Open-access Consecuencias de la elisión para la prosodia del griego antiguo

Consequences of elision for ancient greek prosodic structure

Resumen

En este estudio, se examinan las modificaciones que produce la elisión en la estructura prosódica del griego antiguo. Se prueba que la elisión no solo provoca el desplazamiento del acento en los oxítonos, sino que da lugar a la redistribución sistemática de los rasgos métricos superficiales del vocabulario. Tal redistribución altera tanto la magnitud (número de sílabas), como la clase (tipo según la posición del acento) y el valor prosódico (ortotonesis) de las palabras.

Palabras clave: griego antiguo; elisión; acento; estructura métrica

Abstract

This study focuses on the modifications caused by elision in Ancient Greek prosodic structure. It is shown that elision not only changes the position of accent in oxytones. More accurately, elision carries out the systematic redistribution of the words surface metrical features. Such redistribution changes word size (number of syllables), as well as class (type according to tone position) and prosodic value (orthotonesis).

Key words: Ancient Greek; elision; accent; metrical structure

1. Introducción

La observación de que la única consecuencia de la elisión para la acentuación de las expresiones del griego antiguo consiste en retraer el tono de los oxítonos hacia la vocal que antecede a la tónica elidida fue formulada por Vendryes (1904). Según este planteamiento, las implicaciones prosódicas de la elisión se manifiestan solo en ejemplos de la especie de los que se agrupan en (1), tomados del canto primero de la Ilíada:1

(1) a. ἀγλά᾿ ἄποινα

espléndido rescate

b. ᾧ ἔπι πόλλ᾿ ἐμόγησα

Por lo que mucho sufrí

c. ὡς ἔμ᾿ ἀφαιρεῖται Χρυσηίδα

Si me quita a Criseida

La elisión de la vocal portadora del tono en los oxítonos del input (ἀγλαά, πολλά, ἐμέ) causa el desplazamiento del acento hacia la vocal ubicada al final de las expresiones elididas (ἀγλά᾿, πόλλ᾿, ἔμ᾿), donde el apóstrofo señala el lugar del segmento suprimido.

Que la observación de Vendryes no haya sido cuestionada supone su general aceptación. Sin embargo, aquí se argumenta que es incorrecta. Para tal propósito, se examinan otros fenómenos provocados por la elisión en la estructura métrica del griego antiguo. El análisis muestra, más específicamente, que la elisión modifica las propiedades métricas en tres aspectos fundamentales: la magnitud (definida en función del número de sílabas), la clase (definida según la posición del tono) y el valor (definido como la autonomía o la subordinación prosódica). La autonomía prosódica (llamada ortotonesis) representa la completitud del armazón métrico, condición de la palabra plena que se manifiesta en el hecho de poseer una sílaba tónica inherente. La subordinación afecta a los términos (enclíticos o proclíticos) que carecen de tono inherente (aunque puedan adquirirlo en ciertos contextos en la cadena del habla). Se argumenta en lo que sigue que cuando una palabra padece de una elisión cada una de las dimensiones métricas (magnitud, clase y valor) puede verse alterada.

El artículo se organiza de la siguiente manera: tras la sección introductoria, se caracteriza en el segundo apartado el concepto de elisión, en la perspectiva de la fonética del griego. En la tercera parte, se coloca la elisión en la esfera de los fenómenos de sandhi, mediante una comparación con las reglas eufónicas empleadas en la variante clásica del sánscrito para la tarea de disolver las secuencias de vocales que ocurren en el discurso. Las secciones cuarta, quinta y sexta se ocupan del análisis de las modificaciones derivadas de la elisión de términos polisílabos, bisílabos y monosílabos tónicos (palabras plenas), respectivamente. El apartado séptimo se refiere a la elisión de los enclíticos. En el octavo, se examina la relación que guarda la mitigación tonal (el cambio condicionado de tono agudo a tono grave) con el proceso de la elisión. En el noveno, se arguye que en las derivaciones fonológicas la elisión se aplica después de que se codifiquen la condición de subordinación de los enclíticos (enclisis) y la sustitución de tono agudo por tono grave (mitigación).2 La décima sección proporciona las observaciones concluyentes del estudio.

