Introducción. Este artículo presenta el proyecto de innovación educativa #educalabEDU, y sus posteriores resultados.
Objetivo. El objetivo del presente artículo (financiado en convocatoria interna por la Universidad Católica de Murcia) es desarrollar escenarios educativos 3.0 como respuesta a períodos POSTCOVID-19 y vincular la docencia universitaria con la práctica profesional en los grados de Educación Infantil y Primaria en las Universidades Católica San Antonio de Murcia y Pontificia Comillas en Madrid.
Metodología. Se trata de una investigación educativa basada en los resultados obtenidos a partir de un cuestionario pasado a 59 estudiantes de la universidad que participaron en un proyecto de innovación educativa. El proyecto se centra en el uso educativo de la red social Twitter y el aprendizaje colaborativo entre estudiantes. Se fomenta el contacto directo con profesionales de la educación a través de diferentes sesiones en dicha red social, se investiga y se organiza la información de manera cooperativa y finaliza el proyecto con el desarrollo de un laboratorio social educativo que pone en diálogo a los futuros maestros y futuras maestras con docentes de experiencia contrastada.
Resultados . Los principales resultados arrojan una alta participación y motivación ante la metodología de trabajo, el alumnado participante manifiesta que se ha fortalecido el nexo de unión entre la sociedad y la propia universidad, se fomenta el contacto entre estudiantes de diferente índole y origen.
Conclusiones. Apuntan a que se ha establecido un espacio de comunicación recíproco en el que el estudiantado y profesorado, con dilatada experiencia profesional, han podido compartir conocimientos, reflexiones y todo tipo de materiales didácticos. Resultó esta una propuesta beneficiosa de aprendizaje dialógico ante la situación pandémica.
Palabras claves: Innovación pedagógica; método de enseñanza; universidad abierta; redes sociales
Abstract
Introduction. This article presents the educational innovation project #educalabEDU and its subsequent results.
Objective. This article (financed in an internal call by the Catholic University of Murcia) aims to develop 3.0 educational scenarios as a response to postCOVID-19 periods and link university teaching with professional practice in Early Childhood and Primary Education degrees at San Antonio Catholic University of Murcia and Comillas Pontifical University in Madrid.
Methodology. This is an educational research project based on the results obtained from a questionnaire administered to 59 university students who participated in an educational innovation project. The project focuses on the educational use of the social network Twitter and collaborative learning among students. Direct contact with education professionals is encouraged through different sessions in the mentioned social network. Information is investigated and organized cooperatively. The project ends with developing an educational, social laboratory that puts future teachers in dialogue with experienced teachers.
Results. The main results show high participation and motivation in the working methodology. The participating students say that the link between society and the university has been strengthened, promoting contact between students of different natures and origins.
Conclusions. The conclusions show that a reciprocal communication space has been established, in which students and teachers with extensive professional experience have been able to share knowledge, reflections, and all kinds of didactic materials, resulting in a beneficial proposal for dialogical learning in the face of the pandemic.
Keywords: Teaching method innovations; teaching methods; open universities; social media
Resumo
Introdução. Este artigo apresenta o projeto de inovação educacional #educalabEDU e seus resultados posteriores.
Objetivo. O objetivo deste artigo (financiado por uma chamada interna da Universidade Católica de Múrcia) é desenvolver cenários educacionais 3.0 em resposta aos períodos POSTCOVID-19 e vincular o ensino universitário à prática profissional nos graus de Educação Infantil e Primária da Escola Católica nas universidades San Antônio de Múrcia e Pontifícia Comillas em Madrid.
Metodologia . Trata-se de uma pesquisa educacional baseada nos resultados obtidos a partir de um questionário aplicado a 59 universitários que participaram de um projeto de inovação educacional. O projeto tem como foco o uso educacional da rede social Twitter e a aprendizagem colaborativa entre os estudantes. O contacto direto com os profissionais da educação é incentivado através de diferentes sessões na referida rede social, a informação é pesquisada e organizada de forma cooperativa, finalizando o projeto com o desenvolvimento de um laboratório social educativo que junta futuros professores e professores com professores de experiência comprovada.
