Resumen
El docente de español como lengua extranjera o segunda, tiene la oportunidad -y la obligación- de comprometerse con su propio aprendizaje, el de sus estudiantes y con la sociedad en procura de convertir la experiencia pedagógica en un proceso que busque no solo logros a nivel académico, sino transformación personal mediante la exposición a situaciones, textos y personas que permitan sensibilizar a los estudiantes y los impulsen a ser agentes de cambio. La investigación que dio origen a este artículo parte de la noción de docente como intelectual transformador (Dewey, 1977; Freire, 2012 y 2015; Giroux, 1988; Grundy, 1987; Kumaravadivelu, 2003) y de los principios del Aprendizaje Servicio (ApS) y el Aprendizaje Basado en la Comunidad (ABC) (Bringle y Hatcher, 1996; Puig, 2015; Mooey y Edwards, 2001; Rodríguez, 2014; Naval, García, Puig y Santos, 2011; Barreneche y Ramos-Flores, 2013; Ebacher, 2013; Escofet, Folgueiras, Luna y Palou, 2016). El trabajo midió la percepción de 66 estudiantes de ELE en relación con dos variables: mejora de sus habilidades en español y sensibilización hacia poblaciones vulnerables, después de tomar un curso en el que el 20% de las horas lectivas se dedicó a diseñar y ejecutar proyectos con comunidades. Los resultados obtenidos son satisfactorios y permiten plantear retos para la enseñanza de lenguas y la educación en general.
Palabras clave: Aprendizaje Servicio; Aprendizaje Basado en la Comunidad; conversación con proyección a la comunidad; docente como intelectual transformador; educación como agente de cambio; español como lengua extranjera; español como segunda lengua.