Open-access Efecto del alojamiento, reuso de la cama y almacenamiento en la composición química de la pollinaza

Effect of housing, recycling and storage on poultry litter chemical composition.

RESUMEN

Se efectuaron análisis químicos a 26 muestras de pollinaza fresca obtenida de 18 granjas de pollo de engorde con galeras abier- tas o convencionales y galeras cerradas o tipo túnel con camas de un solo uso y reutilizadas de cascarilla de arroz, con el objetivo de evaluar la composición química de la pollinaza, el efecto del tipo de alojamiento y de la reutilización de la cama sobre la composición nutricional. Adicio- nalmente, 17 muestras fueron almacenadas bajo condiciones ambientales no controladas por 60 días, para determinar el efecto del almacenaje sobre el contenido nutricional. Se realizaron análisis de materia seca a 135°C (MS), proteína cruda (PC), fibra detergente neutra (FDN), fibra detergente ácida (FDA), nitrógeno ligado a la fibra detergente neutra (FDN-N), nitrógeno liga- do a la fibra a detergente ácida (FDA-N), extracto etéreo (EE), energía digestible (ED), nitrógeno no proteico (NNP), cenizas, lignina (LDA), pro- teína equivalente (PEq), contenido de calcio y fósforo. El tipo de alojamiento no presentó efecto significativo sobre la composición nutricional de la pollinaza, el material obtenido de las camas reutilizadas en más de 2 ciclos de producción, presentó mayores (p<0,05) concentraciones de PC, FDA, calcio y fósforo, al compararlo con las camas de un solo uso; esta última presentó menores concentraciones (p<0,05) de FC y FDN. El almacenaje de la pollinaza presentó un efecto significativo (p<0,05) en los valores de PC, NNP, EE, FDN, FDA y en la materia seca. La reutili- zación de la cama, así como el almacenaje de la misma, afectó la composición química de la polli- naza; no así, el tipo de alojamiento. La composi- ción nutricional de la pollinaza analizada permite considerarla como un buen ingrediente para la alimentación de rumiantes, siempre y cuando se acaten las disposiciones del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) y de otras instituciones gubernamentales e internacionales que regulan su uso y manejo.

Palabras clave: Pollinaza; alojamiento; nutrición; pollos de engorde; rumiantes; almacenamiento.

ABSTRACT

Chemical analysis were performed on 26 samples of fresh single-used and recycled rice husk poultry litter from conventional and tunnel-ventilated housing systems with the objective to characterize its nutrient composition and to study the effect of housing design and litter reutilization on nutritient concentration. In addition, 17 samples were stored under non-controlled environmental conditions for 60 days, in order to determine the effect of storage time on nutritional composition. Samples were analyzed for dry matter (DM) at 135°C, crude protein (CP), neutral detergent fiber (NDF), acid detergent fiber (ADF), neutral detergent insoluble nitrgogen (NDF-N), acid detergent insoluble nitrogen (ADF-N), ether extract (EE), digestible energy (DE), non-protein nitrogen (NPN), ashes, lignin (LDF), protein equivalent (PEq), and Ca and P content. Poultry housing design had no effect on litter nutritional composition; however, recycled bedding showed higher values (p<0.05) for CP, ADF, Ca and P, when compared with single-used litter; the latter had lower (p<0.05) DM and NDF content. Furthermore, storage time had a significant effect (p<0.05) on CP, NPN, EE, NFE, NDF, ADF and DM. Recycling and storage time of broiler litter affected its nutritional composition; while housing design had no effect. Evaluated poultry litter in this investigation is consider as an appropriate ingredient for ruminant feeding, as long as its usage follows government laws and recommendations from the National Service of Animal Health (SENASA) and other international authorities that regulates its proper use

Keywords: Poultry litter; housing; nutrition; broilers; ruminants; storage

INTRODUCCIÓN

En Costa Rica, la industria avícola se pre- senta como una de las actividades agropecuarias consolidadas e importantes (Bolan et al. 2010), y que más cambios muestra en sus sistemas de pro- ducción (INEC 2017). El PNSA 2019 reporta la existencia de 741 granjas industriales debidamen- te inscritas ante el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), de las cuales 282 se dedican al engorde de pollos en instalaciones altamente tecnificadas y especializadas en la producción intensiva. La producción tecnificada incluye el 94% del total de aves del país (INEC 2017). El INEC 2014 reporta una población de 8 339 940 pollos de engorde, lo que representa el 47% de la población nacional de aves domésticas. Las gran- jas se ubican principalmente en la Región Central (70%), el 26% se encuentra en la Región Huetar Norte y la Región Pacífico Central (INEC 2017).