2. Atributos de la elisión

La elisión es un fenómeno posléxico (Devine y Stephens, 1994, p. 264). Se observa en la cadena del discurso, entre los elementos de una frase o una oración. Consiste en la supresión de la última vocal de una palabra, si (i) es el segmento final de la expresión, (ii) es breve, (iii) está delante de una palabra que comienza por vocal.3 Ocurre en principio desde la fase del griego común (Grammont, 1948, p. 378; Lejeune, 1987, p. 16), y se manifiesta en todas las variantes literarias desde Homero hasta la koiné (Buck, 1910, p. 72; Allen, 1973, p. 226; West, 1987, p. 13). Los datos de (2) hablan del alcance del proceso. Comprenden varios siglos y diversos dialectos. El pasaje de (2a) es de Tirteo (dórico, siglo VII a. C.); (2b) es de Arquíloco (jónico, siglo VII a. C.); (2c) está en un verso de Alceo (eólico, siglo VI a. C.); (2d), en Heródoto (jónico, siglo V a. C.); (2e) se halla en Platón (ático, siglo IV a. C.); (2f), en Aristóteles (koiné, siglo IV a. C.).4

(2) a. πάντων ἔστ᾿ ἀνιηρότατον

Es lo más triste de todo

b. οὔτοι πόλλ᾿ ἐπὶ τόξα τανύσσεται

No se tensarán muchos arcos.

c. μέγ᾿ ἐπαίνεντες

grandemente ensalzando

d. χρόνον ἐπ᾿ ὀλίγον

por poco tiempo

e. πόλλ᾿ ἤδη ἔτη

muchos años ya

f. μέρη ταῦτ᾿ ἐστί

Estas son las partes

Los términos elididos en (2) son los siguientes: (2a) = ἐστί, (2b) = πολλά, (2c) = μέγα, (2d) = ἐπί, (2e) = πολλά, (2f) = ταῦτα. Los ejemplos muestran que la elisión aparece tanto en el verso, como en la prosa. Se expresa, sin embargo, con mayor libertad en el verso, especialmente en la comedia, como probable característica del habla coloquial (López Eire, 1996, p. 71; Willi, 2003, p. 238).

3. Sandhi

Importa considerar los datos de elisión en griego antiguo en la perspectiva de las reglas de sandhi. El concepto de sandhi procede de la gramática del sánscrito y se refiere a los cambios que sufren los segmentos que entran en contacto dentro de la palabra (sandhi interno) o en la juntura de palabras en la cadena del discurso (sandhi externo). De las propiedades de la elisión ofrecidas arriba, se sigue que este proceso es un tipo de sandhi externo.

En sánscrito, como en griego, en la situación de encuentro de vocales en el discurso, el sandhi está supeditado a una condición antihiática (Whitney, 1896, p. 39; Renou, 1946, p. 7; Allen 1962, p. 29; Him Fábrega, 2021).5 La disolución de los hiatos que aparecen en la convergencia de los vocablos puede realizarse con tres mecanismos, llamados eufónicos en la descripción del sánscrito (Whitney, 1896, p. 42): la fusión, la reducción (semivocalización) y la inserción de semivocal. Mutatis mutandis, estos procedimientos se correlacionan con tres fenómenos de la fonética sintáctica del griego, a saber: la crasis, la sinéresis y la consonante móvil.

A diferencia de lo que ocurre en griego, donde la elisión es el recurso más utilizado para disolver las secuencias de vocales en la juntura de palabras (Allen, 1973, p. 226: Lejeune, 1987, p. 315), en sánscrito el mecanismo dominante es la fusión o crasis. Aquí, las vocales en contacto se mezclan en un producto que refleja los rasgos de los segmentos originales. Esto explica que no se incluya explícitamente en la fonética sintáctica del sánscrito el caso en que una vocal se elimina por completo y la otra se conserva, entorno característico de la elisión.

