Open-access Doctorado en Ciencias Sociales en América Central: El reto de responder a las enormes inequidades de la región

Resumen

En marzo 2019, el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) aprobó el Doctorado en Ciencias Sociales sobre América Central, el cual procura responder a necesidades de formación e investigación en América Central a partir de cuatro valores fundamentales, a saber: calidad académica, pertinencia social, criticidad y aspiración de contribuir a consolidar una comunidad académica a escala regional. Estos valores se encuentran presentes tanto en la propuesta curricular como de investigación y para ello echa mano de tres perspectivas mutuamente interrelacionadas.

Introducción

En marzo 2019, el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) aprobó el Doctorado en Ciencias Sociales sobre América Central, el cual procura responder a necesidades de formación e investigación en América Central a partir de cuatro valores fundamentales, a saber: calidad académica, pertinencia social, criticidad y aspiración de contribuir a consolidar una comunidad académica a escala regional. Estos valores se encuentran presentes tanto en la propuesta curricular como de investigación y para ello echa mano de tres perspectivas mutuamente interrelacionadas. Una es que las relaciones entre las disciplinas de las ciencias sociales (sea como multi, trans o interdisciplinariedad) facilitan la comprensión de fenómenos cruciales en la Región. Una segunda es que el análisis regional, que si bien no ignora las especificidades nacionales, permite comprender las sociedades que constituyen el istmo centroamericano. Una tercera perspectiva es el análisis comparado, el cual procura introducir la relación y contrastación de casos o fenómenos. Nuestra meta es contribuir a formar nuevas generaciones de profesionales en ciencias sociales, que su vez fortalezcan las capacidades institucionales y que potencien la formulación de estrategias de desarrollo de mediano y largo plazo en la región. Enseguida se presentan los rasgos principales de este programa doctoral.

Justificación del posgrado

Las ciencias sociales en América Central conocieron su mayor expansión en la década de 1960 en el contexto de los llamados procesos de modernización de los países de la región. Por una parte, se requería responder interrogantes sobre el desarrollo y, por la otra, había recursos para invertir en las instituciones de enseñanza superior (Figueroa Ibarra; Torres Rivas; Rovira Mas). Sin embargo, las guerras civiles en la década de 1980 y las consecuencias del modelo neoliberal durante la década de 1990 y los años siguientes dieron al traste con la posibilidad de contar con nuevas generaciones de profesionales en ciencias sociales, con condiciones suficientes para consolidar un quehacer investigativo con perspectiva regional y comparada.

En 1985, Carlos Granados lo planteaba así: ''El problema básico a resolver, sumariamente, es cómo lograr generalizaciones para el conjunto del área, que sean capaces de captar su especificidad'' (67). Granados sugería considerar Centroamérica, o para el caso América Central, desde una perspectiva geoestratégica, que integrara tanto la condición de istmo entre dos océanos como de puente entre dos masas continentales. Víctor Hugo Acuña sugiere que ''no (…) creo que se trata de fundar una nueva especialización en la historia del istmo [o de las ciencias sociales en general], una especie de historia global centroamericana; por el contrario, es de mayor provecho y utilidad, en términos de las agendas de investigación, abordar los distintos campos con intenciones y proposiciones comparadas y relacionales'' (23). Es decir, más que suscribir un enfoque específico, de lo que se trata es de reconocer rasgos constituyentes, a partir de análisis regionales y comparados. Se aspira pues a la universalidad del conocimiento a partir de la particularidad de nuestra región.

América Central es un territorio que se construyó desde épocas prehistóricas como región en sus relaciones con sus vecinos, México, Colombia y el Caribe insular, atravesado por procesos cuyo estudio permite hoy comprender las actuales tendencias de concentración de capitales, actividades económicas licitas e ilícitas, los desplazamientos internos de población y las migraciones internacionales, por ejemplo. La región, compuesta por múltiples grupos humanos como los mayas, quichés, nahua pililes, lencas, miskitos, mayangnas, bribris, huetares, garífunas, chorotegas, bribris, ngöbes pasando por las comunidades afrocaribeñas, palestinas, judías, chinas etc., es un mosaico de lenguas, códigos culturales y agendas políticas.