La tecnificación avícola incluye el uso de instalaciones abiertas y cerradas, completamente automatizadas, con control ambiental y ventilación mecánica, comederos y bebederos automáticos, con piso de concreto cubierto con diferente tipo y cantidad de cama, y sistemas automatizados para el control remoto de las condiciones internas de las galeras, condiciones que permiten alojar una gran cantidad de aves en espacios menores (Mesa et al. 2017) y producir de forma confortable (Glatz y Pym 2019). Según datos del INEC (2017), de 1984 al 2014 hubo una reducción del 37% en el número de explotaciones avícolas, pero con un aumento de 257% en el número de aves. La cantidad de polli- naza que produce cada pollo de engorde depende del tipo material de la cama, del manejo (Bolan et al. 2010), de las instalaciones (Tasistro et al. 2004), del tipo de alimento, de su digestibilidad (Bolan et al. 2010) y de la cantidad de alimento que las aves desperdician durante su alimentación (Leytem et al. 2007). Un pollo de engorde produce aproxima- damente 6,9 kg de pollinaza por cada 1000 kg de peso vivo por día (Bolan et al. 2010).

Como consecuencia de esta situación, la pollinaza es el remanente que se produce en mayor volumen y constituye el mayor reto en la producción de pollo de engorde. Este material precisa de un adecuado tratamiento y manejo, (Decreto Nº. 29285-MAG-S-2001) con el fin de no causar daños al ambiente y contribuir con la sostenibilidad de la producción avícola. El tratamiento más utilizado en Costa Rica es el calentamiento espontáneo por 3 días. El manejo y disposición de las cantidades de pollinaza pro- ducidas, sin tratamiento o transformación, podría representar un problema logístico y ambiental de grandes proporciones (Bolan et al. 2010).

A nivel nacional existe poca información para la persona usuaria final de la pollinaza, en relación con su composición nutricional, mineral y química. Estos datos facilitarían tomar deci- siones en cuanto al nivel óptimo de inclusión del material en una dieta para rumiantes, el nivel máximo de aplicación como abono orgánico en un cultivo o para definir el método de tratamien- to que más se ajusta a las condiciones de cada productor (Cayci et al. 2017, Magdy 2017). En el pasado se realizaron esfuerzos para proveer esta información, como los trabajos presentados por Tobía y Vargas (2000a), Tobía y Vargas (2000b). Sin embargo, se requiere investigación continua, debido a los diversos factores que afectan la com- posición de la pollinaza.

En los últimos años las camas de cascarilla de arroz se reutilizan frecuentemente, debido a la poca disponibilidad de este material y a la espe- culación en los precios. La práctica de reutilizar la cama también se realiza para bajar los costos de producción de la carne de pollo (Vejarano et al. 2008, Paganini et al. 2004). Los productores buscan reducir el tiempo de alistado y prepara- ción de las instalaciones entre ciclos producti- vos y reutilizar el material de la cama cuando el precio de venta de la pollinaza disminuye, debido a la menor demanda como alimento para rumiantes, en algunas épocas del año (Roothaert y Matthewman 1992). Además, la reutilización de la cama se considera una opción para disminuir la generación de residuos y la contaminación ambiental (Tobía y Vargas 2000a).

El uso indiscriminado de la pollinaza, como insumo en la alimentación de rumiantes, sin un tratamiento previo o sin acatar la legis- lación nacional e internacional, puede ocasionar problemas sanitarios, inclusive causar la muerte de los animales (Garriz y López 2002). Un inade- cuado balance de la dieta causa disminución en la producción, pues la pollinaza es un material muy variable en su composición de nutrientes y en su contenido de humedad (Van Rissen 2001, Tasistro et al. 2004). Los animales pueden sufrir intoxicación por exceso de algunos componentes, como cobre (Cu) (Tokarnia et al. 2000, Bolan et al. 2010), y nitrógeno no proteico (NNP) (Roothaert y Matthewman 1992, Staton y Whit- tier 2006, Galvis et al. 2011). La presencia de micotoxinas, residuos de antibióticos y bacterias como Salmonella, Clostridium y Campylobacter tambien podrían afectar la salud de los rumian- tes que la consumen (Van Ryssen 2001, Magdy 2017). Por estas razones, es indispensable cono- cer con mayor precisión, la composición de este material. El objetivo de este trabajo fue evaluar la composición nutricional de la pollinaza, el efecto del tipo de alojamiento de los pollos de engorde, la reutilización de la cama y del almacenamiento.