Los siguientes datos del sánscrito aportan la confirmación de lo expuesto. Cuando ocurre contacto de vocales de cualidad equivalente, sin que importe su cantidad, el producto del sandhi es una vocal larga de igual contenido melódico, como en: na + astināsti (‘no es’), rājā ādadātrājādadāt (‘el rey tomó’), devī + iyamdevīyam (‘esta diosa’), su + uktamsūktam (‘himno’). La secuencia de a (breve) o de ā seguida de vocal distinta simple (esto es, que no sea diptongo) engendra una vocal larga que constituye un compromiso (mezcla selectiva) del contenido melódico de los términos del input, como en: huta + ucchiṣṭamhutocchiṣṭam ('restos de sacrificio’), bhāryā + ivabhāryeva (‘como mujer’).6

Las vocales largas medias (e, o) que se hallan en el input del sandhi (en la posición de juntura V + V, donde V es cualquier vocal) deben analizarse como los diptongos de los que proceden históricamente (a saber, au, ai), para poder dar cuenta del producto del proceso (Allen, 1962, p. 38). De este modo, eka + ekaḥeka + aikaḥekāikaḥ (‘cada’), jala + okasjala + aukasjalāukas (‘cuya vivienda es el agua’). La conversión está respaldada por la cantidad larga del output, que entraña la fusión de a + aā. En este contexto, la aparente semivocalización de las vocales medias encubre una fusión de vocales iguales, dadas las derivaciones {a + ea + aiāi}, {a + oa + auāu}.

El sandhi externo del sánscrito que más se aproxima a la elisión griega presenta un diptongo latente como primer elemento de la secuencia que forma hiato en el input. Se observa en expresiones como las siguientes: te + āsamtai + āsamta āsam (‘ellos eran’), tasmāi + adadāttasmā adadāt (‘él le dio’). Sin embargo, subsiste una diferencia importante: en griego solo se eliden los diptongos que cuentan como segmentos breves para las reglas del acento (Allen, 1973, p. 238), y la elisión es total, mientras que en sánscrito se elimina únicamente la semivocal. Dicho de otra manera, la elisión de diptongo en griego disuelve el hiato; en sánscrito, por contraste, la pérdida de la semivocal crea una nueva secuencia de vocales en hiato, considerada de naturaleza secundaria por Renou (1946, p. 8). También en este entorno, hay similitud con la fusión (crasis) del griego, porque en esta lengua cuando hay secuencias formadas con un diptongo que no cuenta como segmento breve (el caso prototípico), el producto entraña la pérdida de la semivocal, como se ve en καὶγώκἀγώ (‘y yo’), donde la larga de κἀγώ proviene de la mezcla de la α breve de καὶ con la de ἐγώ, tras la supresión de , segundo elemento del diptongo (cf. Him Fábrega, 2023, en prensa).

Resta examinar la aparente elisión (Whitney, 1896, p. 47) que se observa en la secuencia constituida por una vocal media larga (e, o) seguida por a. Aquí, en la transliteración de las expresiones del sánscrito, se aplica un signo análogo al del apóstrofo de la escritura griega,7 para representar la desaparición de la a, como se aprecia en vane + agacchatvane ᾽gacchat (‘él partió hacia el bosque’), prabho + atraprabho ᾽tra (‘maestro, aquí’). Ahora bien, este proceso se parece más a una prodelisión o aféresis (cf. Him Fábrega, 2016), que a una elisión. Además, los rasgos de acento del producto muestran que no hay pérdida completa de la a: la vocal, como nota Whitney, sufre absorción en el output. Por lo mismo, Allen (1962, p. 41), apoyándose en la autoridad de Pāṇini, afirma que el término elisión está mal empleado en este caso, y sugiere que el producto debe considerarse una fusión.

En resumen, las reglas de sandhi del sánscrito reflejan casos de mezcla de segmentos que descriptivamente están más próximos al fenómeno griego de la crasis que al de la elisión.

