Introducción

El 16 de junio del 2022, se estrenó en Latinoamérica Lightyear (MacLane, 2022), película de dibujos animados de Pixar Animation Studios. La cinta cuenta la historia de Buzz, un astronauta, y de las aventuras espaciales que se ve obligado a experimentar por la dilatación temporal. Sin embargo, algunos sectores se molestaron, porque dentro de la trama apareció un beso en la boca entre dos mujeres. En particular, Cineplanet, una cadena de cines peruanos, censuró la película mediante una imagen que inmediatamente se viralizó. A través de su página web, no solo realizó la sinopsis, sino que además advirtió entre paréntesis: ''Contiene escenas con ideología de género''. Tal y como lo han hecho por décadas las oficinas de censura que previenen por sensibilidades lastimadas hacia actos de violencia, racismo, sexo explícito o lenguaje soez, la advertencia era mucho más difusa, pero no dejaba de ser enérgica e incisiva al proponer un boicot en contra de la película. Unos días después y ante la presión de diversos sectores, Cineplanet ofreció disculpas por recomendar precaución y quitó de su página la advertencia inicial (Infobae, 2022). Sin embargo, la llamada de atención ya se había convertido en noticia en múltiples medios internacionales y había formado parte de las publicaciones en diversas redes sociales conservadoras. En el caso de Costa Rica, al menos desde el 14 de junio, se hicieron exhortaciones similares en tales espacios para evitar la visualización de la película por parte de menores de edad.

Tal y como lo muestra esta situación, cada vez es más frecuente encontrar discursos de molestia sobre la ideología de género en múltiples espacios. Estos discursos marcan tendencia en los medios de comunicación, en las discusiones políticas, en las charlas con familiares y, por supuesto, en las redes sociales. La frase de la ideología de género se usa para legitimar todo tipo de acciones: objetar la asistencia a capacitaciones en derechos humanos, expresar molestias sobre la educación sexual, atraer votos en las contiendas electorales, distanciarse de posturas progresistas, señalar falta de interés de los estados por introducir términos ligados al recato y al pudor en las políticas educativas, y hasta, para desincentivar la visualización de una película o de una plataforma de streaming. Los sectores conservadores han utilizado la ideología de género para advertir sobre la inminencia de un peligro contra la estabilidad de lo normal, para criticar la ambiguedad detrás de la enunciación de la categría de género o por las supuestas modificaciones que se intentan asentar sobre la naturaleza humana y los valores cristianos. Si tal tendencia llegó para quedarse o no, está por verse. Pero, lo cierto es que su nominación ha tomado fuerza en múltiples países latinoamericanos, entre los que Costa Rica no es la excepción. Como puede recordarse, la elección presidencial del 2018 ofreció un nuevo impulso a esta frase para posicionarse no solo dentro del contexto religioso, sino también en el político. De hecho, el que una figura mediática y ligada a sectores evangélicos, como Fabricio Alvarado, estuviera cercana a ganar la Presidencia de la República hizo que varios trabajos a nivel internacional volcaran su mirada sobre tal elección y se preocuparan por el ascenso de esta tendencia en el país (Tamayo, 2022; Faur y Viveros Vigoya, 2020; López-Pacheco, 2021; Campos, 2020; Chaher, 2018). Aun así, la academia costarricense no ha presentado suficiente interés por analizar a profundidad las consecuencias, los valores y las diferentes presentaciones que colindan con la ideología de género. Si bien se han hecho referencias que ligan esta frase con las discusiones sobre los Programas de Afectividad y Sexualidad Integral del Ministerio de Educación Pública, la campaña presidencial del 2018 o las manifestaciones de madres y padres descontentos con la educación sexual que reciben sus hijos e hijas (Mora-Solano, 2021; Fuentes Belgrave, 2019; D’Antoni Fattori y Sancho Quirós, 2019), se han realizado sin profundizar en la discusión de esta categoría. Aunque, ciertamente, otros trabajos han mostrado mayor detenimiento al ahondar en las complejas interrelaciones que están ligadas a este concepto (Sequeira-Rovira, 2022; Arguedas, 2020; Gallardo-Martínez, 2019; Sequeira-Rovira ; Soto Morera, 2019), aún falta mucho por analizar sobre esta tendencia que ha ganado terreno en múltiples espacios.

El presente trabajo es un intento por continuar escudriñando sobre esta corriente a través de uno de sus medios de difusión preferidos: la virtualidad. Así, el objetivo será analizar una serie de memes aparecidos en una página de un grupo conservador en Facebook, los cuales versan sobre la ideología de género y exponen las supuestas consecuencias que traería la implantación de esta. Específicamente, los memes se extrajeron de la página ''Profesionales contra la Ideología de Género CR'', la cual cuenta con casi 46 mil personas que la siguen. Un meme es una imagen, que generalmente está acompañada de algún texto y contiene contenido sarcástico² o gracioso (Márquez, 2017).

El análisis de memes que expresan una relación sobre la ideología de género es una tendencia académica que casi no ha sido explorada en idioma castellano. Así, el presente documento empleará un análisis crítico de discurso en las imágenes encontradas. Por un lado, se planteará que las ideas vinculadas a la naturaleza humana y la destrucción de la familia tradicional se han convertido en aspectos fundamentales para los sectores que buscan contraponerse a los grupos que adversan. Por otro, que la aversión desplegada mediante los memes en las redes sociales dificulta la posibilidad de proponer mayores espacios de diálogo bajo el retrato de una sociedad que es leída a través de valores cristianos incuestionables.

En este caso, la pregunta de entrada sería: ''¿qué tipo de metáforas se ven implicadas dentro de las imágenes que serán estudiadas aquí y que muestran emociones ligadas al desagrado?''. A continuación, se intentará responderla.

Discursos de odio, las redes sociales y los memes

En un texto reciente, Susanne Kaiser (2022) analiza ciertos movimientos de odio surgidos en países occidentales, que han ganado notoriedad por sus llamados a la violencia y a una revolución social extremadamente machista. Se trata de grupos de hombres como los ínceles, los partidos políticos de extrema derecha, los supremacistas masculinos, así como, diversos intelectuales reconocidos que promulgan la justificación para las visiones naturalizadas de las relaciones entre los hombres y las mujeres. Estos sectores se caracterizan por tener una actitud misógina visceral, en la cual establecen como necesario que todas las mujeres permanezcan únicamente en el espacio doméstico, sin derecho al voto ni a derechos de autodeterminación sexual y como parte de una labor solo reproductiva que otorgue prioridad al cuidado de la familia tradicional. Aunque hay diversas posturas dentro de estos sectores (unas más extremas que otras), existen elementos aglutinadores que giran en torno a la desaprobación y desprecio del feminismo, y al rechazo a todo lo relacionado con la categoría de ''género''.