MATERIALES Y MÉTODOS

Para este estudio se analizaron 26 mues- tras de pollinaza de 18 granjas de pollo de engor- de de la línea genética Cobb 500 (Cuadro 1). Todas las granjas presentaron diferente cantidad de galeras, desde 2 hasta 10 galeras de dimen- siones similares. Las granjas se ubicaron en los cantones de Naranjo, Palmares, San Ramón, Alajuela y San Carlos, zonas donde se produce la mayor cantidad de pollo de engorde del país (INEC 2017). La extracción de las muestras se realizó durante abril, junio, julio, agosto y noviembre del 2016, enero, marzo, mayo, setiem- bre y noviembre del 2017.

Cuadro 1
Cantidad y tipo de muestras analizadas según el tipo de alojamiento.

Algunas de las granjas seleccionadas con- taban con los 2 tipos de alojamiento o instalacio- nes: galeras convencionales o abiertas y cerradas o tipo túnel, por lo que en estas granjas, se reco- lectaron muestras de los 2 tipos de alojamiento.

En otras granjas los productores reutilizaron la cama en algunas galeras durante el mismo ciclo productivo, por lo que en estos casos, se tomaron muestras de cama reutilizada y sin reutilizar de diferentes galeras de la misma granja (Cuadro 2).

Cuadro 2
Cantidad y tipo de muestras analizadas según el uso de la cama.

Todas las galeras utilizaron cascarilla de arroz como material de cama sobre piso de con- creto. La mayoría de las galeras tanto abiertas como cerradas estaban construidas con madera y techo de metal, con dimensiones entre 12 - 16 m de ancho y 100 - 150 m de largo. Las galeras abiertas realizaban ventilación natural mediante el uso de cortinas móviles y ventiladores dentro de las instalaciones. Las galeras cerradas eran ventiladas mecánicamente, a través de entradas de aire reguladas y de extractores de aire con control automático mediante sensores. En ambos tipos de galeras se utilizaban comederos y bebe- deros automáticos.

Para lograr una adecuada descripción y caracterización de las muestras de pollinaza, en cada granja se recolectó información productiva referente a la permanencia de los pollos en la granja, carga animal o densidad, uso de la polli- naza, tipo de piso, reutilización de la cama, tipo de alojamiento, tipo y cantidad de cama, número de ciclos productivos al año, proveedor de ali- mento balanceado y tamaño de las instalaciones. Para la obtención de las muestras de pollinaza, se coordinó con los productores para estimar la duración del ciclo productivo y las fechas programadas para el envío de los pollos a la planta de cosecha. Esto permitió tomar las muestras de pollinaza 3 y 4 días antes de la salida de los pollos a la planta de sacrificio.

Se utilizó una muestra por galera. Las galeras se subdividieron en 3 secciones (frente, medio y fondo) y se tomaron 3 sub-muestras, una en cada sección de la galera, al considerar el área de recibo de los pollitos, las entradas de aire, la zona de bebederos y comederos, y la zona de extractores o ventiladores, según el tipo de galera y de acuerdo con lo recomendado por Tasistro et al. (2004).

Para la toma de cada sub-muestra se utili- zó un marco de 50 cm de lado (área de 0,25 m2). A cada sub-muestra contenida dentro del marco se le midió la profundidad y peso de la pollinaza para obtener datos sobre la cantidad de pollinaza por galera.

Seguidamente, las 3 sub-muestras por galera se mezclaron para obtener una sola mues- tra compuesta, que se homogenizó y a la que se le realizó un cuarteo según la metodología descrita por Henríquez y Cabalceta (1999) para muestras de suelo. La muestra compuesta resultante por galera, se dividió a su vez en 4 partes de 500 gramos cada una. Cada sub-muestra de 500 gr se colocó en bolsas de papel debidamente identifica- das. Una bolsa se envió al Centro de Investigación en Nutrición Animal (CINA) y otra al Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) para su aná- lisis en fresco.