América Central debe ser vista no únicamente como un espacio de intercambios de mercancías y capitales, sino también de conocimientos, movilidad y cooperación académica internacional. En este contexto, las universidades públicas y semipúblicas en América Central, con diferencias institucionales y nacionales, batallan aún por contar con las condiciones necesarias para producir conocimiento pertinente e incidir en el curso de las sociedades de la región. A menudo, estudiantes con gran potencial, quienes podrían constituirse en una generación de relevo, capaz de configurar nuevas agendas de investigación y docencia, no terminan de consolidar su formación y con ello se trunca la posibilidad de contribuir a la formación de capacidades nacionales y regionales para pensar América Central y formular políticas sociales y estrategias de intervención de largo alcance. Las actividades docentes de grado demandan la mayoría de los pocos recursos disponibles y la investigación y los estudios de posgrado no tienen el dinamismo que demanda la región. En resumen, las necesidades de conocimiento actuales acerca de América Central son mucho mayores de lo que aportan las ciencias sociales.

La posibilidad de construir sociedades fundadas en la equidad y el reconocimiento de la diversidad está estrechamente vinculada al fortalecimiento de las ciencias sociales centroamericanas como saber reflexivo sobre una región que se conoce y reconoce poco a sí misma. El informe del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (CIRMA), publicado en el año 2003, se interroga acerca de ''¿Cómo pensar, entonces, las Ciencias Sociales en estas sociedades marginales y subalternas, cada vez más irrelevantes respecto a los centros de poder político, financiero y cultural?''. La respuesta del informe indica:

Creemos que un primer paso debe ser (re)constituir una comunidad de pensadoras y pensadores críticos y propositivos que reconozcan y asuman esa realidad de subalternidad y periferia. No para aceptarla acrítica y resignadamente, sino para entenderla a cabalidad y buscar formas creativas de transformarla (Gurdían y Thoresen 30).

El informe auspiciado por CIRMA concluye que la mayoría de los postgrados en Centroamérica no cumple con los requisitos mínimos, entre los que se cuentan cuatro semestres presenciales, elaboración de tesis, dedicación de al menos medio tiempo, personal docente con las calificaciones requeridas para el grado ofrecido, acceso a bibliografía actualizada. A ello se agrega, por una parte, lo débil que continúan siendo hoy las perspectivas regionales y comparadas que procuran comprender América Central, tanto en el ámbito de la docencia como de la investigación en ciencias sociales, y, por la otra, el énfasis que aún tiene la discusión de teoría social, con frecuencia ayuna de perspectivas metodológicas que permitan integrar debates e indagación empírica con perspectiva regional (Torres Rivas; Rovira Mas). Con muy calificadas excepciones, no han predominado propuestas que articulen crítica y creativamente teoría, metodología e investigación sobre y desde Centroamérica.

El Doctorado en Ciencias Sociales sobre América Central procura contribuir a conformar comunidades académicas, críticas y creativas, de nuevas generaciones en las que confluya la formación teórica, la metodológica y el conocimiento empírico a partir de fuentes primarias de la región centroamericana. Asimismo, se propone contribuir con los procesos de integración a través de la formación de un posgrado.

La dimensión regional no solo se refiere por tanto a los alcances geográficos del programa, sino que, efectivamente, en su formulación, realización y evaluación participen activamente colegas (estudiantes, profesores, profesoras) e instituciones de la región. Esta propuesta se inscribe en la importancia que ha venido ganando, el análisis espacial/territorial en las ciencias sociales, un llamado que surgió desde disciplinas como la geografía y la antropología, cuyas dinámicas de investigación tienen un fuerte anclaje en el territorio, pero que ha terminado de calar en el resto de las ciencias sociales.