Resultados. Os principais resultados mostram uma elevada participação e motivação perante a metodologia de trabalho, os estudantes participantes afirmam que o vínculo entre a sociedade e a própria universidade tem sido fortalecido, promovendo o contacto entre alunos de diferentes naturezas e proveniências.
Conclusões. Sugerem que foi estabelecido um espaço de comunicação recíproca no qual estudantes e professores, com ampla experiência profissional, puderam compartilhar conhecimentos, reflexões e todo tipo de material didático, sendo esta uma proposta proveitosa para a aprendizagem dialógica diante da situação de pandemia.
Palavras-chave: Inovação pedagógica; método de ensino; universidade aberta; redes sociais
Introducción
Tras la crisis financiera mundial que tuvo su inicio en el año 2008, la sociedad se vio inmersa en lo que las personas expertas denominaron “Contextos VUCA” (Rolin Díaz, 2021, p. 53), contextos caracterizados por su “volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambiguedad”. Todo ello mostró a las instituciones educativas la necesidad de convivir en una sociedad que necesitaba de respuestas dinámicas y flexibles para conseguir formar a la juventud frente a un futuro desconocido, pero con un marcado carácter cambiante y, sin duda, tecnológico. La llegada de la pandemia COVID-19 ha ahondado aún más en lo expuesto con anterioridad, ha modificado sustancialmente las costumbres, pautas, necesidades y, por tanto, la visión del mundo de toda la ciudadanía. La educación, como uno de los actores principales en la socialización y la formación de jóvenes, proliferación del virus, se ha visto afectada, en gran medida, en muchos niveles: espacial, organizacional, temporal, metodológico, entre otros.
Los retos que el virus COVID-19 presenta en el ámbito educativo, especialmente en la etapa universitaria, son numerosos, según García-Peñalvo et al. (2020):
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Necesidad de crear espacios educativos virtuales sólidos, que atiendan la diversidad y puedan ser adaptables a diferentes contextos, contenidos, competencias y asignaturas.
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Garantizar herramientas y metodologías sincrónicas que puedan ser utilizadas por un gran número de estudiantes, tanto dentro como fuera de la universidad.
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Crear o modificar los sistemas existentes de evaluación para estar acorde con nuevas formas de aprender: aprender a aprender de la información al conocimiento integrando las herramientas tecnológicas para la consecución de tal fin.
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Promover metodologías que cambien los roles tradicionales entre profesorado y alumnado, siendo este último el verdadero protagonista del aprendizaje, se encuentre donde se encuentre físicamente.
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Generar proyectos con un claro soporte on-line, donde el alumnado conozca los contenidos, desarrolle competencias y, a la misma vez, se genere un vínculo entre la teoría y la futura práctica profesional.
Desde hace una década, tal y como indica Méndez (2012), el alumnado viene pidiendo a las universidades respuestas para combinar aprendizaje con la realidad profesional; para satisfacer esta necesidad las nuevas tecnologías pueden ser herramientas generadoras de interacciones sociales dentro y fuera de la institución universitaria y, por tanto, fuente de conocimiento. En lo que a la educación superior concierne, el trabajo transversal con las nuevas tecnologías en todas las áreas permite la construcción del conocimiento de manera compartida, al ofrecer la oportunidad de llevar a cabo una educación 3.0. Este tipo de educación profundiza en trabajar colaborativamente para generar una inteligencia colectiva, cuenta con las tecnologías propias de la web 3.0 como ejes facilitadores del proceso de aprendizaje. Se trata, por tanto, de tejer redes de conocimiento entre organizaciones, profesionales, estudiantes y todas las personas actoras que tengan algo que aportar. Entre otras ventajas, este tipo de enseñanza conlleva el fomento de la educación inclusiva. Tal y como manifiestan Trigueros Cano et al. (2012), las tecnologías aplicadas a la educación 3.0 ofrecen la oportunidad de promover competencias relacionadas con el trabajo cooperativo, la resolución de problemas, el desarrollo de la opinión crítica y el pensamiento creativo, también habilidades como flexibilidad, productividad, profesionalización, participación y motivación (Vadillo Bengoa & Lazo, 2010), todo ello de la mano de metodologías flexibles que puedan atender diferentes ritmos de aprendizaje, así como los diversos talentos y pasiones de los grupos de discentes. Se trata, por tanto, de trabajar de la mano de las tecnologías para construir escenarios educativos comunes, aunando la realidad de dentro y fuera de la universidad, teniendo como meta mejorar la educación presente y futura.