Las otras 2 bolsas fueron almacenadas por 60 días, bajo condiciones no controladas, en el laboratorio de anatomía y fisiología de la Escuela de Zootecnia de la Universidad de Costa Rica. La temperatura promedio de la sala fue de 24°C, la temperatura máxima de 27°C y la mínima de 17°C. La humedad relativa (HR) promedio fue de 59%, con un registro máximo de 75% y mínimo de 43%. Las muestras se almacenaron en diferen- tes lotes de acuerdo con la fecha de colecta entre noviembre del 2016 y abril del 2018. El material permaneció en bolsas de papel, sobre mesas de trabajo aisladas. El período de almacenaje se estimó al considerar la experiencia de campo de las personas investigadoras y las consultas reali- zadas a las personas productoras, intermediarias, distribuidoras de pollinaza, y al doble del tiempo reportado por Roothaert y Matthewman (1992), donde se observó degradación de la pollinaza. Posterior al período de almacenaje, a las mues- tras se les realizó los mismos análisis que a las muestras frescas. A cada muestra, tanto fresca como almacenada, se le realizaron los siguien- tes análisis: Humedad a 135°C (AOAC 930.15), proteína cruda (AOAC 2001.11), fibra detergente neutra (AOAC 2002.04), fibra detergente ácida (AOAC 973.18), nitrógeno ligado a la fibra deter- gente neutra (Licitra et al. 1996), nitrógeno ligado a la fibra detergente ácido (Licitra et al. 1996), extracto etéreo (AOAC 920.39), energía digesti- ble, nitrógeno no proteico (Licitra et al. 1996), cenizas (AOAC 942.05), lignina AOAC 973.18 y, Ca y P (CIA-SC09-01-01-P10). Los resultados de los análisis de FDN y FDA se utilizaron para la estimación de energía digestible (Weiss 1998). Los análisis de humedad, PC, FDN, FDA, FDN, FDA, EE,NNP, LDA, Peq, cenizas y el cálculo de ED, se realizaron en el Centro de Investigación en Nutrición Animal (CINA) de la Universidad de Costa Rica. Los análisis de contenido mineral se realizaron en el Centro de Investigaciones Agro- nómicas (CIA) de la Universidad de Costa Rica.

Se realizó un estudio observacional analíti- co transversal para comparar variables de interés nutricional en muestras de pollinaza (humedad, PC, FDN, FDA, FDN, FDA, EE, NNP, LDA, Peq, cenizas, Ca, P y ED), categorizadas según tipo de alojamiento de las galeras (abiertas vs cerradas), tipo de uso de la cama de la galera (reuso vs no reuso) y efecto de almacenamiento (pollinaza fresca vs pollinaza almacenada). Se utilizó la prueba t de student para muestras inde- pendientes con el fin de determinar diferencias estadísticas entre tipos de alojamiento y tipo de uso de la cama de la galera. Mediante la prueba de Wilcoxon se logró investigar las diferencias entre muestras frescas de pollinaza y muestras de pollinaza después de un período de almacena- miento de 2 meses, esto por cuanto los datos no cumplieron el supuesto de normalidad según la prueba de Shapiro-Wilks. Se realizó una prueba de comparación múltiple de Tukey protegida por un análisis de varianza (ANDEVA) para determi- nar diferencias entre características generales de las galeras asociadas a cada sistema productivo. Se fijó a priori un valor p de 0,05 como umbral para declarar la significancia de las pruebas estadísticas. Para el análisis de datos, se utilizó el software estadístico Infostat® (v. 2017) (Di Rienzo et al. 2017).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La pollinaza constituye una buena fuente de proteína y minerales para la alimentación de rumiantes (Arroyo et al. 2003, Arce et al. 2015), pero su contenido nutricional es muy varia- ble (Roothaert y Matthewman 1992). Como se observa en el Cuadro 3, el porcentaje de PC de las muestras estudiadas fue de 21,9% y similar a lo reportado por Van Ryssen (2001), Olson y Daniel (2005), Bolan et al. (2010), pero menor a lo encontrado por Tobía y Vargas (2000a), Tobía y Vargas (2000b), quienes reportaron valores de 34,9% en un estudio previo realizado en Costa Rica. Morales et al. (2002) reportan valores de 31,6% en muestras de pollinaza evaluadas en México. Ortiz et al. (2006) encontraron valores de PC de 11,56% en pollinaza de cascarilla de arroz. Roothaert y Matthewman (1992) mencio- nan que los valores de PC en la pollinaza varían entre 17 y 31%.

