Resumen
Este texto contiene una reseña del libro Historia de la Literatura Ramonense desde los orígenes hasta el posmodernismo (1870-1970) de Francisco Rodríguez Cascante.
Palabras clave: literatura; posmodernismo; San Ramón; Alajuela; Costa Rica
Abstract
This text contains a review of the book Historia de la Literatura Ramonense desde los orígenes hasta el posmodernismo (1870-1970), by Francisco Rodríguez Cascante.
Key words: literature; postmodernism; San Ramón; Alajuela; Costa Rica
Francisco Rodríguez Cascante. Historia de la Literatura Ramonense desde los orígenes hasta el posmodernismo (1870-1970). (2021). San José: Editorial Universidad de Costa Rica, páginas 321.
Francisco Rodríguez Cascante (Alajuela, 1965) es un investigador académico destacado en los estudios de la literatura centroamericana, costarricense e historiografía literaria. Dentro de su encomiable labor destacan investigaciones pioneras e innovadoras en los que ha explorado con profundidad a autores y textos invisibilizados dentro de la crítica académica nacional y la historiografía literaria costarricense.
Las contribuciones de tan sobresaliente estudioso de la literatura adquieren un grado de interés al alcance de muy pocos, solo basta hojear sus libros para darse cuenta de ello, sin duda, sus trabajos contribuyen a enriquecer y ampliar el panorama literario de la región centroamericana y me atrevo a decir que hasta latinoamericana, no por nada fue galardonado con el Premio Academia Costarricense de la Lengua en el año 2017.Antes de comenzar a reseñar su último libro, es necesario ahondar sobre su vasta producción académica y literaria, con el fin de mostrar la significancia de sus colaboraciones y la ruptura que estas suponen en los estudios literarios costarricenses.
Su obra prima Autobiografía y dialogismo: El género literario y El río, novelas de caballería (2004), libro donde se exploran las problemáticas genéricas (género) a partir de su historicidad y el diálogo con la teoría literaria contemporánea, de acuerdo con las propuestas estructuralistas y posestructuralista de Mijaíl Bajtín, Roland Barthes, Julia Kristeva y Hans Robert Jauss. Finalmente, el autor aborda la autobiografía como punto de partida para el análisis de la novela El río, novelas de caballería (1986), del escritor guatemalteco Luis Cardoza y Aragón.
En su segundo libro titulado Imaginarios utópicos. Filosofía y literatura disidentes en Costa Rica (1904-1945) publicado en el 2016. En él Rodríguez realizó un brillante estudio sobre los discursos disidentes a nivel filosófico y literario que se reprodujeron en la Costa Rica de las primeras décadas del siglo XX, tales como la teosofía, el espiritismo, el anarquismo, el hispanismo, el orientalismo y el helenismo, los cuales dieron paso a nuevas formas de pensar la modernidad nacional a partir de las ideas de algunos intelectuales de la época. Texto pionero, pues la crítica e historiografía no se había ocupado por tales dicursos.
En cuanto a su labor meramente literaria, sobresalen los trabajos como editor a favor del rescate de la literatura ramonense, así, por ejemplo, Lisímaco de mí (2013), texto dramático donde se muestran algunos datos biográficos que marcaron la vida de uno de los fundadores de la literatura costarricense contemporánea, como motivo del tránsito existencial entre la literatura y la vida personal de Lisímaco Chavarría Palma (1873-1913). En esta misma línea aparece la Colección obras completas Lisímaco Chavarría Palma (2 tomos) (2013) en donde se recopiló en su totalidad la obra del escritor ramonense.
En este libro, Rodríguez nos da cuenta de la calidad y la riqueza escritural que subyace en los textos de Lisímaco que, sin lugar a dudas, no tiene nada que envidiar a las literaturas más legitimadas del mundo cultural. También, el investigador-académico exhibe la calidad de la escritura del escritor ramonense, mediante una serie de poemas y ensayos que revelan los modos de pensamiento de la intelectualidad costarricense de las primeras décadas del siglo XX.
