, minga, religiosidad, humor y carnavales y sus principios de unidad, cultura, territorio, autonomía y justicia y los articula a campos temáticos para organizar el plan de acción y vida del pueblo: territorio y medicina ancestral; educación y cultura; autonomía, autoridad y justicia; minga y pervivencia. Es una educación para la vida, el trabajo, la ayuda mutua, el respeto, la alegría, la fiesta y el buen vivir, aspectos fundamentales para la construcción de paz regional.
A manera de cierre, los referentes emergentes de las cosmovisiones de los Pastos, podrían ayudar a construir la paz territorial porque se evidencia que las comunidades han resuelto sus diferencias, sus problemas, sus conflictos y se han mantenido en paz por largos años. Según Arciniegas Sánchez y Pérez Santiago (2019), ''con posconflicto o sin posconflicto la tarea de todos debe ser trabajar para que en nuestro país la violencia no siga siendo el medio de solucionar las diferencias, ni el abandono del Estado sea el principal impulsor de la violencia como recurso'' (p. 280).
En ambientes académicos locales, se debate si los saberes y prácticas ancestrales provenientes de las cosmovisiones de Los Pastos tienen importancia epistemológica y axiológica en la formación de las nuevas generaciones; y si son pertinentes en la educación para la cultura de paz regional; y si vale la pena su inclusión en los planes curriculares escolares. El referente conceptual primario y fundamental es que los contenidos de toda educación deberían provenir de los derechos humanos en cuanto que estos contemplan la vida en todas sus dimensiones y condiciones.
Conclusiones
Los referentes conceptuales emergentes de las cosmovisiones contribuyen a la consolidación de la cultura de paz porque retoman los saberes ancestrales en torno al cuidado y protección de la madre tierra; a fomentar acciones socioeconómicas básicas para el bienestar familiar y comunitario; a preservar el tejido social base de las interrelaciones y la convivencia pacífica; a mantener activa la reciprocidad y complementariedad de los ejes articuladores del buen vivir; y a valorar el mestizaje, el buen humor, las festividades, las celebraciones y la interculturalidad.
La cosmovisión de la Pachamama se fundamenta en las dimensiones: laboral, productiva y económica. Esto representa un sistema socio-económico basado en la relación trabajo-tierra-producción que en el caso particular de los Pastos privilegia el minifundio, concepción que armoniza la idea de espacio/tiempo como realidad concreta de habitar el universo y construir sentido de identidad, pertenencia, pervivencia, sostenibilidad medioambiental y soberanía alimentaria.
La cosmovisión de la minga aborda las relaciones socio-familiares y el tejido social comunitario. Las relaciones parentales son importantes para la construcción de la comunidad y para el mantenimiento de la convivencia, las celebraciones, las festividades y rituales socio-culturales. La minga constituye un accionar de ayuda y servicio que vincula la productividad de la tierra con la celebración de la vida y por ello conlleva a la concepción del buen vivir como la condición de estar bien y vivir bien en armonía y reciprocidad con los demás seres que habitan el universo.
La cosmovisión religiosa armoniza fe y servicio en múltiples actitudes cotidianas de la existencia, porque redimensiona la esperanza de un nuevo amanecer que traerá consigo mayores siembras, abundantes lluvias, tiempos calurosos y mejores cosechas. La concepción humorística valora la alegría, la risa, el optimismo y el ánimo para el trabajo, las relaciones y el bienestar social, retoma el chiste para ponerle picante a la vida.
El carnaval de Negros y Blancos se fundamenta en las tradiciones populares, en las fiestas, en las celebraciones y en las manifestaciones artísticas que enriquecen el devenir de los pueblos. Se redimensiona con la estética que enaltece la belleza, la bondad y la armonía, con la literatura que engrandece la poesía, la oratoria y la cuenteria, con las comparsas, las murgas, los danzantes, las coreografías, las carrozas y las esculturas vivientes que dan sentido y significado a las experiencias cotidianas de la existencia.
La paz es una realidad dinámica, procesual, inconclusa e inacabada y, por ello, es imperfecta, porque a pesar de gestionar pacíficamente las controversias convive con los conflictos y algunas formas de violencia. Pero, esa imperfección no es negatividad, sino cualidad en ascenso porque nos acerca a lo más humano de cada quien, es el devenir siendo y en continuo proceso de desarrollo.
La paz y la educación siempre van juntas, se acompañan y se comunican. Por ello, los escenarios educativos se constituyen en ámbitos adecuados y propicios para consolidar la cultura de paz. Esto significa que la cultura de paz requiere del ámbito educativo para su enseñanza-aprendizaje, puesto que las acciones de paz se planean y se evalúan, las actitudes y comportamientos pacíficos se aprenden en la cotidianidad de la existencia, a través del juego, del trabajo grupal, del cuidado y protección de la naturaleza, de la amistad, de la responsabilidad, entre muchos otros.
Declaración de procedencia
Este artículo es resultado del proyecto de investigación Aportes étnico-culturales y educativos de docentes de la Universidad de Nariño para construir la paz en el posconflicto, requisito para optar por el título de Doctor en la Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Granada, España.
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Fechas de Publicación
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Fecha del número
Sep-Dec 2022
Histórico
-
Recibido
24 Ago 2020 -
Revisado
14 Mayo 2022 -
Acepto
01 Jul 2022