El equipo docente estará conformado por profesores y profesoras de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica, fundada en 1974, la cual integra 8 escuelas, dos institutos y tres centros de investigación. En Costa Rica, la Universidad Nacional y la Universidad de Costa Rica ofrecen varios programas de doctorado en Ciencias Sociales. En la Universidad Nacional se ofrece el Doctorado en Pensamiento Latinoamericano, el cual se propone como ''un programa de docencia e investigación de carácter inter multidisciplinario y transdisciplinario sobre el análisis y desarrollo del pensamiento en América Latina'' (https://www.facebook.com/ doctoradoUNA). Un segundo programa se denomina Doctorado interdisciplinario en Cultura y Artes en América Central, en el cual se explora

El amplio conjunto de fenómenos que abarcan las letras y las artes, con prioridad en cuatro campos: la lingüística, la literatura, las artes y la teología. Este amplio campo se ocupa de la cultura simbólica y comprende los fenómenos que definen el modo de percibir, organizar y explicar el mundo, propio de los habitantes de esta región pluricultural centroamericana (http:// unaweb-dev.una.ac.cr/portaluna/index.php/m-oferta-academica/).

Un tercer programa de la Universidad Nacional es el Doctorado en Ciencias Sociales (www.fcs.una.ac.cr/doc_fcs /Resumendocto.pdf), el cual aspira a ''contribuir novedosamente en los campos de la teoría social, la metodología y la intervención social y de manera decisiva a la creación y manutención de formas de intervención y de gobierno justas y democrático participativas''.

En la Universidad de Costa Rica, existen tres programas de doctorado en Ciencias Sociales. Uno es el programa de Doctorado en Historia, el cual se propone formar: ''científicos, docentes y profesionales con habilidad para la investigación avanzada y la capacidad de realizar aportes a la comprensión de los procesos históricos y el devenir socioeconómico y cultural de América Central y del Caribe, principalmente'' (http://www.pphist.fcs.ucr.ac.cr/index.php?option=com_content&view=section&id=4&Itemid=32). Por su parte, el Doctorado en Gobierno y Políticas Públicas se propone desarrollar ''en el más alto nivel académico, la investigación y la reflexión sobre el vínculo Estado-sociedad, la gobernabilidad y la reforma del Estado'' (http://catalogo. sep.ucr.ac.cr/contenidos/004 cienciasSociales/dogopo/descripcion.htm).

En tercer lugar, está el programa de Doctorado en Estudios de la Sociedad y la Cultura, en el cual ''es de especial interés estudiar los procesos sociales y culturales de generación de significados, constitución de subjetividades individuales y colectivas, así como de formación y expansión del poder, en la interacción entre la tradición de la modernidad europea y el contra punto que a ella le hacen tanto la historia latinoamericana como la especificidad de las prácticas culturales y políticas desde la perspectiva latinoamericana'' (http://www2.sep.ucr.ac.cr/Doctorados/soccultura/index.html).

Un balance muy preliminar de los programas de doctorado antes mencionados indica que algunos se centran más en perspectivas cercanas al estudio de las ideas y a los estudios literarios, como en el caso de Pensamiento Latinoamericano y Cultura y Artes. Mientras tanto, otros programas, como el de Ciencias Sociales y Estudios de la Sociedad y la Cultura estarían más alentados por interrogantes en torno a la teoría social. El Doctorado en Gobierno y Políticas públicas se define más por su foco temático y el Doctorado en Historia combina una perspectiva disciplinaria y una delimitación espacio temporal en lo que concierne a su sexta promoción, la cual tiene como tema prioritario: ''Historia Regional Comparada de Centroamérica y el Caribe'', al tiempo que es la propuesta que muestra la vinculación más consistente entre docencia e investigación y el mayor énfasis en la perspectiva regional.

En este contexto, el Doctorado en Ciencias Sociales sobre América Central complementa los programas de posgrado existentes y propone una perspectiva multidisciplinaria a partir de un área de estudio. Se trata pues de retomar la ''promesa'' que dio lugar a la institucionalización inicial de las ciencias sociales en Centroamérica (Rovira Mas 7).

La prioridad entonces de este doctorado en ciencias sociales estaría colocada en las necesidades de conocimiento de (y desde) la región. Será a partir de estas necesidades que se identificarán perspectivas conceptuales y herramientas metodológicas que contribuyan a responder las interrogantes planteadas aprovechando el capital cultural de las distintas disciplinas de nuestra Facultad, así como los aportes internacionales en la materia. A manera de síntesis, y como se mencionó, esta propuesta se fundamenta en cuatro valores fundamentales, a saber: calidad académica, pertinencia social, criticidad y aspiración de contribuir a consolidar comunidad académica en escala regional. Estos valores se incorporarán tanto en la propuesta curricular como de investigación.