Luego de este excurso de carácter comparativo, la exposición se limita en lo que sigue al análisis de las modificaciones ocasionadas por la elisión en la estructura métrica de las palabras griegas, agrupadas según las diferencias de magnitud, clase y valor prosódico, en el sentido que se asigna en este estudio a tales términos.

4. Elisión de los polisílabos

En esta sección, se demuestra que en el grupo de las palabras polisílabas (entendiendo por tales las que constan de tres o más sílabas) la elisión acarrea un cambio en la clase prosódica, definida según la posición del tono. Este enunciado implica que la clase prosódica de la expresión plena difiere de la que le corresponde a la expresión elidida superficial. A propósito de ello, considérese los pasajes de (3), todos aristofánicos, de Los acarnianos, vv. 53, 147 y 413, edición de Olson (2002):

(3) a. ἐφόδι᾿ οὐκ ἔχω

No tengo viáticos

b. τὸν πατέρ᾿ ἠντεβόλει

Rogó al padre

c. ἐσθῆτ᾿ ἐλεινήν

ropa miserable

Tras la elisión, el proparoxítono ἐφόδια se ha transformado en el paroxítono ἐφόδι᾿, el paroxítono πατέρα en el oxítono πατέρ᾿, y el properispómeno ἐσθῆτα en el perispómeno ἐσθῆτ᾿. La razón estriba en que los términos han perdido en el proceso la última sílaba. Con arreglo a la relación de sinafía, en πατέρ᾿ y ἐσθῆτ᾿ la consonante que queda al final se convierte en cabeza de la primera vocal de la palabra siguiente (Allen, 1973, p. 226; West, 1987, p. 12). La sinafía (συνάφεια) expresa la cohesión prosódica que caracteriza a los vocablos que se unen en la cadena del discurso, como miembros de la misma unidad de entonación (período o frase fonológica).

Para describir estos cambios, supóngase que los polisílabos se organizan según esta escala: (I) oxítonos o perispómenos, (II) paroxítonos o properispómenos; (III) proparoxítonos. Entonces, el producto de los ejemplos de (3) revela que la elisión transfiere una palabra del nivel en que se aloja como forma plena (subyacente) al nivel inmediatamente inferior en la escala, en el sentido III → II → I. Consiguientemente, el proparoxítono se hace paroxítono, el paroxítono se hace oxítono y el properispómeno se hace perispómeno.

Ahora bien, en el caso en que la vocal elidida es la tónica, como excepción, no se modifica la clase prosódica, sino la posición del tono. El producto es de nuevo un término oxítono, como ocurre en el ejemplo (4), de Los acarnianos, verso 656, donde ἀγαθά se convierte por elisión en ἀγάθ᾿, paso de oxítono a oxítono con retracción del acento.

(4) διδάξειν ἀγάθ᾿, ὥστ᾿ εὐδαίμονας εἶναι

Enseñar cosas buenas, para que sean felices.

Se trata justamente del fenómeno considerado por Vendryes como la sola consecuencia de la elisión para la acentuación griega. La modificación de la clase prosódica que se descubre en los datos de (3), sin embargo, prueba que la elisión comporta para el esquema métrico implicaciones que rebasan el cambio de posición del tono en los oxítonos elididos.8

5. Elisión de los bisílabos

En el grupo de las palabras bisílabas, la elisión engendra monosílabos. Cuando las palabras plenas son paroxítonas o properispómenas, se aplica la regla de conversión escalonada expuesta atrás (en el segmento II → I): paroxítono pasa a oxítono, properispómeno pasa a perispómeno. La ilustración la ofrecen los pasajes épicos de (5), de Hesíodo, Los trabajos y los días, vv. 90 y 306, texto griego que acompaña a la versión de Vianello (2012).

(5) a. φῦλ᾿ ἀνθρώπων

el linaje de los hombres

b. ἔργα φίλ᾿ ἔστω μέτρια κοσμεῖν

Que sea grato disponer la labor mesuradamente

Aquí, de φῦλα (properispómeno) y φίλα (paroxítono) salen los monosílabos φῦλ᾿ (perispómeno) y φίλ᾿ (oxítono), respectivamente.