Por su parte, Lisímaco Chavarría. Antología: poesía, narrativa y ensayo, publicada en el 2014, en este libro, el Dr. Francisco Rodríguez realizó una brillante labor al recopilar en forma cronológica la producción literaria no solo poética, sino narrativa y ensayística del escritor más legitimado de la literatura ramonense.
De la misma manera, Rodríguez edita varias producciones literarias de autores (as) que habían permanecido en el olvido dentro de la crítica e historiografía literaria costarricense. En este sentido, la publicación de la Obra literaria de Arturo García Solano (2017), cuyo libro reúne textos poéticos, narrativos y ensayísticos del escritor modernista costarricense Arturo García Solano (1883-1967), quien no había sido sistematizado por la crítica literaria académica nacional al encontrarse en publicaciones periódicas y dispersas en la primera parte del siglo XX.
En este mismo panorama, el investigador rescata la obra de la poeta, narradora y ensayista Corina Rodríguez López (1895-1982). Por ende, se publica la Obra literaria de Corina Rodríguez López (poesía, narrativa y ensayo) (2018), en ella se expone toda la producción literaria pionera y feminista de la escritora ramonense, inclusive, el único texto publicado que se registra, titulado De la entraña. El aporte de Rodríguez, indudablemente, contribuye a ampliar esa visión que tenemos sobre la historia literaria costarricense, a través de la sistematización de autores y textos silenciados dentro del canon y el sistema literario nacional. Corina, al igual que Solano estaban olvidados, injustamente, dado que su calidad escritural es incuestionable.
Llegados a este punto, cabe decir que las obras de Francisco Rodríguez Cascante presentan nuevos enfoques, planteamientos en espacios poco delimitados por los estudios literarios costarricenses. Esto, desde mi perspectiva ha permitido que muchos saberes socio-discursivos y culturales invisibilizados puedan romper fronteras y adquirir un lugar legítimo en la historiografía literaria costarricense. Como es el caso de autores (as) como Corina Rodríguez López y Arturo Agüero, Félix Ángel Salas Cabezas, Zeneida Montanaro Alfaro y Emma Gamboa Alvarado, por citar algunos.
Tal y como es notorio en su última publicación Historia de la Literatura Ramonense desde los orígenes hasta el posmodernismo (1870-1970).1 donde se reconoce el quehacer literario de autores (as) ramonenses, no solo los más legitimados, pues se incluyen a otros escritores (as) como los mencionados anteriormente que nunca habían sido leídos ni identificados; es decir no tenían existencia. Desde el título, se observa el gran trabajo que conlleva un proyecto de tal magnitud, Rodríguez es muy claro con los intereses de este libro, los cuales se centran en reconocer a las literaturas regionales costarricenses, no solo para el caso de la literatura ramonense, en tanto se muestra el quehacer dinámico que caracteriza a este campo literario.
En el estudio de la literatura regional ramonense que propone Rodríguez tiene como objetivo principal evidenciar los procesos de exclusión que han experimentado las historias literarias regionales en la historiografía literaria costarricense, dado que esta se ha ocupado, indiscutiblemente, de autores y textos canónicos, ajenos a lo que se desarrolla desde y por las regiones. Por ende, las historias de la literatura regional es una de las grandes deudas o vacíos que existen en la historiografía literaria de Costa Rica.
En este libro pionero es posible ver cómo el autor deconstruye el imaginario de literatura nacional altamente canónico e ideologizados a partir de la interrupción de esos imaginarios hegemónicos de centralización literaria con significaciones políticas, culturales e ideológicas. Esta problemática lleva a Rodríguez a realizar un detallado estudio sobre la literatura regional y el modelo de la historia literaria ramonense,2 ya que como bien lo señala José Ángel Vargas Vargas en el prólogo del texto en estudio se toma la multiplicidad y los “[...]factores necesarios para alcanzar una explicación detallada y rigurosa de la literatura ramonense, contemplando los códigos simbólicos de la identidad, las concepciones particulares de la literatura regional y los procesos específicos en los que esta se encuentra inmersa ” (p. xiii).
