Open-access La estrategia didáctica y su uso dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje en el contexto de las bibliotecas escolares

The teaching strategy and their use in the process of teaching and learning in the context of school libraries

Resumen:

Este artículo tiene como objetivo dar a conocer la estrategia didáctica como una herramienta que facilita el proceso de enseñanza y aprendizaje que lleva a cabo la persona bibliotecóloga en coordinación con el personal docente, en el contexto de las bibliotecas escolares. Se expone el cómo poderla desarrollar, así como su uso didáctico y la metodología de diseño que involucra: los objetivos, contenidos, actividades, cronograma, los recursos requeridos y los aspectos que se esperan obtener al ejecutarla. Para ilustrar cada uno de estos componentes, se aporta una propuesta de estrategia didáctica para la celebración del Día del Árbol en un centro escolar. Además, se presenta los criterios que se requieren para diseñar y desarrollar la estrategia, se reflexiona en el aporte que realiza la persona bibliotecóloga como mediadora de la información, con respecto a la construcción de objetivos que den respuesta al contexto donde se desenvuelve profesionalmente, el seguimiento que se da a un proceso donde se sistematizan y evalúan los resultados, procurando brindar información significativa a las personas usuarias, y el papel de liderazgo que puede asumir en los diferentes procesos de formación que se ejecutan en una biblioteca escolar.

Palabras clave: Aprendizaje; enseñanza; bibliotecas escolares; didáctica; estrategia de aprendizaje; medios de enseñanza; bibliotecarios.

Abstract:

This article aims to present the teaching strategy as a tool that facilitates the process of teaching and learning that makes the librarian, in coordination with the teaching staff, in the context of school libraries. Concepts for develop it are exposed, also their educational use and the design methodology that encloses: the objectives, content, activities, schedule, resources required and the aspects to be obtained as result. To illustrate each of these components, a teaching strategy proposal for Arbor Day celebration in a school is provided; also the criteria required to design and develop the strategy is presented, reflect on the contribution made librarianship as a mediator of information, with respect to the construction of objectives that respond to the context in which it operates professionally, the monitoring given to a process where systematize and evaluate the results, seeking to provide meaningful information to the users, and the leadership role that can take on the different formation processes running on a School Library.

Keywords: Learning; teaching; school libraries; didactics; teaching strategy; teaching aid; librarians.

1. Introducción

Al profesional en bibliotecología, tal como lo expone la (Comisión de Autoevaluación de la Escuela de Bibliotecología y Ciencias de la Información, 2013) de la Universidad de Costa Rica, le corresponde contribuir a las necesidades que se presentan en el sector educación, porque la bibliotecología desde una perspectiva humanística y social está ligada a la docencia, ya que presta el servicio de educación cuando funge como facilitador en el procesamiento de la información y es, en ese contexto, donde debe asumir acciones, tomar decisiones, afrontar imprevistos, buscar soluciones y aplicar conocimientos, para dar un servicio de calidad.

Según (Rueda, 2015), la biblioteca escolar se encuentra en condición desfavorable, porque en algunos centros educativos no cuenta con un espacio exclusivo para la persona que está a cargo, en ocasiones no es un profesional en bibliotecología, sino que se trata de una comisión de biblioteca o un docente de primaria a cargo, en otros casos donde hay un profesional de bibliotecología, no siempre se le proporcionan recursos en tiempo y forma para atenderla, ni para promocionar su objeto de estudio. En este mismo sentido, (Marzal, Parra y Colmenero, 2011) agregan que esto se debe a que, en el sistema educativo, la biblioteca no es un asunto de prioridad.

Sin embargo, la bibliotecología puede promover su objeto de estudio y ser parte activa en el centro, ya que desde su quehacer puede ir desarrollando sus fines formativos y educativos; participando en la implementación y ejecución del currículo educativo, mediante estrategias que beneficien el proceso de enseñanza y aprendizaje, en las áreas sustantivas de un contexto; por ejemplo, la celebración de efemérides.

Por tanto, el artículo tiene como objeto mostrar el proceso que se sigue cuando se planifica una estrategia, ejemplificando cada aspecto mediante la ilustración de una celebración, en este caso, la efeméride del Día del Árbol, bajo la responsabilidad del profesional en bibliotecología junto con otros actores, dentro del contexto de las bibliotecas escolares.

