Introducción
Mi patria es dulce, cándida y sombría. Y se ha olvidado de la risa, y aún de la sonrisa. Y el canto se le atraganta. ¡Amanecerá!
Luis Cardoza y Aragón
Este es el epígrafe del ilustre escritor guatemalteco, ensayista y poeta, Luis Cardoza y Aragón (1901-1992), quien enaltece la Colección Memoriales de la Editorial Catafixia. Dentro de ella es que se ha publicado este libro, el último de Edelberto Torres-Rivas (1930-2018).
Prolífico investigador, pensador y escritor de las ciencias sociales centroamericanas, Torres-Rivas cuenta con una obra fundamental y de ineludible referencia para conocer los procesos, las estructuras y los actores que configuraron la compleja realidad centroamericana de la segunda mitad del siglo XX. Una obra que suma alrededor de unos 200 trabajos publicados, entre libros (en autoría y coautoría), capítulos de libros, artículos en revistas académicas, prólogos y presentaciones, así como reseñas.[1]
Digo que este es su último libro, pues si bien, para aquellos que se interesan en estudiar su obra, también en el 2017 apareció otro, Historia de Guatemala. Un resumen crítico (Guatemala: FLACSO, 2017), en este su tarea fue la de coordinador e inspirador, con dos muy breves contribuciones: el prólogo (''Historias grandes e historias chiquitas'') y el epílogo (''Guatemala en una nuez'').
La obra que nos concierne en esta ocasión, sin embargo, es muy distinta a todas las precedentes: cuenta con un artículo final, ''Guatemala: un edificio de 5 pisos'' (tercera parte del texto), el cual precisamente le otorga el título al libro, un trabajo muy celebrado por su descripción lacerante de la estructura social de la sociedad guatemalteca, varias veces reproducido desde su inicial aparición en el año 2005 en la Revista de la Universidad de San Carlos de Guatemala.[2] Las dos primeras partes, en cambio, recogen un total de 119 columnas periodísticas, es decir, una selección de breves escritos aparecidos los domingos en un periódico del país a lo largo de numerosos años.
El reconocido historiador guatemalteco, Arturo Taracena Arriola, presenta la obra con su texto ''Edelberto Torres-Rivas: un centroamericano universal'', a lo cual le sigue la justificación que elabora el propio autor: ''Decir lo que se debe como uno quiere''.
Ha sido la primera y única vez que Torres-Rivas se animó a reunir una selección de sus artículos periodísticos:
Hay una manera de ver las relaciones entre seres humanos en que la interpretación adopta un sesgo sociológico. Más de una vez se me acusó de ''sociologizar'' lo que escribía. Lo que la sociología estudia como sociedad siempre se halla regulado por la interpretación que la sociedad se hace de sí misma (21-22).
Apunta también:
La idea de reunir estas columnas y publicarlas de nuevo no es mía. Me parecía que el esfuerzo de escribir de prisa las hizo víctimas de la coyuntura. Pero el entusiasmo de Gustavo Arriola -corrector personal de pruebas- y de Catafixia Editorial, así como la colaboración de un grupo animador, hicieron posible este libro. Los amigos son así (22).
La primera parte, denominada Memoria a corto plazo, incluye 62 de estas columnas. Se escribieron entre julio del año 2003 e inicios de octubre de 2013. La segunda, Crónica del presente, incorpora otras 57 y su temporalidad va desde este último mes y año hasta la final del 6 de noviembre del 2016.
¿Cómo caracterizar abreviadamente la obra? Se trata de la mirada, que no meramente del golpe de vista superficial, pero tampoco del análisis excedido en múltiples detalles, de un hombre, sociólogo, profundamente conocedor de la historia de su país y de la de América Latina en la segunda mitad del siglo XX y primeros años del XXI, quien procura, críticamente, llamar la atención sobre el significado de eventos, cuestiones y procesos sociopolíticos cardinales. A menudo, muy a menudo, desde la pregunta explícita que motiva la reflexión. El cuestionamiento del sentido común y la perspectiva sociológica siempre están presentes.
Puede afirmarse que, sin proponérselo, descubre y enseña el alcance que aporta la sociología para comprender la realidad social y penetrar en ella, sin que nunca se ausente el sustento histórico. Son breves reflexiones, posicionamientos y provocaciones para ofrecer una mirada fresca, inusual y comprometida a su vez con ciertos valores de una izquierda que abandonó la ortodoxia marxista del siglo XX, y que se sabe en un terreno que requiere renovación y creatividad, a partir de la experiencia histórica.
Lector incansable de buena literatura, prolijo escritor, su estilo aquí, por el formato requerido también, reafirma su inclinación por oraciones que no sean muy largas, si bien necesariamente descriptivas o explicativas, por la materia de que se trata. Resulta muy grata su lectura.