Desarrollo académico del campo de estudios del posgrado

Este programa de doctorado en ciencias sociales tiene por desafío crear condiciones y capacidades para generar lo que Xavier Gorostiaga, reconocido economista afincado en Centroamérica hasta su muerte, llamó ''pensamiento propio'' acerca y desde la región, en una época en que la interdependencia demanda más que nunca producir conocimiento de las tendencias y particularidades de la región al tiempo que se dialoga con los debates surgidos en otras latitudes. El principal reto es resolver la dicotomía entre un provincialismo, que a menudo no pone en perspectiva comparada la región centroamericana, y un cosmopolitismo sin rostro humano y vagamente anclado en preguntas empíricas, regionalmente pertinentes.

El carácter multidisciplinario de esta propuesta hace eco de las conclusiones del informe de la Comisión Gulbenkian para la reestructuración de las ciencias sociales, coordinado por Immanuel Wallerstein (1996), en el que se reflexionó sobre las formas de estructuración e institucionalización de las ciencias sociales y cuya conclusión principal es un llamado a ''abrir las ciencias sociales''. Wallerstein anota que las ciencias sociales se construyeron sobre tres antinomias que ya no tienen el peso que tuvieron antes. Una es la distinción entre el estudio del pasado y del presente, la segunda es la separación entre enfoques explicativos (nomotéticos), interesados en análisis causales, y enfoques interpretativos (ideográficos), que priorizan el análisis de significados. Una tercera antinomia es la que se construye entre estudios que analizan sociedades consideradas modernas y pueblos originarios. ''En suma –concluye– no creemos que existan monopolios de la sabiduría ni zonas de conocimientos reservadas a las personas con determinado título universitario'' (106). A ello, sin duda, se podría adicionar que se requiere trascender la separación entre análisis temporales, interesados por la historicidad de los fenómenos, y los espaciales, cuyo acento se coloca en la dimensión territorial. El tiempo y el espacio no son dimensiones separadas; más bien a menudo en un cierto territorio se entrelazan diferentes temporalidades, al tiempo que en cierta temporalidad se expresan territorialidades diversas. Cronotopo, un concepto elaborado por Mijail Bakhtin (1981), procura elaborar conceptualmente estas múltiples relaciones entre espacio y tiempo.

En una perspectiva similar, Matei Dogan y Robert Pahre (1993) sostienen que la intersección de las disciplinas da lugar a las zonas de conocimiento más prolíficas en las ciencias sociales. Señalan también como tesis central la paradoja de la densidad, la cual consiste en el rendimiento decreciente de la investigación en los dominios donde hay una mayor presencia de estudios. Por el contrario, las zonas fronterizas de los subdominios presentan el potencial más grande para la innovación. La acumulación más grande de progreso tiene lugar en las intersecciones de los dominios de las ciencias. Es decir, a mayor densidad, menos innovación. El pensar desde los márgenes puede resolver los problemas de densidad en el centro de las disciplinas y representa un medio eficaz para sustraerse del estancamiento. Los trabajos más innovadores están influidos en mayor grado por las demás disciplinas que los trabajos poco innovadores. A su vez, después de cierto tiempo, los híbridos pueden volverse estériles y, si no dan lugar a una segunda generación en el periodo requerido para hacerlo, su descendencia se extingue.

La noción de ''zona de contacto'' entre campos de conocimiento constituye una posición que puede constituir una ventaja en al menos tres sentidos (Sandoval). En primer lugar, podría estar menos sujeta a la ortodoxia de las zonas más centrales de una disciplina de un campo de conocimientos, a menudo caracterizada por lealtades a tradiciones difíciles de modificar. En segundo lugar, podría estar dispuesta a la hibridación con otros campos de conocimiento con los que no se tiene muchos vínculos. En tercer lugar, podría haber también mayor disposición para reparar en el estudio y en el análisis de fenómenos o procesos emergentes, que no calzan en la definición establecida de problemas de investigación. Estas tres posibilidades, menos ortodoxia, mayor disposición al intercambio y a identificar preguntas o problemas de investigación no están garantizadas en algún campo de conocimiento, podrían potenciarse si se considera la noción de zonas de contacto.