2. Bibliotecas escolares

La (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencias y la Cultura, 2000) manifiesta que la acción de la biblioteca escolar es la de dar un servicio en el ámbito de la información, dentro del contexto de un centro escolar. Además, según (Área, 2010), la biblioteca ofrece procesos de alfabetización y acceso a materiales y recursos de lectura, tanto para información formal como para espacios de ocio y solución de problemas, como apoyo al personal docente del centro educativo en el desarrollo de la enseñanza, o bien como facilitador y ejecutor de acciones basadas en el currículo para cumplir con el objetivo formativo del centro.

Aun cuando la biblioteca hace un aporte importante al currículo, el centro educativo no visualiza la biblioteca como una disciplina específica dentro de las áreas del saber de su currículo; según (Marzal, Parra y Colmenero, 2011), la razón es porque el objeto de estudio de ella no es un eje temático; es decir, está inmersa dentro del sistema y es un centro de información para los diferentes saberes, pero no cuenta con un espacio para desempeñarse dentro del programa específico de una disciplina.

Ahora bien, desde la perspectiva de (Rueda, 2015, p. 23), la biblioteca escolar tiene como función principal “Apoyar el proceso de enseñanza y aprendizaje, proporcionando estrategias a sus usuarios “ir más allá de un espacio depositario de libros o sala de estudio; y ser un espacio promotor del quehacer de la biblioteca, un espacio formador de hábitos de lectura y escritura, y un recurso que facilita el logro de las intenciones educativas de la información dentro del centro educativo.

El quehacer de la biblioteca busca desarrollar la capacidad intelectual, el conocimiento cultural, la especialización sobre una temática y otras habilidades como lectura rápida, compresión de lectura, redacción y ortografía. A su vez, contribuye en la construcción de actitudes como la constancia, perseverancia, y hábitos para la lectura.

El desarrollo de estas funciones adquiere mayores beneficios, desde su papel mediador dentro del proceso de aprendizaje de manera sistemática y metodológica, si quien está a cargo de la biblioteca plantea sus propuestas de manera propositiva y estratégica. La persona bibliotecóloga podría ser un agente transformador, donde la información trascienda de la adquisición de un conocimiento a la comprensión del conocimiento, sirviéndose de herramientas como la estrategia didáctica.

3. Estrategia didáctica

Una estrategia didáctica es más que solo aplicar una técnica con un listado de actividades o tareas para llevar a cabo, (Mansilla y Beltrán, 2013, p. 29) la definen de la siguiente manera: “La estrategia didáctica se concibe como la estructura de actividad en la que se hacen reales los objetivos y contenidos”. Esta estructura implica un proceso que nace desde un punto de partida, que son los contenidos de información, puede ser nueva o alguna información previa que las personas participantes ya posean sobre el tema; y de ahí, hasta el punto en que se espera llegar; es decir, hacer real el objetivo, el cumplimiento de lo que se desea alcanzar cuando se propone el desarrollo de una estrategia.

Los docentes hacen uso de estrategias didácticas para desarrollar los contenidos de un programa y transformarlos en un concepto con significado, a este proceso se le llama trasposición didáctica, porque es la herramienta que permite traspasar la información de manera didáctica. En el caso del servicio que se brinda en una biblioteca, sería presentar la información de manera que el usuario le encuentre sentido y pueda apropiarse de ella, según sus necesidades e intereses.

Cada persona tiene un conocimiento básico sobre el significado de cualquier información, y asocia ese conocimiento con lo que ya conoce, por lo que es importante explorar qué, cómo y cuánto conoce la persona usuaria sobre el tema que se va a tratar. Así, se puede intercambiar el conocimiento que cada quien posea, desde cada perspectiva, para juntos poder ir construyendo un nuevo conocimiento. A este proceso de intercambiar y construir conocimientos, Chevallard lo define como:

Un contenido de saber que ha sido designado como saber a enseñar, sufre a partir de entonces un conjunto de transformaciones adaptativas que van a hacerlo apto para ocupar un lugar entre los objetos de enseñanza. El «trabajo» que transforma un objeto de saber a enseñar en un objeto de enseñanza. (2005, p. 45)

De ahí la relevancia de la estrategia de enseñanza, ya que planifica metódicamente el proceso de transformación de la información hacia el aprendizaje, mediante la didáctica y su metodología.