Por otra parte, cuando la forma plena del bisílabo es oxítona, la elisión produce, como en los polisílabos, la retracción del tono sin modificar el valor oxítono de la expresión. Pero el cambio de bisílabo a monosílabo que ocurre también en este entorno añade al desplazamiento del acento una alteración fundamental en la magnitud de los términos. La ilustración se da en (6), de Los trabajos y los días, verso 336:

(6) ἔρδειν ἱέρ᾿ ἀθανάτοισι

Hacer sacrificios a los inmortales

La palabra ἱερά (bisílaba oxítona) se convierte por elisión en ἱέρ᾿ (monosílaba oxítona).

6. Elisión de monosílabos tónicos

La elisión de un monosílabo ortotónico engendra un proclítico. La razón está en que la consonante subsistente, como se indicó atrás, se resilabifica (por sinafía) como cabeza de la primera vocal de la palabra que la sigue. Entonces, la materia fónica remanente deviene apéndice del término que condiciona la elisión (cf. Him Fábrega, 2021, pp. 74-75). El fenómeno se aprecia en el ejemplo (7), de Sófocles, Edipo Rey, verso 746, edición de Errandonea (1959):

(7) πρὸς σ᾿ ἀποσκοποῦσ᾿, ἄναξ

Mirándote, señor.

En este pasaje, el pronombre σέ se incorpora al participio femenino ἀποσκοποῦσα tras la elisión, en la cadena (σ᾿+ ἀποσκοποῦσ᾿), donde el morfo σ᾿ hace sílaba con la vocal inicial del huésped ortotónico. El pronombre, privado de acento y de autonomía prosódica, sufre una transformación en la que se reconfiguran por completo los rasgos de su estructura métrica.

7. Elisión de los enclíticos

La elisión de un monosílabo enclítico, por las razones que valen para los otros monosílabos, produce sintomáticamente términos proclíticos. Las sílabas pierden los núcleos y las consonantes errabundas buscan apoyo en los núcleos disponibles, en este caso: las vocales ubicadas al comienzo de la palabra siguiente. La ilustración se da en (8), de Sófocles, Edipo en Colono, v. 308, edición de Errandonea (1959):

(8) τῇ θ᾿αὑτοῦ πόλει

y para su ciudad

El enclítico τε se transforma en el segmento θ᾿, el cual se adhiere al diptongo inicial del ortotónico αὑτοῦ, en la cadena (θ᾿ + αὑτοῦ), análoga prosódicamente a la de (σ᾿+ ἀποσκοποῦσ᾿) examinada arriba. Obsérvese el cambio de τ en θ, que revela la asimilación del clítico (ahora proclítico) a los rasgos fónicos del núcleo de sílaba con que comienza el huésped ortotónico.

Conviene apuntar que los enclíticos pueden también ser bisílabos, como ocurre con los verbos εἰμί y φημί. Cuando estos se eliden, se convierten, de acuerdo con la pauta general, en monosílabos. Parejo comentario vale para los proclíticos bisílabos, como las preposiciones κατά y παρά, que por elisión se hacen monosilábicas sin perder la condición de voces proclíticas.

8. Atonía y acento grave

En los oxítonos, la vocal que la elisión suprime tendría que portar tono grave en la forma plena de la palabra. De acuerdo con esto, la elisión toma como dominio el conjunto de vocales breves que o bien son átonas, o bien están marcadas con tono grave. Para el proceso, por tanto, las primeras son fonéticamente indistintas de las segundas (cf. Vendryes, 1904, p. 50; Trubetzkoy, 1970, p. 227).