Justificación del proyecto
El estudiantado universitario hoy participa de manera exponencial en la generación de contenidos en la red: pensamientos, opiniones, imágenes, recursos, entre otros. También es un gran consumidor y demanda todo tipo de información con el ánimo de aprender en cualquier lugar y momento, lo que no conlleva ningún problema puesto que las herramientas tecnológicas que ofrece internet tienen como características positivas su fácil accesibilidad y versatilidad, su simplicidad y su posibilidad de crear y manipular (Ballesteros Guerra & Megías Quirós, 2015). En una de las últimas encuestas publicadas por el Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud relacionada con el desarrollo de los jóvenes y las jóvenes durante la pandemia de COVID-19 (Kuric Kardelis et al., 2020) se indica que la juventud utiliza mayoritariamente internet y las redes sociales como herramientas para consumir contenido digital (72%), expresar opiniones (74%) y buscar datos de interés (92%). Además, durante la pandemia COVID-19 estos porcentajes han ido aumentado debido a las restricciones para encontrarse físicamente, la actividad que la juventud española de entre 15 y 29 años realiza con mayor frecuencia durante su tiempo de ocio es (74,6%): chatear o navegar por internet.
Actualmente en internet una de las actividades con mayor impacto entre los jóvenes y las jóvenes son las redes sociales, espacios donde compartir de manera bidireccional desde un prisma personal o profesional (Bunes Portillo et al., 2015). Por ello, parece más que oportuno que la universidad, y las actividades teórico prácticas que desde ella se proponen, se ubiquen y tengan también presencia en este tipo de redes digitales.
Internet, las redes sociales y las herramientas de trabajo colaborativo on-line pueden ser motores de desarrollo y transformación del entorno económico, la necesidad de promover la innovación, como componente esencial para alimentar dichos motores, se torna imprescindible en cualquier organización educativa. La innovación, tal y como manifiesta Salinas (2004), se puede definir como:
Una forma creativa de selección, organización y utilización de los recursos humanos y materiales; forma ésta, nueva y propia, que dé como resultado el logro de objetivos previamente marcados. Estamos hablando, pues, de cambios que producen mejora, cambios que responden a un proceso planeado, deliberativo, sistematizado e intencional, no de simples novedades, de cambios momentáneos ni de propuestas visionarias. (p. 4)
La innovación, en el ámbito de la educación, se ve afectada por diferentes facetas: factores políticos, económicos, ideológicos, culturales y psicológicos, a pesar de ello, el éxito de la innovación depende, en gran manera, de los diferentes actores y actoras participantes (personas, grupos, instituciones…) que la adopten y, sobre todo, de la practicidad de los proyectos: las innovaciones deben ser viables, con posibilidad real de ser implementadas con los recursos disponibles, y prácticas, que dé lugar a resultados tangibles (Zabalza & Beraza, 2004).
El curso 2019/2020 culminó con cierto éxito gracias a la rápida adecuación del sistema universitario presencial, con sus mecanismos y medios, al aprendizaje on-line; sin embargo, las medidas tomadas hasta ahora no son suficientes ni resuelven todos los problemas que, desde el 2008, la sociedad ha impuesto a las instituciones educativas. En este punto, es necesario desarrollar el tema principal del presente proyecto de innovación como respuesta al contexto con anterioridad comentado, este proyecto se centra en desarrollar escenarios educativos 3.0 teniendo como herramienta el uso de la red social Twitter y como estrategia metodológica el trabajo colaborativo entre iguales.