3.1. Didáctica y metodología

La metodología didáctica, según (Fortea Bagán, 2009), es la estrategia de enseñanza que propone un docente para el trabajo en el aula. Se parte de la metodología, como medio para el logro de los objetivos, y de la didáctica, como herramienta de esa metodología, en procura de los resultados esperados. La didáctica se ha referido a enseñar, instruir, informar, aprender, y toda función dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje; en tanto la metodología es el medio del que se sirve la didáctica para transitar. Por lo tanto, se puede decir que se ha hecho uso de la didáctica, cuando el proceso de enseñanza facilita la aplicación de la información o del conocimiento, considerando aspectos como el contexto, condiciones e intereses, y las adaptaciones que se hagan a un recurso para centrar la enseñanza en el estudiantado.

Extraer los recursos propios del contexto en que se está inmerso, proporciona mayores beneficios porque es ahí en donde se presentan las necesidades que tienen y desean satisfacer las personas usuarias, y donde esperan encontrar respuesta a los intereses que han centrado su atención, apoyándose de la ambientación metodológica para incentivar el interés en la información de manera creativa y atractiva. Por esta razón, (Gómez y García, 2014) consideran la didáctica como un proceso de acciones que involucra modelos metodológicos y estratégicos para conseguir el aprendizaje.

3.2. Modelos metodológicos que apoyan una estrategia

Para poder considerar que una estrategia tiene uso didáctico, debe atender de manera integral las diferencias educativas, como intereses, estilos de aprendizajes y necesidades especiales de cada persona. Para ello, (Moreno, 2004) propone hacer uso de un modelo, con su respectivo recurso, pero no como un fin, sino como medio para el logro de objetivos planificados estratégicamente. La relación que existe entre una metodología y la didáctica, está en el uso dentro del proceso de trasposición, tanto en la planificación como en la intervención directa en el proceso de enseñanza. Además, (Moreno, 2004) afirma que cada diseño de estrategia y su uso didáctico depende del modelo curricular que se adopte, y propone tres paradigmas como modelos: el técnico, el práctico y el estratégico.

  • El paradigma técnico tiene como principal característica reproducir información, transmite conocimientos, se sirve de actividades en las que provee los contenidos de información necesarios para que el usuario adquiera la conducta esperada, por ejemplo, hacer uso de la reproducción de un vídeo sobre la situación actual del planeta.

  • En el paradigma práctico, se resalta la importancia de los procesos, cuyo fin es el desarrollo de capacidades, donde se facilita, de manera activa y hasta directiva, si se requiere. Además, se promueve el aprendizaje con base en la adquisición de información y de conocimientos que dan significado a la realidad y al contexto en el que se desenvuelven los participantes, mediante representaciones simbólicas para la solución de problemas, por ejemplo, participar de la construcción de un mural, cuyo mensaje busca incentivar la siembra y protección de árboles.

  • Del paradigma estratégico, se considera importante el pensamiento crítico, donde la persona facilitadora sea quien lidera como agente de cambio social y, por medio del proceso de aprendizaje, busca transformar una realidad, por ejemplo, hacer conciencia en los participantes, sobre los beneficios de los árboles en el planeta y la realidad que existe en cuanto a la tala indiscriminada.

El papel de la biblioteca, como mediadora entre la información, el conocimiento y la comunidad educativa, puede hacer uso de cualquiera de estos tres paradigmas, ya sea en diferentes momentos, o bien dependiendo de la actividad que se propone desarrollar. Cada modelo tiene relación directa con su quehacer, porque le provee criterios que le permiten definir sus objetivos de trabajo, con base en lo que quiere lograr y la metodología para lograrlo; por ejemplo, desde el modelo técnico, comunica la realidad que existe en un contexto y a su vez, desde el modelo estratégico, promueve el análisis de esa realidad para tomar acciones, y con el modelo práctico aprovecha ese medio y la criticidad sobre la situación como elementos para potencializar la construcción del conocimiento.

No habría un modelo específico por recomendar para la bibliotecología, por el contrario, la recomendación es el reto, el atreverse a hacer uso de un modelo, conforme se requieran para el logro del objetivo, o bien hacer uso de dos o incluso de los tres modelos relacionándolos entre sí, según el objeto que caracteriza a cada uno. Aquí lo relevante es que se planifique la estrategia con base en uno de los tres paradigmas y, si es necesario, se haga uso de algún otro paradigma para fortalecer las actividades del proceso de enseñanza.

Es importante rescatar que cada uno de estos modelos metodológicos indica el tipo de recurso didáctico que se deberá usar, considerando sus características y condiciones de uso. Todo recurso es un instrumento que sirve como medio para la comunicación de la información. Por tanto, se debe de tomar en cuenta algunos criterios en el uso que se le dé, por ejemplo, la manera creativa en que se presenta una situación de aprendizaje, el color o la forma del recurso para hacer atractiva la información que se presenta y definir cada concepto de manera clara y comprensiva.