Concuerda con la afirmación anterior el hecho de que una vocal breve que conserva el tono agudo no sufre elisión. Tal escenario se manifiesta en especial cuando la vocal se encuentra delante de un enclítico. El entorno prevaleciente es aquel en que el enclítico está representado por alguna forma del verbo εἰμί.9 En (9), se proporcionan dos ejemplos de Platón, Protágoras, 319a y 357d, edición de Croiset (2002):

(9) a. τοῦτό ἐστιν

esto es

b. ταῦτα δέ ἐστιν

esto es

Ahora bien, los pasajes de (9) contrastan con los de (10) en que en estos (Protágoras, 329d y 356a) el verbo está acentuado y condiciona la elisión de la palabra que lo precede:

(10) a. τοῦτ᾿ ἐστὶν

esto es

b. ταῦτα δ᾿ ἐστὶ

esto es

La implicación de la alternancia, de acuerdo con lo expuesto, es que en (10) el verbo no debe analizarse como enclítico. Más explícitamente, la ortotonesis de ἐστὶ(ν) impone acento grave en el oxítono que le antecede en el input de (10b) y hace posible la elisión análogamente a como acontece cuando se ubica detrás de una palabra que termina en vocal átona breve, caso de τοῦτο en (10a). Nótese, de paso, que en (10) se observan los cambios escalonados de magnitud descritos atrás: la elisión convierte al properispómeno en perispómeno (τοῦτοτοῦτ᾿) y al monosílabo en proclítico (δέδὲδ᾿).

La regla de que detrás de palabra elidida, el verbo εἰμί es ortotónico se enuncia formalmente en Kühner y Blass (1890, p. 344). Tal declaración recibe el apoyo de ejemplos de la especie de los de (11). El de (11a) se extrae de Los trabajos y los días, v. 687; el de (11b) de Edipo en Colono, v. 1360:10

(11) a. δεινὸν δ᾿ ἐστὶ θανεῖν

Es terrible morir

b. κλαυστὰ δ᾿ ἐστίν

Es lamentable

En estos ejemplos, el tono grave de los adjetivos δεινὸν y κλαυστὰ demanda que ἐστὶ(ν) sea considerado ortotónico. El acento grave se marca consecutivamente de izquierda a derecha sobre una serie de palabras oxítonas que son miembros de la misma frase fonológica. Esto entraña que las secuencias del tipo de (11a) se derivan del modo que se dispone en (12):

(12) a. δεινόν δέ ἐστί θανεῖν

b. δεινὸν δέ ἐστί θανεῖν

c. δεινὸν δὲ ἐστί θανεῖν

d. δεινὸν δὲ ἐστὶ θανεῖν

e. δεινὸν δ᾿ ἐστὶ θανεῖν

Aquí, cada oxítono recibe tono grave consecutivamente hasta la frontera del perispómeno θανεῖν. En el paso (12e), la partícula δὲ sufre elisión, tras ser marcada con acento grave. La explicación descansa en la premisa de que ἐστί se comporta en este entorno como voz ortotónica. De tal análisis, se obtiene tanto la modificación del tono agudo en tono grave, como la posibilidad de la elisión de la partícula, de conformidad con la idea de que el dominio de la elisión está constituido por las vocales breves inacentuadas o portadoras de tono grave.

Suponer que ἐστί(ν) es enclítico en (11) da lugar a una aporía. El producto, entonces, tendría que ser, como en el ejemplo (9b), la expresión δέ ἐστι(ν), para la que no es factible la elisión, puesto que en ella δέ mantiene tono agudo. Si se quisiera aun elidir la partícula, se derivaría la cadena inacentuada *δ᾿ ἐστι(ν), forma que necesitaría acento agudo en los oxítonos que la preceden o, de lo contrario,dejaría sin explicar el tono grave, debido a que δ᾿ ha devenido apéndice proclítico de un enclítico. La aporía se disuelve con el postulado de que en estos casos el verbo es ortotónico.11 La proclisis de la partícula no perturba en (12) la pauta de acentuación de δεινὸν. El adjetivo se marca con tono grave delante del oxítono δ᾿ ἐστὶ, que a su vez se marca grave delante de θανεῖν.

9. Orden de los procesos

De lo expuesto, se sigue que en el plano posléxico (esto es, en la cadena del discurso) la secuencia de los procesos se produce en este sentido: enclisis → asignación de tono grave → elisión. La conversión de tono agudo a tono grave debe preceder a la elisión (cf. Him Fábrega, 2015, p. 175; 2016, p. 54), para que esta pueda suprimir tanto las vocales breves átonas, como las portadoras de acento grave.