Desarrollo de la experiencia de innovación
Los laboratorios sociales son conocidos como espacios de experimentación con las tecnologías, los medios de comunicación y de concreción; son plataformas que conservan un marcado carácter social, experimental y sistémico, puesto que permiten colaborar y crear de manera cooperativa para resolver problemas que afectan a personas e instituciones. En el ámbito de la educación, los laboratorios sociales tienen su origen en el Laboratory School, centro de innovación educativa adherido a la Universidad de Chicago fundado por John Dewey en 1986, en el que se pone el acento en el uso de metodologías de enseñanza y aprendizaje que tienen como principal objetivo aprender haciendo a través de la experimentación y la investigación (Romero-Frías & Robinson-García, 2017).
Los laboratorios sociales conservan la virtud de permitir la experimentación en entornos reales, forman una comunidad de aprendizaje y evalúan el impacto de los avances logrados (Zabalza & Beraza, 2004). Los laboratorios sociales universitarios pretenden servir como nexo entre la sociedad y la propia universidad, con un carácter docente y de divulgación se convierten en espacios de relación bidireccional en donde se comparten conocimientos, recursos y experiencias. Con un marcado carácter heterogéneo, abiertos a diferentes perfiles de conocimiento, su creación tiene como meta generar fórmulas y medios encaminados a lograr los objetivos comunes (Collados-Alcaide, 2015). Estalella et al. (2013, p. 31) los define como “laboratorio … sin muros”, este concepto, que resume con gran acierto la intención de esta herramienta, nace de la mano del informe creado por la UNESCO en 2005, donde se proponía “crear redes y centros de investigación colectivos, … profesionales o saberes múltiples en la conformación de equipos interdisciplinares. Esta coordinación (con tintes) colaborativos es designada en el informe con el nombre de 'co-laboratorio'” (Collados-Alcaide, 2015, p. 50).
Con este proyecto se pretende favorecer la participación del estudiantado en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En la medida en que van configurando su propio entorno de aprendizaje alrededor de las temáticas propuestas, van configurando su Personal Learning Network o red de profesionales/instituciones que les nutren de información acerca de los temas. Se desarrolla la competencia digital y de tratamiento de la información, pues trabajan la selección de esta misma, su organización, análisis y gestión, difusión y comunicación de los contenidos de aprendizaje. Se trata de un proyecto de innovación que recorre tres cursos del grado de educación infantil a través de una propuesta colaborativa y participada, que también busca la presencia educativa del alumnado universitario en determinadas redes sociales, dotándolo de un uso educativo, para terminar, reconociendo sus posibilidades para la formación y actualización docente. Eso exige también el dominio de herramientas TIC como: Twitter, Google Drive, Canva, Prezi, Genially, Youtube, entre otras. Y esto no solo en el plano personal, pues el alumnado es el que va compartiendo e interactuando con sus pares aquella información que le parece oportuna, sino que además se crearán grupos de trabajo para debatir, organizar, tratar y compartir la información según formatos e intereses.
Estos grupos de trabajo (que son de asignaturas y cursos diferentes), y la tarea de tratamiento de la información que allí se realiza, permite acordar y proponer a un o a una profesional de referencia para las jornadas conclusivas. El alumnado decide entonces quién es la persona más interesante para ser invitada.
Cumplimos de este modo uno de los objetivos del proyecto que es incrementar la participación, implicación y motivación del alumnado.
Con la consecución del proyecto se pretende favorecer la vinculación de la docencia universitaria y de los contenidos curriculares con la experiencia profesional. La presencia de maestros, maestras, instituciones y colectivos educativos en la red social en la que interactuamos (Twitter) y en aquellas en las que indirectamente consultarán información, nos permitirá ponerlos en contacto, desde el primer momento, con las contribuciones teóricas más actuales así como con experiencias reales de aula, lo que satisface una de las necesidades más solicitadas por el alumnado en su proceso de enseñanza, la significatividad de los aprendizajes y su vinculación con la experiencia profesional.
Objetivos
La situación pandémica ha generado un inevitable cambio de paradigma educativo, y este proyecto tiene como principal objetivo responder a las circunstancias derivadas de la COVID-19.