Cuadro 3
Composición nutricional promedio de la pollinaza fresca, en porcentaje de materia seca.

El contenido de PC de la pollinaza se ve afectado por diversos factores como el tipo de material de cama. Ortiz et al. (2006) encontra- ron menores contenidos de PC en pollinazas con cama de cascarilla de arroz, comparadas con camas de bagazo de caña. Otro factor que contribuye al bajo contenido de PC, es el alto contenido de FC, que en el caso de las polli- nazas analizadas fue de 24,7% y se considera elevado de acuerdo con lo descrito por Morales et al. (2002).

El tipo de ave, el tipo de alimento que consumen (Roothaert y Matthewman 1992, Ferguson et al. 1998), el desperdicio de ali- mento (Leytem et al. 2007), el tipo de insta- laciones y equipo (Tasistro et al. 2004) y la cantidad de aves también afectan la compo- sición de la pollinaza (Roothaert y Matthew- man 1992). El porcentaje de PC observado es diferente al reportado en estudios previos rea- lizados en Costa Rica (Tobía y Vargas 2000a, Tobía y Vargas 2000b) y se puede atribuir al uso de comederos o sistemas de alimentación más eficientes (comederos automáticos), al uso de alimento peletizado (Abdollahi et al. 2018)”container-title”:”Animal Feed Science and Technology”,”page”:”154-165”,”volume”: ”237”,”source”:”ScienceDirect”,”abstract”:”Fe ed intake (FI, al uso de cascarilla de arroz, a la mayor cantidad de aves alojadas por m2, al uso de instalaciones cerradas y al uso de dietas para pollo de engorde con menores contenido de proteína cruda (Ferguson et al. 1998). Estas mejoras evitan el desperdicio de alimento por parte de los animales e incrementan el conteni- do de proteína verdadera de la pollinaza.

Por su contenido de PC, la pollinaza se recomienda como un ingrediente para ser incluido en las dietas de rumiantes, bovinos y ovinos (Tobía y Vargas 2000a, Van Ryssen 2001, Arroyo et al. 2003, Olson y Daniel 2005, Ortiz et al. 2006, Arce et al. 2015). El porcentaje de PC de la pollinaza, observado en este trabajo, es similar a los contenidos de PC reportados por Sánchez et al. (2000), en algunos pastos tro- picales (Arachis pintoi, Cynodon nlemfuensis, Brachiaria dictyoneura, Brachiaria brizantha) en Costa Rica.

Las pollinazas analizadas mostraron un promedio de 1,7% de NNP, porcentaje menor a lo reportado por Bolson et al. (2010) y por Tobía y Vargas (2000a). Los microorganismos ruminales pueden utilizar las fuentes de NNP como fuente de proteina dietética (Roothaert y Matthewman 1992). Un menor contenido de NNP como porcentaje de la materia seca total, puede ser el resultado de un mejor aprovecha- miento del nitrógeno del alimento por parte de las aves que provoca una menor cantidad en las excretas, producto de la mejora en las prácticas de formulación específica de las dietas avíco- las (Roothaert y Matthewman 1992, Ferguson et al. 1998). Las dietas actuales se formulan por perfiles ideales de aminoácidos (incluidos sintéticos), y utilizan aditivos como enzimas, promotores de crecimiento, pre y probióticos y ácidos orgánicos que contribuyen en la diges- tibilidad de las dietas (Nahm 2007, Lu et al. 2017) para pollos.