El contraste que se observa en (13) sirve de apoyo para el análisis planteado. El pasaje de (13a) es de Aristófanes, Las nubes, v. 682, edición de Dover (1970). El de (13b) está en Aristóteles, De generatione animalium, 765a, edición de Drossaart Lulofs (1972):

(13) a. ἄρρεν᾿ ἐστίν

Es masculino

b. ἄρρενά ἐστι

Es masculino

El input de ambos enunciados comprende el adjetivo proparoxítono ἄρρενα. Sin embargo, en (13a) ἐστίν es ortotónico, mientras que en (13b) el verbo es enclítico. Las estructuras subyacentes difieren mínimamente: (ἄρρενα ἐστί) contra (ἄρρενα ἐστι). La enclisis de ἐστι en (13b) obliga a marcar con acento agudo la última vocal del proparoxítono. La marca impide la elisión. La ortotonesis de ἐστί, en contraposición, hace factible la elisión de la vocal final átona del adjetivo trisílabo en (13a), que se convierte por ello en paroxítono bisílabo.

10. Conclusión

En este artículo, se ha mostrado, contra lo que se afirma en Vendryes (1904, p. 250), que la elisión tiene múltiples consecuencias para la estructura prosódica de las expresiones del griego antiguo. El proceso no se limita a cambiar la posición del acento en los oxítonos: provoca la reagrupación sistemática del conjunto de términos a que se aplica. Por una parte, modifica de manera escalonada la clase prosódica (definida según el lugar en que se ubica el acento): el proparoxítono deviene paroxítono; el paroxítono, oxítono; el properispómeno, perispómeno. Por otra, cambia la magnitud (definida según el número de sílabas): el trisílabo deviene bisílabo; el bisílabo, monosílabo. Además, la elisión altera el valor (entendido como la ortotonesis o la dependencia prosódica): el monosílabo, tanto ortotónico, como enclítico, deviene proclítico.

Tales atributos son consistentes con la idea de que la elisión opera sobre el dominio de las vocales breves átonas y portadoras de tono grave, que el proceso no discrimina. Estos rasgos, por otro lado, permiten distinguir la elisión de las reglas eufónicas empleadas en sánscrito como instrumentos de la estrategia antihiática, que pueden interpretarse con más propiedad como fenómenos de fusión (crasis).

Las consecuencias de la elisión se despliegan en todas las dimensiones de la estructura métrica de las expresiones griegas (clase, magnitud y valor prosódico), y ponen de relieve en este plano de la especificación fonológica la distancia que existe entre la forma plena subyacente y su correlato superficial.