De este modo, tal y como indica Porlán (2020), se hace imprescindible un cambio profundo basado en las nuevas tecnologías de aprendizaje y comunicación, teniendo en cuenta que los recursos tecnológicos no son propiamente el cambio, pero son una gran ayuda para promoverlo.
Así, se propone el siguiente objetivo general:
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Desarrollar escenarios educativos 3.0 como respuesta a períodos POSTCOVID-19 y vincular la docencia universitaria con la práctica profesional, generando un espacio virtual de conocimiento, trabajo y de colaboración.
Asimismo, para el desarrollo y consecución del objetivo general, se describen los siguientes objetivos específicos:
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Compartir contenidos, perfiles e ideas relevantes en la red social Twitter desde un perfil profesional educativo.
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Impulsar el uso de herramientas digitales para la elaboración de documentos y presentaciones visuales.
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Crear un lugar de encuentro entre profesionales de la educación y alumnado en proceso de formación universitaria.
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Desarrollar informes colaborativos favoreciendo las conexiones interuniversitarias.
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Organizar un laboratorio educativo en el que se genere un diálogo entre profesionales con reconocidas trayectorias y que puedan compartir sus impresiones sobre las diversas temáticas trabajadas con el alumnado de ambas universidades.
Metodología docente desarrollada en el proyecto de innovación
La presente investigación pretende examinar y mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje. Se trata, por tanto, de una investigación educativa basada en la implementación de un proyecto de innovación en el que participan 59 estudiantes de grado de dos universidades. Se analiza la propia práctica docente y su incidencia en los aprendizajes y, para ello, durante el desarrollo de la docencia y al finalizar el proyecto, preguntamos al alumnado sobre su satisfacción y sus aprendizajes.
Misión de la tecnología
Dada la necesidad de adaptarse a las circunstancias del alumnado del siglo XXI, se elige una metodología de trabajo basada en la tecnología, pero, siguiendo la idea de Tourón & Santiago (2015), el objetivo principal al elaborar este diseño del proyecto se ha fundamentado en la elección de la tecnología al servicio de la idea pedagógica.
El gran peso de este proyecto recae en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Para ello, se ha elegido la red social Twitter como principal método de búsqueda e intercambio de información (experiencias, recursos, materiales, profesionales, asociaciones, colectivos, bibliografía, etc.) en relación con contenidos compartidos por las tres asignaturas: atención a la diversidad y educación inclusiva; innovación pedagógica y buenas prácticas; y relación familia-escuela.
Se crearon tres grupos de trabajo (uno por temática), de los cuales se generaron otros tres subgrupos, para que los equipos formados por alumnado de ambas universidades no fueran demasiado extensos y pudieran coordinarse para crear un documento común. Se utilizaron las herramientas de Google (Drive y Docs) para compartir y organizar la información que consideraron relevante acerca de los contenidos trabajados.
El alumnado grabó sus reflexiones y las compartieron en abierto con las personas asistentes al chat de la asignatura. Se eligieron formatos diversos para la exposición, tales como herramientas de creación de presentaciones visuales e infografías online (Visual Thinking con Canva, Prezi, Genially, etc.) o editores de vídeos interactivos (Powtoon, Scribe, Youtube, etc.).
Para la posterior recogida de datos tras la finalización del proyecto, se ha utilizado un cuestionario online con la herramienta de Formularios de Google.
Las jornadas de cierre del proyecto fueron emitidas en streaming a través de la herramienta Collaborate, cuyo enlace fue compartido previamente al alumnado y publicado en redes sociales para dar la posibilidad de asistir a cualquier persona interesada en el diálogo entre profesionales del mundo educativo.
Descripción de la actividad
La propuesta se desarrolló en el ámbito universitario, en las titulaciones de grado de Educación Infantil de dos universidades españolas en el que participaron un total de 59 estudiantes. En la Tabla 1, se exponen las características específicas del contexto en el que se ha llevado a cabo el proyecto.