Un menor contenido de NNP en la polli- naza se podría considerar como un aspecto posi- tivo, si se toma en cuenta que niveles elevados de nitrógeno en la dieta de los rumiantes pueden provocar problemas en la respuesta reproductiva y causar toxicidad (Shalton y Whitter 2006). El NNP en niveles altos de inclusión, puede llegar a tener impactos negativos en el desempeño repro- ductivo en rumiantes y puede ser tóxico (Staton y Whittier 2006). Un alto consumo de NNP produce una elevada concentración de amoníaco en el rumen y eventualmente un incremento de la concentración de urea en sangre (BUN). El aumento de la urea en sangre provoca disminu- ción del pH uterino e interfiere con la producción de progesterona, lo que crea condiciones uterinas poco favorables para la implantación del feto y desarrollo de la preñez (Laven y Drew 1999,Hammon et al. 2005). Este mismo incremento en la concentración de BUN, ya sea debido a un muy alto consumo de NNP o a una baja disponibili- dad de carbohidratos rápidamente fermentables que provean energía para la creación de proteínamicrobiana, puede ocasionar un efecto tóxico y rápidamente letal en el animal (Parish 2018). Se requiere más investigación para conocer los porcentajes máximos de inclusión, que no afecten la salud de los animales.

El contenido de NNP, como porcentaje de la proteína cruda observado, fue de 50,6%, lo que coincide con lo reportado por Roothaert y Matthewman (1992, Van Ryssen (2001), quienes observaron que la proporción de pro- teína verdadera y del NNP en la pollinaza varía entre 40 y 50%. Tobía y Vargas (2000b) reportan un 46,9% de NNP como porcentaje de la proteína cruda.

Las muestras de pollinaza analizadas mos- traron un valor promedio de cenizas de 21,3%, valor que se encuentra dentro del rango recomen- dado para el uso de pollinaza como alimento y es similar a los reportado por Ortiz et al. (2006), pero mayor a lo reportado por Tobía y Vargas (2000a). Williams et al. (1999) no recomiendan el uso de camas con más de 28% de cenizas para la alimentación animal. Un contenido alto de cenizas en la pollinaza se asocia con presencia de materiales extraños como plástico y plumas, y a instalaciones sin piso de concreto (Olson y Daniel 2005, Bolson et al. 2010). Altas concentraciones de cenizas pueden diluir la concentración de otros nutrientes como la energía digestible en la pollinaza (Van Ryssen 2001).

La pollinaza se considera un ingrediente deficiente en energía (Van Ryssen 2001). El con- tenido energético observado (2,2 Mcal.kg-1) en las muestras analizadas fue menor al reportado por Tobía y Vargas (2000a), producto de contenidos menores de PC, EE y mayores de la fracción fibrosa. Poca disponibilidad de energía puede resultar insuficiente para que los microorganis- mos ruminales utilicen eficientemente el nitróge- no (Van Ryssen 2001), por lo que se recomienda suplementar la pollinaza con fuentes de energía como maíz (Olson y Daniel 2005) o melaza (Van Ryssen 2001).

El valor de las fracciones fibrosas (FDN, FDA, LDA) encontrado fue similar al contenido de muchas fuentes forrajeras de buena calidad (Sánchez et al. 2000, Arce et al. 2015) de Costa Rica. La mezcla de heces, con los demás con- tenidos de la cama, pueden diluir el contenido de la fibra en la pollinaza (Ortiz et al. 2006). El porcentaje de FC (24,7) fue similar al encon- trado por Olson y Daniel (2005). Ortiz et al. (2006) reportan mayores contenidos de FDN, FDA y LDA.

La pollinaza se considera una buena fuen- te de calcio y fósforo (Roothaert y Matthewman 1992). El porcentaje de calcio de las pollina- zas analizadas fue cercano a lo reportado por Van Ryssen (2001), menor a lo encontrado por Roothaert y Matthewman (1992), Tobía y Vargas (2000a), Bolan et al. 2010 y mayor a lo observa- do por Morales et al. (2002), Ortiz et al. (2006). El fósforo de las pollinaza analizadas fue menor a lo reportado por Roothaert y Matthewman (1992), Van Ryssen (2001), Tobía y Vargas (2000a), Morales et al. (2002). La relación cal- cio: fósforo observada fue de 2:1 comparada con 3:1 observada por Tobía y Vargas (2000a). Es importante conocer la relación calcio:fósforo de las pollinazas, debido que un debalance en esta relación puede predisponer a la presentación de casos de hipocalcemia en vacas gestantes Olson y Daniel 2005.