Como lo ha documentado esta autora, la difusión mundial de dichos espacios se ha dado por la existencia de diversas páginas electrónicas como 4chan, 8chan o Reddit, donde se realizan foros específicos sobre estas temáticas. ''Debido al anonimato que existe en internet, el movimiento que se ha gestado en la red(…) es mucho más extremo que sus predecesores, más lleno de odio, más machista y más de derechas'' (Kaiser, 2022, p. 56). De la misma manera, tal y como lo ha dicho Christopherson (2007), el anonimato en las interacciones por internet puede tener efectos tanto positivos (catarsis emocional al contar una historia sin que se sepa quien la ha expresado) como negativos (promover actitudes de odio o enmascarar la identidad para abusar sexualmente de menores de edad).

Así las cosas, peculiaridades como ocultar la identidad, la cercanía con las personas sin importar la distancia física, la rapidez con la que se comparte la información y el acceso al alcance de la mano que se tiene a través de los teléfonos celulares o los dispositivos electrónicos hacen que estos medios de virtualización se conviertan en difusores veloces de todo tipo de información. Por ejemplo, para el caso de Estados Unidos, no es despreciable la creciente tendencia de espacios informativos virtuales, los cuales para el 2016 alcanzaban un 62% y solamente Facebook ocupaba un 44% (Forti, 2022). En Costa Rica, se ha demostrado que, para tomar una decisión en las elecciones del 2022, la ciudadanía se informó principalmente por la televisión (55%) y en segundo lugar por Facebook (35%) (CIEP, 2021).

Debido a que las redes sociales se han convertido en un espacio donde las personas pasan una considerable cantidad de tiempo vertiendo y reconfigurando las relaciones a través de la virtualidad (Lovink, 2021), facilitan la confluencia de intereses comunes que no están sometidos a grandes niveles de cuestionamiento, pues se realizan dentro de grupos con ideas similares. En el campo de los grupos conservadores, no es una sorpresa que utilicen las herramientas de las redes sociales como medios para catapultar el mensaje que desean trasmitir, tal y como sucedió con las convocatorias a las marchas contra la ideología de género efectuadas en el 2017 (Mora-Solano, 2021). De hecho, varios trabajos han señalado que las derechas conservadoras son especialistas en la utilización de este tipo de recursos tecnológicos para difundir su contenido (Forti, 2022; Han, 2022; Forti, 2021; Stefanoni, 2021; Lovink, 2021). Además, Morger (2022) enfatiza los análisis que relacionan el populismo, los memes y los movimientos de derecha extrema.

Para el presente trabajo, el conservadurismo se entenderá siguiendo el trabajo de Melinda Cooper (2022), (o como ella lo llama ''social-conservadurismo'') como una serie de corrientes de pensamiento que datan de las décadas de 1960 y años posteriores, ligadas al neoliberalismo, a sectores católicos y protestantes, así como a colectivos de derecha. Para entender esta relación entre lo conservador y lo neoliberal, Cooper considera fundamental contextualizar su empuje en el rechazo hacia políticas de grupos progresistas y su interés por mantener los valores tradicionales familiares. Así, los sectores conservadores están siempre luchando por mantener ideas ligadas a un orden bondadoso de familias nucleares, monógamas, cristianas, que se basan en visiones de roles estereotipados entre mujeres y hombres, que supuestamente provienen de la naturaleza y son apreciados por Dios.

Si bien la ideología de género es considerada como un discurso de odio (Kaiser, 2022; Tamayo, 2022), ha estado en las discusiones de los costarricenses desde la década de 1990, como parte de las críticas que se realizaron a programas de educación sexual que habían sido propuestos por diversos sectores (Sequeira-Rovira, 2019). Aunque en aquellos momentos no fue tan importante como lo es en la actualidad, este término ha englobado diversas posibilidades de disgusto sobre la sociedad actual que se ligan a la sexualidad, a la familia, a los valores perdidos, a un supuesto reinado de contenidos homosexuales, a la educación sexual impartida por muchos gobiernos, a la categoría de género, etc. Sus posiciones se basan en una especie de somatofilia³ que debe ser resguardada por el bien de las futuras generaciones y la propia existencia.

En relación con los memes, generalmente están ligados a informaciones resumidas y graciosas o sarcásticas, también se han convertido en poderosos difusores de información dentro y fuera de las redes sociales. La teoría sobre el meme establece que este es una ''unidad de imitación'' que tiene características de longevidad (implica temporalidad), fidelidad (repetición apegada al original) y fecundidad (propagación acelerada) (Pérez, Aguilar y Guillermo, 2014; Castaño Díaz, 2013). Cuando alguien publica un meme, nunca es necesario conocer a quién se endilga su autoría. Sin embargo, un meme no se hace para atesorarlo como una creación personal y privada, sino para que llegue a la mayor cantidad de gente y que sea lo más contagioso posible.

Esta es una de las razones por las que los memes se han comparado con virus que se difunden de forma rápida (Han, 2022; Prada, 2018; Pérez, Aguilar y Guillermo, 2014; Castaño Díaz, 2013). Asimismo, los memes suelen extenderse gracias a que son ''fácilmente digeribles'' (Lovink, 2021, p. 202). Para Lucía Márquez (2017), existen dos tipos de memes: en primer lugar, están los que tienen un carácter más lúdico y humorístico; en segundo lugar, se encuentran los que pretenden censurar o desaprobar una serie de situaciones. El presente trabajo se basa en estos últimos, que, como ya se ha mencionado, específicamente fueron tomados de los contenidos de una red social conservadora costarricense.