En una perspectiva similar, Boaventura de Sousa Santos sugiere que una teoría general no solo no es posible, sino que no es necesaria. En su lugar, sostiene que ''la alternativa a la teoría general es el trabajo de traducción. La traducción es el procedimiento que permite crear intelegibilidad recíproca entre las experiencias del mundo, tanto las disponibles como las posibles'' (136). Y continúa: ''la traducción es, simultáneamente, un trabajo intelectual y un trabajo político. Y es también un trabajo emocional porque presupone el inconformismo ante una carencia que surge del carácter incompleto o deficiente de un conocimiento dado o de una práctica dada'' (143).

Ejes de trabajo

La posibilidad de articular crítica y creativamente teoría, metodología e investigación empírica posiblemente radique en priorizar más las preguntas de investigación que las tradiciones disciplinarias, teóricas o metodológicas. Más que validar una cierta tradición teórica o metodológica, el reto radicaría en contribuir al entendimiento de fenómenos sociales particularmente relevantes de la región centroamericana. Ello no implica disminuir la importancia de las tradiciones en las que cada quien se ha formado, sino que más bien dichas tradiciones parecen demandar una doble disposición. Por una parte, se requiere profundizarlas, a fin de aprovechar al máximo sus posibilidades interpretativas o explicativas, pero, por otra, se necesita un esfuerzo de distanciamiento respecto a la formación de que se dispone a fin de reconocer las potencialidades de otros puntos de vista. Se trata de hacer investigación a partir de la propia formación, pero también contra dicha formación cuando así se requiera.

Para ello se plantean tres ejes de trabajo en una relación mutuamente constitutiva: teoría, metodología y análisis empírico comparado de la región. Se trata de triangular perspectivas teóricas relevantes para la comprensión de la Centroamérica contemporánea, con metodologías y técnicas que permitan construir preguntas de investigación teóricamente informadas acerca de la región y desde ella. Se trata, para decirlo con palabras del reconocido sociólogo Charles Wright Mills, de trascender tanto la ''gran teoría'' como el ''empirismo abstracto'', caracterizados, respectivamente, por el ''fetichismo de los conceptos'' y la ''inhibición metodológica''. La dimensión territorial nos permite apropiamos de lo mejor de las tradiciones teóricas y metodológicas de las ciencias sociales al tiempo que las preguntas de investigación surgen de las necesidades de conocimiento de América Central. La aspiración de la ciencia por el conocimiento universal surge de la comprensión de las características singulares y particulares del istmo centroamericano.

La estructura curricular incluye seminarios de discusión acerca del desarrollo social de Centroamérica, seminarios temáticos y talleres de formulación metodológica de proyectos. Ello se acompaña con la investigación empírica, la cual supone una inmersión densa en la región a través del trabajo de campo. Ello estará acompañado de una estancia de investigación fuera de la región, luego de la aprobación del cuarto semestre y del proyecto de investigación doctoral o examen de candidatura, ello con el fin de que la persona socialice en un entorno académico de alto nivel y pueda contestar preguntas de su tesis en diálogo con recursos bibliográficos del debate internacional. Los últimos tres semestres corresponderían al trabajo de campo y la redacción de la tesis.[1]

La tesis doctoral implicará una investigación empírica comparada, teórica y metodológicamente informada, que trascienda persistentes dicotomías, como por ejemplo entre la investigación cualitativa y la cuantitativa o entre los análisis diacrónicos y sincrónicos.

Objetivos

General

Formar nuevas generaciones de científicos y científicas sociales a nivel de doctorado con perspectiva centroamericana.

Específicos

- Contribuir al conocimiento de la región centroamericana a través de la investigación empírica, teórica y metodológicamente informada.

- Fortalecer redes de investigadores e investigadoras interesadas en el trabajo colaborativo a escala regional.

- Consolidar la institucionalización de las ciencias sociales en las universidades públicas y semipúblicas en Centroamérica.

Perfil académico-profesional

Conocimientos

- Conocimiento avanzado del lugar de Centroamérica en el escenario internacional.

- Conocimiento avanzado de la historia reciente de Centroamérica.

- Conocimiento avanzado de los rasgos fundamentales de la violencia, la migración y las élites en Centroamérica.

Habilidades y destrezas

- Dominio avanzado de metodologías del análisis comparado.