El porcentaje de materia seca (70%) de las pollinazas analizadas fue menor que lo encontrado por Roothaert y Matthewman (1992), Tobía y Vargas (2000a), Morales et al. (2002), Ortiz et al. (2006), (Magdy 2017). Algunas personas autoras mencionan que el valor nutri- cional de la pollinaza no se ve afectado por el contenido de humedad (Olson y Daniel 2005). Van Ryssen (2001) reporta que la palatabilidad de la pollinaza se puede ver afectada cuando la humedad sobrepasa 200 g.kg-1.

La pollinaza muestra un atractivo valor nutricional como ingrediente en la alimentación de rumiantes. Sin embargo, su uso está restrin- gido al acatamiento de las normas nacionales e internacionales, que regulan su utilización, basada principalmente en consideraciones sani- tarias y no de carácter nutricional. El Regla- mento sobre el Manejo y Control de Gallinaza y Pollinaza (MAG-S-MINAE 2000), el Decre- to Nº. 29285-MAG-S del 2001, la directriz SENASA-DG-D008-2012: Medidas de precau- ción para evitar la presencia de la enferme- dad Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), conocida como la “enfermedad de las vacas locas” y el capítulo 11.4 del Código sanitario de las animales terrestres (OIE 2018); regulan los procedimientos para su tratamiento y uso con el fin de evitar la proliferación y diseminación de plagas y enfermedades que afectan tanto anima- les como humanos.

Efecto del tipo de alojamiento

No se encontró un efecto significativo por el tipo de alojamiento (galeras conven- cionales o abiertas y galeras cerradas o tipo túnel) sobre la composición nutricional de la pollinaza (p>0,05) como se muestra en el Cuadro 4. Los contenidos de PC, como de NNP, no presentaron diferencias significativas según el tipo de alojamiento. Esto contrasta con lo observado por otras personas autoras quienes reportan diferencias en el contenido nutricional de la pollinaza debido al sistema de producción (Roothaert y Matthewman 1992, Coufal et al. 2006). Las galeras cerradas tipo túnel alojan una mayor cantidad de aves por m2 y se espera una mayor carga de excretas, y por tanto, de NNP. La aplicación de un mayor volumen de cama en las galeras cerradas tipo túnel provoca un efecto de dilución de las excretas (Ortiz et al. 2006) que podría explicar este resultado.

Cuadro 4
Composición nutricional de la pollinaza fresca según el tipo de alojamiento de los pollos de engorde.

Efecto de la reutilización de la cama

La pollinaza de galeras con camas reuti- lizadas, en ciclos subsiguientes de producción, mostró diferencias significativas (p<0,05) en el contenido de proteína cruda, así como en la fracción fibrosa y en el porcentaje de calcio y de fósforo como se observa en el Cuadro 5.

Cuadro 5
Composición nutricional de la pollinaza fresca según el uso de la cama de los pollos de engorde.

En el caso de la PC, en las galeras con cama reutilizada, se obtuvo concentraciones mayores que en galeras con cama de un solo uso, similar a lo observado por Ortiz et al. (2006). De acuerdo con Lu et al. (2017) los compuestos nitrogenados simples que componen el NNP poseen una alta volatilidad, por lo que el volteo y tratamiento de la cama que se reutiliza, previo al siguiente ciclo, podría ser la causa de las diferen- cias en los contenidos de PC y que los niveles de NNP no cambien con la reutilización.

La fracción fibrosa mostró diferencias significativas, con menores concentraciones para la cama reutilizada, resultados semejantes fueron observados por Van Ryssen (2001). La fracción proteica total podría aumentar por adición de ali- mento desperdiciado y podría alterar la relación proteína/fibra de la pollinaza. También se reporta que altos contenidos de FC afectan la PC (Mora- les et al. 2002).

El picoteo de la cascarilla de arroz de la cama, por parte de las aves, también podría causar disminución de la fracción digestible de la fibra de la pollinaza. En sistemas de producción avícola con ciclos mucho más largos, como los de gallinas ponedoras en sistemas de piso, al final de proceso la cascarilla de arroz es prácticamente no identificable en la cama.