La actividad es una respuesta a la situación actual en la que la información y la comunicación son pilares básicos de la cultura de nuestro siglo. La formación del profesorado, por tanto, debe estar basada en el aprendizaje constante, con un enfoque lo más aproximado posible al desarrollo de actividades profesionales y a la práctica profesional (Martín Sánchez & López Meneses, 2012). De esta manera será posible garantizar que los futuros grupos de docentes serán profesionales cuyo ejercicio será apropiado a la época en la que viven.
Es más, los futuros maestros y maestras demandan desde hace tiempo la necesidad de añadir las tecnologías y los medios de comunicación en los planes curriculares (Sevillano García, 1997), lo cual implica un replanteamiento de la formación del profesorado, enfocada a la innovación y la gestión de la información.
Además, siguiendo el ejemplo de otras experiencias (Angel Uribe & Cano Vásquez, 2011; Griol et al., 2010), se ha valorado el modelo de trabajo colaborativo interuniversitario como aspecto esencial en una sociedad intercomunicada.
De este modo, se inició el proyecto con una presentación a través de una videollamada en la que el alumnado se encuentra presencialmente en las aulas de la Universidad Pontificia Comillas en Madrid y Universidad Católica San Antonio de Murcia. Se les explicaron los principales objetivos de la actividad, las dinámicas que se desarrollarían y el modelo de evaluación que se iba a seguir.
Tras este primer encuentro, se les entregó el documento con los equipos de trabajo y los enlaces para que pudieran conectarse y trabajar de forma colaborativa en la distancia. Además, se les presentaron las sesiones de Twitter en las que participarían y compartirían contenido utilizando el hashtag #educalabEDU, para centralizar toda la información que iban a utilizar y para que el profesorado pudiera guiar el diálogo.
Por tanto, a lo largo de seis semanas se organizó un encuentro de 45 minutos cada martes en el que se generó un espacio de aprendizaje en la red social, en el que no solamente el estudiantado de ambas universidades estaba activo, sino que quedaba abierto a cualquier docente o profesional de la educación presente en Twitter o con interés en aportar su punto de vista o enriquecer con su experiencia los contenidos que se llevaban a debate. En la última de estas sesiones se programó la puesta en común de un informe individual de los aprendizajes adquiridos en las sesiones anteriores con herramientas digitales tales como YouTube, Genially o Prezi.
Así, los equipos de trabajo pudieron compartir estas presentaciones individuales con el objetivo de realizar un informe grupal de la temática asignada. De la elaboración de dicho informe, el equipo proponía a una persona profesional de la educación, experta en la materia específica investigada para invitarle a compartir su experiencia en el coloquio final.
A través de este coloquio, se fomentó una conversación sobre los contenidos trabajados en el proyecto, seleccionados por el propio alumnado, entre varias personas profesionales de la educación. Tuvieron la oportunidad de escuchar directamente a maestros, maestras, educadores y educadoras con un importante bagaje profesional, y pudieron preguntarles las dudas o cuestiones que surgieron durante todo el proceso de aprendizaje.
Resultados
Uno de los puntos clave en este proyecto era conocer si la participación de los grupos de discentes durante el proceso de enseñanza-aprendizaje era elevada, y, además, saber si a través de las diferentes sesiones en la red social Twitter y fruto de la realización del laboratorio social, se conseguía favorecer el contacto entre el ámbito social y el universitario, entre estudiantes de diversos orígenes, para la creación de un espacio de comunicación recíproco en el que estudiantado y profesorado, con dilatada experiencia profesional, podían compartir conocimientos, reflexiones y todo tipo de materiales. Tal y como se puede comprobar por el número de tweets publicados por parte del alumnado.
El profesorado pautó que el número mínimo de contribuciones por estudiante debía ser de, al menos, 25-30 tweets. Tal y como se puede comprobar en la Figura 1, una amplia mayoría compartió un número significativamente superior de tweets a los marcados por sus docentes. De entre un total de 51 estudiantes, 12 publicaron entre 25 y 50, 13 discentes entre 50 y 75 y 18 entre 75 y 100 tweets. Estos datos parecen indicar que su implicación e interés frente al proyecto ha sido alta. Por otro lado, el interés generado por el proyecto puede medirse, también, a través del número de profesionales del ámbito educativo que el alumnado ha seguido:
En la Figura 2 se observa cómo cerca del 60% del alumnado sigue a más de 150 profesionales, lo que supone un número mucho mayor de lo indicado por el profesorado. Estos números invitan a pensar que el alumnado participante en el proyecto valora muy positivamente las opiniones, reflexiones y propuestas prácticas relacionadas con los temas educativos tratados por parte de los grupos conocidos de docentes a través de la red social.