Consideraciones metodologicas

Este trabajo utiliza el análisis de discurso aplicado al estudio de ciertos memes que buscan recalcar las visiones conservadoras sobre cómo, desde su posición, la sociedad ha tomado un camino inadecuado y peligroso. Así, a través de esta perspectiva se pone atención en entender las complejidades asociadas al lenguaje y la interpretación que se realiza de estas. El análisis de discurso entiende que los seres humanos no son espectadores indiferentes de lo que viven y les afecta, pues una misma palabra cuenta con el potencial de tener muy diferentes significados para una variedad de actores sociales (Wodak, 2003). Asimismo, mediante dichos discursos, las personas ''construyen y exhiben activamente'' los ''roles e identidades'' con los que se sienten cercanos (Van Dijk, 1997, p. 22, cursiva en el original).

De esta manera, se intenta comprender la forma en que los discursos se convierten en unidades de sentido que favorecen la producción de sujetos, quienes modifican o afianzan sus visiones de mundo de acuerdo con sus ligámenes sobre lo que consideran como verdadero (Jäger, 2003). Cualquier documento de análisis que se escoja (artículos de revistas, periódicos, libros, memes, imágenes, etc.) no debe ser considerado como un objeto ''inerte'' (Foucault, 2002, p. 10). Todo documento está cargado de simbolismos, metáforas y emociones que pueden ser interpretados a través de los contextos en que son producidos. El análisis de discurso trata de evidenciar estas complejidades.

Este tipo de herramienta metodológica ha sido empleada en una multiplicidad de documentos que también han buscado analizar memes (Morger, 2022; Hakoköngäs, Halmesvaara y Sakki, 2020; Zubaidah y Ardelia, 2018, entre muchos otros). En dichos textos, se intenta enfatizar en cómo los discursos deben ser siempre considerados de forma histórica o en la necesidad de tener presente las relaciones de poder que se producen por las relaciones discursivas (Zubaidah y Ardelia, 2018). Así, en un mismo contexto histórico se pueden enfrentar conceptos como la familia, la vida, la salud, el matrimonio, el amor, el género o la sexualidad. Los valores asociados a cada una de estas palabras marcan disputas que no son sencillas de sobrellevar en el ámbito público, cuando se aboga por la creación de leyes o políticas estatales que contengan lo considerado como mejor para cada sociedad. En su investigación sobre populismo y memes, Morger (2022) propuso la necesidad de entender que los discursos que exploraba eran parte de otros discursos más amplios del espectro político, cultural e histórico. Además, señala la importancia de tener en cuenta el proceso de ''recontextualización'' que se produce en los memes al tomar referencias de un contexto y aplicarlo a nuevos tejidos discursivos: ''la recontextualización es una de las características definitorias de los memes de Internet'' (Morger, 2022, p. 284). Así, los memes se construyen utilizando una imagen, un dibujo o una escena de una película y se le incluyen nuevos componentes para proponer lo que se quiere enunciar.

Para realizar la presente reflexión se emplean siete memes que aparecieron en una cuenta de Facebook ligada a un grupo conservador-cristiano costarricense. Se trata del sitio llamado ''Profesionales contra la Ideología de Género CR'', lo que marca una distinción tanto para sus seguidores como para sus creadores; estos últimos, presumiblemente, poseen algún tipo de educación universitaria⁴ . Esta página se escogió porque exhibe una constante actividad en cuanto a las publicaciones que se realizan. Así, sus seguidores están al tanto de informaciones actuales de todo tipo, las cuales relacionan con sus intereses particulares. Las publicaciones que aquí se comparten presentan a ciertas personas, grupos, películas o empresas como aliados y a otros como adversarios. Entre los primeros destacan Donald Trump (expresidente de los Estados Unidos), Jordan Peterson⁵ (psicólogo canadiense), Novak Djokovic (tenista), Fabricio Alvarado (político costarricense), Giorgia Meloni (política italiana), Ron DeSantis (gobernador de Florida), Elon Musk (empresario), y Agustín Laje y Nicolás Márquez (escritores ligados a temáticas contra la ideología de género). Entre los enemigos se encuentran: el movimiento feminista, los grupos trans y sectores activistas LGBTQ+, la compañía Disney, Greta Thunberg (activista por el medio ambiente), Lia Thomas (nadadora trans) o películas como Lightyear.

Para efectos del análisis, se utilizan memes sarcásticos que estuvieran conformados no solo por la imagen, sino también por tipografía textual y/o numérica. Cualquier otro meme que no cumpliera con estas características o tuviera otra información publicada diferente fue descartado. Con el fin de observar la progresión de algunas de las tendencias repetidas en las publicaciones, preliminarmente se escogieron 44 memes desde octubre del 2017 hasta junio del 2022. Por último, se opta por analizar solo 7 memes que tratan algunos temas que aparecieron de forma recurrente durante estos años.

Como lo muestra la Tabla 1, las interacciones que presentaron estos memes son variadas, pero constantes. Las que más se repiten responden a reacciones de ''Me gusta'', ''Me divierte'' o ''Me entristece''. Ya que, con el paso del tiempo, ciertos memes se vuelven a compartir una y otra vez dentro de esta página de Facebook, se trató de ubicar la primera vez en que fueron publicados. Las temáticas escogidas no son casuales. Más bien, tienen que ver con aspectos recurrentes y de interés para estos grupos, tales como los supuestos efectos negativos que produce la ideología de género, el temor a las modificaciones que se buscan implantar en las futuras generaciones, las transformaciones en la familia (cristiana-monógamaheterosexual), las amenazas vinculadas a grupos trans o los estados mentales alterados de quienes los adversan. Otras temáticas recurrentes (como su rechazo al aborto) y otras más coyunturales (como su repudio a las vacunas obligatorias por el Covid-19 o por la obligatoriedad de usar mascarillas quirúrgicas) no se analizan en este documento por motivos de espacio. En cuanto a la escogencia de Facebook no es casual. Esta red social no solo ha sido catalogada como ''una máquina de memes'' (Howard y Adan, 2022, p. 3), sino que también Facebook ha sido encasillado como un espacio virtual de ''personas mayores'' (''older people'') (The Guardian, 2019, párr. 1), sector poblacional que, de acuerdo con investigaciones recientes, tiende a compartir más noticias falsas que las personas de menor edad. Lo anterior ha sido explicado por el hecho de que quienes tienen 50 años y más poseen un bajo ''nivel de alfabetización en medios digitales'' (The Guardian, 2019, párr. 9).

