Resumen
El presente trabajo examina la lectura como praxis político-cultural, en tanto condición de la justicia educativa y elemento constitutivo de la ciudadanía emancipatoria. La opción analítica que se presenta intenta, por un lado, reflexionar críticamente sobre las contrariedades intelectuales a las que se adscriben las tendencias en educación lectora y la construcción de justicia educativa y; por otro lado, demostrar las formas de cristalización de un campo sustentado en políticas difusas, de tal modo que un aspecto crucial radica en exponer la ambigüedad del universo conceptual empleado en este campo, cuyas repercusiones ofrecen falsas salidas. El estudio de la lectura como práctica cultural y social reclama una ecología de saberes, esto es, la creación de sistemas intelectuales que ofrezcan la posibilidad de garantizar alternativas viables para redistribuir el derecho a la educación y a la lectura, con justicia y, ante todo, acorde con lo que cada persona y grupo social requiere. Para promover cualquier tipo de transformación en la forma de redistribuir derechos, se observa la necesidad de repolitizar la lectura como condición democrática. De tal forma que en las políticas públicas, en vez de construir condiciones de justicia, se diversifican los patrones de discriminación institucional. El concepto de ciudadanía lectora reafirma la necesidad de consolidar una representación cultural alternativa, esto es, proveer de instrumentos que permitan agilizar una discusión cultural politizada sobre aquello que vamos a entender como práctica lectora y sistemas de apropiación de esta en el mundo contemporáneo.
Palabras claves: Lectura; alfabetización; inclusión; diferencia; democratización de la educación; justicia social