Por esta razón, para el desarrollo de un proceso de enseñanza y aprendizaje, se debe planificar una estrategia que tenga funcionalidad, según (Moreno, 2004), en la medida de lo posible, debe ser creada pensando en que sustente las intenciones educativas que se pretenden llevar a cabo, y para que realmente una estrategia didáctica sirva de apoyo en el proceso de enseñanza, debe presentar la información de manera interesante y útil para la vida diaria del usuario.

4. Desarrollo de una estrategia didáctica

Partiendo que la trasposición didáctica, que ya ha sido definida por (Chevallard, 2005), es aquel proceso de hacer transitar el conocimiento, la persona bibliotecóloga puede servirse de una estrategia para tomar la información que encierra una biblioteca, y transformarla en conocimiento. Un punto de partida es preguntarse ¿Qué contenido de información pretendo brindar? Generalmente, esta decisión se toma con base en una temática extraída de los programas estructurados por el Ministerio de Educación Pública, pero también puede ser con base en una temática que atienda las necesidades del contexto en que se encuentra inmerso el centro escolar, pudo haber sido solicitado por algún docente, o ser una propuesta de proyección que se tiene desde la dirección del centro educativo hacia la comunidad, o una propuesta que pretenda responder a una campaña educativa, hasta la celebración de efemérides.

Desde el objeto de estudio de la bibliotecología, aun cuando haya sido establecida por la dirección del centro, se puede tener libertad de escoger la información que se desea trasmitir, su direccionalidad, su intencionalidad y el orden de presentarla puede ser elección propia de quien la pretende facilitar; todo dependería del para qué se va a trasmitir esa información, y la relación que tiene con las habilidades que se requieran para la vida de las personas usuarias. Por tanto, la trasposición didáctica, como tránsito en la vía del conocimiento, permite al profesional en bibliotecología, hacer uso de estrategias, para que la persona usuaria se apropie del conocimiento, no solo por sus propias habilidades cognitivas, sino también, por el proceso de enseñanza; para ello es necesario el diseño de una estrategia con perspectiva didáctica.

4.1. Diseño de una estrategia didáctica

Tomando en cuenta que la estrategia es un proceso didáctico, el profesional en bibliotecología puede desarrollar metodologías que vayan en procura del logro de los objetivos; es decir, lograr que la información se relacione con el saber que se tiene para construir nuevo conocimiento; un ejemplo de esto lo refleja (Moreno, 2009, p.6),cuando expresa: “…el nuevo conocimiento entra y establece conexión con lo que ya sabe”, se refiere a la acción que hace un aprendiz al relacionar la información nueva con la estructura cognitiva que él tiene con respecto a esa información.

Este proceso cognitivo que implica el aprendizaje es relevante en el quehacer de una biblioteca debido a que se encuentra inmersa en el ámbito escolar y su sujeto de estudio también es el estudiantado, pensante y aprendiente, donde la persona bibliotecóloga se convierte en un agente del aprendizaje; que comparte la información que la biblioteca posee, mediante acciones significativas, que permitan que tal conocimiento sea más duradero a través del tiempo; siendo relativamente permanente en su consciente y, de ese modo, pueda hacer uso de ese conocimiento cada vez que lo requiera, y que a la vez pueda irlo enriqueciendo con cada experiencia nueva que va obteniendo, hasta hacerlo parte de su vida. De esta manera, ya no será un conocimiento adquirido, sino un conocimiento propio, con una estructura que responde a las necesidades que el estudiantado tiene y necesita para enfrentar sus actividades escolares, como un estilo de vida o un hábito.

Para lograr mejores resultados en el aprendizaje, el diseño de la estrategia incluye acciones, actividades y tareas que facilitan llevar a cabo el desarrollo de la estrategia en sí y, para ello, se deben considerar el contenido, la metodología y los logros, aspectos que se describen a continuación:

  • El contenido de información: es el criterio específico de una temática que, por la naturaleza de ser aspectos concretos, permite poder tener claro ¿qué es lo que se quiere trasmitir?

  • La metodología: es la que describe los pasos por seguir, indicando el ¿cómo trasmitir el contenido? Aquí, se diseña el plan de acción que se debe realizar para poder lograr que la persona usuaria, pase del conocimiento que tiene, hacia un nuevo conocimiento; es decir, permite ver el cómo se debe ir desarrollando las diferentes acciones del plan.