En esto, el investigador es muy preciso al pensar las producciones literarias de San Ramón de acuerdo a la historicidad de los procesos literarios, con ello se subvierte esa visión homogeneizantes que ha imperado en las historias de la literatura costarricense. El libro está dividido en tres amplios capítulos, el primero de ellos se denomina “San Ramón, tierra de poetas” en donde se cuentan los motivos por el cual el cantón ramonense ha sido definido como “tierra de poetas”.
En este capítulo también es digno de destacar el abordaje estructural en términos teóricos y conceptuales que el autor retoma para analizar la noción literaria como un polisistema, dinámico donde confluyen discursos y significantes que enriquecen y propician el establecimiento de una pequeña ciudad letrada o campo de intelectuales en San Ramón a finales del siglo XIX y a principios de la década de 1920. Esto le permite a Rodríguez comprender la literatura ramonense según la historicidad de la literatura regional y el modelo de la historia literaria ramonense desde sus orígenes hasta 1970.
En el segundo capítulo del libro, “Del testamento de Judas a la generación de El Ramonense (1870)”, en él Rodríguez se adentra en los orígenes de la literatura ramonense; es decir, analiza el proceso literario del cantón desde la publicación del primer texto literario que se registrado en el cantón Testamento de Judas del presbítero Joaquín García Carrillo, texto de índole religiosa, aunque no por ello cuestionador de los hábitos de los ciudadanos de la época.
Posteriormente, el autor nos ofrece un panorama muy amplio sobre la generación de El Ramonense (1886), justamente esto marca una notable diferencia con respecto a otros trabajos historiográficos, pues, si bien es cierto, en la estructura del libro se toma en cuenta la categoría historiográfica de periodización, además de generación,2 no se restringe la noción de lo literario.
En ella se realiza una periodización de la literatura ramonense y, a su vez, se hace un análisis de las dos primeras generaciones, pero en términos dialógicos, sin una intención excluyente, biográfica o restricta, sino más bien abre un horizonte geográfico literario como motivo del vínculo o correspondencia permanente entre escritores (as),estéticas, periodos, estilos, movimientos filosóficos, culturales y sociales más allá de una organización (estática) de las formas estéticas heredadas de la historiografía literaria tradicional.
Aspectos que, según mi criterio, forman parte de los intereses de este gran proyecto, en tanto se logra comprender la literatura costarricense como un conjunto de relaciones o subsistemas que dialogan en el sistema literario nacional. Se deconstruye, como queda evidenciado, conceptos estáticos como Estado-Nación, “vallecentralismo” y ese nacionalismo literario tan problemático a través de la apertura de espacios heterogéneos con acceso a tensiones, choques, contradicciones y encuentros entre pasado y presente, sin la necesidad de caer en una visión homogeneizante y monológica.
De conformidad con lo anterior, otro de los recursos que no dejan de llamar la atención, indudablemente, es cómo Rodríguez realiza un análisis exhaustivo de la literatura regional ramonense con torno al comparatismo con las literaturas más legitimadas del mundo cultural. Tan evidente en el tercer capítulo “Del modernismo. El costumbrismo y el postmodernismo: la generación de afirmación identitaria (1923-10970)”. En este apartado se halla un detallado estudio sobre el proceso escritural de autores (as) ramonenses que publicaron durante la década de 1923 y 1970, los cuales transitan por diversos modelos literarios como el Romanticismo, el modernismo, posmodernismo y las vanguardias, hallazgo que permite dimensionar la calidad de las prácticas literarias desarrolladas en el cantón ramonense.