Temáticamente, la primera parte (Memoria a corto plazo), si bien más concentrada, como se comprende, en Guatemala, hay también algunas columnas que abordan otras cuestiones de trascendencia latinoamericana. Algunos ejemplos de esto: la dedicada a Cuba y a su modelo socialista (columna n.° 17, de marzo del 2008) ofrece una síntesis estupenda y un posicionamiento crítico comprensivo de esa sociedad a la hora de la cesión de Fidel Castro a su hermano Raúl del protagonismo visible. Le valió fuertes críticas a Torres-Rivas.
En varias otras columnas, es recurrente la reflexión sobre las ideologías en la hora actual: ''Las ideas son cárceles de larga duración'' (la n.° 1, de julio del 2003); su lúcida ''América Latina: reflexión desde la izquierda'' (n.° 9, marzo del 2006); ''Los sueños socialdemócratas'' (n.° 16, enero del 2008); ''Comunismo a la carta'' (n.° 59, agosto del 2013). E igualmente las dedicadas a Chávez y al proceso político venezolano: ''Chávez, el carisma y la democracia'' (n.° 50, abril del 2013), entre otras. O aquellas en las que Centroamérica es el epicentro del análisis: la formidable ''Las aporías de la guerra en Centroamérica'' (n.° 19, junio del 2008).
De las múltiples sobre Guatemala, destaco la siguiente: ''Las aporías de la diversidad etnocultural'' (n.° 10, abril del 2006). Me pareció notable, por lo conceptualmente provocadora e igualmente esclarecedora, además, tiene como sustento empírico para su reflexión el Informe de Desarrollo Humano del 2005 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el cual Edelberto trabajó durante cerca de 15 años, luego de su regreso a Guatemala en el último lustro del siglo pasado.
La segunda parte del libro, Crónica del presente, ofrece una diversidad de temas anclados en la propia Guatemala, aunque hay algunas excepciones. La cuestión del Estado se halla muy vigente: ''Capital gigante y Estado enano'' (n.° 66, enero del 2014); ''Sobre el Estado democrático I y II'' (n.° 107, mayo del 2016, y n.° 108, mayo del 2016); ''La Revolución de Octubre y el Estado democrático'' (n.° 118, octubre del 2016); ''Lo público, lo privado, lo estatal: el Estado democrático'' (n.° 119, noviembre del 2016). Sobre las ideologías y las elecciones: ''¿Por qué no gana la izquierda en Guatemala'' (n.° 74, julio del 2014); ''¿Demócratas sociales, socialistas, revolucionarios, liberales, socialdemócratas? ¿Qué somos?'' (n.° 79, octubre del 2014).
Hay numerosas alrededor del conflicto armado de más de tres décadas que sufrió la sociedad guatemalteca, sobre la violencia estatal, sobre sus consecuencias y significado. También una sola, empero, sobre el empeño político del cual fue fundador y parte activa durante sus últimos años de vida: el Movimiento Semilla, ''Sembrar las semillas para cosechar el cambio'' (n.° 76, agosto del 2014), de orientación de centroizquierda, movimiento que se convirtió oficialmente en partido político en noviembre del 2018, un mes antes de la muerte de Torres-Rivas, y que en enero del 2019 postuló a Thelma Aldana, exfiscal general de la República, como candidata presidencial para las elecciones del presente año, finalmente imposibilitada de contender.
Concluyo esta reseña transcribiendo sus palabras, con la ironía que lo caracterizaba, extraídas de su columna ''Cambio de colores'' (n.° 115, agosto del 2016):
Durante años, la izquierda luchó más por los principios que por el triunfo electoral. Como estoy llegando al final del camino puedo asegurar que nunca supe qué principios se oponen a la lucha por la democracia burguesa. No hay otra. Dicen que cambié de color. Fui comunista en mi juventud, sin embargo experimenté durante medio siglo una atroz represión. Dicen que ahora soy rosado. No sé qué color tengo, pero como comprenderán nunca me importó. Hoy día continúo peleando por la democracia. Estamos sembrando la semilla del Estado democrático. Hago un doble llamado: unirnos por la democracia y no tomar nunca vino rosé (341).
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[1]
Para un conocimiento detallado de su obra, puede consultarse mi artículo: ''Palabras en ocasión de la entrega del Doctorado Honoris Causa a Edelberto Torres Rivas'', Anuario de Estudios Centroamericanos, 42, 2016, páginas 445-463. Esta publicación incluye también una bibliografía muy extensa y completa, hasta agosto del 2015, de lo producido por Torres Rivas. Puede descargarse en el siguiente enlace: https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/anuario/ article/view/26956
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[2]
Para una lectura de este artículo, puede descargarse la antología que preparé sobre su obra, en la cual se incluye como el séptimo texto: Edelberto Torres-Rivas. Centroamérica: entre revoluciones y democracia. Antología y Presentación de Jorge Rovira Mas, cuya tercera edición apareció en México D. F., publicada por Siglo XXI Editores y CLACSO en el 2015: http://biblioteca.clacso. edu.ar/clacso/se/20151026045902/Antologia_Torres_Rivas.pdf
Fechas de Publicación
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Fecha del número
Jan-Dec 2019
Histórico
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Recibido
02 Jun 2019 -
Acepto
18 Jun 2019