Resumen
Introducción: se estima que entre un 80 % y un 90 % de la población mundial ha consumido sustancias psicoactivas (SPA), pero solo un 15 % llega a desarrollar una dependencia. El objetivo de este ensayo es describir los antecedentes epidemiológicos, los aspectos clínicos y los mecanismos neurobiológicos asociados a la dependencia de SPA. Luego, se reflexiona sobre algunas estrategias ambientales para su prevención y/o tratamiento. Proposición: la dependencia no es un simple vicio producto de la holgazanería o la falta de carácter, sino, un trastorno neuropsquiátrico que debe ser reconocido como tal. Para ello, es indispensable conocer sus factores etiológicos, así como los mecanismos neurobiológicos involucrados. Argumentos para la discusión: todas las SPA activan directa o indirectamente el sistema dopaminérgico mesolímbico, el cual, tras el abuso, produce la sensibilización del sistema motivacional y la desensibilización del sistema hedónico. Este fenómeno provoca el uso más frecuente y en mayor cantidad, a pesar de que los efectos placenteros sean cada vez menores. El malestar físico y emocional causado por el síndrome de abstinencia contribuye a dicha compulsión, la cual se sale de control producto de las alteraciones del funcionamiento ejecutivo y la corteza prefrontal. Conclusiones: la dependencia es una enfermedad del cerebro inducida por el consumo crónico de las SPA en conjunto con factores neurobiológicos y psicosociales de vulnerabilidad. El acceso a contacto social, ejercicio físico y estimulación sensorio-cognitiva podría representar una estrategia altamente eficaz para el manejo de la dependencia y el mejoramiento de la salud mental.
Palabras clave dependencias; prevalencia; factores neurobiológicos; enriquecimiento ambiental