Es así que Rodríguez encuentra, entonces en las letras ramonenses un vínculo dialéctico con otros fenómenos o diversidades culturales no solo con códigos locales e identitarios, sino con el contexto latinoamericano y europeo. Esto ocasiona tal cual lo indica Alvarado (1992)[1] un “[...] desplazamiento epistemológico que franquea las oposiciones, aparentemente irreconciliable de términos como identidades subjetivas versus identidades colectivas” (p.150). Por eso, en el libro se expresa implícitamente el dinamismo, la pluralidad de las literaturas ramonense, comparable con las literaturas más conocidas y reconocidas a nivel mundial.
Por todo lo anterior, este libro constituye un aporte inconmensurable a la historiografía literaria costarricense, primero, por el desinterés que persiste en gran parte de la crítica literaria académica nacional en torno a las literaturas regionales. Segundo, porque la publicación de este texto implica una ruptura al documentar saberes socio-discursivos desarrollados en las regionales, esto contribuye a otorgarle el lugar legítimo que debe ocupar el tema de las literaturas regionales dentro del canon y el sistema literario nacional.
Además, la labor de Rodríguez nos recuerda, la importancia de ampliar la visión que tenemos de la literatura costarricense en torno a la expansión del horizonte geográfico de los estudios literarios, labor imprescindible para poder pensar en el fenómeno de las literaturas regionales; es decir, reconocerlas en el contexto nacional. La literatura ramonense en este libro es visibilizada, tanto por el rescate y reivindicación de autores y textos, también al presentar de forma precisa la heterogeneidad discursiva que caracteriza a la literatura regional, porque como se despliega en el libro, la literatura ramonense se nutre de aspectos históricos, literarios y estéticos que no se presentaban en la Costa Rica de la época.
Al realizar tan exhaustiva investigación, Rodríguez nos muestra el camino a seguir en los estudios literarios costarricenses, esto para el reajuste y propuestas necesarias para el futuro diseño de nuevas historias o proyectos de investigación sobre la literatura regional costarricense. Este libro, es a mi juicio, un modelo a imitar para la creación de Historias en otras literaturas regionales como la sancarleña, turrialbeña, puntarenense, guanacasteca o generaleña, por mencionar algunas regiones culturales que interactúan en el plano nacional e internacional.
Por tanto, este libro es una joya, un valioso aporte ineludiblemente para la historiografía literaria costarricense, gracias a la rigurosa labor filológica e investigativa, tal cual nos tiene acostumbrados tan destacado estudioso de la literatura costarricense y centroamericana. En fin, considero que la historia literaria ramonense es un modelo cultural y literario de la talla de cualquier historia centroamericana. Por ello, es pertinente recordar que el análisis hecho por Rodríguez ofrece un nuevo camino, no solo para la compresión de otras literaturas regionales costarricenses, sino en otras latitudes ajenas al contexto nacional.
Por dicha, es un texto muy ameno y fácil de leer, aspecto que nos demuestra el compromiso ético y social del autor con los lectores de este libro.
Referencias bibliográficas
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1
Obra fundamental en la historia cultural costarricense, ya que llena ciertos va-cíos existentes, pues las historias literarias regionales han sido invisibilizadas en la historiografía literaria costarricense. Esto al ser consideradas como formacio-nes o rezagos culturales de la periferia, sin formar parte del contexto literario nacional.
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2
A pesar de que el autor retoma las categorías historiográficas como periodi-zación y generación, no se emplean en términos restrictas, ya que no cae en discusiones biográficas o de paráfrasis de contenido, en tanto se contempla la multiplicidad y la heterogeneidad discursiva de la literatura ramonense. Nótese los referentes teóricos y metodológicos que Rodríguez usa, los cuales permiten la sistematización de la producción literaria ramonense desde sus orígenes en 1870 hasta 1970 y, por ende, no hay una intención excluyente, se permea un abordaje dinámico, dialógico entre los distintos autores (as) y textos, lejos del privilegio de un grupo en específico.
Fechas de Publicación
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Fecha del número
Jul-Dec 2022
Histórico
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Recibido
05 Nov 2021 -
Acepto
14 Ene 2022