  • El logro: este se refiere a lo que se espera, responde a la pregunta ¿para qué se trasmite ese contenido?, su principal característica es que define el propósito que se busca al trabajar esa información o temática.

Sin embargo, según (Lledó y Riverola, 2007), además de los objetivos, contenidos conceptuales, los métodos y las actividades que se han mencionado, también se debe de tomar en cuenta, el cronograma, el recurso que se pueda utilizar como apoyo, e incluso mencionan los autores, la evaluación. En el caso específico del trabajo que se desempeña con la evaluación en la bibliotecología, sirve para conocer si con el desarrollo de la estrategia se van logrando los resultados esperados, o si bien, es necesario hacer algunas modificaciones, ya que su mayor interés está en facilitar la información.

Las bibliotecas se caracterizan por prestar una diversidad de servicios, y una herramienta que facilita ese trabajo es la estrategia, porque busca resultados mediante la continuidad de etapas o fases que proporcionan a la persona responsable o facilitadora, tener control de su desarrollo desde el inicio, en todo momento, ya sea en tiempo y forma.

Por tanto, para exponer el desarrollo de la estrategia, se plantea cada uno de los criterios que la integran, como: los objetivos, contenidos de información, actividades que componen la estrategia, el cronograma, recurso y los indicadores esperados. Se presenta a partir de aquí, cada criterio con su respectiva definición y su modo de uso, tomando como eje central de la temática de la estrategia la efeméride del Día del Árbol.

4.1.1 Objetivos de la estrategia

Los objetivos permiten saber lo que se desea hacer, indican la dirección en que se debe trabajar, ellos determinan lo que se espera alcanzar, definen el fin por lograr, son fundamentales para la elección de los contenidos y métodos porque permiten conocer hacia donde ir y abarcan los aspectos que permitirían lograr llegar hasta ahí. Según (Lledó y Riverola, 2007), los objetivos se plantean con base en el interés de lo que se desea alcanzar; en un primer nivel están los objetivos que se plantean según las capacidades cognitivas que se desprenden del tema que se expone, y en un segundo nivel, están los objetivos por destrezas y actitudes, centrados en las acciones que se espera que asuman las personas; aquí se refiere a las conductas que asumiría esa persona por convicción propia como producto del proceso de aprendizaje en el que ha sido participe.

Se redactan de manera que den respuesta a la pregunta ¿Qué hay que hacer?, es importante que se precise en el tema que se quiere abordar, dándole un título; en el caso de la efeméride del 15 de junio, Día del Árbol se tendría un título y un objetivo de la siguiente manera:

  • Título: Rescatando la vida del árbol.

  • Objetivo: Concientizar sobre la importancia que tienen los árboles, en su razón de existir, para una mejor vida del planeta.

Nótese que el título es en primera persona, la idea es hacer sentir a quien lo escucha que es parte importante del proceso en el que participa, lo que se desea trasmitir es un pensamiento como: “yo soy parte de este equipo que está rescatando la vida de los árboles” o bien, “yo contribuyo en el rescate de la vida del árbol”.

En cuanto al objetivo, se formula en función del estudiante, lo que se espera de él, en este caso, se espera que tome conciencia, que pueda reflexionar y creer que esto es relevante y pueda demostrarlo con algún comportamiento, ya que se busca una actitud observable, y puede desglosarse en los objetivos específicos que sean necesarios para lograr el objetivo general.

4.1.2 Contenidos de información

Un proceso de enseñanza para un centro escolar se rige por medio de programas organizados por áreas del saber, también se conoce con el nombre de asignaturas o materias que imparte cada docente. La bibliotecología tiene como objeto de estudio la información de estas áreas del saber; los contenidos de información de una temática son el conjunto de hechos o principios que se desprenden de un tema, solo que para facilitar la enseñanza, estos hechos se fraccionan en palabras claves o conceptos, y se les llaman contenidos porque son aquellos elementos que contiene una temática.

