Biografía

Dr. Ricardo Marchena Valle-Riestra 1895-1981

Ricardo Marchena Valle-Riestra dejó huellas imborrables en el Hospital San Juan de Dios por su arrolladora personalidad quirúrgica, reconocida y respetada por todos los que fueron sus compañeros de trabajo en aquellos días tempranos de la evolución de ese hospital.

Hijo de Eduardo Marchena, y de Ángela Valle-Riestra, nació en San José, estudió en escuelas de la capital y posteriormente cursó su educación secundaria en el Liceo de Costa Rica. La familia Marchena Valle-Riestra, era pequeña para la época, pues procrearon solamente dos hijos: Ricardo y Julián, sin embargo, ambos fueron grandes para nuestra nación, el primero por su talento médico y el segundo, Premio Magón e inmortalizado por siempre a través de la poesía principalmente por su inolvidable “Vuelo Supremo”.

La formación médica del Dr. Marchena era de una solidez incuestionable. Estudió en la Universidad de Washington en los Estados Unidos de América, de donde se graduó como médico-cirujano. A su regreso al país, trabajó para la United Fruit Company en Turrialba hasta el año 1925, y allí quedó marcado para siempre por las necesidades de los obreros y la importancia de desarrollar en nuestro país la atención de los accidentes laborales.

En aquellos días, gobernaba en Costa Rica el pensamiento liberal y hubo acciones para dotar al país de una ley de Seguros de Incendio y una ley de Accidentes de Trabajo. En el año 1924 se crea el Banco Nacional de Seguros, que luego en 1949 se transforma en el Instituto Nacional de Seguros. El Dr. Marchena fue empleado fundador del Instituto Nacional de Seguros y aportó su energía, entusiasmo y constancia a esta entidad de 1924 a 1974. Dentro de esta institución, deben destacarse sus acciones para impulsar el proceso de rehabilitación física de los accidentados por riesgos trabajo, concretadas en la fundación del primer dispensario médico del Instituto Nacional de Seguros, que funcionaba a su cargo, dentro de las instalaciones del Hospital San Juan de Dios.

En el año 1935 se incorpora como médico del Hospital San Juan de Dios, y le corresponde participar como actor importante de la transformación de ese nosocomio, de una institución de beneficencia a un verdadero hospital de asistencia médica. Es allí, donde en conjunto con los doctores Ricardo Moreno Cañas, Antonio Peña Chavarría, y Rafael A. Calderón Muñoz, participa en la confección del reglamento para el servicio técnico del hospital que entra en vigencia a partir del año 1936. En este reglamento, los citados médicos instauran el Consejo Técnico del Hospital San Juan de Dios, organismo vigente hasta el día de hoy.

Serio, diligente, persuasivo y con habilidades de líder nato, llega a ser presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos en el año 1938. El Doctor Marchena, lograba compatibilizar su activismo organizativo con una incesante y variadísima agenda quirúrgica, algo verdaderamente insólito para los que ejercemos la medicina en estos días de la superespecialización. En el Hospital San Juan de Dios, fue jefe del Servicio Gerardo Jiménez y su nombre está grabado por siempre en los archivos quirúrgicos de ese centro, como uno de los cirujanos con mayor número y diversidad de intervenciones realizadas. En la sala de operaciones, lavado, vestido, con sus anteojos siempre puestos, bajo la fuerte luz de la lámpara quirúrgica, era famoso por su precisión, su prudencia y su creatividad frente a lo imprevisto.

Tenía también el don para enseñar, complemento imprescindible de todo buen médico, y así logró convertir su servicio en un semillero de cirujanos talentosos. Ejemplos de oro de sus discípulos fueron el Dr. Carlos Manuel Prada Díaz y el Dr. Claudio Orlich Carranza; éste último, bajo su tutela, inició la cirugía laparoscópica en Costa Rica en el año 1952.

En su vida familiar, fue un hombre amoroso, de trato afable y suave sonrisa. Se casó en 1922, con Adela González Herrán, hija del expresidente de la república Cleto González Víquez. De su matrimonio nacieron sus cuatro hijos: Hilda, Eduardo, Jorge y Adela, quienes han forjado una numerosa sucesión de nietos y bisnietos.

Recuerda su hija Adelita, que entre sus memorias de infancia, está la de ver a su papá recostarse por las noches, con la ropa de salir, siempre preparado para tomar su maletín médico a cualquier hora que lo necesitara algún enfermo trasnochado.

La vida del Dr. Ricardo Marchena es un punto de referencia, necesario e inspirador en estos tiempos. Sus múltiples actividades, la pasión y excelencia que puso en cada una de ellas y el amor profundo que supo sembrar en sus discípulos y en quienes compartieron alguna parte del trayecto de su vida, constituyen sin duda, su legado imperecedero.

Dra. Olga Arguedas-Arguedas.

Universidad de Costa Rica. Hospital Nacional de Niños Dr. Carlos Saénz Herrera. Miembro Comité Editorial Acta Médica Costarricense.

Referencias bibliográficas

Fechas de Publicación