Somatofilia, sarcasmo y confusión mental

La propensión de vehiculizar el humor dentro de memes o caricaturas ligadas a procesos electorales, así como a críticas de la cotidianidad es una tendencia que ha experimentado un aumento cada vez más notorio en el contexto nacional (Ibarra-Monge y Ulloa-Gómez, 2020). En momentos donde buena parte del tiempo de ocio se despliega en las redes sociales, los memes utilizados en una página como Facebook funcionan a modo de aglutinadores identitarios (Pérez, Aguilar y Guillermo, 2014), para desarrollar vínculos virtuales con quienes se desenvuelven mediante intereses similares.

Aunque las imágenes detrás de los memes han sido calificadas en términos generales como ''shitposting'' o ''publicar mierda'' (Forti, 2022, p. 83), esto no ha hecho que hayan perdido notoriedad. Es más, se ha sugerido que la derecha ha tomado con fuerza el espacio cibernético de las redes sociales haciendo uso de estas imágenes, para difundir sus creencias, muy diferente al rezago que ha experimentado la izquierda en el uso de estas mismas herramientas virtuales (Lovink, 2021). Desde la perspectiva de Svatoňová (2023, p. 240), la extrema derecha suele utilizar el humor y hasta un tono ''juguetón'' para comunicar sus puntos de vista. En el caso de ''Profesionales contra la Ideología de Género CR'', basta leer algunos de los comentarios que se muestran a la par de estas imágenes para comprender el sentimiento de pertenencia ligado a la molestia, el desagrado, la repulsión, la desaprobación y el intento de ridiculización que quieren obtener con sus publicaciones hacia sectores que denominan como ''progresistas''. Sin que suene paradójico, la unión de este grupo se produce mediante la oposición con un enemigo común, el cual se piensa como trastornado, malvado o que se ha desviado del camino correcto. Los contenidos generados crean una dicotomía inconmensurable entre dos perspectivas. Pareciera proponerse una especie de guerra campal entre una visión buena y ligada a Dios, y otra mala y unificada en la perversión. Esta página de Facebook sugiere la tendencia de una intención de ciertos sectores por modificar la naturaleza humana, intentar conseguir la desaparición de la familia, promocionar los abortos indiscriminados, promover una sexualidad que permite cualquier tipo de placer, solo por mencionar algunas de estas afrentas culturales percibidas.

Los modelos de vida que se supone tienen quienes están influenciados por la ideología de género (existencias desordenadas, desestructuradas, hipersexualizadas) unen a estos grupos conservadores para motivar la congregación virtual en torno a su desaprobación. La página de Facebook estudiada deja entrever que se busca imponer un estilo de vida en todas las personas, aunque la preocupación principal está concentrada en las generaciones más jóvenes ⁶ . Estos memes proponen censuras y reproches a lo que consideran mentiras usadas para confundir e implantarse por medio de la labor perversa de grupos feministas y de izquierda. De esta manera, las publicaciones que se realizan en el Facebook en cuestión se plasman con el fin de mostrar las true-news sobre quienes tienen como plan perverso convertir a la humanidad en una sociedad permisiva a toda costa. Así, el posteo de una imagen o de una noticia no solo es una confesión identitaria de los valores con los cuales se comulga, sino que, al mismo tiempo, es un llamado a la conciencia, pues expresa un temor sobre cómo podría verse la sociedad si no se pone un alto a esta situación.

Como se ha dicho antes, una metáfora que es claramente reforzada en muchos de los memes u otras publicaciones de esta página de Facebook hace una recurrente alusión a la naturaleza. Para ello, se emplean figuras de animales que sirven para ridiculizar las actuaciones de ciertos humanos, sobre todo ligados a la comunidad trans. Así, por ejemplo, la Figura 1 muestra un perro que ha sido vestido como un vehículo de la saga de Star Wars.

Se trata de un AT-AT⁷ , un transporte blindado que imita a un dromedario y que, dentro de este universo ficticio, es parte del equipo militar que tiene bajo su mando el Imperio Galáctico. En el meme, el delgado animal ha sido embutido en un traje que imita estas máquinas guerreras. La imagen dice ''Nací biológicamente PERRO pero gracias a la Ideología de Género, ahora puedo ser un Dromedario de Star Wars''. La contraposición de ''naturaleza'' y ''artificialidad'' es más que evidente y busca proponer lo ridículo que sería creerse algo que no se ''es'' y estar separado de la esencia de cada uno. Por eso, la palabra ''perro'' se encuentra digitada en mayúscula y es la razón del porqué un animal es asociado a la película de un universo ficticio. De hecho, la teorización de la categoría de género por parte de los grupos conservadores ha sido asociada a un tipo de ciencia ficción (Cottier, 2007, p. 594), en una contraposición a la ciencia basada en datos verdaderos.

Es altamente curioso que si bien consideran lo ligado a la perspectiva de género como ciencia ficción, diversos grupos de extrema derecha utilizan referencias de otra película de este mismo género fílmico como un referente que valida su pensar. Es el caso de Matrix (Wachowski y Wachowski, 1999), que fue dirigida y escrita por las hermanas Wachowski, quienes con el pasar de los años se revelaron como mujeres trans. La idea de Matrix adoptada por sectores conservadores es que existen dos opciones que no son claras para todas las personas: tomar una pastilla azul para seguir un engaño perpetuo o tomar la pastilla roja para ver realmente qué se le desea ocultar a la ciudadanía. Así, se supone que las agrupaciones conservadoras-cristianas han tomado la decisión correcta al denunciar todo tipo de conductas perversas de grupos progresistas, por lo tanto, se han atrevido a consumir la pastilla roja (Kaiser, 2022; Stefanoni, 2021).

Volviendo al meme de la Figura 1, en la imagen se recalca una crítica no solo hacia la imposición, sino también a sentir que su punto de vista será asociado a una perspectiva basada en el resentimiento, la religiosidad y la discriminación. Así, tal y como se dice en el meme (que parece interesado en inventar todo tipo de palabras ligadas a la aversión), se menciona que: ''Si no piensas como yo eres un maldito dromedarófobo, tercer mundista, perrófobo, retrógrada, ignorante, religioso, lleno de odio''. Como lo ha planteado Svatoňová (2023), estos grupos consideran que la tolerancia es en realidad una forma de fanatismo perverso que se enmascara bajo discursos de derechos humanos, género o respeto a poblaciones no heterosexuales. Argumentos similares han sido señalados en El Libro negro de la nueva izquierda (Márquez y Laje, 2016), el cual es promocionado en este tipo de páginas de Facebook (y otros espacios conservadores similares) como un documento con importantes aportes contra la ideología de género.