En la Figura 3 los porcentajes se distribuyen más equitativamente en cuanto al número de instituciones educativas a las que se siguen (centros escolares, asociaciones, fundaciones, universidades, administraciones educativas, etc.). El 50% del alumnado sigue a más de 100 instituciones, un porcentaje menor en comparación a las personas profesionales con los que han conectado. Tal y como ha indicado el alumnado en sus evaluaciones, la presencia de las instituciones en las redes es menor y, además, tiene una orientación meramente informativa, poco pragmática y no vinculada con la labor profesional.
Tal y como presenta la Figura 4, en líneas generales el alumnado valora muy positivamente en su mayoría, entre el 70 / 80% de las personas participantes, los conocimientos adquiridos de la mano del proyecto y su uso de la red social Twitter. Se les preguntaba en este caso sobre lo aprendido en cuanto a:
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Experiencias docentes y recursos de aula.
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Otras personas profesionales, asociaciones y colectivos.
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Actualidad, noticias, materiales, bibliografía, etc.
Sobre las tres temáticas el 80% del alumnado estima excelente la información encontrada y el conocimiento adquirido en todas las temáticas educativas trabajadas. Si los datos son organizados por las valoraciones del alumnado con base en las sesiones trabajadas en las semanas de formación a través de la red social, se puede ver que el alumnado reconoce con amplitud que encuentra satisfactorias las posibilidades que la metodología propuesta brinda para su desarrollo profesional futuro. Destacamos que los porcentajes son levemente inferiores en la presencia de agentes e instituciones, pero las informaciones compartidas sí que se reconocen como positivas. También presentan una satisfacción muy alta en cuanto a la información que han podido obtener fruto de la realización del proyecto frente a estas temáticas.
A nivel general, las valoraciones del alumnado frente a si el proyecto les ha permitido acercarse a la práctica/realidad profesional es positiva, ya que, como se puede comprobar en la Figura 5, un 54,9 puntúan con un 5 sobre 6, y un 23,5 con un 6 sobre 6, lo que supone un 78% del total de discentes participantes. Tres cuartas partes del total, un 77%, estima que esta propuesta educativa les ha permitido acercarse a la práctica / realidad profesional futura y, además de ello, opinan que han mejorado en su competencia digital, en el acceso y tratamiento de la información recibida a través de medios digitales, así como en la devolución de estos mismos.
Valoración del alumnado sobre si la experiencia les ha permitido acercarse a la realidad profesional
Finalmente, el 75% del alumnado confirma, como se puede observar en la Figura 6, que le ha parecido una metodología adecuada al contexto actual de COVID. Valoran que el trabajo colaborativo entre instituciones, así como la posibilidad de conectar con experiencias profesionales reales a través de la red y en el laboratorio, ha dotado de significatividad los aprendizajes a partir de esta necesaria relación entre teoría y práctica.
Valoración del alumnado sobre la adecuación de la metodología del proyecto en el contexto actual de COVID
Conclusiones
La situación de emergencia sanitaria provocada por el virus COVID-19 ha desencadenado, entre otros muchos aspectos, un profundo análisis sobre la manera en la que se llevan a cabo los procesos de educación (Fardoun et al., 2020). La pandemia no ha hecho sino evidenciar el cambio de paradigma que, tanto en las escuelas como en las universidades, se venía implementando de forma lenta y progresiva, basado en la gestión del conocimiento e información, en la adquisición de competencias y en la interacción y cooperación para el logro de objetivos comunes. Esta circunstancia, además, pone en evidencia asuntos relevantes como la semi-presencialidad o la educación online sobre los que será necesario seguir investigando y profundizando.