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  • Trubetzkoy, N. S. (1970 (1939)). Principes de Phonologie Klincksieck.
  • Uhlenbeck, C. C. (1898). A manual of Sanskrit phonetics Luzac & Co.
  • Vendryes, J. (1904). Traité d’accentuation grecque Klincksieck.
  • West, M. L. (1987). Introduction to the Greek metre Clarendon Press.
  • Whitney, W. D. (1896). A Sanskrit grammar Breitkopf and Härtel.
  • Willi, A. (2003). The language of Aristophanes Oxford University Press.
  • 1
    Los ejemplos de (1a), (1b) y (1c) se hallan en Ilíada Α, versos 111, 162 y 182, respectivamente, edición de Mazon (2002). Las traducciones, aquí y en lo sucesivo, mantienen la interpretación de las fuentes, cuando la proporcionan. En caso contrario, son propias.
  • 3
    El espíritu áspero (aspiración) es invisible para el proceso. La vocal υ no se elide, excepto en la preposición eólica ἀπύ (West, 1987, p. 13). Las vocales largas tampoco se eliden.
  • 4
    Más explícitamente, (2a) se halla en Tirteo, Fr. 10 West; (2b), en Arquíloco, Fr. 3 West; (2c), en Alceo, Fr. 348 Lobel-Page. Para estos tres, se aprovechan los textos que reúne Berruecos Frank (2018). El pasaje de (2d) está en Heródoto, V, 46, edición de Dietsch (1901). La fuente de (2e), Eutidemo 271c, es Burnet (1957). La de (2f), Poética 1452b9, el texto griego de la versión de García Yebra (1974). Sobre el concepto de koiné, lengua estándar de base ática del período helenístico, véase Nagy (2017, p. 721). La noción de griego común, por otro lado, denota una modalidad de lengua anterior a la diferenciación dialectal de la época histórica (cf. Meillet, 1920, p. 12s.; Lejeune, 1987, p. 13).
  • 5
    El análisis se constriñe a la variante clásica del sánscrito. La restricción sobre el hiato deviene más laxa en la variante védica, que es más antigua (cf. Whitney, 1896, p. 39; Allen, 1962, p. 29).
  • 6
    En sánscrito, los grafemas e, o, representan vocales largas. Para las otras vocales, la distinción breve/larga se hace marcando la cantidad de las largas y dejando sin marcar las breves: a/ā, i/ī, u/ū. Como en griego, haciendo omisión del fenómeno periférico de las vocales llamadas protractas (cf. Whitney, 1896, p. 27), la vocal larga comporta dos moras; la breve, una mora. Los ejemplos de sánscrito se toman de Uhlenbeck (1898, pp. 97-98), salvo ta āsam (‘ellos eran’), vane ᾽gacchat (‘él partió hacia el bosque’) y prabho ᾽tra (‘maestro, aquí’), que se toman de Renou (1946, p. 8).
  • 7
    En la escritura nativa hindú, el devanāgarī, el signo transliterado con el apóstrofo se denomina avagraha, que significa ‘separador’ (cf. Whitney, 1896, p. 9).
  • 8
    Sin referirse a la transferencia escalonada de la clase prosódica, en Devine y Stephens (1994, pp. 265s.) se contemplan posibles variaciones ocasionadas por la elisión en la fonética suprasegmental de los polisílabos, pero la exposición no suministra resultados claros. Por otra parte, trabajos como el de Benediktson (2017) se limitan a proporcionar recuentos estadísticos que poco dicen sobre la estructura prosódica de los términos.
  • 9
    La presencia de εἰμί no es indispensable. En la pregunta τί ἔλεγεν; ‘¿qué dijo?’ (Protágoras, 341c), el pronombre τί ni sufre cambio de agudo a grave ni se elide. Y en el enunciado οὐδέ ἑ λήθει `y no se le oculta'(Los trabajo y los días, v. 268), es al pronombre enclítico ἑ al que le toca inducir acento agudo sobre la forma plena οὐδέ, que consiguientemente no califica para la elisión.
  • 10
    La edición de Errandonea (1959) pone ἐστὶν por ἐστίν, contra lo que, más propiamente, se lee en los textos digitales del Proyecto Perseus y del Thesaurus Linguae Graecae.
  • 11
    Para evitar la aporía, en Emde Boas, Rijksbaron, Huitink y Bakker (2019, p. 292) se invierte el sentido del condicionamiento: la elisión causa la marca de acento sobre el verbo. Como εἰμί se halla siempre acentuado en este entorno, esta providencia ad hoc equivale a tratarlo como voz ortotónica. De hecho, no existen diferencias con respecto a la acentuación entre τοῦτ᾿ ἐστὶν ‘esto es’ —Protágoras, 329d— y expresiones como τοῦτ᾿ αὐτὸ ‘esto mismo’, Fedro, 257c, edición de Burnet (1957), donde no hay cabida para suponer que el tono de αὐτὸ lo produce la elisión de τοῦτο.

Fechas de Publicación

  • Fecha del número
    Sep-Dec 2023

Histórico

  • Recibido
    23 Mar 2023
  • Acepto
    23 Mayo 2023
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None Universidad de Costa Rica, San José, San José, CR, 2060, 2511-5107, 2511 8395 - E-mail: kanina@ucr.ac.cr
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