El libro citado suele referirse a ejemplos ridículos, con el fin de ironizar sobre lo incorrecto que sería enfrentarse a ''lo natural'' y lo absurdas que son este tipo de posturas. En el capítulo titulado ''La autodestrucción homosexual'', se explica esto. De acuerdo con esta postura, existe una línea continua entre ''el orden natural'' y un ''fin determinado'' (Márquez, 2016, p. 254). Allí, los canes vuelven a ser una metáfora para evitar lo que ''es'' contrario a la naturaleza. El texto sugiere que, si los humanos caminan con las cuatro extremidades, ''emulando a los perros'' ⁸, esto traería dificultades médicas que son completamente prevenibles (Márquez, 2016, p. 255). La metáfora busca recalcar lo insano y extravagante del trasfondo de las actuaciones de la comunidad trans y de cualquier conducta considerada artificial. Las ideas detrás de lo propuesto por el meme de la Figura 1 y los comentarios de Márquez (2016) recuerdan lo señalado muchas veces por el movimiento feminista: el uso de las metáforas sobre la naturaleza ha apoyado estructuras discriminatorias no solo en cuanto a la sexualidad o el género, sino también hacia la clase, la etnia y los cuerpos considerados dentro de los cánones de belleza (Halberstam, 2020; Scott, 2012).

Como puede apreciarse en el siguiente meme (Figura 2), los animales son propicios para muchas de las advertencias contra grupos progresistas o de la comunidad trans.

La Figura 2 muestra una escena donde un astuto zorro les expresa su interés por ingresar en un gallinero a dos animales domésticos (un perro y un gato). El zorro busca convencer a sus contrapartes de que se ''siente como una gallina'' y que esto se ha convertido en parte de su ''nueva identidad''. Con base en la imagen, se puede suponer que si se deja ingresar al zorro (personaje masculinizado) al espacio habitado por gallinas (claramente feminizadas) se generará la muerte o la destrucción de estas. Con esto se recalca que las consecuencias de esta acción solo pueden ser sangrientas; esta metáfora recuerda que un ''hombre'' que desea modificar su sexo, podría ser un peligro no solo para las mujeres, sino también para la sociedad. ¿Qué impediría a este hombre-zorro violar/ matar/aprovecharse de las mujeres-gallinas? En el caso del animal salvaje que pide ingresar a un terreno que no le es propio, solo alguien verdaderamente ignorante o mentalmente confundido no entendería que sus intenciones se basan en la más nefasta artimaña de engañar para dominar. El meme intenta recalcar que los deseos de estos zorros vestidos con pieles de gallinas nunca son sinceros, pues, en el fondo, siempre quieren obtener beneficios personales y falaces. Desde esta perspectiva, lo mismo pasaría con los grupos trans que se quieren camuflar en el mundo de ''las mujeres''. Como lo ha dicho uno de estos textos conservadores sobre las implicaciones de la ideología de género, los perjuicios son ''mucho más profundos siquiera de lo que podemos imaginar'' (Calvo-Charro, 2021, p. 121). Bajo esas palabras, la autora intenta acentuar las posibles lesiones tanto sobre la vida como en la integridad de las personas que se producen al traspasar los límites de la naturaleza, y que se apoyan en las mentiras o el engaño. Trasgredir los límites de la naturaleza, solo generará consecuencias desastrosas e incertidumbre por esta flexibilización de los roles que supuestamente son normales.

Bajo este panorama de confusión o una abierta intención de desconocer los peligros que conlleva no respetar lo natural, no es extraño que se recurra a diversas añoranzas por vivir en tiempos pretéritos, cuando, se supone, los límites eran más claros que en la actualidad. La Figura 3 comparte esta lógica. Allí, se presenta a dos sujetos en el espacio público. Uno de ellos, en blanco y negro para enfatizar el pasado, mientras que otro se muestra a colores. En el meme, se establece que el hombre de la izquierda se sitúa en 1947, y el otro en el 2021, es decir, 74 años después⁹ . El primero de ellos, viste traje, corbata, gabardina y trae entre sus manos un sombrero masculino. Aunque la imagen está en blanco y negro se puede apreciar que su vestimenta, incluyendo sus zapatos, tienen tonalidades oscuras y sobrias. El hombre del traje se presenta en el espacio público como un sujeto sobrio, saludable y bien cuidado: esto se aprecia en su ropa, en su cabello recortado y en que carece de barba o bigote. A la derecha, aparece un hombre que a todas luces quiere proponerse como un contraste al primero. En este caso, los colores desteñidos y el arcoíris de su camisa recuerdan levemente la bandera de la comunidad LGBTQ+. Sus pantalones cortos y ajustados se muestran junto a sus piernas blancas que utilizan un par de zapatos feminizados. Mientras el segundo hombre está interesado en su teléfono celular, su barba, su bigote o su moño en el pelo llaman la atención al presentarlo como contraste del hombre del traje.

El meme intenta sugerir una oposición radical de un modelo masculino heterosexual versus otro que nunca deja entrever sus gustos, acciones o su orientación sexual. Mientras el primero es una figura estable, de un hombre fuerte y vigoroso, en el segundo caso se trata de un sujeto que expone con claridad los rasgos de la flexibilidad identitaria incierta y quebradiza de quien potencialmente acepta lo que sea10. Parte de los intereses de ciertos trabajos de grupos conservadores es también centrarse en la figura masculina que, con el pasar del tiempo, ha perdido su rumbo (Calvo-Charro, 2017; Varela, 2016). Estos sujetos (flexibles, móviles, blandos), estos hombres, son considerados más frágiles que las mujeres, por lo tanto, es necesario prestarles más atención.

Por otra parte, las consecuencias desastrosas del futuro incierto se pueden observar en la Figura 4, la cual da cuenta de este problema.