Sin embargo, quien realmente les da nombre y significado es la persona bibliotecóloga cuando planifica la estrategia; estos no son inflexibles, durante la ejecución de la estrategia, pueden irse modificando. El fin es contar con una base conceptual para que en el proceso de enseñanza y aprendizaje, tanto quien enseña como quien aprende, construyan una nueva percepción de la información y la conviertan en conocimiento; en el ejemplo del Día del Árbol, algunos contenidos de información son:

  • Vida del planeta

  • Funciones de un árbol

  • Fotosíntesis

  • Organismos vivientes

  • Oxígeno

Estos contenidos son los que guían el aprendizaje, incluso se pueden fraccionar aún más, eso depende de la duración que se ha destinado para la estrategia, y la cantidad de actividades por desarrollar.

4.1.3. Actividades de la estrategia

Las actividades son todas aquellas acciones concretas que conforman el procedimiento que se sigue para trasmitir la información y el conocimiento, y que le permitan a la persona usuaria construir un conocimiento nuevo o propio, estas se diseñan con base en el objetivo. (Chaves, 2015) expone que una actividad se debe planear siguiendo una metodología; es decir, se establece, dentro de la estrategia, aquellas acciones que van a responder la pregunta: ¿Cómo hay que hacerlo? Son todas aquellas opciones que se proponen dentro de la estrategia y van especificando el cómo se desarrollan para poder alcanzar la intención que se pretende.

Una vez que se determinan las actividades que se llevarían a cabo, se detallan de manera concreta y comprensivas para toda persona que se involucren en la estrategia. Una característica importante de ellas es que deben de irse desarrollando de manera encadenada, donde una actividad conlleva a la otra, y así se puede ir visualizando el progreso que se da entre una actividad y otra, incluso poder ir notando, como se avanza hacia el logro del objetivo. Estas actividades se redactan a manera de prosa y, en cuanto a la cantidad, se van a requerir tantas como las que sean necesarias.

En una estrategia, se narra todo un desarrollo, pero las actividades son acciones puntuales que se enlistadas en un cronograma con un tiempo definido para ejecutarlas, como en el ejemplo de la Tabla 1, donde se enlistan de manera concreta cada actividad y el tiempo en que se debe ejecutar. La función de la persona facilitadora es la de promover la participación activa de las personas participantes, en cada una de las actividades.

Tabla 1
Actividades de la estrategia didáctica. Efeméride del Día del Árbol
4.1.4. Cronograma para la estrategia

El cronograma es un recurso para ubicar las actividades en el tiempo, el cual responde a la pregunta ¿cuándo se hará? por lo que sirve para clarificar qué es lo que se hace en cada uno de los tiempos que el cronograma presenta. Para ello, se recurre a una gráfica, que de manera horizontal define los tiempos y permite en una columna vertical enlistar las actividades que se esperan realizar cumpliendo con los tiempos establecidos para que se ejecute cada actividad. Normalmente, estos cronogramas se basan en la gráfica de Gantt, definida por (Lledó y Riverola, 2007) como una herramienta de planificación que consiste en dos columnas, una en la que estarían las actividades que se van desarrollando y otra en la que se indica el horizonte temporal, esta fila horizontal es de gran relevancia, porque es la que define el tiempo en el que se realiza cada actividad.

Sin embargo, desde la estructura de un cronograma se responde a factores de conveniencia; es decir, la persona que lleva a cabo el desarrollo y ejecución de la estrategia, puede decidir incluir las columnas que considere necesarias para hacer un mayor uso de esta herramienta, de manera que sirva de guía al personal de la biblioteca y del centro, conteniendo los aspectos necesarios, para ubicar, según las fechas, el momento justo en que se encuentra la estrategia y en las actividades que deben estarse realizando.

En la estrategia para celebrar la efeméride del Día del Árbol, lo recomendado es una plantilla de tres columnas: la primera para el listado de las actividades que se esperan realizar, la segunda indicando el tiempo en que se realizan esas actividades, si la ejecución se proyecta para dos meses se desglosa por semanas, y la tercera para anotar el recurso que se usa en cada una de ellas. Podría ser que la persona responsable de cada actividad sea la misma bibliotecóloga, en ese caso, no sería necesario la columna de responsable que algunos autores recomiendan, ya que solo es preciso indicar en el encabezado el nombre de la persona responsable. Este cronograma tiene que estar visible, con acceso a cualquier miembro del centro educativo (ver ejemplo de plantilla en Anexo 1).

4.1.5. Recursos para el desarrollo de la estrategia

Para efectos de la didáctica, la definición para recurso que resulta más conveniente es la que ofrece (Moreno, 2004), quien lo expone desde la perspectiva de actuar y se basa en posturas que definen el recurso como un instrumento que sirve de medio y que, a su vez por ser un instrumento, le permite a la persona facilitadora decidir cuál es la estrategia que va a utilizar para construir conocimiento.