- Capacidades para concebir investigaciones comparadas en y acerca de Centroamérica.

- Capacidades para realizar investigaciones empíricas comparadas, teórica y metodológicamente informadas.

Actitudes y valores

- Disposición para el trabajo cooperativo y colaborativo.

- Disposición para contribuir a la integración regional.

- Disposición para visualizar formas justas y equitativas de convivencia social en América Central.

Perfil ocupacional

Las personas egresadas de este programa podrán desempeñarse en labores asociadas a la docencia, la investigación, formulación e implementación de políticas públicas en los países de la región. Estarán capacitadas para diagnosticar y formular alternativas a los retos asociados con el reconocimiento de derechos y distribución de recursos en América Central.

Requisitos de ingreso

La selección de estudiantes es un asunto muy importante. Se procurará que se puedan recibir solicitudes de todos los países de América Central. Tendrán prioridad personas con propuestas de investigación fundamentadas, buen récord de calificaciones, compromiso y sensibilidad en torno a los retos y desafíos de América Central, y con experiencia en investigación social.

El programa trabajaría en promociones con no menos de tres años entre una y otra, cada una, como ya se dijo, se convocará en torno a temas específicos.

El trabajo de selección de estudiantes será decisivo y la primera promoción será crucial para la consolidación del programa. Para ello, la Comisión del Doctorado tendrá el reto de elaborar perfiles muy bien definidos.

Importante es hacer notar que solo en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica laboran 183 docentes con grado académico de maestría (72 en régimen académico y 111 en condición de interinazgo), quienes se contarían entre quienes estarían interesados en cursar este programa. A estas personas se suman estudiantes de otras universidades del país y de la región centroamericana.

a. Requisitos de ingreso:

- Contar con un título de Maestría en un campo de las ciencias sociales o las humanidades. La Comisión del Doctorado podría valorar otras titulaciones de maestría.

- Dedicar al menos medio tiempo al Doctorado durante tres años.

- Presentar una propuesta inicial de investigación doctoral, que consista en un estudio comparado. Dicha propuesta debe estar avalada por el profesor o profesora tutora propuesta.

- Contar con al menos dos publicaciones dictaminadas por pares académicos.

- Demostrar experiencia en proyectos de investigación o intervención social.

- Poseer dominio técnico de una segunda lengua.

- Evidenciar beca o forma de manutención durante el periodo de estudios.

b. Criterios de selección:

- Propuesta inicial de investigación doctoral de una extensión máxima de 3000 palabras en la que se defina el tema, el problema, el contexto, la justificación, la perspectiva teórica, la estrategia metodológica y el cronograma (40 %).

- Publicaciones en que haya habido dictamen de pares académicos (no necesariamente vinculadas al tema de tesis) (20 %).

- Calidades del profesor o profesora Director de tesis propuesto (20 %).

- Calificaciones obtenidas en los estudios de maestría (10 %).

- Experiencia en proyectos de investigación o intervención social (5 %).

- Conocimiento debidamente documentado de una segunda lengua (5 %).[2]

Perfil de salida

- Excelencia académica en el conocimiento de perspectivas teóricas y herramientas metodológicas.

- Excelencia en el conocimiento empíricamente fundamentado de América Central.

- Habilidad para trabajar en equipo.

- Evidencia de producción intelectual a lo largo del doctorado, que faculte para formular iniciativas de investigación a escala regional en Centroamérica.

- Capacidad de constituir una comunidad académica de las ciencias sociales en Centroamérica a partir del conocimiento de la región.

Requisitos de graduación

El/la estudiante debe haber aprobado el plan de estudios en su totalidad, incluyendo el examen de candidatura y la defensa de la tesis.

Adicionalmente, habrá publicado al menos dos artículos en publicaciones de reconocido prestigio.

Propuesta curricular

Se trataría de un programa doctoral de investigación-formación, en el cual haya una relación fluida y recíproca entre períodos escolarizados y estancias de investigación en la región. Se trata, por decirlo así, de estudiar la región, pero también de vivirla y experimentarla de primera mano. La pertinencia y el engarce de esta propuesta con la región que procura comprender le otorgan una ventaja comparativa al programa respecto a otras propuestas doctorales de la región, así como respecto a programas en Norteamérica y Europa.