En este meme, existe una centralidad en la cara de un niño blanco y rubio que se debate entre dos realidades. Por un lado, a la izquierda, se encuentra aquello que es deseado y bueno: una cara infantil radiante, otros niños felices junto a él, un cielo azulado que imprime tanta bondad que hasta una de sus nubes tiene forma de corazón. Este es el ambiente de crianza de los ''padres despiertos''. Por otro lado, a la derecha, se propone otro escenario completamente diferente. El mismo niño tiene pintura negra sobre la parte inferior de su rostro y el color del ojo que está en ese lado ha sido modificado. Además, en su frente hay un código de barras, quizá sugiriendo que todo se encuentra en venta y los valores morales han sido absorbidos por una maquinaria comercial. En su brazo, una serie de inyecciones empiezan a provocar que la piel tenga un tono pálido y enfermizo. Por su parte, sus uñas largas de colores ofrecen un acento feminizado. En la parte trasera, aparece un sujeto maquillado de blanco, que lleva un vestido y sobre su cabeza una corona con largos picos, y sujeta entre sus manos un libro con el que instruye a otros menores de edad. Finalmente, en el lado de ''los padres dormidos'', el detalle de un arcoíris artificial recuerda la falsa fabricación de quien no acepta las conductas ligadas a su sexo.

Así, otro trabajo ha estudiado cómo uno de los problemas al que constantemente refieren estos grupos conservadores tiene que ver con la homosexualización (Sequeira-Rovira, 2019). Esta situación remite a un temor que no debe ser entendido como un inconveniente solo religioso, sino más bien a uno psiquiátrico, provocado por una confusión mental que nubla los principios naturales de cualquier persona en cuanto a la definición de su sexualidad y de sus gustos. La propagación de este fenómeno implicaría un estado donde cualquier tipo de acción sería permitida por el ordenamiento jurídico y por la cultura. De esto, surgiría la figura del niño homosexualizado, el cual vive en una especie de estado de locura y potencialmente puede generar cualquier tipo de gustos, deseos, y actividades enfermas y perversas. En definitiva, la Figura 5 presenta un panorama más claro de la homosexualización, desplegado en una progresión de tres periodos.

En primer lugar, la imagen de arriba expone nuevamente un pasado idealizado. Los tonos sepia ofrecen el ingreso para el año de 1960. Allí, las tres parejas presentes en la ilustración hacen énfasis en el amor heterosexual; con base en datos históricos, se conoce que en esos tiempos se acercaban los movimientos estudiantiles de 1968, los hippies y la revolución sexual. En la imagen, el padre y la madre del centro muestran a sus cinco hijos, lo cual remite a cuando las pastillas anticonceptivas aún no eran una realidad en la vida de la mayoría de las personas. Al lado izquierdo, otra pareja sin hijos cierra los ojos en señal de enamoramiento. Finalmente, al fondo de la imagen puede apreciarse a un hombre persiguiendo a una mujer con un ramo de flores.

En la imagen del medio, situada en el 2013, la ilustración ya tiene más color y deja ver un panorama distinto, nuevamente, con tres referentes variados. A la izquierda, se encuentra una pareja de hombres que cierran sus ojos al abrazarse. A la derecha, un grupo de mujeres corre juntas, lo cual puede sugerir una unión lésbica. Por último, la pareja del centro representa una relación heterosexual que ha decidido tener perros en vez de niños, los pasean en un coche de bebés. Mientras la mujer parece estar contenta con lo que sucede, su compañero mira a la pareja gay con una tímida sonrisa, que podría sugerir una normalización o un deseo erótico de su parte hacia la pareja de hombres.

En la parte conclusiva, aparece el año 2023 y de nuevo tres escenarios marcan los posibles desenlaces. A la izquierda, un hombre calvo con barba, bigote, senos y un pantalón apretado, viste de rosado mientras abraza a su pareja, que es un perro ¹¹. En el fondo a la derecha, una serie de cuerpos y animales tanto de pie como acostados sugieren la normalización de las orgías y de las prácticas zoofílicas. En el centro, un hombre adulto y blanco despliega de su mano derecha un fajo de billetes, mientras abraza a una niña de piel oscura, la cual presumiblemente es una trabajadora sexual menor de edad. Ese año, que para efectos del meme significa el futuro, es el momento en que toda práctica sexual está permitida, inclusive en el espacio público. En este escenario, quedan relegadas las personas cristianas, heterosexuales, con hijos y monogámicas. Cualquier cosa podría suceder: sexo con animales, con menores de edad, entre varias personas a la vez, uniones de pareja sin descendencia o en las cuales está de por medio el pago. Las identidades son movibles y diversas: todo está permitido.

La imagen propone que se ha perdido que el amor entre un hombre y una mujer sea el centro, la destrucción de la familia tradicional o del binarismo de género, y la instauración de cualquier otra posibilidad que no se ligue a la moral cristiana. Esto coincide con un documento de la escritora católica conservadora Gabrielle Kuby, quien señala que la educación sexual busca estimular la masturbación en los menores de edad, desmantelar su pudor o generar ''la activación de los impulsos sexuales comenzando en la niñez temprana'' (Kuby, 2017, p. 350). Este tipo de suposiciones de la perversión que desean implantar los grupos progresistas es común en la mayoría de este tipo de documentos conservadores. El sarcasmo detrás de los memes aquí presentados expresa la perturbación por un porvenir terrorífico que debe ser evitado a toda costa y que ha sido confirmado por otro trabajo similar a este (Svatoňová, 2023).

La emocionalidad, los memes y las redes sociales.

Las discusiones que se producen en las redes sociales suelen estar saturadas de emocionalidad. Se ha comprobado que a pesar de poseer muchas ventajas para la divulgación de información al instante o para el debate de temas actuales, las redes por su anonimato también son ambientes que permiten desplegar todo tipo de comentarios cargados de hostilidad (Kaiser, 2022; Christopherson, 2007). En una reciente investigación de Naciones Unidas, se analizaron los discursos de odio en este tipo de espacios virtuales para Costa Rica y se determinó un incremento en un 71% de discursos similares entre el 2021 y el 2022. En revisiones de Facebook y Twitter, se estableció que las menciones con esa carga valorativa llegaron a contabilizar 937 000, de las cuales 143 000 estaban referidas a la orientación sexual y 125 000 a temas ligados al género. Estas reacciones de odio terminaron embistiendo agresivamente contra situaciones ligadas al feminismo, a los derechos humanos o a las relaciones homosexuales masculinas (Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, 2022). Resulta curioso que en estos ambientes las expresiones de odio provengan mayoritariamente de perfiles ligados a hombres que se ensañan contra esta y otro tipo de temáticas sensibles, quienes bajo el anonimato han encontrado otro nicho para manifestar su disconformidad de forma más hostil. En parte, esto marca una división del clásico sujeto racional moderno masculino, valorado precisamente porque no expone su emocionalidad (Peluffo, 2016).