En una estrategia didáctica, se hace referencia solo al recurso material y no al humano o financiero que también son recursos. El recurso humano son las personas responsables de la estrategia, por lo general es la persona a cargo de la biblioteca con el apoyo de alguna asistencia de estudiantes becados o que hacen su práctica escolar, el docente corresponsable, con quien se ha coordinado el desarrollo de las actividades que conforman la estrategia; y el recurso financiero se toma del presupuesto que es usualmente administrado por la dirección. La biblioteca podría contar con ciertos materiales a su cargo o bien solicitar anticipadamente lo que necesita, solo si se tratara de actividades autofinanciables, se debe de considerar acciones para captar dinero, que vendría a ser una actividad más, por ejemplo, un bingo o una venta de comidas, cuya planificación sería un aspecto colateral dentro de la estrategia.

Es necesario que quien planifique una estrategia contemple los recursos que necesita para poder desarrollar cada una de las actividades; este recurso se puede incluir en el cronograma. No se indican los materiales que se requieren para confeccionar el recurso didáctico como tal, sino el recurso en sí, en el caso de la celebración de la efeméride del Día del Árbol, se puede prever los siguientes recursos:

  • Documentos ilustrativos que brinden datos o referencias sobre el tema

  • Imágenes para construir la historieta interactiva sobre la situación actual del planeta

  • Imágenes de apoyo visual para promocionar el tema en el biombo

  • El árbol que se va a sembrar

  • Mural del bosque

  • Libro de fotografías de los árboles

Algunos recursos son proporcionados por la persona a cargo de la biblioteca, otros se van construyendo a lo largo de las diferentes actividades programadas, como es el caso del mural y el libro de fotografías que construye el estudiantado como parte del desarrollo de las actividades.

4.1.6. Indicadores esperados

Tanto la información, como las destrezas, las habilidades y los valores son aspectos importantes en la vida del ser humano, y suelen ser parte de lo que se persigue fomentar con la participación de las personas en un proceso con actividades programadas; es decir, la persona bibliotecóloga, en coordinación con el personal docente, puede plantear dentro de su estrategia, un conjunto de indicadores que respondan a características o acciones que deberían obtenerse con base en los objetivos que se han determinado para cada actividad, de manera que permita saber si se logró el objetivo que se esperaba con la estrategia y cada una de sus actividades.

Esos indicadores le permitirán al bibliotecólogo evaluar la estrategia y las actividades que la conforman, para apoyar al docente y en concordancia con su quehacer diario identificando aspectos de mejora, maximización de los recursos materiales de la biblioteca, promoción de los servicios de la biblioteca y apertura espacios de reflexión y esparcimiento en la temática que se está desarrollando. Por lo tanto, se sugiere elaborar un listado de indicadores que puedan ser guías en la evaluación de la estrategia.

Estos indicadores responden a los intereses del quehacer de una biblioteca escolar, enfocados en la información, habilidades y valores que adquiera la persona usuaria. Tomando en cuenta el objetivo de concientizar sobre la importancia que tienen los árboles para una vida mejor en el planeta, se muestra en la Tabla 2, los indicadores esperados, distribuidos en columnas para cada área.

Tabla 2
Indicadores esperados
4.1.7. Propuesta de la estrategia didáctica

Una vez conocido cada aspecto que conforma una estrategia didáctica, se puede hacer uso de ella para desarrollar un proceso de enseñanza y aprendizaje específicamente en el contexto de las bibliotecas. Primeramente, se debe tomar en cuenta la forma en que se va a presentar a otras personas, de manera que sirva como una guía para la persona a cargo, como también para cualquier otra persona del centro educativo que quisiera conocer y ser parte de la estrategia.

Para este fin, el sector educación cuenta con varios formatos, y con base en algunos de ellos, se propone una plantilla específica para el uso de las bibliotecas, con base en las características del desarrollo de la estrategia en torno a la celebración de una efeméride, tal como la que se ha venido ejemplificando (ver plantilla en Anexo 2).

La estrategia, que se detalla en la Tabla 3, se propone desde una estructura de cuatro módulos categorizados con los aspectos que representan el tema y con objetivos específicos para desarrollarse por medio de actividades que están distribuidas en seis semanas. Además, la estrategia presenta el recurso de apoyo con el que cuenta y, a manera de orientación, también presenta los indicadores en cuanto a conocimiento, habilidades y valores que se espera de la persona que participa, mediante una plantilla de plan de trabajo.