Habría tres tipos de curso: Seminarios panorámicos, seminarios temáticos, y cursos en los cuales se diseña, realiza y escribe la investigación doctoral. Estos últimos tienen más créditos, pues corresponden a la fase sustantiva de los estudios. Los cursos serán semestrales y se conformarán en módulos, los cuales incluirán recursos virtuales, de gran importancia para intercambiar con colegas de otras instituciones.

Previa aprobación de la Comisión del Doctorado, uno de los seminarios panorámicos o un seminario temático podrían ser reemplazados por cursos o seminarios que se ofrezcan en otros programas.

Los seminarios serán ofrecidos por equipos de profesores y profesoras, pues difícilmente una sola persona puede dar cuenta de la amplitud temática de dichos cursos. Ello, además, procura fomentar una cultura más cooperativa y colegiada de trabajo académico.

Tabla 1
Propuesta curricular

Bibliografía

  • Acuña, Víctor Hugo. Centroamérica en las globalizaciones (siglos XVI-XXI). Anuario de Estudios Centroamericanos, 41 (2015): 13-27.
  • Bakhtin, Mijail. The Dialogic Imagination: Four essays by M.M. Bakhtin (ed. Michael Holquist y tr. CarylEmerson and Michael Holquist). Austin: University of Texas Press, décima reimpresión, 1995.
  • Dogan, Matei y Robert Pahre. Las nuevas ciencias sociales. La marginalidad creadora. México: Grijalbo, 1993.
  • Figueroa Ibarra, Carlos. Ciencias sociales y sociedad en Guatemala. Revista de Ciencias Sociales, 33, (1986): 13-40.
  • Granados, Carlos. Hacia una definición de Centroamérica: el peso de los factores geopolíticos. Anuario de Estudios Centroamericanos, 11, 1(1985): 59-78.
  • Gurdían, Galio y Beate Thoresen. Informe final del estado de ciencias sociales y disciplinas relacionadas. Guatemala, CIRMA, 2003.
  • De Sousa Santos, Boaventura. Una epistemología del Sur. Buenos Aires: CLACSO-Siglo XXI, 2007.
  • Rovira Mas, Jorge. El desarrollo de la sociología en Centroamérica: La promesa incumplida. Íconos, 30, (2008).
  • Sandoval García, Carlos. Zonas de contacto en las ciencias sociales. Género y religión. Sospechas y aportes para la reflexión Baltodano, Mireya y Gabriela Miranda García (Coords.). San José: Universidad Bíblica Latinoamericana, 2009.
  • Torres-Rivas, Edelberto. Ciencia y conciencia social en Centroamérica. Polémica, 8, (1989): 2-18.
  • Wallerstein, Emmanuel. (Coord.). Abrir las ciencias sociales. México: Siglo XXI, 1996.
  • Wright Mills, Charles. La imaginación sociológica México: Fondo de Cultura Económica, 1987.
  • [1]
    La estancia o pasantía tiene como objetivo entrar en contacto por uno de dos meses con colegas que trabajan temas e interrogantes semejantes. En este sentido, la estancia no se corresponde con el trabajo de campo. La Comisión del Programa podría autorizar la realización de la estancia en un país de América Central, pero no podría ser el país de residencia o de estudio.
  • [2]
    El nivel B2 sería el mínimo, ello de acuerdo con las ''Tablas de equivalencia de certificados y su correspondencia con el marco común europeo de referencia para las lenguas'' (http://www.uma.es/media/files/MEE_Erasmus_Anexo1_TablaEquivalencias_NivelesIdiomas_1617.pdf).
  • [3]
    Según la normativa del CONARE, el número de créditos no debe ser menor de 50 ni mayor de 70.

Fechas de Publicación

  • Fecha del número
    Jan-Dec 2019

Histórico

  • Recibido
    22 Jul 2019
  • Acepto
    29 Ago 2019
location_on
Universidad de Costa Rica San Pedro, Montes de Oca, San José, San José, CR, 2060, 2511-5053, 2224-9367 - E-mail: carlos.sandoval@ucr.ac.cr
rss_feed Acompanhe os números deste periódico no seu leitor de RSS
Acessibilidade / Reportar erro