En los contextos latinoamericanos, el odio hacia estas poblaciones o temáticas ha sido fomentado por políticos populistas, quienes prometen una mejora en la vida y una sanación de la patria posterior a exterminar valores importados, que catalogan como perversos. En el caso de la derecha y la ultraderecha, se ha estudiado cómo sus estrategias de información buscan exaltar las emociones antes que la razón (Forti, 2022). La promoción de la existencia de una ideología de género en las políticas estatales es un buen ejemplo de un interés por desplegar temores de teorías conspirativas y donde los datos no son tan importantes como las palabras, las imágenes o las sensaciones de angustia.

Cuando estos textos conservadores hablan de un ''feminismo pedófilo'' (Laje, 2016, p. 132) infiltrado en los países de la región latinoamericana, es posible que muchas personas se sientan alarmadas por las inmorales consecuencias que esto traerá para los menores de edad. Esto es una de las razones del porqué estos grupos se interesan en plantear que la educación sexual ofrecida por los gobiernos está cargada de contenidos pornográficos que intentan confundir y sexualizar a las personas menores de edad (Sequeira-Rovira, 2022). Como lo muestra un documento en el que se analizó a las movilizaciones multitudinarias conservadoras del 2017 y que reclamó la eliminación de la ideología de género bajo el lema ''A mis hijos los educo yo'', la emoción predominante entre los asistentes era el miedo por los efectos de una educación sexual nefasta (Mora-Solano, 2021). No es casual que algunas páginas conservadoras cristianas, como ''Profesionales contra la Ideología de Género CR'', empezaran sus publicaciones en octubre del 2017, precisamente cuando se hicieron los llamados para movilizar a la ciudadanía cristiana contra esta tendencia supuestamente perniciosa.

Tal y como lo ha expresado Svatoňová (2023), el humor se convierte en un instrumento discursivo para producir enlaces emocionales con un público particular y, específicamente, esta estrategia ha sido empleada por la extrema derecha a través de memes, para expresar sus posturas bajo el velo de la broma o de las situaciones jocosas. Asimismo, en otros espacios, se ha estudiado cómo una emoción como el miedo ha sido vehiculizada por regímenes totalitarios para controlar a la ciudadanía a través de la sensación de amenazas devastadoras (Peluffo, 2016). Por ello, estas fuertes emociones que provocan desconfianza, ansiedad y perturbación social son poderosas herramientas para movilizar a las personas contra aquello que supuestamente va en perjuicio de sus familias y de su moralidad.

Volviendo una vez más a las redes sociales y a sus herramientas de difusión de información, el filósofo ByungChul Han (2022) ha señalado cómo los memes no facilitan la promoción de discusiones racionales, pues el intercambio de información detrás de ellos está interesado sobre todo en la activación de los afectos. Los memes estudiados son un buen ejemplo de esta situación, en la que se remiten a pasados idealizados de hombres y mujeres que sí cumplían con patrones masculinos y femeninos ''prototípicos''. Una fotografía en blanco y negro o en sepia busca despertar sensaciones de nostalgia por contextos que son presentados como serenos, apacibles y placenteros para todos los que se circunscriben a su alrededor. Suponen escenarios cargados de amor y cuidados de todos los integrantes de la familia, y que cuentan con reglas claras para la vivencia sexual.

Estos memes y las secuencias de informaciones que se publican conjeturan una serie de vidas que están siendo avasalladas por las políticas de género. Como lo ha dicho Stefanoni (2021), para estos grupos de derecha extrema ''el troleo'' es visto como una ''guerrilla cultural'' y el meme es el ''instrumento político'' (p. 55). Así, mediante estas imágenes aseguran que quienes se ven más perjudicados con las propuestas nocivas de grupos feministas y otros similares son los no nacidos y los menores de edad, aunque también son altamente afectados quienes se identifican como cristianos. Las Figuras 6 y 7 proponen, desde sus perspectivas, cómo se ven la racionalidad (cerebro) y las emociones de quienes están en los dos extremos.

En ambos memes, hacia la izquierda, están quienes promueven diferentes banderas ligadas al progresismo. Son un hombre y una mujer que están molestos, alterados y confundidos. Ambos gritan a sus contrapartes de la derecha insultos para desprestigiar su fe cristiana, sus posturas conservadoras, sus orientaciones políticas y hasta su consumo de carne. La irritación y enfado solo puede contrastarse con las figuras de la derecha que tienen la mente ordenada y poseen mucho conocimiento gracias a lecturas que les brinda una serenidad imperturbable.

Resulta interesante que ambas imágenes reviertan la tendencia referida del estudio de Naciones Unidas realizado en Costa Rica, el cual estableció que los discursos de odio y discriminación en las redes sociales atacan mayormente posturas asociadas a discusiones sobre el género o sobre la comunidad LGBTQ+. Sin embargo, son estos grupos cristianos quienes se sienten víctimas de la animadversión o la hostilidad progresista; son a ellos a quienes se les ''amordaza'' por sus posturas cristianas, tal y como lo ha expresado uno de estos textos conservadores (Sánchez-Maíllo, 2021, p. 116). Así, presuponen que ellos son los perdedores en este contexto y quienes se ven avasallados ante modificaciones que consideran injustas y manipuladoras. Curiosamente, en el interesante estudio de Kaiser (2022) sobre ínceles y otros grupos similares, los hombres (blancos, de derecha, jóvenes y heterosexuales) son quienes mayormente están ligados a los discursos de odio y quienes promulgan visiones de mundo en extremo machistas, clasistas, racistas, pero, sobre todo, misóginas.

En los memes analizados, queda la sensación de que son precisamente los argumentos proferidos por estos grupos contra la ideología de género los que proponen una barrera de defensa a los valores correctos, los cuales son acallados por grupos feministas y de izquierda. Esto mismo es señalado por Svatoňová (2023, p. 248), quien establece que la organización de extrema derecha Angry Mothers de República Checa utiliza su página de Facebook para mostrarse y denunciar mediante memes que ellas son ''la resistencia'' de una sociedad que les ha dado la espalda a los valores cristianos y donde se presentan como las víctimas de un sistema amoral.