Tabla 3
Propuesta de Estrategia Didáctica

Es importante notar la participación activa de la persona profesional en bibliotecología, como pionera en la propuesta y líder en las diferentes coordinaciones que deben hacerse, impregnando su objeto de estudio en toda la comunidad educativa.

Para presentar las actividades de la estrategia, se sirve de un cronograma que detalla el tiempo en que debe llevarse a cabo cada actividad. Su uso se ilustra en la Tabla 4, aun cuando el énfasis de esta es el factor tiempo, en esta tabla se ubica al lector en algunos de los recursos que utilizaría como apoyo en cada actividad, eso con la intención de que los tenga previstos en el tiempo que se requieren.

Tabla 4
Cronograma de actividades de la estrategia

5. Reflexión final

Con base en la estrategia que se expone para el desarrollo de la celebración de esta efeméride, se hace una reflexión en el liderazgo de la persona bibliotecóloga para proyectarse en el Centro Educativo y a su vez estar centrada en la atención de la persona usuaria; por lo que se concluye que hay siete principios básicos que se recomienda tomar en cuenta en el quehacer de la biblioteca.

  1. Uso de la estrategia didáctica: una estrategia es didáctica, en el momento en que se le dé un uso de mediación entre la información y la realidad de la persona usuaria, cuando hace posible que el conocimiento sea aprehendido; el uso que desde la biblioteca se le dé como recurso didáctico es lo que hace la diferencia.

  2. Tener presente el objetivo: una estrategia sigue el rumbo que indica el objetivo, por lo que se debe tener presente en todo momento; direcciona las diferentes actividades y tareas, es el supuesto que rige el accionar de las diferentes actividades que conforman la estrategia, como medio para el logro de un fin.

  3. Contextualización: cada actividad debe responder a un objetivo específico dentro del contexto en que se desarrollan las personas usuarias; donde se debe considerar aspectos como la edad y características que posean, y dar respuesta a sus necesidades e intereses típicos de los lugares donde residan.

  4. Evaluación de los resultados: cuando se realiza una planificación, no sólo se considera el quehacer, sino también la funcionalidad que tienen las acciones en relación con el objetivo que se busca, mediante la evaluación de los resultados de cada actividad de manera individual y en su conjunto como estrategia; para ello, se puede reflexionar en preguntas como: ¿se ha logrado el propósito? ¿los resultados benefician a las personas usuarias? Además, se sugiere hacer una evaluación antes de llevar a cabo la actividad y de ser necesario, mejorarlas antes de ejecutarlas.

  5. Síntesis de la información: el valor de todo aprendizaje es que sea una herramienta para la vida cotidiana, por tanto, la información que se brinde debe ser significativa, que promueva el uso frecuente de los sistemas de información y comunicación de la biblioteca.

  6. Mantener el equilibrio entre la estrategia, la información y el aporte desde la biblioteca: el reto del profesional en bibliotecología es hacer uso de la estrategia como un instrumento mediador, que le permita lograr sus cometidos; pero él es quien adecua la información y la representa en función de las necesidades que surgen.

  7. Liderazgo y actitud: el enseñar es más que saber, es saber dar el saber a quién no lo tiene; la persona bibliotecóloga asume un papel de liderazgo, con una actitud facilitadora para las personas usuarias, pensando en que el principal saber es disfrutar de enseñar lo que se sabe y disfrutar el aprender de lo que el otro sabe.

Se concluye que toda persona bibliotecóloga cuenta con las herramientas necesarias para ser vanguardista en su lugar de trabajo; ser él quien lidere algunas de las acciones que se desarrollen en el centro educativo, ya sea, desde crear su propia estrategia didáctica, exponerla a la dirección, coordinar con el personal docente y padres de familia para ejecutarla, dirigir cada una de las acciones calendarizadas a nivel operativo y guiar todo el proceso desde su objeto de estudio.

A partir de ahora, la persona profesional en bibliotecología que ejerce, puede ir incursionando en el uso de estrategias, aprendiendo y creando nuevas maneras de lograr los objetivos que se propone; proyectando la biblioteca y su quehacer, por medio de espacios de interacción con la comunidad educativa en beneficio del saber.

Anexo 3

Anexo 4

Referencias

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Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    Jan-Jun 2017

Histórico

  • Recibido
    28 Set 2016
  • Revisado
    21 Nov 2016
  • Acepto
    02 Dic 2016
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