Aunque se observaron diferencias sig- nificativas en el contenido de calcio y fósforo, con mayores concentraciones en las galeras con camas reutilizadas, la relación calcio/fósforo se mantiene cercana a 1,8 en ambos casos. Souza et al. (2012) mencionan que el contenido de P en la pollinaza puede aumentar cuando se agrega material de cama y este sufre degradación.

Efecto del almacenamiento

Se observó disminución en el porcentaje de humedad en la pollinaza almacenada (Cua- dro 6), similar a lo reportado por Ortiz et al. (2006). La fracción proteica, tanto la PC total como el NNP fueron significativamente menores (p<0,05) en las muestras almacenadas, tal como lo reportan Roothaert y Matthewman (1992). Esto se podría atribuir en parte a la volatilidad de los compuestos nitrogenados simples, apoyado por el aumento en la concentración de NNP como porcentaje de la PC total en la pollinaza fresca (Chambliss 2018).

Cuadro 6
Composición nutricional de la pollinaza almacenada.

El extracto etéreo también disminuyó en la pollinaza almacenada, así como el extracto libre de nitrógeno (p<0,05). Estas diferencias observa- das pueden ser atribuibles a la descomposición y degradación de los compuestos (Tasistro et al. 2004), así como consecuencia de la presencia De microorganismos que degradan el nitrógeno y otros compuestos en la pollinaza (Atkinson et al. 1996, Gómez 2006). El efecto en la disminución de la humedad, producto del almacenamiento, podría ocasionar que el contenido por unidad de peso de estos nutrientes sea mayor en la pollinaza almacenada (Chambliss 2018). La fracción fibro- sa y los minerales no mostraron diferencias significativas (p>0,05), debido a que ambos com- ponentes nutricionales son muy estables (Atkin- son et al. 1996) a las condiciones ambientales a las que fue sometida la pollinaza almacenada en este experimento.

Características del alojamiento y de la cama

En galeras cerradas o tipo túnel, con cama reutilizada, se obtuvo mayor cantidad de polli- naza expresada en kg por m2 que en las galeras abiertas y cerradas sin reutilizar, debido a la mayor cantidad de aves alojadas, a la presencia de humedad y a la mayor cantidad de cama, tal como se observa en el Cuadro 7. Cuando se reutilizó la cama, en galeras abiertas o conven- cionales se obtuvo mayor cantidad de pollinaza por pollo que en las galeras cerradas sin reuti- lizar. La cantidad de pollinaza por pollo en los sistemas abiertos fue mayor que lo observado por Tobía y Vargas (2000a), esto debido a que las galeras analizadas en este trabajo tenían una mayor cantidad de animales, así como de polli- naza, por metro cuadrado.

Cuadro 7
Características de alojamiento de los pollos de engorde en sistemas de producción convencionales o abiertos y cerra- dos tipo túnel con cama reutilizada y de un solo uso.

Los datos mostraron más ciclos produc- tivos por año, el material del piso de las galeras fue el concreto y el 100% de las camas fueron de cascarilla de arroz en comparación con lo obser- vado por Tobía y Vargas (2000a).

CONCLUSIONES

En esta investigación se observó que la composición nutricional de la pollinaza puede cambiar con las prácticas de manejo de lasgranjas avícolas como la reutilización de la cama y el tiempo de almacenamiento del material. Por esta razón, la actualización periódica de la composición nutricional de este ingrediente y de todos los componentes de una dieta son básicos para un adecuado balance nutricional y para garantizar la salud de los animales. La compo- sición nutricional, de la pollinaza observada, permite considerarla como una opción o ingre- diente en la alimentación de bovinos en general y especialmente en condiciones de desastres naturales, sequía y poca disposición de forraje y así como una alternativa para la disposición de los residuos de la industria avícola, siempre y cuando sean consideradas las disposiciones del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) y de otras instituciones gubernamentales e internacionales que regulan su uso y manejo.

AGRADECIMIENTOS

Las personas autoras expresan su agrade- cimiento a los avicultores y comercializadores que colaboraron en el desarrollo de este proyecto.

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Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    Jul-Dec 2019

Histórico

  • Recibido
    23 Oct 2018
  • Acepto
    12 Feb 2019
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None Universidad de Costa Rica. Campus Universitario Rodrígo Facio. Ciudad de la Investigación Finca 2, San José, San José, CR, 11501, 25112080 - E-mail: manuel.camachoumana@ucr.ac.cr
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