De esta manera, el proyecto #educalabEDU, trata de responder a estas necesidades generadas por la pandemia y se plantea desde las directrices de este cambio de paradigma educativo en el que se buscan, entre otras cosas: la generación del conocimiento a través de la interacción, la cooperación y la investigación.
Para ello, se ha considerado fundamental recoger la percepción de los grupos protagonistas de este proyecto, y se les preguntó sobre la adecuación de la metodología del proyecto en el contexto pandémico, las cuales fueron puntuaciones significativamente altas, encontrándose el 96% de los resultados en valoraciones positivas. Lo que se traduce en que el estudiantado valorara la metodología utilizada en el proyecto como respuesta al contexto impuesto por el virus COVID-19.
El alumnado que participó en el proyecto de innovación, además, tuvo una alta implicación tanto en la elaboración de los informes individuales y cooperativos, como en las sesiones programadas en Twitter. Otro aspecto para destacar fue la interacción entre universidades, que generó diálogos y situaciones de encuentro y provocó, en el alumnado, una mayor motivación hacia el proyecto y un incremento del interés hacia los temas tratados.
Asimismo, la conexión de las diferentes temáticas trabajadas en las clases teóricas previas con las propuestas de trabajo colaborativo también aumentó la incidencia en cuanto a la participación y motivación del alumnado.
Por otro lado, los temas trabajados estaban vinculados con los contenidos de las asignaturas, y fueron elegidos, además, por su relevancia dentro de las corrientes de educación en la actualidad. Durante las sesiones en Twitter, un grupo de docentes interactuaron con el alumnado en el ambiente formativo que se generó, y se ampliaron así las oportunidades de debate y el espacio de reflexión. La organización del evento final como cierre del proyecto fue, además de una experiencia de impacto para el alumnado, un impulso para su difusión en entornos educativos profesionales.
La propuesta de innovación metodológica llevada a cabo en este proyecto es fácilmente ampliable a otras asignaturas y entidades. La interacción entre estudiantado de diferentes regiones aporta una enorme riqueza a los procesos de enseñanza-aprendizaje y se abre la posibilidad de seguir colaborando con otras instituciones para seguir aportando diferentes puntos de encuentro y de aprendizaje en torno a la educación.
A pesar de la limitación de la muestra en este estudio, se considera una primera aproximación de trabajo colaborativo entre alumnado de distintas regiones a través de recursos digitales y la participación e interacción en la red social Twitter, se abre, así, la posibilidad a nuevas investigaciones y experiencias con un mayor número de discentes.
Finalmente, se considera que se ha logrado una meta transversal de este proyecto: el conocimiento de la existencia e importancia del llamado claustro virtual (#claustrovirtual), en el que cientos de docentes y profesionales de la educación comparten sus experiencias, reflexiones y denuncias diariamente, abriendo así las ventanas del conocimiento del estudiantado y ofreciéndoles dicho espacio para compartir y aprender de este.
Declaración de contribuciones
Las personas autoras declaran que han contribuido en los siguientes roles: J. A. O. M. contribuyó con la escritura del artículo; la gestión del proceso investigativo; la obtención de fondos, recursos y apoyo tecnológico y el desarrollo de la investigación. J. J. G. O. contribuyó con la escritura del artículo; la gestión del proceso investigativo; la obtención de fondos, recursos y apoyo tecnológico y el desarrollo de la investigación. J. B. L. contribuyó con la escritura del artículo; la gestión del proceso investigativo; la obtención de fondos, recursos y apoyo tecnológico y el desarrollo de la investigación.
Declaración de procedencia
Título del proyecto: Desarrollo de escenarios educativos 3.0 como respuesta al COVID-19 para vincular la docencia universitaria con la práctica profesional en los Grados de Educación Infantil y Primaria de las Universidades Católica San Antonio de Murcia, Pontificia Comillas y Universidad de Murcia #educalabEDU. Universidad Católica San Antonio de Murcia, Código: PID-19/20.
Referencias
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Fechas de Publicación
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Fecha del número
May-Aug 2023
Histórico
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Recibido
01 Ago 2021 -
Revisado
24 Ene 2023 -
Acepto
13 Feb 2023