El control del dengue debe orientarse hacia el control del mosquito vector. Se reclutó un grupo de 15 niños de la Escuela Veinte de Noviembre, Chacarita, Puntarenas, a quienes se les enseñó a cultivar el copépodo Mesocyclops thermocyclopoides, su aplicación y la necesidad de eliminar criaderos de Aedes. Además, se realizó un experimento de campo en el cementerio de Puntarenas, inoculando copépodos en 12 floreros que tenían agua. En cuanto al cultivo de los copépodos, los niños lograron mantenerlo viable durante un mínimo de 7 meses, en ese lapso rociaron los copépodos en posibles criaderos no eliminables. Por otra parte, en cuanto al experimento de campo, al cabo de dos meses se recuperaron los copépodos de tres de los doce floreros inoculados, el resto de los floreros habían sido vaciados o se habían secado. En esos tres floreros con copépodos no se encontraron larvas de Aedes; en tanto que en cinco floreros cercanos, que durante el periodo de observación se llenaron de agua, presentaban en promedio 100 larvas. Estos datos demuestran que es posible realizar campañas para el control de Aedes involucrando a la comunidad e incluyendo el control biológico como una arma más contra el mosquito.
dengue; control biológico