Conclusiones: Frantz Fanon contra la ideología de genero.

Parte de la obra de Frantz Fanon puede servir para entender el problema de la agitación de los sectores conservadores contra aquellos grupos que llaman progresistas. Al respecto, este autor señala que existen otros rastros históricos similares de otras sensaciones de repulsión contra sujetos o acciones consideradas como nefastas. Por ejemplo, cuando en su famoso texto Piel negra, máscaras blancas, Fanon (2009) trató de explicar el racismo, utilizó las metáforas que existían sobre el negro y el judío para dar a entender dos formas diferentes de discriminación que eran claramente observables en aquella época. Si bien las percepciones sobre unos y otros eran diversas, en el primer caso por su color de piel y en el segundo por su historia, la repulsión que se sentía hacia ambos era igualmente efectiva, porque ambos eran percibidos como encarnaciones del mal. Por un lado, la desconfianza hacia los negros se basó en que se estimaba que poseían una sexualidad descontrolada y desordenada. Se recalcaban las ideas entorno a su naturaleza, más cercana a los animales, por tanto, se les señalaba su falta de racionalidad. Eran seres con ''una potencia sexual alucinante'' (Fanon, 2009, p. 143) bajo la que giraba su existencia. Su vida, su tiempo, sus pensamientos circulaban en torno al sexo descontroladamente perverso. En la concepción de los blancos, el negro siempre representaba escenas de tipo sexual: eran violadores, incestuosos, polígamos (Fanon, 2009, p. 147). Es más, era el semental que debía ser castrado para que dejara de violar a las mujeres blancas. En el caso de los judíos, Fanon recordó que las aprensiones hacia ellos los hacía ver como sujetos infiltrados en todos los espacios de la sociedad. A diferencia de los negros, podían camuflarse entre los cristianos y pasar desapercibidos, hasta crear nuevas leyes para su beneficio (Fanon, 2009, p. 143). Eran representados como astutos: hábiles para manipular el pensamiento de los otros. En palabras de Fanon ''el negro representa el peligro biológico. El judío el peligro intelectual'' (2009, p. 147).

Como se ha visto en el análisis realizado dentro de este documento, ambas metáforas también son utilizadas y calzan a la perfección con la percepción que se maneja sobre los grupos feministas, de izquierda o hacia los sujetos que supuestamente han sido influenciados por esta ideología. Para los sectores conservadores, todas las categorías señaladas representan individuos o conglomerados que intentan sexualizar a la sociedad. Así, suponen que sus coordenadas están enfocadas en la genitalidad y que, al mismo tiempo, se les debe tener cuidado porque están infiltrados en todos los espacios públicos. Son zorros con pieles de gallinas que buscan modificar el Estado, su legislación y sus políticas, con el fin de lograr un desprecio a los valores cristianos y a la familia heterosexual monogámica. Por ello, tiene que cuidar sobre todo a los menores de edad, porque las consecuencias de esta intelectualidad sexualizada deben perseguirse y eliminarse entre quienes son más volubles a las perniciosas influencias sociales.

En un trabajo reciente muy similar al que aquí se ha tratado de desarrollar (Svatoňová, 2023) y que se basó en analizar una página de Facebook de extrema derecha en la República Checa, se encuentran las mismas ideas de añoranza por un pasado idealizado, un temor por las consecuencias perversas de los grupos progresistas y la creencia de que los cristianos conservadores son quienes han sido relegados por la sociedad liberal. Sin embargo, a diferencia de dicho documento, la página costarricense no presenta una confrontación antislamista, pues para el contexto nacional esto no es una problemática. Sin embargo, sí existe una tendencia a posicionarse contra el feminismo, contra los grupos LGBTQ+ y, por supuesto, contra la nominación o categoría de género.

Asimismo, se le debe prestar atención a la inquietud que se desprende de la homosexualización. Esta es la principal ansiedad de los grupos conservadores, los cuales temen su implantación en los sectores más jóvenes, con el beneplácito de las más altas esferas de los gobiernos. Al ser una forma de locura implantada en las subjetividades, permite la creación de humanos que se sienten zorros, perros, gallinas, personajes de ciencia ficción, sujetos trans, etcétera. Por ello, también, estas críticas han acentuado su reproche en la educación sexual, el avance de los derechos en poblaciones que no se reconocen como heterosexuales o las modificaciones provocadas a la familia tradicional. Bajo esta bandera, los temas de la naturaleza y la normalidad se posicionan como que deben ser defendidos a toda costa. Sus argumentos estiman que grupos poderosos tienen la intención de provocar una especie de lavado de cerebro sobre las poblaciones más jóvenes con el fin de introducir modificaciones en la forma en cómo se maneja el aborto, el incesto, la homosexualidad, la vida monogámica, la reproducción o la relación con Dios. Simplificando, de lo que se trata es que los perros sean perros, los zorros sean zorros, los hombres sean hombres, las mujeres sean mujeres, la familia sea familia, etcétera.

En la época de la posverdad, donde los referentes de lo verdadero están conectados con la creencia de que existen sectores deseosos de confundir a la ciudadanía sobre temáticas sensibles, las redes sociales como Facebook u otras similares se convierten en espacios donde se crean colectivos que brindan seguridad a múltiples posturas. Por ello, encontrar nichos virtuales similares al pensamiento propio es una garantía de que ''mi'' perspectiva es la correcta. De hecho, se ha demostrado que las teorías conspirativas tienen más asidero entre sectores conservadores (Forti, 2022). No importa si se trata del cambio climático, del Pizza Gate, de la implantación de chips intradérmicos por medio de la vacuna contra el Covid-19, o la creencia del establecimiento de un orden que permite cualquier conducta sexual o de identidad, los memes y las redes sociales que los promueven son un desafío para las democracias actuales. Ni Costa Rica ni ningún país del mundo escapa de estos nuevos retos. Para contrastar las ideas que se basan en la emocionalidad cargada de desconcierto y exaltación, los Estados requieren promover menor desigualdad y acceso a educación de calidad, esto con el fin de evitar una situación que, tarde o temprano, se podría convertir en algo inmanejable.

Referencias bibliográficas

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